Overblog
Seguir este blog Administration + Create my blog
17 febrero 2011 4 17 /02 /febrero /2011 00:00

Voy a intentar proponer a través de varios artículos explicativos, mi propuesta sobre una nueva asignatura para los actuales planes de estudios de la E.S.O. y los Bachilleratos, a la que podemos dar el nombre de Cultura Andaluza. Evidentemente, mi propuesta parte del convencimiento personal de la necesidad de que nuestros alumnos andaluces conozcan, defiendan y se identifiquen con nuestra cultura como pueblo, diferente (no mejor ni peor, sí diferente) de la otros muchos pueblos del Estado español. Uso deliberadamente la palabra pueblo, no nación, país ni ninguna otra variante, pues pienso que es la palabra exacta que mejor delimita una colectividad común de personas que comparten una historia, una cultura, una idiosincrasia y un destino comunes, que lo hacen distinto a las de otros pueblos. Me consta que no soy pionero en esta propuesta, pues ya existen muchos itinerarios formativos y propuestas de contenido, en diferentes centros de Andalucía, algunos de los cuales incluso las están llevando a cabo. Simplemente quiero aportar mis puntos de vista en dichos contenidos, y desear que dentro de no mucho tiempo la iniciativa sea puesta en práctica y valorada en todos los Institutos y Colegios andaluces. 

 

bandera_andaluza.jpgDicha asignatura, troncal a todos los planes de estudios y especialidades, es decir, de impartición común y obligatoria, debería subdividirse en tres grandes bloques a impartir en un año lectivo, aproximadamente a bloque por trimestre, y en este orden: Historia Andaluza, Folklore Andaluz, y Flamenco. Desarrollaremos en artículos siguientes cada uno de dichos bloques, pero ahora me interesaría más insistir en los fundamentos de la impartición de dicha asignatura. Dice un antiguo aforismo chino que "mientras el mono tira cocos desde la copa del árbol al león que está a sus pies dormido, el león ni se molesta en mirar hacia arriba". El aforismo no continúa, pero creo que la interpretación está clara: el león sabe que es más grande, fuerte y poderoso que el mono, por tanto ni siquiera se molesta en demostrarlo. Es una traducción un tanto libre, pero creo que viene a mostrar muy bien cómo somos los andaluces. Somos un poco leones en nuestro comportamiento, es decir, un poco dejados para nosotros mismos, poco reivindicativos en comparación con otros pueblos, pero en nuestro interior conocemos la grandeza de nuestro pueblo, y nos sentimos tan andaluces como los catalanes se puedan sentir catalanes, o los vascos se puedan sentir vascos. Sin embargo, hay una gran diferencia en nuestro comportamiento: ellos se esfuerzan continuamente en exigir y demostrar lo diferentes que son, y es completamente lícito, pero también podemos aplicar la lectura de que quien necesita estar autoreivindicándose continuamente, quien tiene que demostrar continuamente a los demás lo diferente que es, a lo mejor es porque no se lo cree ni él mismo. Los andaluces nos lo creemos, y quizá por eso no lo tenemos que exigir ni demostrar continuamente al resto de los pueblos. Mientras ellos son como el mono, nosotros somos como el león.

 

Pero dicho esto, sostengo que dicha "dejadez andaluza" no debe llegar hasta el desconocimiento, y por tanto esta propuesta de nueva asignatura intentaría dar cabida a todas las enseñanzas que mostraran e intentaran ilustrar al alumnado nuestra cultura, nuestra historia, nuestro arte, nuestro carácter y nuestra grandeza como pueblo, para que además de la base del sentimiento, existiera la base de la razón y el conocimiento. Ya lo dejó dicho José Ortega y Gasset en su Teoría de Andalucía: "Andalucía muestra con coherencia el sentido que la diferencia del resto de España, porque es un pueblo viejo, tal vez el más antiguo del Mediterráneo, y conserva su perfil milenario. Nadie puede negar que Andalucía es un pueblo que asimila con sorprendente capacidad receptora todo lo que le llega, y que en ella la integración de las culturas invasoras se hace de forma diferente".  Pues ahí quedó dicho, por uno de nuestros más grandes filósofos y escritores. Y hecha esta introducción y esta motivación de la propuesta, dejamos para posteriores artículos una exposición más pormenorizada de cada uno de los tres bloques didácticos que hemos propuesto.

 

Compartir este post
Repost0
27 enero 2011 4 27 /01 /enero /2011 00:00

Comenzaré por declarar que la Educación es una de mis grandes pasiones, y mi profesión desde hace casi 25 años, por lo cual es lógico deducir que hablo de este tema con un cariño especial. Pero más allá de los puntos de vista pasionales, creo que todos los lectores convendrán conmigo en que la Educación es uno de los grandes pilares de toda sociedad, que una sociedad bien formada es una sociedad avanzada, que los países que dedican grandes recursos a la Educación suelen ser también los países más progresistas, cultos y avanzados en todos los sentidos.

 

formacion.jpgCreo honestamente que nosotros tenemos que recorrer todavía grandes trechos en Educación, y no sólo me refiero a mejorar en los puestos del ranking de los Informes Pisa, que también, sino en empezar a valorar la Educación y la Formación en su justa medida, entendiendo que se trata de un bien básico de primer nivel, de nivel superior, catalogado al lado de todos los derechos fundamentales del ser humano. Como decíamos, una sociedad que presta atención a la Formación de sus ciudadanos será siempre una sociedad solidaria, justa, libre y avanzada. No soy de los que piensan que un gran Pacto de Estado por la Educación a nivel general, lleno de consenso y buenas intenciones por parte de todo el mundo fuese a arreglar nada, pues la Educación es un aspecto (uno de los más esenciales, diría yo) donde los programas políticos son diferentes, y existen líneas y enfoques distintos a la hora de entender muchos aspectos educativos. Por tanto, creo que todavía nos queda mucho camino por andar, y voy a esbozar a continuación los grandes aspectos generales donde creo que debiéramos incidir:

 

1.- Mayor valoración de la profesión docente, y de todo lo que ello conlleva. A lo largo de mi experiencia como formador, he podido constatar cómo las personas que nos dedicamos a la enseñanza estamos infravaloradas, poco reconocidas, sobre todo en el sector privado, que además tiende cada vez más a externalizar los recursos que tengan que ver con la formación de sus empleados, o la de terceras empresas. La profesión docente, que requiere además un alto grado de vocación y entrega, es bastante ingrata, y la sociedad actual acaba, no sólo por no respetar suficientemente al profesorado, sino por no reconocer adecuadamente su trabajo, por no dignificarlo socialmente, y por no situar a los formadores, profesores y docentes de cualquier ámbito en la base de la pirámide de todo el potencial de conocimiento que dicha sociedad posee.

 

2.- Entender el aprendizaje como un acceso a la cultura, base de cualquier política educativa que pretenda ser fiel reflejo de su sociedad. Hay que entender que "enseñamos lo que somos", y por ende, "debemos enseñar lo que pretendemos ser", y que por tanto al final estamos transmitiendo a nuestro alumnado una serie de actitudes, de comportamientos, de escalas de valores, que son los que se van a reflejar en ellos, configurando las futuras generaciones de ciudadanos. Por tanto, no sólo se debe pretender que se revolucione la metodología pedagógica, los recursos didácticos, los criterios de evaluación, la enseñanza participativa, el uso de las Nuevas Tecnologías, sino que también hemos de esforzarnos en potenciar los valores, los referentes y los escaparates culturales a los que queremos que nuestro alumnado responda.

 

3.- La educación debe servir de base para establecer las conductas ante el mundo que nos rodea, y comprender la sociedad en la que nos movemos, y hacia dónde queremos dirigirla. Los educadores hablamos de tres niveles formativos: nivel conceptual (lo que se aprende), nivel actitudinal (asumir lo que se aprende) y nivel procedimental (ejecutar lo que se aprende). Por tanto, la formación de los alumnos ha de corresponderse también con el mundo real con el que se van a encontrar cuando sean adultos, o bien si ya lo son. Y aquí podríamos incluir todas las enseñanzas relativas a la Educación Vial, a la Educación Sexual, a la Educación Informática, o a la recientemente incorporada Educación para la Ciudadanía, donde se pretenden inculcar valores democráticos y de participación ciudadana.

 

Creo que estas son las tres líneas maestras donde deberíamos hacer incidir nuestros planes educativos, y luego por supuesto habrá un montón de medidas añadidas, que particularicen y extiendan a otros temas. Ya las trataremos en sucesivos artículos.

 

Compartir este post
Repost0