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17 marzo 2017 5 17 /03 /marzo /2017 00:00
Arquitectura de la Desigualdad (29)

La vasta mayoría de los ingresos generados en los últimos 30 años los acumularon los dueños del capital y los que están en lo alto de la pirámide. Los trabajadores de muchos países vieron el estancamiento de sus salarios y cómo sus sueldos no aumentaron ni de cerca tan rápido cómo lo hicieron las ganancias de los capitalistas

Anna Ratcliff (Responsable de la Campaña “Acabemos con la desigualdad extrema” de Oxfam Intermón)

Finalizaremos, en esta entrega número 29, con la exposición de los diferentes argumentos que los defensores y legitimadores de la desigualdad pronuncian con ignorancia y descaro, y los contraargumentos que demuestran sus absolutas falacias. Recordamos de nuevo a los lectores y lectoras que estamos siguiendo como referencia un estupendo artículo del economista Luis Molina Temboury, de Economistas Frente a la Crisis. Pues bien, otro típico razonamiento es el que dice que "El derecho de las personas a enriquecerse hasta donde quieran es un derecho inalienable". Mentalidad capitalista pura y dura, pero pura y simple falacia. No existe el derecho mencionado. Repetimos: NO EXISTE el referido derecho a enriquecerse sin fin, ni en la Carta de Derechos Humanos de la ONU, ni en ningún otro tratado o convenio internacional en vigor en todo el mundo. Como siempre, es producto del tremendo daño que la mentalidad capitalista ejerce sobre nuestro pensamiento y nuestras actitudes. Y por supuesto, tampoco es aceptable anteponer ese (supuesto) derecho a cualquier otro derecho de los demás. Precisamente, el hecho de que vivamos en un modelo social de desigualdad extrema y creciente, no significa que debamos soportarlo como algo inevitable o consustancial a la especie humana. No se debe anteponer el derecho de unos pocos a enriquecerse sin fin, al derecho de muchos a disponer de unos recursos mínimos. 

 

Otro argumento dice que "Los deseos personales deben respetarse siempre para lograr una sociedad de hombres libres". Como comenta Luis Molina, esto ya es delirante. Hay que responder que, simplemente, los "deseos personales" son inaceptables cuando son irracionales, dañinos, o vulneran los derechos de otros. Que uno deseara ser esclavista, violador o explotador de niños poco tendría que ver con la libertad. Precisamente las sociedades avanzadas, las que desarrollan leyes y democracias, se cuidan mucho de que esos "deseos" que rozan con las libertades públicas y los derechos de todos no choquen frontalmente. Y desde luego, dejar sin restringir esas "libertades" en poco contribuiría al bienestar de la sociedad. La libertad personal sólo es aceptable cuando no vulnera las libertades de los demás. Pretender acumular riquezas sin fin mientras gran parte de la sociedad malvive en precario, es una libertad muy poco razonable, y muy injusta y peligrosa. Otro argumento en la misma línea dice que "Dejando en plena libertad al individuo alcanzaremos la sociedad ideal. Los bajos instintos son consecuencia de la represión de los Estados". Ahí queda eso. Es quizá el más puro principio neoliberal, que reniega claramente de la sociedad, que únicamente cree en los individuos de forma aislada. Las personas que así piensan detestan toda forma organizativa y democrática de poder, y sólo les interesa las posibilidades particulares de "triunfar" en la vida, como ellos dicen. Pero vivir en sociedad no sólo responde a una faceta de la antropología humana, y por tanto de su propia naturaleza, sino que además, estos mismos que abogan por la máxima libertad y la mínima sociedad, son los primeros que luego acuden al rescate del "Papá Estado" en cuanto lo necesitan, renunciando a sus propios principios, con lo cual se les ve el plumero fácilmente. 

 

Por ello, los que abogan así en realidad quieren un Estado para que satisfaga sus necesidades cuando les vaya mal, para que el Estado acuda a resolver sus problemas con sus grandes empresas, pero mientras les vaya bien y obtengan cada vez mayores beneficios, reniegan del Estado, es decir, de la sociedad, cuyos miembros les importan un pimiento. Vivir en sociedad no significa sumar deseos individuales de forma caótica, sino definir, desarrollar y respetar toda una serie de aspiraciones colectivas y racionales, que la propia comunidad diseña en su beneficio, es decir, en el beneficio de todos, no sólo de unos pocos. Gracias a todo ello han avanzado las sociedades y las civilizaciones durante la Historia de la Humanidad, y cuando estos principios comunes se ponen en entredicho, las colectividades humanas retroceden e involucionan. Jamás el progreso social se ha conseguido renunciando a los avances colectivos, para beneficiar únicamente a una élite poderosa. Una sociedad con futuro es aquélla que establece normas que favorezcan los avances y el progreso de todos, fomentando los principios y valores comunes de la solidaridad, la generosidad, el altruismo, la cooperación, etc., y ataquen los valores contrarios, es decir, el odio, el rencor, los celos, la envidia, la violencia, el machismo, el individualismo, la insolidaridad, el ánimo de lucro, etc. 

 

Otro argumento dice que "Debemos buscar otras soluciones antes que perturbar la libertad de los demás, la de los grandes ricos o la de quien sea". Este argumento entronca con la definición de libertad material en el sentido marxista y republicano, que concluye simplemente que no podemos ser libres sin tener cubiertas las mínimas necesidades fundamentales. En su momento, cuando hablemos sobre la Renta Básica Universal (RBU) más adelante en esta misma serie de artículos, volveremos sobre este tema para desarrollarlo con más profundidad. Quien pasa hambre o desnutrición, quien pasa frío porque no le alcanza para pagar la calefacción, los estudios de los hijos o los gastos sanitarios, no posee realmente libertad, ya que su existencia está en función del "permiso" que otros le quieran conceder. En este sentido, alcanzar una sociedad menos desigual es extender, fomentar y consagrar la libertad para el máximo número posible de personas, idealmente para todos los miembros de la sociedad. La libertad blindada de una minoría puede impedir (de hecho lo hace) el desarrollo y garantía de las libertades básicas de la mayoría. Y en este sentido, otro argumento dice que "Aunque se tratase de que los pobres tuviesen más libertad, cambiar más libertad de los pobres por menos libertad para los ricos no es progresar gran cosa". Es un argumento que rezuma una discriminación subliminal, ya que parece que pone por delante los deseos, capacidades e intereses de una élite por encima de los del resto de la sociedad. Craso error. 

 

Porque el derecho de todas y cada una de las personas que formamos la sociedad a la libertad, debe ser el mismo para todos. El principio de igualdad de intereses debe prevalecer, si queremos aspirar a una sociedad justa. No es aceptable un sistema que garantice grandes cotas de libertad para los ricos a costa de una mínima (casi inexistente) libertad para los pobres, que además son la inmensa mayoría en un sistema que acrecienta las desigualdades como el nuestro. Por tanto, satisfacer las necesidades fundamentales de todos es lo prioritario. Y para ello, hay que diseñar un sistema que establezca una serie de normas, de límites, de reglas y de prioridades, de garantías y de procesos para que el conjunto de la sociedad tenga sus necesidades básicas cubiertas, y a partir de ahí, volvemos a repetirlo, no pretendemos una sociedad uniformizada, donde todo el mundo gane igual, o tenga igual patrimonio, porque eso sí que podría tildarse como una sociedad totalitaria o fascista. Lo que ocurre es que el sistema ha degenerado tanto, se ha descontrolado tanto, los ricos han asumido tal cantidad de favores y privilegios hacia ellos, que cualquier límite o control que se pretenda establecer para disminuir y controlar las peligrosas desigualdades resuena como una bomba, y genera un amplio rechazo social (no sólo entre los ricos, sino también entre una parte de los pobres, por el tremendo efecto del pensamiento dominante), que enseguida dispara las alarmas alegando cualquiera de los argumentos que hemos venido exponiendo durante estos últimos artículos. Continuaremos en siguientes entregas.

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Comentarios

C
Saludos.<br /> SALVEMOS AL MUNDO, DISEÑEMOS UN NUEVO MODELO DE SOCIEDAD.<br /> Si queremos construir una sociedad mundial que sea sostenible en el tiempo, debemos llevar su diseño a los extremos requeridos por la gravísima situación ambiental y social planteada en la actualidad, cuyo empeoramiento puede culminar en la destrucción de la especie humana.<br /> La solución para esta problemática potencialmente aniquiladora de nuestra “civilización”, representada por las guerras, las hambrunas, la explotación del hombre por el hombre y la destrucción del ecosistema, nunca llegará como resultado de aplicar simples paliativos dentro de un sistema de cosas esencialmente malo, por muy bien intencionados que éstos sean.<br /> Nuestra idea consiste en esbozar un prototipo de sociedad ideal realista y factible que rompa con los defectuosos parámetros actuales, y cuya difusión propicie la realización de cambios en el orden mundial establecido hasta que se logre la instauración en todo el planeta de un estado de bienestar generalizado y permanente.<br /> Este novedoso modelo de colectividad estaría representado por una ciudad sostenible y autosuficiente, que sería exhibida en forma de maquetas, video juegos, historietas, producciones fílmicas y parques temáticos, la cual poseería, entre otras, las siguientes características : Uso prioritario de materiales y tecnologías de punta amistosos con el medio ambiente; autosuficiencia tecnológica total; limitación del crecimiento económico y poblacional; supresión de la manipulación proveniente de factores de poder económicos, religiosos y políticos; desaparición de toda forma de reverencia entre seres humanos; eliminación del dinero en efectivo; gratuidad total de la salud y la educación; verdadero respeto a las libertades; y democracia real.<br /> En concreto, la convocatoria es para diseñes por tu cuenta un conglomerado urbano con esas características y la compartas con la humanidad, o te unas a nosotros en nuestro sitio web https://elmundofelizdelfuturo.blogspot.com/ <br /> donde estamos trabajando en ese sentido.<br /> Atentamente, César Emilio Valdivieso París
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