Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
18 noviembre 2015 3 18 /11 /noviembre /2015 00:00

Los interrogadores militares de la Bahía de Guantánamo han utilizado medidas agresivas de contra-resistencia de modo sistemático a fin de presionar a los detenidos para que cooperen. Estas medidas han incluido, según se informa, privación del sueño, reclusión en solitario, posiciones corporales dolorosas, sofocación ficticia y palizas. Otras tácticas de inducción de estrés han incluido presuntamente provocación sexual y manifestaciones de desprecio hacia los símbolos islámicos. […]. Desde fines de 2002, psiquiatras y psicólogos han formado parte de una estrategia que emplea extremo estrés, combinado con recompensas para modificar la conducta, para extraer información justiciable de cautivos que oponen resistencia

M. Gregg Broche y Jonathan H. Marks (sobre el campo de concentración de Guantánamo)

En el artículo anterior ya adelantábamos que el tema de las torturas empleadas por USA en los centros de reclusión iban a ser el próximo tema que íbamos a tocar en nuestro repaso por todas las facetas donde los Estados Unidos perseveran en su estado de guerra permanente. Y en efecto, existen hoy día múltiples fuentes que lo avalan. En diciembre de 2014, el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense hizo público un informe sobre las prácticas de tortura que llevó a cabo la CIA durante la pasada década en Europa y Asia. Y, entre otros muchos, en este artículo del medio argentino Pagina 12 se comenta dicho informe, que vamos a tomar como referencia. Dichos métodos de tortura se practicaron contra personas sospechosas de haber cometido actos de terrorismo, lo cual nos muestra claramente el sentido del Estado de Derecho y de la dignidad de las personas que el Gobierno y las Instituciones estadounidenses poseen, ellos que, precisamente (repitámoslo una vez más, y lo haremos hasta la saciedad, hasta que nuestro mensaje llegue a todos los rincones del mundo) presumen de "respetar los derechos humanos". 

 

Por ejemplo, controvertidos procesos de interrogatorio a sospechosos y miembros de Al Qaeda retenidos en instalaciones secretas en diferentes lugares de Europa y Asia, durante los ocho años posteriores a los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York. Y es que el Comité de Inteligencia del Senado, después de una investigación que ya duraba 5 años, decidió en abril del pasado año desclasificar un resumen de 480 páginas del informe de 6200, recopilado por los representantes demócratas de dicho Comité. Según fuentes familiarizadas con el documento, citadas por el diario The Washington Post, el texto concluye que la CIA exageró ante el Congreso norteamericano y el Departamento de Justicia la utilidad de ciertas técnicas de tortura, tales como el ahogamiento simulado, consistente en verter ingentes cantidades de agua en la cara de un detenido para provocarle sensación de asfixia. Según la Presidenta del Comité de Inteligencia, la senadora demócrata Dianne Feinstein, "El informe expone una brutalidad que está en contra de nuestros valores como país, es una crónica de una mancha en nuestra historia que no debemos permitir que vuelva a suceder (...). La CIA cometió errores muy serios que nos persiguen hasta el día de hoy". Y nosotros nos preguntamos...¿a quiénes pretenderán engañar? ¿prácticas contrarias a sus valores como país? ¿Errores muy serios? Pero si los Estados Unidos han demostrado a lo largo de toda su historia (y lo estamos relatando y demostrando en esta serie de artículos) que sus valores son los de la barbarie, el capitalismo y la guerra...¿de qué nos está hablando esta señora?

 

Por supuesto, la CIA defendió absolutamente y justificó todas sus prácticas de tortura llevadas a cabo en el pasado, e incluso acusó a los senadores de haber accedido a información secreta de forma ilegal. Luego, por tanto, es público y notorio que dichas prácticas se han llevado a cabo con la total complicidad y autorización de todas las instancias gubernamentales implicadas. Néstor Kohan, en su obra "Cultura, ideología y revolución", y sobre la obsesión vigilante y militarista del gigante norteamericano, nos cuenta: "A tal punto llega el keynesianismo militarista norteamericano de nuestros días y su obsesión por controlar, vigilar y castigar cualquier mínima disidencia o rebeldía frente al sistema capitalista globalizado que, según datos oficiales, el número de militares en estado de servicio activo para el 31/1/2012 ascendía en EE.UU. 1.458.219, a los cuales se deben sumar unos 225.000 "contratistas" (o sea, mercenarios). A esa cifra descomunal debe agregarse la existencia en Estados Unidos de 1.271 organizaciones gubernamentales y 1.931 empresas privadas dedicadas a la inteligencia y el llamado "contraterrorismo" utilizando a 854.000 empleados que realizan sus actividades en 10.000 localizaciones diferentes y producen 50.000 informes de inteligencia al año. Una verdadera parafernalia vigilante y represiva sin guerras mundiales y en tiempos de supuesta "paz", hipertrofiada, parasitaria e improductiva, que haría sonrojar a los más fanáticos burócratas militares del fascismo europeo de mitad del siglo XX". 

 

Por su parte, este artículo del medio latinoamericano TeleSur, entre otros muchos, nos relata las brutales técnicas de interrogatorio ejecutadas por la CIA, realizadas en centros de detención y reclusión clandestinos o en la base militar estadounidense de Guantánamo, entre las que se incluyen la ya citada simulación de ahogamiento o "waterboarding", los golpes, las humillaciones, la exposición al frío, la privación del sueño, amenazas con un taladro eléctrico, o amenazas sexuales con un palo de escoba. La CIA argumentó que aunque cometió "errores" en su aplicación del programa, éste produjo información útil, y que el sometimiento de los sospechosos a dichas técnicas de tortura fue "crucial" para entender el pensamiento de Al Qaeda, y sigue siendo útil en la actualidad para los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo internacional. Como vemos, el disparatado, demencial y provocador discurso de siempre, justificando en su nombre todo el despliegue represor de que son capaces, con tal de alzarse como los líderes mundiales en dicha lucha antiterrorista. Parece ser que estos "paladines de los derechos humanos" estadounidenses no conocen la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (aquí la tenemos en castellano) publicada por ACNUR (la Organización dedicada a los refugiados, bajo auspicio de la ONU), un tratado de 1984 (aunque entró en vigor en 1987) que recoge en 11 páginas y 33 artículos todo el contexto, prácticas, circunstancias y actos que quedan expresamente prohibidos en aras a la protección de los derechos humanos fundamentales ante los casos de detención o sospecha de comisión o participación en determinados delitos. Pero como siempre, USA está por encima de cualquier convención o tratado, ellos están por encima del bien y del mal. Continuaremos en siguientes entregas.

Compartir este post
Repost0

Comentarios