Nos hemos enterado estos días, en secuencia, de que los ex-presidentes del Gobierno de España, Felilpe González (primero) y José María Aznar (después) han sido fichados en el elenco de Consejeros Delegados de algunas empresas privadas.
Bien, parece ser que ya van encontrando su sitio los famosos "Jarrones Chinos", famosa expresión de Felipe González, con la que intentaba poner un símil sobre la incomodidad que representan los ex-presidentes, en el sentido de no saber dónde colocarlos. Y parece que dicho sitio va estando cada vez más claro: toda su experiencia, su saber y su influencia la quieren volcar en "aconsejar" a los Consejos de Administración de grandes empresas privadas del país, que además antes fueron públicas, para que sus intereses se vean así recompensados.
Pues bien, me parece algo tremendamente triste y penoso, pues dicha experiencia deberían volcarla, siguiendo la estela pública de su carrera, en Instituciones (incluso empresas) de carácter público, si es que la pertenencia al Consejo de Estado (donde normalmente comienzan colaborando) no les deja satisfechos, o quieren explorar otras posibilidades. La verdad es que siguen sin darse cuenta de que hay que mantener la coherencia de planteamientos durante toda la vida, y exactamente igual que Directores Generales o Presidentes de Corporaciones Privadas no debieran regir los destinos públicos de un país, simplemente porque no casan los intereses privados con los públicos, lo contrario tampoco parece plausible.
Miguel 01/15/2011 20:11
Rafael Silva 01/15/2011 20:26
Rosario Carmona 01/13/2011 15:00
rafaelsilva.over-blog.es 01/13/2011 20:17