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3 noviembre 2011 4 03 /11 /noviembre /2011 00:00

Quiero hablar en este artículo, ahora que se acerca la fecha de una convocatoria electoral, y de las más importantes (unas Elecciones Generales), de la importancia de un Programa Electoral, del compromiso que supone frente a la ciudadanía que una Organización Política se presente a un proceso de elecciones con un Programa Electoral...¿y si gana? ¿Y si consigue gobernar? ¿Qué ocurre con el Programa Electoral? Parece ser que estamos acostumbrados a que una cosa es lo que se propone en un Programa Electoral, para que quede bonito y pueda captar votos en uno u otro sector, y otra cosa es lo que realmente se hace cuando se llega al Gobierno, cuando los políticos tienen de verdad la obligación de llevar a cabo todas las medidas que han propuesto en su programa.

 

programa_electoral.jpgEl caso más claro del poco respeto que se le tiene a un Programa Electoral y a la ciudadanía, lo tenemos en los dos grandes partidos de nuestro arco parlamentario, el PP y el PSOE. Al Partido Popular ni se le conoce programa ni propuesta alguna, pues siempre que se le pregunta por propuestas concretas, evaden la respuesta. Sospechamos que el PP mantiene en su Programa Electoral unas medidas "edulcoradas" de lo que de verdad se propone hacer, simplemente porque son medidas tan impopulares (en contra de su nombre) que si las fueran proponiendo a las claras restarían muchos más votos. El otro caso lo tenemos en el PSOE, donde el actual candidato Rubalcaba pregona ahora programas, políticas y medidas de izquierda, cuando han tenido los 8 últimos años (y eso sin contar con los años de Felipe González) para hacerlas, y han practicado justamente las políticas contrarias. Y yo me pregunto, ¿qué credibilidad puede ofrecer su Programa Electoral? Ninguna.

 

Efectivamente, desde la izquierda creemos en el compromiso que representa para una Organización Política su Programa Electoral. Para nosotros no es un canje de tales puntos por otros, ni una moneda de cambio para poder conseguir más o menos poder, o más o menos representantes en las Instituciones. De hecho, siempre nos hemos referido a nuestro Programa Electoral a la hora de negociar con otras formaciones políticas, y hemos optado por dejar que gobierne la opción más votada, que es a la que legítimamente le corresponde hacerlo. Porque un Programa Electoral es algo muy serio.

 

En un Programa Electoral se marcan los objetivos de gobierno para los próximos cuatro años, y a ellos debe ceñirse, aunque el proyecto político de que se trate (como el nuestro, de transformación política profunda, desde los pilares de la economía hasta la organización del Estado) sea un proyecto a mucho más largo plazo. Incluso estamos de acuerdo con la limitación de mandatos de los Presidentes, a una o dos legislaturas, porque entendemos que un proyecto político puede llegar mucho más allá que un determinado Presidente, equipo de Gobierno, o legislatura, ya que se enmarca para su culminación completa en un período de tiempo mucho mayor. Y mucho más en nuestro caso si cabe, pues si ganara una opción política de auténtica izquierda, como la que representa Izquierda Unida, tendría que desandar el camino de toda la política conservadora y neoliberal que se ha venido practicando hasta ahora. 

 

Pero como decimos, un Programa Electoral es un gran compromiso con toda la ciudadanía, con los votantes y con los no votantes, y los partidos debieran tomáselo más en serio. En mi opinión, y dado que abogamos por la Democracia Participativa, debiéramos exigirle a los políticos un cumplimiento casi íntegro del Programa Electoral (pongamos del orden de un 80-85% de la totalidad del Programa), pues de lo contrario dicho gobierno debería ser censurado. De esta manera conseguiríamos que las Organizaciones Políticas se tomaran mucho más en serio sus programas, y no propusieran muchas cosas que no pueden cumplir, con el objetivo de conseguir más votos.

 

Es decir, después de disolver el Parlamento ante una próxima cita electoral, el Gobierno de turno debería dejar su evaluación a los ciudadanos, para que sean éstos los que determinen el grado de compromiso del Programa Electoral que se ha cumplido y el que no, para poder demandarlo. Esto podría realizarse a través de una Comisión Ciudadana multidisciplinar encargada de ello, y que realizara su trabajo con total autonomía. Es un  principio básico de la Democracia, que es el gobierno del pueblo, pero también es un principio básico de la dignidad humana, del honor y de la honestidad, y del profundo respeto al ciudadano que la clase política ha de profesar.

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Comentarios

V
<br /> Pues esperemos que este compromiso se mantenga en adelante porque sino, mal vamos.<br /> <br /> <br />
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