Actualidad Política y Cultural - Blog de Rafael Silva

De nuevo a vueltas con un artículo dedicado a nuestro Presidente Rajoy, que cada día está más claro que no tiene desperdicio. En una entrevista reciente concedida a Onda Cero Radio, el líder del PP volvió a hacer gala de sus contradicciones y de sus vergüenzas, en unos comentarios que no tengo ningún pudor en calificar como los de un "antigobernante", es decir, todo lo contrario a lo que debe hacer y decir un gobernante serio y honrado para su país.

Efectivamente, dice sin decir, afirma sin afirmar, reconoce sin reconocer, admite sin admitir, y un largo etcétera de gestos y de declaraciones al más puro estilo rajoyniano. Por ejemplo, dijo que "lo último que haría" sería inyectar dinero público en la Banca española, de lo cual debemos deducir que es exactamente lo que hará. Asímismo, dijo que no le gustaría tener que subir el IVA en 2013, pero que si tiene que hacerlo, lo hará (debemos entender que lo hará seguro). Y como éstas, un sinfín más de declaraciones por el estilo.

Pero creo que en un acto de cansancio del "vivo sin vivir en mi", que diría el poeta, reconoció abiertamente sus contradicciones, afirmando más o menos lo siguiente: "Yo haré todo lo que mi país necesite para salir de la crisis, aunque no me guste hacerlo, y aunque haya anunciado anteriormente que nunca lo haría". No sé a los militantes del PP, no sé a sus dirigentes, no sé a mis lectores, pero a mi me parecen declaraciones tan vergonzantes, tan ridículas, tan infames y tan inmorales de un gobernante, que no puedo por menos que dedicarles algunos comentarios.

Señor Rajoy, no es usted nuestro padre, ni es usted el salvador de la patria, ni es usted el último mohicano, ni el redentor de nada. Usted es sólo un gobernante (con este tipo de declaraciones no es usted ni eso) que ha sido elegido por una parte del pueblo español, creyendo esa parte de sus votantes que usted iba a respetar su programa electoral (ambiguo, claro está, porque si llega a ser concreto, a lo mejor no obtiene usted tantos votos). Parece que no se ha enterado usted todavía que a un gobernante serio y honrado se le elige para que desarrolle y cumpla su programa electoral, y no para que lo cumpla "según las circunstancias", o para que "haga lo que tenga que hacer", usando esa expresión que a usted tanto le gusta.

Un gobernante serio y respetable es aquél que tiene unos ideales, unos principios y unos valores en los que cree, y que lucha por ellos a toda costa, y que cuando tiene la oportunidad de gobernar (y la tiene porque ha logrado convencer a sus electores de que con dichas medidas la vida de la gente mejorará) está obligado a cumplir esas medidas, coherentes con su palabra, con su honor, con su dignidad y con su honestidad, palabras que parece que ya a usted se le han olvidado. Por tanto, el pueblo español no le ha dado a usted ningún cheque en blanco con el pretexto de que saque al país de la crisis, el pueblo le ha votado porque usted logró convencer a mucha gente (ahora se ve que con engaños) de que las medidas que anunciaba eran las mejores que se podían tomar, porque según usted, no había alternativas.

Parece que ve usted al gobernante como el capitán de un barco, que según le vienen dadas, así actúa, moviendo el timón de un lado a otro, porque hay que rescatar la nave, e impedir que se hunda. Nada más lejos de la realidad. Un gobernante no puede salirse de su ideario según los tiempos que corran, según las circunstancias, según las modas, según esté la Bolsa, o los índices de audiencia de su acción política. Un gobernante es algo más profundo que todo eso, es un líder en el que la gente confía, y un líder debe ser coherente, previsible, estable, un gobernante debe inspirar respeto y seguridad, cosas que usted ya no inspira a casi nadie, creo que sólo a los fanáticos de su partido.

Así que déjese usted de monsergas a lo gallego, sea usted coherente con su programa y con sus electores, y no nos salve más, señor Rajoy, no sea usted más nuestro padre, limítese (si puede) a cumplir las medidas de su ambiguo programa, y vaya usted despidiéndose de una nueva mayoría absoluta, porque el resultado de su gestión es absolutamente desastrosa, siendo usted el antigobernante que más puntos ha perdido en intención de voto en sólo tres meses de gobierno. Peligroso camino el de los engaños y las contradicciones, que a lo único que llevan es al descrédito y a la pérdida de confianza, por mucho que usted diga que toma las medidas para "sacar al país de la crisis". Váyase usted despidiendo, señor Rajoy, ya tiene muchos frentes abiertos que le van a plantar cara, no lo ponga más difícil.