El marco estratégico neoliberal y las condiciones de la actual fase del capitalismo global, han situado a los servicios públicos en el centro de la "acumulación por desposesión" como forma de recuperación de la rentabilidad del capital a escala planetaria. Asistimos a una auténtica guerra contra los servicios públicos. Estas amenazas se dan a nivel local (planes privatizadores de Ayuntamientos y gobiernos autonómicos), a nivel nacional (planes de los gobiernos estatales), supranacional (Bolkestein, ALACA, TLCs) e internacional (OMC, Banco Mundial, FMI, OCDE...).
Esto significa pasar de un marco en el que los SS.PP se consideran como bienes públicos, financiándose por tanto con cargo al erario público y suministrados directamente por los Estados, a otro en el que los gobiernos actuarían fundamentalmente como facilitadores y reguladores de unos servicios prestados por empresas privadas - responsables de la gestión y, eventualmente, propietarias de las correspondientes infraestructuras – que exigirían un pago para la recuperación de los costes incurridos en la prestación de los servicios, con lo que el usuario pasaría a ser un mero consumidor (hay otra palabra más dura: "cliente"), y la exigencia de responsabilidades y rendición de cuentas en caso de mal funcionamiento (factible en una situación democrática, a través de cauces institucionales y opciones políticas) se vería constreñida a un potencial cambio de suministrador privado, en caso de que esto fuera posible, ya que la naturaleza monopolística de la mayoría de los servicios clave (basados en infraestructuras, como el agua) convierte en irreal la competencia.
Frente a las privatizaciones, desde IU proponemos más Estado y defendemos el carácter universal de los servicios públicos frente a la selección por renta. No queremos más privatizaciones de servicios públicos y de bienes comunes, sino una "Re-municipalización" y reconversión en propiedad pública. Defendemos la existencia de fuertes empresas públicas en los sectores estratégicos de la economía, y más inversión en educación, salud, transporte público, deporte, cultura…
Desde IU queremos trabajar para conseguir un modelo avanzado de Estado Social en el que cada derecho esté garantizado por un servicio o poder público, como ofensiva a la propuesta neoliberal de adelgazar el Estado. Para nosotros la educación, el cuidado de la infancia y la adolescencia, la enfermedad, la tercera edad, la salud, el suministro de agua potable y el sistema de desagüe, el suministro energético, el transporte público, el servicio de correos, el deporte y la cultura no son mercancías al alcance del mejor postor, sino servicios públicos que dependen de la responsabilidad pública. Por ello no se les puede someter al principio de la competitividad del coste más bajo y el máximo beneficio.
Los Servicios Públicos permiten la satisfacción de las necesidades básicas de la ciudadanía en condiciones de acceso universal, no discriminatorio y con coste asequible. La consecución de estos servicios, que permiten la cohesión social y representan un salario indirecto, ha supuesto un gran esfuerzo y penalidades por parte de la ciudadanía en los últimos dos siglos.
Aumento del empleo público y el gasto social
Tan sólo con esa equiparación del gasto del PIB, tendríamos recursos suficientes para garantizar un sector público que genere empleo, dé servicios de calidad e invierta en otro modelo productivo.