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14 noviembre 2017 2 14 /11 /noviembre /2017 00:00
Imagen: Portada del sitio web https://adeu78.wordpress.com/

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Los escándalos de corrupción, los recortes constantes y el juego entre unas élites continuistas apuntan una vez más a la necesidad de iniciar un proceso constituyente entre todas y desde abajo para definir cómo queremos vivir y recuperar la dignidad sin dejarnos pisar en todos los ámbitos de nuestra existencia

Fragmento del Manifiesto

Recientemente hemos conocido la existencia de un Manifiesto que circula por las redes sociales, que responde a la expresión "Adiós 78", en referencia a la necesaria despedida que hemos de llevar a cabo sobre el Régimen derivado de la Constitución de 1978, para volver a dar la imprescindible voz al pueblo mediante un Proceso Constituyente, y reconstruir los pilares para una nueva sociedad, para un nuevo modelo de país. El Manifiesto puede ser firmado desde la propia página, y por supuesto, suscribimos al 100% todo lo que en él se plantea. Vamos a reproducir a continuación el texto íntegro del citado Manifiesto, instando a nuestros lectores y lectoras para que procedan a difundirlo al máximo: 

 

 

En mayo del 2011, el golpe de austericidio que en Cataluña y España logró cuotas indignantes, consiguió inundar las calles de personas hartas de verse abocadas a la precariedad existencial por unos poderes políticos y económicos que tanto dentro del Estado como a nivel europeo atentaban contra sus vidas para aumentar sus beneficios. Al grito de “no nos representan”, se reconocía por fin como responsables políticos a todos los actores principales que desde 1978 habían ido repartiéndose poder en el gobierno y sillas en los consejos de administración de las grandes empresas. Es decir, los dos partidos españoles mayoritarios, PP y PSOE, con la connivencia de los sindicatos mayoritarios y el partido que protagonizaba unos de los recortes más drásticos de toda Europa del Sur, CiU.

Seis años más tarde, aquel malestar contra un régimen agónico que parece propinar sus últimos coletazos y, o bien a base de avivar el eje nacional o bien a golpes de porra intenta mantener como sea su legitimidad, vuelve a resurgir con fuerza. A pesar de que esta vez ha encontrado su expresión en los eternos problemas de la división territorial y la ceguera de la unidad que desde Madrid estrangula a Cataluña y a todo el resto del territorio, creemos que el problema de fondo vuelve a radicar en un pacto que se nos hace añicos y que muestra su cara más terrible en abierto. El pacto de la transición que instauró este malogrado régimen del 78 no nos funciona. La constitución, los partidos que cómodamente se instalan en ella, la monarquía y la falsa democracia representativa, se hunden como espejismo de la armonía social nuevamente. Los escándalos de corrupción, los recortes constantes y el juego entre unas élites continuistas apuntan una vez más a la necesidad de iniciar un proceso constituyente entre todas y desde abajo para definir cómo queremos vivir y recuperar la dignidad sin dejarnos pisar en todos los ámbitos de nuestra existencia.

La única reforma de la constitución desde el 78 ha amparado el pago de una deuda injusta con una Europa entregada a los intereses del gran capital que ahora algunos esperan, ingenuamente, que intervenga para resolver nuestros conflictos sociales y políticos. Cuando esta Unión Europea interviene, es tan sólo para restar soberanía a sus estados miembros en nombre de los intereses del BCE y el FMI y no para reforzarla en ningún caso. La misma ingenuidad se aplica al cómo hemos pasado de reivindicar que definir las reglas del juego y cómo queremos vivir siempre recae en el pueblo, a entregar el liderazgo de procesos de creación de supuestas repúblicas a las mismas élites catalanas que siempre han pactado y lo siguen haciendo con las españolas y que nos han castigado a base de privatizaciones y recortes.

Con todo, digamos juntas Adiós 78, y hagámoslo ocupando las calles, persistiendo en la lucha, autoorganizándonos y abriendo un proceso constituyente desde abajo. No pidamos a aquellos que continúan sin representarnos que lo hagan por nosotros, recuperemos la soberanía para convertirnos nosotras mismas en el verdadero motor de cambio.

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