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3 junio 2014 2 03 /06 /junio /2014 23:00

"En situaciones como la actual, en las que existe un conflicto abierto entre las Instituciones del Estado y las aspiraciones del pueblo, es preciso un Proceso Constituyente en el que descanse la legitimidad democrática"

(Manuel Ruiz, Capitán de Navío de la Armada, Miembro del Colectivo Anemoi)

 

 

 

 

proceso_constituyente181.jpgLa reinstauración borbónica de 1975, a la muerte del dictador, continuó permitiendo que la clase política y empresarial del franquismo ocuparan el aparato del Estado y las organizaciones de la gran patronal, volviéndose aparentemente democráticas, aunque en esencia, continúan funcionando de la misma forma. El reinado de Juan Carlos I ha supuesto la continuación de los beneficios para la clase dominante, cosa que aún se puede comprobar con el séquito que acompaña al Rey en sus viajes, siempre de tipo comercial. Está claro que nuestro Rey vela por los intereses de los más ricos y poderosos, a tenor de la actividad que desempeña y el discurso que difunde sobre nuestro país. Durante la Transición, el tributo de la izquierda para "aplacar" a los militares golpistas de aquélla época y poder incluirse legalmente en el aparato del Estado del nuevo régimen fue la disminución del nivel de lucha de la clase obrera, la aceptación de los nuevos símbolos constitucionales, la renuncia a la Tercera República y el enfrentamiento con cualquier movimiento constituyente.

 

proceso_constituyente182.jpgPero durante estas tres últimas décadas, se ha comprobado cómo la deriva mercantilista y capitalista de nuestros Gobiernos, apoyadas por la inclusión en el nuevo contexto europeo que se generaba, ha llevado al desmantelamiento progresivo de todas las conquistas que se fueron realizando en el pasado. Aunque los primeros gobiernos de Felipe González universalizaron los servicios públicos básicos y defendieron un nivel mímino de protección social, la excusa de la crisis y la pertenencia al Euro y a la UE han actuado no sólo de diques de contención, sino de plataformas para la anulación de dichas conquistas para la clase obrera. La Monarquía española representante de los poderes fácticos procedentes de la dictadura se empleó a fondo en su incorporación a la Europa del Capital y a la OTAN, donde esperaba obtener (y ha obtenido) enormes beneficios. Y ahora, 28 años después de nuestra inclusión formal de España en la OTAN (1981) y en la Unión Europea (1986), el precio pagado es patente en términos de precariedad, involución democrática, corrupción política, especulación, destrucción de las conquistas sociales, pérdida de derechos laborales, y desmontaje de todos los pilares del llamado Estado Social.

 

proceso_constituyente183.jpgY así, las decisiones políticas que favorecen la seguridad para la inversión del capital se presentan como un límite infranqueable para las políticas económicas y sociales. El culmen de su consagración ha sido el reciente blindaje de nuestra Constitución, para recoger en su nueva redacción del artículo 135 la obligatoriedad del pago de la deuda a nuestros acreedores, antes que cualquier otro gasto social. En los períodos de crecimiento económico, los nuevos contingentes laborales entran en el mercado de trabajo bajo condiciones ya muy precarizadas y constantemente presionadas a la baja, bajo un enorme poderío para la clase empresarial en lo que se refiere a la posibilidad de establecer o reasignar las condiciones laborales. En nuestros días, la precariedad avanza incluso en los sectores más sindicalizados y regulados, al haberse desintegrado la posibilidad que ofrecía la negociación de los Convenios Colectivos en la última Reforma Laboral del PP. Y por su parte, la burocracia sindical, ya muy acomodada al establishment, también consiente la represión de quienes ejercitan, desde abajo, los derechos fundamentales de negociación, expresión, reunión o manifestación. La complicidad de los dos partidos mayoritarios en la deriva neoliberal, tienen como consecuencia que se naturaliza la inseguridad laboral, y se facilita la profundización de las diferencias entre los trabajadores precarios y los estables, bajo la premisa del rasero hacia abajo sobre los derechos laborales.

 

proceso_constituyente184.jpgLos Gobiernos actúan al dictado de las grandes patronales, y a nivel europeo de la llamada Troika comunitaria (CE, BCE, FMI), cuyas recomendaciones se convierten en órdenes para los serviles gobernantes a su servicio. En el contexto europeo, el orden monetario implica el desorden social, ecológico y alimentario. La canciller alemana, Angela Merkel, ha declarado recientemente, que "la Unión Europea no es una Unión Social", descartando por completo cualquier atisbo de atender a las necesidades de las personas dentro del contexto de las normas y tratados comunitarios. Y de esta forma, la inseguridad para millones de ciudadanos europeos son el precio del establecimiento de un orden monetario a la medida de banqueros corruptos, especuladores y despiadados, bajo el paraguas que les proporcionan los políticos de turno. En palabras de Agustín Morán, del CAES: "Cuando se estanca la economía, no se puede pedir justicia porque hay que salir de la crisis, y cuando hay prosperidad, no se puede pedir igualdad porque se pone en peligro la continuidad del ciclo expansivo". Todo ello redunda en un nuevo equilibrio de las rentas del capital, que priman sobre las del trabajo, y en un mayor empobrecimiento de las clases sociales más desfavorecidas.

 

En nombre del Euro, la Troika impone a los Gobiernos el recorte de salarios y la total mercantilización de los servicios públicos, bajo unas cuantas palmaditas en la espalda, para felicitar por lo bien que se están cumpliendo sus recomendaciones. La deuda se dispara, hay más paro, más precariedad, más pobreza y más exclusión social, pero todo ello da lo mismo, porque según ellos, las cosas se están haciendo muy bien, y estamos en el buen camino. Seguramente sea porque los beneficios y el poderío de las grandes empresas transnacionales y de la banca también se está disparando. Pero estas políticas antipopulares (aunque las lleve a cabo un partido que se llama a sí mismo "Partido Popular") no son capaces de reactivar la economía ni de frenar el desbocado crecimiento del paro, la desigualdad y la exclusión, y está demostrado científicamente. Pero el dogma neoliberal es por lo visto más potente que cualquier ciencia social. El reformismo keynesiano de la "izquierda" mayoritaria ha resultado ser sólo un pequeño parche, insuficiente e impotente ante la economía capitalista, competitiva y globalizada. Continuaremos en siguientes entregas.

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2 junio 2014 1 02 /06 /junio /2014 23:00

"La Historia ha demostrado que el papel de la socialdemocracia era servir a la burguesía para contener al proletariado desde dentro, y para dividir a la izquierda desde sus propias entrañas"

(José López)

 

 

 

 

Muchas veces lo hemos advertido, pues ya se preveía si llegaba el caso, pero ahora, después de las últimas declaraciones de altos líderes del tándem PP-PSOE, y sobre todo después de la irrupción de Podemos en el escenario político en las últimas Elecciones al Parlamento Europeo, el panorama está cada vez más claro. La gran coalición, el gobierno de concentración bipartidista, puede ser una realidad después de las próximas Elecciones Generales de 2015. El terreno está siendo tanteado, la opinión pública también. Dirigentes de ambos partidos han realizado no ya veladas declaraciones, sino auténticas revelaciones sobre la posibilidad de su alianza, en aras a salvaguardar "el interés general". Con el interés general deben referirse al interés de ambos partidos aún mayoritarios (aunque por poco tiempo), para no perder sus poltronas, su influencia y su reparto del poder en todas las instituciones del Estado.

 

coalicion_bipartidista1.jpgPocos días antes de las Elecciones, y entrevistado para cierto medio de comunicación, el candidato del PP, Miguel Arias Cañete, advertía de dicha posibilidad "en un futuro", y en entrevista televisiva, a los pocos días, el dinosaurio "socialista" Felipe González también recomendaba dicha posibilidad "para el interés del país". Y aunque otros líderes del PSOE se apresuraron a desmentir dicha posibilidad, ya sabemos que está en el ADN del PSOE, pues lo vienen haciendo durante más de 30 años. En lo que se refiere a los puntales de la política económica, el bipartidismo viene acordando las propuestas fundamentales desde los tiempos de la Transición. Todas ellas encaminadas a hacer perder poder y protagonismo a la clase trabajadora, en beneficio a la clase dominante, a las grandes empresas, a las instituciones financieras y al gran capital. Por mucho que intenten de cara a la galería exponer posiciones enfrentadas, su capacidad para ponerse de acuerdo en los grandes temas es cuestión de minutos. Basta una simple llamada telefónica entre los líderes principales de ambas formaciones, y asunto solucionado. De esta forma vienen actuando durante todo el período "democrático".

 

coalicion_bipartidista2.jpgPero ahora la situación es distinta. En los últimos comicios europeos el bipartidismo ha sido amenazado de muerte, está en situación de "jaque mate". Ambas formaciones han perdido votos y escaños de forma muy importante, a la vez que las fuerzas de izquierdas han ganado bastante terreno. A ello se une el fenómeno Podemos, que ha irrumpido con fuerza en la escena política, ganando la confianza de muchas personas que han visto en la joven formación política una forma fresca, renovada y auténtica de plantear los postulados de la izquierda. Y el bipartidismo tiene miedo. Durante los posteriores días de análisis de los resultados, las críticas de los partidos del régimen a la formación de Pablo Iglesias no se hicieron esperar. Críticas procedentes sobre todo del PP, pero también del PSOE, incluso de UPyD, están intentando desprestigiar a Podemos, a sus líderes y a sus votantes, y ello es la prueba más palpable no sólo del carácter antidemocrático de estas formaciones, sino sobre todo del tremendo miedo que poseen a que se acabe su situación de dominación política, social, económica y mediática. El fin del bipartidismo está al alcance de nuestra mano, está a la vuelta de la esquina.

 

coalicion_bipartidista3.jpgEn un reciente artículo cuya lectura recomiendo, el genial politólogo Manolo Monereo planteaba esta posibilidad, y la urgente necesidad de responder al gran objetivo que dicha coalición bipartidista se plantearía, que no es otra que organizar la transición hacia un nuevo régimen monárquico. Monereo lo planteaba en los siguientes términos: "¿Porqué aquí y ahora proponer un gobierno de coalición? La razón de fondo, a mi juicio, tiene que ver con el deterioro profundo del Régimen, y más allá, con el nuevo modelo de acumulación que se está configurando por y desde la crisis. Somos la periferia dependiente y subalterna de una estructura de poder organizada en torno a un "núcleo" dominado por la Gran Alemania. Los poderes económicos, la clase política y la Monarquía reinante están de acuerdo con el nuevo papel que se le asigna a España en la división del trabajo definida por la Unión Europea y que literalmente nos condena al subdesarrollo social y productivo. Este es el nudo donde se organizan y se entrecruzan las contradicciones. La "gran coalición" sería algo más que un Ejecutivo conjunto PSOE-PP. El objetivo parece claro: organizar desde el poder político una nueva transición hacia una (enésima) restauración borbónica, de ahí la radicalidad de la propuesta realizada por los portavoces orgánicos del capital financiero". Estamos completamente de acuerdo. Las intenciones son volver a canalizar el descontento popular en aras a esa "gran coalición", haciendo llamadas a la "responsabilidad" de sus líderes, a la terrible situación del país, y a las exigencias de pacto dentro del "marco constitucional". Ya nos sabemos la cantinela de memoria. Pero no debemos dejarnos engañar. Y menos esta vez, cuando estamos casi acariciando la posibilidad de vencerles ampliamente en las urnas.

 

coalicion_bipartidista4.jpgLa gran coalición bipartidista pretendería garantizar por todos los medios la continuidad de la Monarquía, entendida como el instrumento de cohesión entre el poder económico y el político. Pretendería impedir la convocatoria de un Proceso Constituyente, mediante tímidas reformas constitucionales que no cambiasen de forma profunda nuestro marco de convivencia. Pretendería volver a parchear las cuestiones pendientes de tipo plurinacional del Estado Español, volviendo a ignorar el reconocimiento del derecho de autodeterminación de todos los pueblos. Pretendería también apuntalar la vigente Ley Electoral, en aras a consagrar aún más si cabe el bipartidismo imperante, caminando hacia la "norteamericanización de la vida pública" (en expresión de Manolo Monereo). Pretendería igualmente no retroceder, impedir la derogación de todo el desmontaje que se ha venido practicando sobre el Estado Social y el Estado del Bienestar, consagrando la pérdida de derechos sociales y laborales, y apuntalando con ello los procesos previos de privatización de los servicios públicos. Y pretendería, por supuesto, continuar con la pertenencia de nuestro país a la UE y al Euro, así como al resto de organismos internacionales que secundan el capitalismo salvaje que nos invade (OTAN, FMI, OCDE, etc.).

 

Mi opinión personal es que para acabar de periclitar el fenómeno del bipartidismo, que tanto daño nos ha hecho durante todos estos años, toda la izquierda real y transformadora de este país debe acudir en gran coalición a las próximas Elecciones Generales de 2015. Sólo de esta forma el voto de izquierdas no será fragmentado, y podrá concentrarse en esta gran coalición, capaz de vencer no sólo al bipartidismo, sino también a los partidos bisagra que puedan presentarse, tipo UPyD. Con ello tendremos garantizado que se puede poner en marcha la auténtica alternativa en el poder, y comenzar a llevar a cabo las profundas transformaciones que nuestro país necesita para alcanzar una democracia plena, tales como el Proceso Constituyente y la Tercera República.

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1 junio 2014 7 01 /06 /junio /2014 23:00

"Desde una óptica netamente social, diríamos que el binomio política oficial-medios de comunicación (acompañado por un modelo educativo arcaico y deformante, y un modelo cultural de corte netamente comercial) están haciendo, en beneficio de sus propios agentes, y de unas nuevas élites privilegiadas, un enorme daño, llevando, a modo de círculo vicioso, a una sociedad cada vez más enajenada, hacia la destrucción total de la conciencia, e incluso, de la propia identidad como seres humanos"

(Antonio José Gil Padilla)

 

 

 

 

retrato_sociedad_alienante53.jpgEn el momento actual, roto el esquema racional de pensamiento, la vida, como hemos señalado, se ha convertido en un casino donde la suerte de unos pocos es deseada por los demás. La posibilidad de encontrar en la escasa oferta laboral un trabajo digno, en sintonía con la cualificación profesional adquirida, no depende de las capacidades y méritos de la persona en cuestión, sino del azar o de la influencia. José López, por su parte, lo explica en los siguientes términos: "Una sociedad donde se fomenta el espabilamiento, la picaresca, la cultura del pelotazo, donde se idolatra la suerte, donde la gente vive de las escasas esperanzas de recibir un golpe de gracia de la diosa Fortuna, es justo lo contrario a una sociedad basada en el trabajo, en el esfuerzo, en la honradez. ¿Y aún decimos que los únicos corruptos son los políticos? La sociedad entera está corrompida de raíz. Una sociedad que rinde culto a los parásitos sociales, en la que muchos ciudadanos se entretienen con cuentos de hadas o de princesitas para escapar de las miserias de sus vidas, que sueñan con poder imitar las vidas de toda la farándula de personajes que venden sus vidas privadas a la "prensa" rosa. ¿Cómo va a cundir el ejemplo del esfuerzo si lo que se venera es justo lo contrario? Tenemos una sociedad en la que la máxima aspiración de muchos ciudadanos es poder vivir a costa de otros, en la que muchos aspiran a que otros trabajen por ellos, ya sean personas individuales o incluso toda la sociedad, en la que se institucionaliza el factor suerte, el parasitismo social en su máxima expresión, en la Monarquía. Una sociedad hipócrita que proclama solemnemente que el motor de su economía es la libre competencia y al mismo tiempo la imposibilita por cuanto no es posible la libre competencia cuando no todos compiten en igualdad de condiciones".

 

retrato_sociedad_alienante51.jpgY continúa: "Una sociedad no puede ser libre cuando sus individuos no pueden controlar sus vidas, cuando sus destinos vienen prácticamente predeterminados por el factor suerte. Uno es libre cuando puede elegir, cuando tiene opciones, cuando tiene margen de maniobra. En una sociedad libre, al contrario que en la actual, el esfuerzo de cada individuo es el factor clave para su supervivencia y prosperidad. En una sociedad verdaderamente libre cada uno hace su propia suerte, al menos en un grado importante. En suma, tenemos en la actualidad una sociedad construida sobre el factor suerte, en la que sus ciudadanos se encomiendan a la diosa Fortuna, en la que la gente pone su destino en manos de Dios, una sociedad donde la religión sigue siendo el eje central de la misma. Debemos transformar dicha sociedad, en manos de Fortuna o de Dios, basada en la fe, en la religión, en una sociedad en manos del hombre, basada en la razón y la ética. En la que la ética no dependa de la sumisión a un ser supremo sino que esté impregnada en el pensamiento de cada persona, en la que no se base en la coerción o en la amenaza sino en el convencimiento propio".

 

Finalmente concluye: "Debemos pasar de la jungla a la civilización, de la adolescencia a la edad adulta. La civilización no es sólo tecnología, es sobre todo política, es sobre todo filosofía, es sobre todo cultura, es sobre todo moral. Una sociedad es civilizada cuando la forma de pensar y actuar de los individuos que la componen lo es. Y sólo puede serlo cuando todo gira en torno a la razón y a la ética, y no en torno a la fe o a la suerte o al miedo. La evolución científica y tecnológica debe ser acompañada de una evolución social y política. La evolución material debe ser acompañada de una evolución intelectual, moral. Y para pasar de una sociedad medieval, de mentalidad medieval, a una sociedad moderna del siglo XXI, para progresar, debe empezarse por eliminar todos aquéllos coletazos del medioevo, debe empezarse por derrumbar aquéllos símbolos que atentan contra la razón y la ética".

 

retrato_sociedad_alienante52.jpgSi lo pensamos bien, veremos bastante relación entre estos argumentos y las preguntas que nos planteábamos desde el primer artículo de esta serie. Los instrumentos empleados para alienar a la población han conseguido que la sociedad, en sus múltiples facetas y actuaciones, haya llegado en nuestros días a una total desactivación, a un apagón racional. La forma mediante la cual hemos llegado hasta aquí se ha basado en un proceso en espiral en el que han intervenido, para la consecución del objetivo final, tanto la clase dominante como las instituciones políticas y sindicales. A una colectividad, en otros tiempos, inquieta y luchadora, se le fueron otorgando derechos y mejoras (como fruto de esa lucha) pero al mismo tiempo se les conducía por derroteros de corte reformista que, de una u otra forma, les iban integrando en el "sistema" (entiéndase sistema capitalista de valores, de producción y de consumo). Una vez conseguidas ciertas metas, el sistema ha actuado aplicando la vieja fórmula romana de "pan y circo para el pueblo", es decir, ha ido extendiendo el "entretenimiento" a las clases populares.

 

Las mejores condiciones de vida, junto a las prácticas alienantes empleadas, han ido destruyendo poco a poco la capacidad de lucha, muy lenta y progresivamente, hasta llegar a nuestros días, en los que nos encontramos con un panorama desolador en el que se ha producido una pérdida importante de lo que se consiguió en etapas históricas anteriores: estabilidad laboral, salarios dignos, Estado de Bienestar, etc. Por otra parte, aquéllos grupos que inicialmente fueron vanguardia e instrumentos indispensables de subversión, han sido también fagocitados por el propio sistema, han sido instrumentalizados para beneficio del sistema, transformándose en organizaciones sindicales colaboracionistas y burocratizadas, y en formaciones políticas que participan de forma demagógica en un sucio mercado para el único y exclusivo beneficio propio. En este sentido, recomiendo a los lectores la serie de artículos titulada "El mercado de la política", publicada recientemente en este mismo Blog, y que complementa algunos de los puntos aquí expresados. Continuaremos en siguientes entregas.

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25 mayo 2014 7 25 /05 /mayo /2014 23:00

"La filosofía que rige este tipo particular de capitalismo es una absoluta creencia en la privatización de los recursos, la concesión de poderes sin trabas a los ejecutivos de las empresas, y el fomento de una deuda tan extrema que tiene como resultado las modernas formas de esclavitud, tanto para los países como para los individuos"

(John Perkins, "Confesiones de un gángster económico")

 

 

 

 

 

capitalismo311.jpgDentro del recorrido que estamos haciendo por la clase trabajadora en nuestro país, el último gran grupo a considerar es el de los trabajadores y trabajadoras con alto nivel de formación, asimilado a los Ciclos Medios y Superiores universitarios, Másteres y similares. Al enfocar dentro de la clase trabajadora las diferencias por nivel de formación, tomando como referencia a los/as trabajadores/as con titulación superior, hay que recordar que los mismos forman un grupo relativamente privilegiado frente a todos los demás, con mayor actividad, menor nivel de paro, menor tasa de temporalidad, menor trabajo a tiempo parcial, mayores salarios, mejores condiciones de trabajo y mayores posibilidades de promoción y de carrera laboral. Sin embargo, es un sector cada vez más precarizado, inestabilidad que se presenta no sólo en la etapa inicial de inserción, sino que se extiende también a toda la vida laboral. Hoy día, la Educación Superior, a diferencia de la década de los 70 del siglo pasado, no es garantía de una trayectoria laboral segura, ni de un trabajo cualificado.

 

capitalismo312.jpgCon ligeras variaciones, son el 25-28% de las personas trabajadoras (activas, ocupadas, asalariadas), porcentajes que llegan a superar el 33% si se consideran el total de titulados y tituladas superiores; a pesar de su mejor situación, casi el 40% continúan padeciendo subempleo o desempleo. La proporción es aún mayor entre las mujeres porque la feminización es muy alta. Pero esta situación, de privilegio relativo como ya se ha dicho, no está exenta de problemas, ya que en nuestro país se viene produciendo un enorme despilfarro de recursos laborales de alta cualificación.

 

Y así, a finales de 2011 en el conjunto del Estado Español había ya cerca de 1,3 millones de personas inactivas en edad de trabajar y con titulación universitaria. En el caso de las desempleadas, son casi 660.000 con estudios superiores (según datos de 2011), el 12,5% del total. En conjunto, casi 600.000 titulados/as asalariados/as están en situación de sobrecualificación, o subempleo, como se prefiera. Además, entre éstos se encuentra uno de los grupos que no existen estadísticamente, los y las jóvenes en prácticas, con o sin beca, en centros de trabajo privados o públicos; un colectivo prácticamente sin relación laboral y que sin embargo comparten centro de trabajo con el resto de trabajadores/as en multitud de empresas, pudiendo llegar a representar la cuarta parte de la plantilla en algunas de ellas. La mayoría realizan jornada completa (incluso más), rondan los 500 euros de retribución mensual (incluso menos), y en términos absolutos superan con creces la cifra de 200.000. Además, este grupo es el que más está contribuyendo numéricamente a la  incipiente emigración interna y externa que se está produciendo en la actualidad. Para una exposición más detallada sobre la problemática de este colectivo, remito a los lectores a la serie de artículos "Por una Educación Pública a todos los niveles", donde actualmente estamos tratando el tema de los becarios universitarios.

 

capitalismo313.jpgA finales de 2007 de los y las jóvenes asalariados/as con titulación universitaria existentes en el país, no llegaban a la mitad (el 48%) quienes trabajaban en un puesto acorde a su formación, cualificación y experiencia. Es por lo tanto tremendamente necesario profundizar en el conocimiento y en el análisis sobre la situación de todo este colectivo, por su importancia, y ofrecer soluciones, propuestas y alternativas dirigidas a este sector. Nosotros estamos intentando ofrecerlas en dicha serie de artículos. Y a pesar de que estos grupos se encuentran en posiciones relativamente mejores a las del resto de la clase trabajadora (no nos referimos esta vez a los becarios, sino a los que tienen un puesto de trabajo medianamente digno), la precariedad también aparece como una de sus características básicas, y la sobrecualificación aparece como criterio definitorio de dicha precariedad laboral. Continuaremos en siguientes entregas.

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22 mayo 2014 4 22 /05 /mayo /2014 23:00

"En cuanto forma política del imperialismo en Europa, la UE es un poder de clase inaccesible a las instituciones parlamentarias"

(Iñaki Gil de San Vicente)

 

 

 

Al igual que para el caso del voto tenemos algunos adjetivos que modulan, modifican y/o resignifican su sentido (voto útil, voto de castigo, etc.), para el caso de la abstención, nos encontramos también con algunas variantes interesantes. Y para el caso de las próximas Elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo, recomendamos, desde un sector crítico de la izquierda, lo que pudiéramos denominar como abstención activa. ¿En qué consiste esta modalidad? Veamos primero en qué consiste lo que llamaríamos la abstención pasiva. Básicamente la abstención propugna no ejercer el derecho al voto, omitirlo, es decir, no ir a votar a ninguna formación política de las que concurren a determinados comicios.

 

Pues bien, cuando esto se practica, tenemos dos formas de hacerlo. La primera es la que mayoritariamente se ejerce, y contra la que tenemos que luchar. La abstención pasiva consiste, simplemente, en no ir a votar. Se renuncia de esta forma al derecho al voto de una manera desinteresada, apática, no motivada, sino simplemente como un acto de dejadez individual. Simplemente, no votamos. Nuestra postura mediante la abstención pasiva no reivindica nada, más que la simple omisión del derecho ciudadano a elegir una determinada opción política. La abstención pasiva es un ejercicio indeseable, pues fomenta la no participación popular, resultando en una práctica de desidia, de inhibición ante un sistema que no nos estimula. Hemos de estar siempre en contra de la abstención pasiva.

 

Pero frente a esta postura sobre la abstención, tenemos otra práctica que puede ser recomendable ante determinadas circunstancias. Porque el hecho de no elegir a ninguna formación política también puede surgir del profundo convencimiento, después de su oportuno estudio y reflexión, de que ningún partido, opción o coalición es digna de obtener el voto ciudadano ante una determinada convocatoria electoral. Lejos de constituir un comportamiento pasivo, reflejo de una actitud de desidia ante la participación ciudadana, la abstención activa se nos presenta como una opción muy interesante de protesta y reacción popular ante el completo convencimiento de que el proceso electoral en cuestión no sirve absolutamente para nada, y de que por tanto, no estamos dispuestos a participar en dicha farsa.

 

La abstención activa es de esta forma una práctica completamente coherente, y consecuente con un comportamiento y una opción ciudadana totalmente legítimas. Mediante la abstención activa, lo que estamos formulando ante la opinión pública es que no creemos que ninguna formación de las que se presentan a las Elecciones represente de verdad una opción válida y respetable para dicho contexto. Vamos a explicar a continuación porqué recomendamos, desde un sector crítico de la izquierda y sólo para los próximos comicios europeos del 25 de mayo, la abstención activa. Para ello, tomemos el referente de cualquier otro proceso electoral, por ejemplo, nuestras Elecciones Generales. En ella, los ciudadanos, mediante el ejercicio del voto, eligen a un Parlamento (las Cortes Generales españolas, en este caso) que es capaz de legislar y determinar la composición de un futuro Gobierno del país, conformado por la(s) opción(es) mayoritaria(s) que la ciudadanía haya elegido. A su vez, dicho Gobierno representará el Poder Ejecutivo que tendrá capacidad para gobernar mediante las correspondientes herramientas legales.

 

Pues bien, en la actual Unión Europea las cosas no funcionan así. El Parlamento Europeo no es un Parlamento al uso, con capacidad legislativa. Su poder, su capacidad de influencia y sus funciones están muy recortadas, de tal forma que únicamente se le asignan tareas de debate y "recomendación" de ciertas iniciativas legislativas al "Gobierno" de la Unión, que es la Comisión Europea. La Comisión Europea está constituida por un Presidente de la misma y unos Comisarios, no nombrados ni elegidos por el Parlamento, sino a través de los Estados miembros, y es el órgano, junto con el Consejo Europeo, ejecutivo de la Unión Europea. Ellos vigilan el estricto cumplimiento de los Tratados Europeos, y sus recomendaciones se convierten en órdenes para los Estados miembros. Y como guinda del pastel, tenemos el Banco Central Europeo, que no funciona como un auténtico Banco Central, sino como un lobby de la banca privada europea, sobre todo de la alemana. Los miembros de dichas Instituciones no han sido elegidos por la ciudadanía ni tienen que rendir cuentas ante ella, por lo cual se trata de un funcionamiento poco democrático.

 

El resultado final es que vamos a participar en un proceso electoral vacío, fraudulento y engañoso desde el principio, pues aunque estemos de acuerdo en los postulados electorales de cualquier formación, la propia arquitectura de la Unión Europea impide que los europarlamentarios tengan la fuerza suficiente como para negociar e imponer sus programas. Pero por si todo ello fuera poco, tenemos a una izquierda europea tímida, dormida, perdida ideológicamente, sin querer darse cuenta de que lo que de verdad debe defender la izquierda es la destrucción del proyecto neoliberal europeo, pues su transformación desde dentro es prácticamente imposible. Está muy bien el discurso y la retórica sobre la Europa Social y la Europa de los Pueblos, con la que toda la izquierda estamos de acuerdo, pero simplemente, este proyecto es completamente utópico dentro del corsé marcado por los Tratados de la Unión (han sido pensados para ello), que limitan además las funciones y capacidades de un Parlamento Europeo muy restringido.

 

Se nos dice engañosamente que las Elecciones Europeas son muy importantes, y que nuestro voto es decisivo para poder cambiar las políticas europeas. Nada más lejos de la realidad. El contexto, la dinámica, la correlación de fuerzas, el funcionamiento, y las propias reglas de juego de la Unión Europea no permiten que ese "Parlamento" Europeo surgido de las votaciones en los 28 Estados miembros tenga la suficiente capacidad como para decidir las políticas que implementará la Comisión Europea, que continuará con su implacable agenda neoliberal hasta conseguir sus objetivos, que no son otros que la dominación del gran capital en los Gobiernos de todos los Estados miembros, y el pleno desarrollo de los principios del llamado Consenso de Washington. Hemos de denunciar que los partidos políticos que componen el actual sistema corrupto, nos intengan engañar, una vez más, planteando ilusorios objetivos, contrarios a su propia actuación, para legitimar todo el entramado de las actuales instituciones europeas, que son, como hemos explicado, radicalmente antidemocráticas.

 

No podemos participar en dicha farsa. Debemos denunciar activamente esta situación, y no debemos conceder nuestro voto, nuestra confianza, a ningún partido que participe de ella, que continúe legitimando la estructura de la actual Unión Europea. No es nuestra Europa, la de los ciudadanos, y por tanto, no la queremos. Hemos de salir de este club del euro y de la Unión Europea, que sólo nos ha traído pobreza y destrucción social. Y precisamente la denuncia de todo ello es lo que constituye la abstención activa. Como muy bien dice Agustín Moreno en su artículo "25M: plebiscito contra los recortes y la corrupción", la UE es un proyecto fallido y fracasado. Un proyecto que debe ser abolido, que debe ser abandonado. Estoy muy de acuerdo con él en las críticas, muy bien fundamentadas, que realiza sobre el proyecto europeo, pero siento disentir cuando recomienda textualmente: "Por lo tanto, mejor votar, incluso, sin entusiasmo. Llenar las urnas de rechazo a las políticas de ajuste y a los recortes, al atropello que significa el artículo 135 de la Constitución, votar contra la impunidad de la corrupción. Darse el gusto de sancionar en las urnas a todos los responsables". Esto es lo que pudiéramos denominar, continuando con nuestra jerga, como la votación pasiva.

 

No estamos de acuerdo, porque mediante nuestro voto, no se rechaza nada, ni se sanciona a nadie. Simplemente se elige al Parlamento Europeo, que como hemos comentado, es la institución más inútil del mundo, y una de las más caras, donde los eurodiputados cobran, entre sueldos y dietas, más de 17.000 euros brutos al mes, a la vez que mucha población de sus respectivos Estados pierde su trabajo, sus prestaciones, sus pensiones, su sanidad y su educación. La única función del Parlamento Europeo es intentar maquillar el carácter radicalmente antidemocrático de las instituciones europeas, que están directamente al servicio de los intereses de la gran banca privada, de las instituciones financieras, de las grandes empresas transnacionales y de fanáticos organismos internacionales, como el FMI. La continuidad del Estado Español en la UE y en la Eurozona impide también una alternativa a las políticas de desmantelamiento de puestos de trabajo y de derechos laborales, así como de degradación y privatización de la sanidad y la educación públicas, entre otros servicios públicos.

 

Retomando las palabras de la Coordinadora de Asamblea de Andalucía: "Nuestro papel debe ser el de denuncia de la farsa que suponen estas Elecciones para hacer aún mayor la abstención, mostrando cómo ésta es un instrumento político de actuación democrática que, además de deslegitimar las antidemocráticas instituciones de la Europa del gran capital, puede servir para revitalizar los movimientos sociales y políticos alternativos al sistema capitalista que éstas defienden". No puede mostrarse un mínimo de coherencia política, desde los que defendemos nuestra salida del Euro y de la UE, participando en las próximas Elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo, por lo que, desde esta humilde tribuna, instamos al conjunto de la ciudadanía que se rebela contra los recortes sociales, la pérdida de derechos, y la privatización de los servicios públicos, que mantenga esta posición de abstención activa de cara a dichos comicios.

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21 mayo 2014 3 21 /05 /mayo /2014 23:00

"No tiene ningún sentido que Canarias, un paraíso de sol y viento, cuente con sólo un 6% de abastecimiento a través de energías alternativas; el modelo energético beneficia claramente a las grandes compañías eléctricas"

(Noelia Sánchez, Ecologistas en Acción)   

 

 

 

 

 

otra_cultura_energetica51.jpgTenemos muy claro a estas alturas que otro modelo energético es posible, y que otra cultura sobre la concepción y el uso de la energía también, y si ya contamos con tecnologías lo suficientemente maduras como para poder utilizar los recursos que son libres y están en todas partes, como el viento y el sol, la pregunta del millón es: ¿porqué seguimos permitiendo que nuestras necesidades energéticas estén en manos de gobiernos inestables a miles de kilómetros de aquí? Quizá la respuesta, o parte de ella, podamos encontrarla en prácticas como los viajes del Rey con su cohorte de Ministros y grandes empresarios, como la gira actual que están haciendo a los países del Golfo Pérsico.

 

otra_cultura_energetica52.jpgAdemás de cuestionar en dichas visitas el papel del Rey, que es harina de otro costal, lo que se busca fundamentalmente son las relaciones de las empresas en dichos países, su posibilidad de negocios, de firmar contratos con los representantes de los sectores económicos y estratégicos de dichos países. Renunciar al actual modelo energético implicaría que estas grandes empresas irían perdiendo bastante poder, cosa que, evidentemente, no les interesa. Están en juego las inversiones millonarias en centrales de gas que construyeron las grandes eléctricas sobre todo desde el año 2005. Así que lo que podemos concluir, es que el Gobierno está actuando, como siempre, para rescatar a dichas compañías de sus ruinosas inversiones, en un nuevo caso de socialización de las pérdidas del sector privado. La única solución es ir acabando progresivamente con la inmensa influencia que estas grandes compañías tienen sobre el poder político, para ir migrando a otro modelo, a otra política y a otra cultura energéticas.

 

otra_cultura_energetica53.jpgPorque una política energética al servicio de la ciudadanía, entre otras cosas, debería establecer una serie de mecanismos que favorecieran el ahorro, la eficiencia y los sistemas de autoconsumo, que son los principios de lo que podemos llamar "sobernía energética": consumir lo menos posible y hacerlo con materias primas autóctonas no contaminantes. Mediante la aplicación de estos principios, no sólo conseguiremos romper el monopolio energético en nuestro país, fuente de todos nuestros males en el sector de la energía, sino también contribuir a atenuar el efecto del cambio climático, a desarrollar otros patrones de consumo más racionales, y a utilizar las fuentes de energía limpias y renovables. Este Gobierno camina en sentido contrario a este paradigma, penalizando el autoconsumo, y modificando la estructura de la factura de la electricidad, subiendo la cantidad fija que pagamos independientemente de nuestro consumo, y bajando la parte variable.

 

otra_cultura_energetica54.jpgDe nuevo, haciendo el juego a los poderosos del sector, para mantener y/o agrandar sus cuentas de resultados. Hay que quebrar esta práctica y esta tendencia. Bajo el manto de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, ya citada en anteriores artículos de esta serie, se están desplegando un montón de iniciativas de acción, concienciación y desobedicencia civil, respaldadas desde diversos sectores, tales como por ejemplo campañas de denuncia de la pobreza energética (cada vez más en aumento), reparto de kits de autoconsumo eléctrico para las personas a las que han cortado la luz, instar al cambio de comercializadora a una de las múltiples cooperativas verdes que han surgido últimamente (trataremos algunas de ellas en siguientes artículos de esta serie), invertir en instalaciones de producción renovable, divulgación de manifiestos de personas de la ciencia y de la cultura, campañas para recabar el compromiso de los partidos de la oposición para cambiar la reforma eléctrica cuando tengan responsabilidades de gobierno, etc.

 

otra_cultura_energetica55.jpgY dentro de todo este conjunto de acciones, se enmarcan también las movilizaciones en contra de la instalación de plataformas de prospección petrolífera en nuestros archipiélagos, quizá de las iniciativas que últimamente mayor revuelo han levantado. La empresa Repsol busca recursos energéticos en las islas, pero las prospecciones de petróleo amenazarían la biodiversidad de Canarias, el ecosistema más valioso de Lanzarote y Fuerteventura, y supone una amenaza para las playas, el turismo y la economía de las propias islas. Desde septiembre de 2013 hasta la actualidad se han presentado en contra de la autorización del Ministerio de Industria miles de alegaciones individuales, y decenas en nombre de otras tantas organizaciones, lo que significa una nueva demostración del amplio y contundente rechazo social que suscita el proyecto de Repsol en Canarias. Como publicó Diagonal sobre declaraciones de representantes de Ecologistas en Acción, la exploración e investigación para averiguar la existencia de bolsas de petróleo o gas consiste en realizar una serie de perforaciones de los pozos. Estas perforaciones generan residuos que al mezclarse con las arcillas del fondo, forman un barro oleoso que resulta mortífero para la fauna abisal. En esta fase, los principales causantes de la contaminación son algunos metales pesados como el mercurio o el cadmio, y algunos hidrocarburos aromáticos como el benceno, altamente tóxicos e incluso cancerígenos.

 

La profundidad de las catas que quieren llevar a cabo estará entre los 2.500 y los 3.500 metros. Hasta hace unas décadas, la detección y extracción de petróleo en aguas profundas y ultraprofundas era impensable. Actualmente, los avances técnicos permiten a las compañías petroleras ir cada vez más lejos en la búsqueda de activos. Sin embargo, los riesgos son enormes, pues las posibilidades de accidentes son cada vez más altas, y sus consecuencias irreversibles, al complicarse enormemente las soluciones técnicas en caso de problemas. El de mayor repercusión mediática fue el ocurrido en 2010 en el Golfo de México, en la plataforma Deepwater Horizon. Para el caso que nos ocupa, si se produjeran derrames de crudo, las consecuentes mareas negras hacia las playas de las islas tendrían un grave impacto para su economía, muy dependiente del turismo. Respecto a la incidencia sobre las pesquerías locales, los expertos han detallado que la ubicación de las perforaciones se localiza justamente en el lugar de mayor sensibilidad para el transporte larvario que alimenta las pesquerías de pequeños pelágicos, por lo que un derrame en esta zona tendría un impacto ecológico catastrófico en todas las islas durante un período de tiempo indeterminado de amplia trascendencia socioeconómica para las pesquerías locales de Canarias. Esperemos por tanto que dicho proyecto sea interrumpido definitivamente. Continuaremos en siguientes entregas.

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20 mayo 2014 2 20 /05 /mayo /2014 23:00

"Cuanto mayor protagonismo tenga el pueblo en la construcción de la República, mayor probabilidad tendremos de conseguir una verdadera democracia"

(José López)

 

 

 

 

republica91.jpgY esto es así en tanto y en cuanto la Tercera República no puede construirse a espaldas de la ciudadanía, sino mediante la participación activa y directa, mediante los cauces adecuados, del conjunto de la ciudadanía. Sólo así tendremos la garantía de estar construyendo un nuevo sistema de convivencia realmente validado por el pueblo, realmente consensuado por él, esto es, en última instancia, un nuevo sistema realmente legitimado. Nuestra Constitución de 1978 no fue realmente un sistema libremente aceptado por la ciudadanía, sino impuesto a tenor de las circunstancias que rodearon la caída del régimen fascista anterior. Así como la figura del Rey Juan Carlos fue una imposición del dictador, la Constitución era la forma menos mala de transformar el régimen anterior en un nuevo sistema de "libertades", pero dentro de un corsé que limitaba bastante las posibilidades de establecer una verdadera democracia.

 

republica92.jpgPor ejemplo, el tema de los derechos civiles debería ser igualmente revisado y ampliado bajo los mimbres de la Tercera República. El republicanismo se encarna en la defensa de todos los derechos civiles que hoy reconoce nuestra Constitución, que aunque en ese aspecto fue una de las más avanzadas de su época (reconoce el derecho de asociación, reunión, manifestación, huelga, etc.), lo que debería hacerse dentro del nuevo contexto republicano, sería ahondar en los mismos, desarrollarlos, y blindarlos ante posibles ataques (como está sucediendo ahora bajo el Gobierno del PP), para que nunca puedan ser limitados.

 

Y quizá el derecho por excelencia, el derecho con mayúsculas, el derecho superlativo frente a todos los demás, sea el DERECHO A LA VIDA. Pero no en el sentido demagógico, sectario o religioso que las típicas asociaciones pro-vida están manifestando en relación con el derecho de la mujer a interrumpir libremente su embarazo, sino en el sentido de la protección integral y en toda su proyección, de la vida de una persona, desde que es considerada civil y legalmente como tal. Y en ese sentido existen, por ejemplo, algunos aspectos que la nueva Constitución republicana, y las normativas legales que derivaran de ella, deberían recoger de manera explícita:

 

republica93.jpg1.- Como consecuencia del derecho a la vida, debe completarse la abolición de la pena de muerte incluso en tiempos de guerra, así como la expresa prohibición de las torturas en nuestro país. Recomiendo a los lectores la lectura del artículo "Manifiesto para la erradicación de la tortura" publicado en este mismo Blog, si quieren profundizar más en el tema.

 

2.- También en coherencia con el reconocimiento del derecho a la vida, deberá desarrollarse el mecanismo adecuado mediante el cual el Estado Español renuncia expresamente, de manera contundente y definitiva, al uso de la guerra como instrumento de política exterior. Así lo hizo por ejemplo la Constitución de la Segunda República, en 1931, siguiendo la línea del Pacto de la Sociedad de Naciones. En consecuencia, las Cortes Generales deberán también autorizar para todos los casos cualquier intervención de tropas españolas fuera del territorio nacional, y únicamente bajo el contexto de tareas de reconstrucción o de carácter humanitario. En ningún caso nuestras tropas participarán en conflicto bélico alguno, de forma unilateral, o bajo el amparo de cualquier organismo internacional. De esta forma, la vocación pacifista de la Tercera República se plasma expresamente, y descarta la guerra bajo cualquier concepto. Indirectamente, este reconocimiento también implica nuestra salida de la OTAN como organización imperialista y belicista de carácter mundial.

 

republica94.jpg3.- El derecho a la vida debe completarse también mediante el derecho inherente a poder elegir una muerte digna, avanzando nuestras normativas legales en la posibilidad de la regulación de la eutanasia activa bajo determinados supuestos tipificados. Sólo de esta forma, mediante la libre elección de una muerte digna, daremos también un sentido digno a la vida de las personas.

 

4.- Por último, nos queda un último fleco, no por ello menos importante, para hacer coherente todo el despliegue en torno al derecho a la vida, y es entender ésta no sólo en el sentido puntual del nacimiento o la muerte, sino en el recorriido vital completo, es decir, reconociendo el derecho a una vida digna y plena durante todas las etapas del ser humano: desde este punto de vista, deben reconocerse una serie de derechos de la infancia, y una serie de derechos para las personas mayores, pero también una serie de derechos a proteger durante toda la vida de una persona adulta: alimentación, trabajo, vivienda, educación, sanidad, conciliación familiar, renta básica, cultura, información, en fin, toda la serie de derechos que proporcionan una protección integral en sociedad para las personas durante toda su existencia. Continuaremos en siguientes entregas.

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19 mayo 2014 1 19 /05 /mayo /2014 23:00

De entre el conjunto de partidos pequeños y minoritarios que reclama el fin del bipartidismo, tenemos el caso especial de UPyD. El partido de la dirigente Rosa Díez lleva bastante tiempo intentando hacerse un hueco en el espacio político español (mejor diríamos españolista), en base a un ideario bastante indefinido, centrado en la crítica tanto a las posturas de PP y PSOE, aunque coincidente con ellos, incluso más a la derecha que ellos para algunos asuntos. A estas alturas, sabemos encuadrar perfectamente no sólo a los protagonistas del bipartidismo (PP-PSOE), sino a sus inestimables colaboradores de la derecha vasca y catalana (PNV-CIU), a la izquierda real y transformadora (IU), a los partidos que forman el grupo mixto, incluso a las nuevas formaciones políticas que van surgiendo, como VOX o Podemos. ¿Pero quién es UPyD? Vamos a intentar, utilizando únicamente los argumentos de los datos y la lógica, encuadrar bien a esta formación política, de cara a sus potenciales votantes.

 

upyd1.jpgDe entrada, es postura inteligente desconfiar de los partidos que intentan hacerse un hueco sin definir claramente su ideario, bien sean de derechas o de izquierdas, porque en el fondo, suelen ser formaciones políticas muy populistas, que aprovechan las situaciones de oportunismo político para sacar tajada. De hecho, Rosa Díez (ni ningun otro dirigente de UPyD) nunca ha querido mojarse con respecto a esto, argumentando únicamente que respaldan las propuestas sensatas, vengan de donde vengan, y que tendrá que ser su electorado el que clasifique la ideología de UPyD. Básicamente, los partidos que intentan entrar en el juego político con estas credenciales son partidos sin ideología, y por tanto, más propensos a la manipulación y al populismo. Pero Rosa Díez se aprovecha de la incultura política de las personas, ironizando con su famosa frase en la que afirma que "seguro que mucha más gente en este país es de UPyD, pero no lo saben".

  

Sus dirigentes más famosos (Álvaro Pombo, Toni Cantó, etc.) han dejado mucho que desear en sus intervenciones públicas, cuando no han protagonizado famosas meteduras de pata. Y por su parte, el rosario de actitudes y decisiones de UPyD dentro y fuera del Congreso de los Diputados es suficientemente ilustrativa para poder situar a esta formación política en su adecuado contexto. Vamos a intentar resumirlas a continuación. En abril de 2012, el PP aprobó la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que establece el objetivo de déficit cero para el conjunto de las Administraciones Públicas a partir del año 2020, con el apoyo de CIU y UPyD. El 12 de marzo de 2013 se reafirmó en su postura al votar junto a PP, PSOE y CIU contra la Proposición No de Ley sobre la creación de una auditoría de la deuda pública, así como de una Comisión Parlamentaria que determinase los criterios económicos y sociales mediante los que poder calificar a una parte de dicha deuda como ilegítima y no pagarla.

 

upyd2.jpgDe acuerdo con las recomendaciones de la Comisión Europea y de la propuesta del Comisario Europeo de Empleo, Laszlo Ándor, en mayo de 2013, UPyD respaldó en solitario la propuesta de contrato único que no diferenciaría entre trabajador indefinido y temporal, algo que más allá incluso de no resolver ningún problema, suponía en la práctica el despido libre y gratuito. Se aliaba de esta forma por ejemplo con la Fundación Fedea, de ideología ultraliberal, patrocinada por Abertis, Abengoa, Iberdrola, Banco Santander y BBVA, que la tenía entre sus demandas primordiales, mientras que la gran patronal CEOE lo había propuesto reiteradamente en marzo de 2010, junio de 2011 y febrero de 2013, como muy bien nos recuerda César Pérez Navarro en su epílogo al "Libro negro del bipartidismo", de donde extraemos esta recopilación. En noviembre de 2012, UPyD, dentro de su línea más reaccionaria, suma sus votos a los del PP para aprobar el llamado "Decreto Antideshaucios", que deja intacta la Ley Hipotecaria. Posteriormente, se rechaza la ILP promovida por la PAH en febrero de 2013, haciendo caso omiso a la expresa voluntad de millón y medio de personas.

 

El portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, sostuvo en sede parlamentaria que introducir la dación en pago retroactiva en la legislación Antideshaucios sería una "medida equivocada" y un "incentivo al impago". Añadió que sería como llamar "tonto" a quien paga su hipoteca. Asímismo, tras la expulsión del Congreso de varios activistas de la PAH, Gorriarán quiso además ultrajarlos desde su cuenta de Twitter, cuando escribió: "El momento vergonzoso del día: IU aplaudiendo a rabiar a los cafres de su plataforma que insultaban y amenazaban a diputados en el Congreso". Con comentarios de esta guisa, parece muy claro de qué parte está la gente de UPyD. Por su parte, Martín de la Herrán, líder de UPyD en Andalucía, aplaudió públicamente el recurso del Gobierno de Rajoy ante el Tribunal Constitucional contra el Decreto de la Propiedad Social de la Vivienda de la Junta de Andalucía, argumentando que "es muy cuestionable desde el punto de vista del derecho de la propiedad".

 

upyd3.jpgEn cuanto a los escraches practicados por la PAH contra algunos dirigentes del PP, Rosa Díez calificó estas prácticas como la "kale borroka", al afirmar que a ésta la llaman así, pero es terrorismo, mientras que a las protestas contra los dirigentes "le llaman escrache, pero es acoso". Calificó dichas conductas como un "acoso absolutamente vil y cobarde e impresentable contra las personas". No consideró, sin embargo, ni vil ni cobarde, ni acoso tan siquiera, el desalojo de sus viviendas de miles de familias, inducido por la banca, ordenado por el Estado, y ejecutado por las fuerzas policiales. UPyD también se opuso a la convocatoria de huelga general contra la reforma laboral del PP reclamando "el mismo respeto al derecho a ejercer la huelga como al derecho a trabajar". Rosa Díez aclaró la postura de su partido en los siguientes términos: "Como diputados ni siquiera pasa por nuestra consideración hacerla, pero si no lo fuéramos, tampoco iríamos a la huelga (...). UPyD no va a apoyar ni a votar, ni a suscribir de ninguna manera, iniciativas de ningún tipo a favor de esa huelga". Seis meses después, respaldó la propuesta de "regular el derecho de huelga" formulada por el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Rosa Díez señaló entonces que "esa no era una petición nueva, sino una petición histórica y yo diría que una asignatura pendiente de nuestra democracia que, de vez en cuando, se pone sobre el tapete cuando hay asuntos importantes o huelgas que objetivamente generan preocupación a los ciudadanos".

 

Ya vemos el calado de la "democracia" de la sigla D de UPyD. Con motivo del 82 Aniversario de la II República, el Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural quiso "dejar claro que la II República significó un avance democrático en derechos civiles, y que supuso un paso adelante en la vida social y política de España", además de remarcar que "el avance fue frenado de forma violenta". Para ello, impulsó una Declaración Institucional rechazada con los votos de UPyD y PP. Y la misma suerte han corrido otras iniciativas memorialistas. Han sido apoyadas por todos los grupos del Congreso, con la excepción de PP y UPyD, como la declaración del 18 de julio como Día de condena de la dictadura franquista, propuesta sobre la que el portavoz de UPyD argumentó que lo que proponía la Izquierda Plural era la "reactivación del clima de la Guerra Civil". Otra de las propuestas que muchos ciudadanos desconocen sobre UPyD es el aumento del presupuesto militar, incluido en su programa electoral para las últimas elecciones generales: "establecer un gasto en Defensa racional, recuperando los niveles de inversión perdidos durante las pasadas legislaturas, y para ello, entre otras cuestiones, reactivar los programas de armamento y material suspendidos, y completar su desarrollo conforme a las demandas reales de los Estados Mayores de nuestras Fuerzas Armadas, dando especial apoyo a la emergente industria española del sector".

 

upyd4.jpgPor otra parte, la insensibilidad con los derechos de las mujeres llevó a la líder de UPyD a declarar que el aborto "no es un derecho para las mujeres", y que la reforma de 2009 "abrió la puerta al infanticidio a causa del supuesto que contempla el riesgo para la salud de la madre". Y recordemos también (aunque pidió disculpas a continuación por haber dado validez a unas fuentes no contrastadas) que Toni Cantó declaró en su cuenta de Twitter que "la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas". El compromiso con el medio ambiente también es una laguna en su programa, con temas como la revisión de las subvenciones a las energías renovables, o el mantenimiento de la energía nuclear instalada. Y su apuesta pro-taurina se evidenció con el apoyo a la ILP sobre este asunto junto a PP y UPN además de en las declaraciones de Fernando Savater contra la prohibición de los toros y en sus acusaciones al movimiento antitaurino, a quienes criticó por confundir "la sangre de los hombres con la de los animales", sin olvidar otra de las frases que Toni Cantó sentenció en la tribuna del Congreso, cuando afirmó que "los animales no tienen derechos".

 

Bien, parece que nos vamos haciendo una idea más exacta y concreta de la ideología de este partido, que declara no estar ni en la derecha ni en la izquierda, creo que para hacerse un hueco entre el bipartidismo, pero que desarrolla un ideario bastante más reaccionario incluso que las fuerzas más a su derecha en el arco parlamentario. Pero aún tenemos más. La P de progreso en sus siglas parece que apunta a eliminar de la Constitución la especial "protección y respeto" a la pluralidad lingüística, en recuperar la pena de hasta cinco años de cárcel por convocatoria ilegal de elecciones o de consultas populares vía referéndum, o en comparar el llamado "derecho a decidir" de Cataluña con un "golpe de Estado con violencia moral", y exigir al Gobierno que, en tal supuesto, aplique el artículo 155 de la Constitución, que contempla una posible suspensión parcial de la autonomía; o en invocar el lenguaje de la ultraderecha fascista en un "editorial" de su web: "la hora de recuperar España para los españoles". Como decíamos, el oportunismo político parece ser la bandera más clara de esta formación política y de su líder, que se embarca en una cruzada para acabar con el aforamiento sin haber renunciado a éste en sus 27 años de aforada.

 

upyd5-copia-1.jpgY en cuanto a la política exterior, UPyD se ha alineado recientemente con las invasiones extranjeras por parte de Estados Unidos y sus aliados en Libia y Siria, además de apoyar el Tratado de Lisboa en el Congreso, y en su propio programa electoral para las Elecciones Europeas: "El Tratado de Lisboa debe ser plenamente aplicado para que la UE tenga una sola voz, y se debe considerar un punto de partida, no la meta". Y abundando en materia europea, otro de los acuerdos decisivos que UPyD se apresuró a apuntalar junto a CIU y PNV fue la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) de Estados Unidos con la UE, acordado previamente por PP y PSOE. En palabras de César Pérez Navarro: "Estos cinco partidos llevan a Europa su conformismo con otras políticas neoliberales como las cristalizadas en la llamada "Directiva Bolkestein", sobre los Servicios del Mercado Interior Europeo, directiva que facilitará la privatización de los servicios públicos, ahondará en la desregulación del mercado laboral y permitirá a las empresas la posibilidad de importar mano de obra barata sin que ésta tenga que sujetarse al marco legal regulador de nuestro país, entre otras cuestiones".

 

Sin olvidarnos de que UPyD también votó en contra de la revisión de los beneficios fiscales para la Iglesia Católica, esta vez también junto a CIU. Se nos quedarán muchas votaciones, iniciativas, propuestas y declaraciones en el tintero, pero hemos querido recoger, al menos, un breve catálogo que nos aclare la posición de este partido frente a los temas más importantes. No vemos por tanto a UPyD derogando las leyes laborales regresivas, ni apostando por una banca pública, ni abandonando la OTAN, ni nacionalizando las eléctricas, ni derogando la reforma de las pensiones, ni apostando por la renta básica, ni por un proceso constituyente, ni mucho menos, creando planes de empleo, sobre los que no han aportado ni siquiera un plan propio. Detrás de las siglas UPyD se esconde un partido populista, dócil para el sistema, oportunista frente a los temas más candentes, pero con profunda vocación reaccionaria. En definitiva, y después de este conjunto de decisiones de UPyD, creo que la respuesta a la pregunta que nos planteamos en el título del artículo puede, al menos, estar bastante más clara. Desde la izquierda, instamos a los potenciales votantes de este partido (normalmente personas hastiadas del poder, el engaño y la alternancia del bipartidismo) que tengan cuidado con la posible papeleta de UPyD, que se lo piensen bien antes de votar a esta opción política, que como hemos intentado demostrar, y creo que lo hemos conseguido, sí que tiene una ideología bastante marcada, además de practicar una buena dosis de aportunismo político.

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18 mayo 2014 7 18 /05 /mayo /2014 23:00

"Se puede definir la sociedad de consumo como un mecanismo social para integrar a las masas en el sistema dominante mediante la más completa disciplina del trabajo, valiéndose de la atracción del consmo"

(Eloy Terrón)

 

 

 

 

capitalismo_sociedad_consumo54.jpgContinuando con la visión y las propuestas que el pensador Eric Fromm nos dejó en torno a la sociedad de consumo, hay que resaltar que él creía y apostaba por un control activo de la propia sociedad sobre las limitaciones y las posibilidades que el consumo debía desarrollar en la población, y sus efectos perniciosos. Su propuesta era convocar a psicólogos, sociólogos, economistas y representantes de los consumidores, para desarrollar una investigación sobre las necesidades humanas, particularmente aquéllas que le permiten crecer y le proporcionan alegría y felicidad, para distinguirlas de aquéllas que son artificiales y sólo son útiles para incrementar los beneficios de los empresarios. También consideraba necesario establecer restricciones legales para aquélla publicidad con intenciones hipnóticas e irracionales, como así también evitar toda propaganda de características engañosas. Evidentemente, sólo una sociedad madura y equilibrada, despojada del dominio capitalista, podría desempeñar tamaña tarea.

 

capitalismo_sociedad_consumo51.jpgPor su parte, Carlos Marx había detectado antes que nadie hacia dónde podía conducir esa tendencia del capitalismo a producir y consumir sin importar las consecuencias sobre las personas, y afirmaba con gran lucidez que: "...la producción de demasiadas cosas inútiles da como resultado demasiados hombres inútiles". El autor de "El Capital" condenaba tanto la pobreza como el incremento irracional del consumo. Marx establecía la diferencia entre aquéllas necesidades propias de los seres humanos, las cuales se encontraban arraigadas en su naturaleza, y aquéllas otras que le eran inducidas de manera artificial. Esto puede provocar la paradoja de que el Hombre sólo es consciente de las necesidades falsas, y permanece inconsciente frente a las verdaderas.

 

capitalismo_sociedad_consumo52.jpgSi un trabajador debe efectuar una tarea repetitiva y aburrida, seguramente el trabajo no le proporcionará ningún placer, y el hecho de consumir se le presentará como una especie de compensación a la que puede dedicar parte del tiempo en que no trabaja. Pero en la actualidad se anuncia mucho más de lo que en realidad se puede consumir, lo cual también provoca insatisfacción y frustración. Piénsese por ejemplo en la carrera tecnológica de los dispositivos móviles, o bien en los nuevos modelos de automóviles que salen al mercado. El impulso por consumir todo tipo de productos también es la expresión de la necesidad de obtener reconocimiento por parte de uno mismo, y de los demás. Estamos en una sociedad que muestra admiración por las personas adineradas, por las empresas que obtienen grandes beneficios, por las grandes fortunas, por la capacidad adquisitiva, por el nivel de vida de los otros, sin importar en demasía cómo obtuvieron ese dinero, lo cual provoca en los miembros de nuestra sociedad el ferviente deseo de poseer y de competir, justificando incluso las malas artes de nuestros semejantes.

 

capitalismo_sociedad_consumo53.jpgEn este contexto, por ejemplo, el automóvil se ha convertido en algo más que un medio de transporte, constituyendo hoy día un símbolo inequívoco de posición social, de poder, de construcción de ego. Por tanto, cambiarlo cada dos años en lugar de hacerlo, por ejemplo, cada seis, incrementará la emoción y la autoestima del comprador, y elevará su estatus social. De esta forma, el consumo convertido en un fin en sí mismo ha provocado que muchas veces carezca de importancia el hecho de que la mercancía tiene o no una verdadera utilidad para nosotros, ya que los publicitarios estimulan esos deseos de adquirir compulsivamente cosas que nos provocan escaso placer, pero obedecen al impulso, socialmente justificado, de conseguir algo nuevo lo antes posible.

 

Y siguiendo esta línea, los productos de la industria moderna se fabrican para durar poco tiempo (obsolescencia programada), muchas veces inútiles y sobrevalorados y en ocasiones hasta perjudiciales, son publicitados desplegando grandes cuotas de falsedades que la ley por lo general no penaliza, excepto cuando alcanza niveles muy burdos, o cuando el daño es demostrable, cuantificable e irreparable. Hasta los escritores, los cantantes o los pintores se convierten en mercancía, y una vez que son anunciados por todo el país alcanzan la "celebridad", y todo este tratamiento no difiere demasiado al de la publicidad sobre un detergente. Por cierto que el fraude y el engaño no son nada nuevo, han existido siempre, pero no ha existido otra época donde sea tan importante mantenerse en el candelero, y que la gente hable de ti, como dice el refrán, "aunque sea para mal". Continuaremos en siguientes entregas.

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15 mayo 2014 4 15 /05 /mayo /2014 23:00

"La socialización de la enseñanza no es suficiente si ésta no es eficaz para el desarrollo humano, por el contrario puede ser un instrumento para homologar la mediocridad, el desánimo y la falta de progreso"

(Antonio José Gil Padilla)

 

 

 

 

edu_publica191.jpgVamos a ocuparnos, dentro del repaso que estamos haciendo a la Educación Superior en la presente serie de artículos, de la figura de los llamados "alumnos becarios", o simplemente, "becarios". El motivo es que ellos vienen representando, desde su creación, un elemento fundamental de la explotación del sistema. Representan el eslabón más precario en la cadena laboral, ya que las empresas abusan de las prácticas profesionales para rebajar los salarios y depreciar las condiciones laborales. Debemos distinguir, de entrada, el régimen de estudios-salario becado por una parte, y por otra parte, el régimen de formación-prácticas laborales, porque no siempre suelen coincidir. Típicamente, las prácticas de formación en las empresas suelen alargarse y encadenarse, incluso cambiando de empresa y de funciones, pero en la mayoría de los casos sin expectativas de contrato laboral futuro mínimamente estable, y sin que se reciba formación como contraprestación. Lo escandaloso del tema es que existen en la actualidad dos modalidades contractuales formativas (contrato en prácticas, y contrato para la formación y aprendizaje), que sirven a los mismos o similares objetivos, y a veces es prácticamente imposible diferenciar si lo que hace el becario en prácticas es como trabajador o como becario.

 

edu_publica192.jpgPero partamos de la base más profunda, y es que el becario no es considerado trabajador, por lo cual, carece de contrato laboral, y no puede acogerse al convenio colectivo de su sector (elemento que, tras la última Reforma Laboral, cada vez está pesando menos), dejando su salario y el resto de sus condiciones laborales al total arbitrio de la empresa en cuestión. Bajo esta modalidad laboral no existe salario mínimo, ni jornada máxima, ni derecho a vacaciones o a permisos, ni causalidad en las extinciones de la relación laboral, ni derechos de conciliación familiar, ni de representación sindical en la empresa, etc., lo cual deja al colectivo de los becarios en la precariedad más absoluta. Y por lo que respecta a la Seguridad Social, la figura del becario también carece de derecho a las principales prestaciones. Por todo ello, los becarios/as representan el escalón más bajo de la precariedad.

 

edu_publica193.jpgY por su parte, si el gran perjudicado es el propio becario, la gran beneficiada es, por supuesto, la empresa. Además del ahorro en salarios, la empresa permite moldear más a su gusto el tipo de trabajador deseado, bajo el escenario típico de presión e incertidumbre que siempre se cierne sobre ellos. De hecho, existen empresas en algunos sectores (los medios de  comunicación, por ejemplo) que tras un ERE extintivo refuerzan su plantilla con trabajadores vinculados a través de alguna de las modalidades de trabajo becado. Las denuncias de estas situaciones se cuentan por cientos. Como resulta que legalmente un becario no es un trabajador, a lo cual se suma que la regulación sobre el tema es excesivamente ambigua y permisiva, estas situaciones están a la orden del día, ligadas también a una falta de control e inspección por parte de la Administración.

 

edu_publica194.jpgDe hecho, la Oficina Precaria cuenta con una web con la que pretenden recopilar denuncias de becarios para estudiar sus situaciones, y visibilizar este fenómeno. Y es que la figura del becario, como existe actualmente, debe ser abolida. Sin derechos, e invisibles en las estadísticas, la becarización se ha convertido en una forma general de ingreso en el mercado laboral sin ninguna garantía, para todas aquéllas personas que tengan algún título formativo. Nos venden la imagen del becario como un joven o una joven entrañable que se pasea por la oficina haciendo tareas aburridas y poco importantes, pero que está aprendiendo mucho de sus compañeros, y está cargado de ilusiones por el futuro de su trabajo. Es una versión más moderna de la clásica figura del aprendiz. Y como nos dice Ignacio Martín: "Esta visión, que parte de una concepción paternalista del mundo del empleo, es responsabilidad directa de un modelo de relaciones laborales que sigue siendo anacrónico con la realidad productiva". Fue el anterior Gobierno del PSOE de Rodríguez Zapatero, con su sensibilidad "socialista y obrera", la que, mediante dos Reales Decretos, creó en 2011 el amparo legal actual para la figura del becario, legislación que contraviene las normas establecidas en el Estatuto de los Trabajadores y en la propia jurisprudencia en cuanto a la existencia o no de una relación laboral. Podrán ser llamados becarios, pero en realidad son trabajadores. Continuaremos en siguientes entregas.

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