Actualidad Política y Cultural - Blog de Rafael Silva

Llevo denunciando en muchos artículos desde este Blog la auténtica traición y engaño que representan los Gobiernos del PSOE en lo que se refiere al Programa Electoral y a las políticas que luego se practican, a lo largo de la reciente historia democrática de este país, y hoy vamos a volver a la carga a colación de la firma de un acuerdo la semana pasada entre el Presidente Zapatero y la OTAN, para la instalación en la Base Naval de Rota (Cádiz) de una Plataforma Escudo Antimisiles de largo alcance. Efectivamente, y según dicho acuerdo, se instalará de forma permanente una base de 4 buques militares estadounidenses, preparados con los dispositivos de vigilancia y detección adecuados ante un eventual ataque con misiles desde otros países enemigos.

Si hacemos un poco de historia, podremos recordar el famoso referéndum sobre nuestro ingreso en la Alianza Atlántica de la época de Felipe González, donde ya se nos estaba engañando con el lema ("OTAN, de entrada NO"), que luego comprobamos que querían decir que de entrada no se plantearía nuestro ingreso, pero luego sí, como efectivamente sucedió. Se nos planteó entonces a los ciudadanos que nuestro ingreso no sería un ingreso en la propia estructura interna de la Alianza (lo que se llamaba la Estructura Militar Integrada), sino que figuraríamos únicamente como un país de apoyo y refuerzo en las tareas humanitarias y de reconstrucción. Pues bien, ahora se nos hace el ya referido anuncio, que supone a juicio de las personas de izquierda que nos consideramos pacifistas y que amamos la paz (y que creemos que la paz se fomenta desde el cultivo de la paz, y no de la guerra) un nuevo retroceso en dichos avances para el desarme de todos los países, y por tanto un nuevo avance en sentido contrario, en el que además vamos a figurar como auténtica potencia de relevancia, por nuestra posición geoestratégica.

De todos es sabido que las Bases Militares de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla) son plataformas estratégicas para Estados Unidos, ya que se encuentran a medio camino entre USA, Europa e Irak y Afganistán. De hecho, aviones militares estadounidenses realizan unos 4.000 vuelos en España anualmente.  

Y simplemente no nos sirven los argumentos de tipo socio-económico para justificar tal decisión, que aluden a los posibles puestos de trabajo que se vayan a crear, ni a la creación de empresas de servicios ligadas a ellos, y al mantenimiento y soporte de la nueva infraestructura que se tendrá que crear (más de un millar de militares americanos estarán de forma permanente en dicha zona), pues creemos que son muchos más los inconvenientes que las ventajas. Extrapolando el tema a la energía nuclear, es como si nos dicen que nuestro país ha sido elegido para la instalación en su suelo de una gigantesca central nuclear, que va a generar miles de puestos de trabajo: NO LOS QUEREMOS, PORQUE NO QUEREMOS LA ENERGÍA NUCLEAR. Pues en este tema pasa lo mismo: no queremos dicho acuerdo ni sus ventajas socioeconómicas, simplemente porque creemos en la paz, y dicha creencia no se cultiva con la instalación de sistemas de escudo antimisiles, sino con la propagación del discurso pacífico entre los países, con la supresión de todas las Alianzas Militares, y con la lucha activa para el desarme mundial.

Precisamente una de las 7 Revoluciones que llevamos en el Programa Electoral de Izquierda Unida (y de su coalición electoral para el 20-N) es la Revolución para la Paz, porque pensamos que la dramática crisis que vive la Humanidad (alimentaria, energética y financiera), consecuencia del sistema capitalista y del Imperialismo USA, ha acentuado los rasgos antidemocráticos de las Instituciones Internacionales: ha potenciado el uso de la fuerza contraviniendo el Derecho Internacional, el retraso en los cumplimientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el aumento sustancial del gasto destinado a armamento, y la guerra como herramienta para garantizar que los países dependientes cuenten con los canales de suministro de recursos energéticos. Dos recientes ejemplos de este hipócrita comportamiento de las grandes potencias han sido la guerra de Libia, o el decepcionante discurso americano en la ONU, ante la legítima petición de Palestina a exigir el reconocimiento de su Estado.

La Carta Fundacional de las Naciones Unidas o el Derecho Internacional son burlados sistemáticamente al no contar con un "gobierno democrático del mundo", con unas Naciones Unidas rediseñadas, reformuladas, que sean la auténtica expresión democrática del mundo del siglo XXI. En nuestro contexto, la actual Unión Europea, la diseñada por y para los mercaderes, desde el Tratado de Maastricht al de Lisboa, no sólo no ha contribuido a avanzar hacia una arquitectura democrática del mundo, sino que ha favorecido el mantenimiento del actual desorden internacional, las desigualdades, la guerra y la desprotección a los pueblos que demandan justicia social. El reciente acuerdo español con la OTAN es otro granito de arena en dicho sentido. Desde la izquierda manifestamos nuestro más enérgico rechazo a dicho acuerdo, declaramos que supone una flagrante violación del referéndum ya citado, y seguiremos luchando para que podamos conseguir la eliminación de todas las Alianzas Militares y contribuir al desarme mundial.