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10 julio 2020 5 10 /07 /julio /2020 23:00

Bien, otro de los aspectos donde los contenidos curriculares escasean es el relacionado con los Derechos Humanos. Si durante la infancia y la adolescencia no somos formados en el escrupuloso e integral respeto a los mismos, es muy fácil que después, de adultos, llevemos a cabo reflexiones, digamos, de cierta frivolidad al respecto. Tomaremos como referencia a continuación este artículo publicado en el digital Rebelion de Pedro López, Profesor de la Universidad Complutense y Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Pro Derechos Humanos de España. Durante la etapa del ex Presidente Zapatero, la asignatura de Educación para la Ciudadanía contenía algunos aspectos sobre derechos humanos, pero las fuerzas políticas de la derecha anularon dicha asignatura cuando tomaron el poder (gesto harto elocuente de su "humanismo"). Y lo cierto es que el sistema educativo ha de poseer un papel especial en la construcción de ciudadanía, en este caso en la formación de una ciudadanía que contribuya a mejorar y ampliar la democracia y la sociedad en general. La ausencia de ésta y otras materias fomenta en cambio que construyamos una sociedad sin ciudadanía (solo con individuos que pululan peleando por sus propios intereses), o si se prefiere, una democracia sin ciudadanos, que facilita los preocupantes fenómenos y opiniones que después oímos a muchas personas. La escuela ha de desarrollar en el alumnado el sentido de la justicia y de la solidaridad, formando de esta manera a ciudadanos respetuosos con los derechos humanos, conscientes de su importancia, y construyendo las defensas democráticas para frenar y hacer retroceder cualquier intento de vulnerar los derechos humanos por parte de cualquier ley, sector u organización. La escuela formará, desde este punto de vista, el mejor parapeto posible para que conductas u opiniones contra los derechos humanos no puedan ser admitidas por la sociedad. 

 

Pedro López explica: "El deterioro de la conciencia ciudadana en favor de individuos delirantemente consumistas, adictos a las chucherías tecnológicas, inconscientes en gran parte de un modelo de producción y consumo que condena a millones de habitantes del planeta a la pobreza más absoluta y que condena al propio planeta a una seria destrucción; este deterioro, digo, ha ido en paralelo con los avances de un sistema educativo que en gran parte se ha convertido en una expendeduría de títulos enfocados casi exclusivamente a las habilidades demandadas por el mercado laboral. La formación del ciudadano ha quedado arrinconada en favor de la formación del productor-emprendedor y del consumidor que responde como un hámster a la sobreestimulación programada por todo el aparato publicitario". En efecto, todas las últimas reformas educativas han estado direccionadas a la consecución de dichos objetivos, y para ello, entre otras cosas, reforzaron las asignaturas científicas en detrimento de las artísticas y humanitarias (más física, química o matemáticas, a cambio de menos música, plástica o filosofía). Se ha roto por tanto el equilibrio educativo absolutamente preciso para una formación humana integral, equilibrio que hay que volver a recuperar. Si no volvemos a recuperar dichas asignaturas, más los cambios a los contenidos ya analizados en entregas anteriores, más los nuevos contenidos que aquí estamos proponiendo, la escuela dejará de promover el pensamiento crítico y la ciudadanía activa, para pasar a formar a estrictos consumidores y trabajadores obedientes. Pero entonces estaremos fallando, porque la escuela debe contribuir a la educación de ciudadanía comprometida con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia, entre otros muchos objetivos que ya resaltamos desde las primeras entregas de esta serie. La formación en derechos humanos es por tanto imprescindible no solo para ser conscientes de los propios derechos y poder ejercerlos como ciudadano, sino también para promover y luchar por los derechos de los demás y poder desarrollar la profesión que se elija con responsabilidad social, sabiendo que nuestra profesión, la de cada persona, es también un medio para que los ciudadanos vean satisfechos sus derechos. 

 

Así mismo, necesitamos también una formación para la democracia en nuestra escuela. Lo explica muy bien Cándido Marquesán Millán en este artículo para el medio Nueva Tribuna, que tomamos como referencia a continuación. La educación es fundamental a la hora de enseñar a nuestros alumnas y alumnos una serie de valores, una forma de pensar y de actuar a la ciudadanía, en definitiva un modelo de sociedad. Actualmente, en la inmensa mayoría de las "democracias representativas" que existen en el mundo, lo que se fomenta es una educación impregnada de los peligrosos valores del neoliberalismo, para el que la democracia es superflua, y en todo caso, subordinada al mercado. Marquesán Millán nos recuerda una frase muy ilustrativa de Fredrick Von Hayek, uno de los padres del neoliberalismo: "La libertad de mercado es una necesidad, la democracia una conveniencia. La primera imprescindible, la segunda aceptable en tanto no perjudique a la primera". Nuestros alumnos y alumnas, por tanto, sufren en la actualidad en la escuela pública (en la privada y concertada mucho más aún) un claro adoctrinamiento neoliberal. En los regímenes dictatoriales el adoctrinamiento es todavía más claro. En nuestro caso tenemos el ejemplo del franquismo: mientras que el adoctrinamiento en la escuela durante el franquismo era transparente, claro y sin tapujos, directo y brutal, caía como una tempestad. Pero en las actuales democracias liberales, dicho adoctrinamiento cae como una lluvia fina, es mucho más sutil. Se presenta (lo hemos visto en las entregas anteriores, cuando hemos repasado los contenidos de los libros de texto) edulcorado, con eufemismos, con bellas palabras. El del franquismo provenía directamente del Estado, el de la "democracia" es más diversificado y se ejecuta a través de think tanks, medios de comunicación, empresas, familias, y sobre todo, como decimos, a través de la escuela. La educación, a través de sus contenidos curriculares y sus libros de texto, alecciona al alumnado en los peligrosos valores del neoliberalismo de una forma sutil, subrepticia, subliminal. Pero lo hace al fin y al cabo de una forma efectiva, pues no hay más que ver las ideas que de adultos y adultas tienen las personas sometidas a dicho lavado de cerebro, a no ser que hayan "despertado" de tanto adoctrinamiento, hayan aprendido a pensar por otras vías, y sean capaces de construir mecanismos críticos hacia la realidad de nuestro tiempo. 

 

En su obra "Políticas educativas y construcción de personalidades neoliberales y neocoloniales", Jurjo Torres advierte hasta cuatro dimensiones de este individuo neoliberal que se va formando desde la escuela, que se manifiestan tanto en el currículum explícito como en el oculto. Dichas cuatro dimensiones son identificadas por el autor como Homo economicus, Homo consumens, Homo debitor y Homo numericus. Veámoslas someramente: el Homo economicus considera el dinero como móvil fundamental de su comportamiento vital. El Homo consumens, obsesionado por el afán consumista, para satisfacer necesidades artificiales y muchas prescindibles. El Homo debitor, que se ve precipitado en la necesidad de la deuda. La importancia de la deuda bajo el neoliberalismo es fundamental, y ha sido analizada a fondo por autores como Eric Toussaint y Maurizio Lazzarato (ver "La fábrica del hombre endeudado"). Estar en deuda es la condición general para la vida social. Sobrevivimos endeudándonos y vivimos bajo el peso de pagar nuestras deudas. La deuda nos controla, disciplina nuestro consumo, nos impone la austeridad (mal entendida) y dicta nuestros ritmos de trabajo y nuestras elecciones. La deuda nos hace responsables y culpables por haberla contraído. Y además se da una sorprendente paradoja, consistente en que aunque estemos endeudados, el capitalismo nos anima a consumir sin parar, por ello suscribimos nuevos préstamos, por lo que nos encadenamos cada vez más a la deuda. En definitiva, la deuda es una fuente de sumisión para una gran mayoría de la población, de las empresas y de los propios Estados. Y por último, el Homo numericus, dimensión en la que todo se cuantifica, para prever comportamientos, para emitir diagnósticos, y sobre todo, para hacer evaluaciones. En la escuela, las notas son lo importante para poder competir con el alumno/a de enfrente, que se convierte en nuestro enemigo, según el valor de la competitividad. Por su parte, la educación como inversión financiera se antepone a la educación entendida como un derecho humano fundamental, y la escuela, el instituto y la universidad, entendidos como una empresa, sustituyen a la comunidad educativa democrática y solidaria. Entonces, el profesario (no es una errata), nuevo término que fusiona los roles de docente y empresario, sustituye al maestro, término que ya entra en desuso. 

 

Es evidente que si la escuela pública inculca estos valores, está muy lejos de poder difundir valores democráticos. La filosofía de la competencia se traslada al estudiantado de forma obsesiva, y se resume en la nota final de la evaluación, es decir, en los resultados de los exámenes y de las pruebas. Marquesán Millán lo explica en los siguientes términos: "La obsesión enfermiza por la evaluación, uno de los paradigmas más emblemáticos del neoliberalismo, se ha impuesto en las pruebas nacionales e internacionales, como el Informe PISA. Lo importante son los resultados, los ránkings para competir y clasificar, que presionan a los centros educativos, y éstos se someten, seleccionando a los mejores y expulsando a los peores. El mercado ha entrado sin concesiones en la escuela, por lo cual ésta funciona como un supermercado en el que eligen las mejores ofertas. Esto es una catástrofe para una educación democrática, como señala Emilio Lledó: "La escuela debe crear seres humanos y no ansiosos por competir, por ganarse la vida, que es la forma más fácil de perderla". En esta educación, valores democráticos como la solidaridad, la empatía, el reconocimiento del otro o la inclusión estorban, de lo que se trata es de destacar sobre los demás, sin reparar en los medios. Lo importante es el individualismo, el egoísmo, la insolidaridad. Y éstos son los valores predominantes y casi exclusivos en nuestra sociedad". Una educación que intente propugnar valores democráticos es absolutamente incompatible con un modelo educativo como el descrito. En las escuelas e institutos de hoy día, la práctica democrática del conjunto de la comunidad educativa es muy baja, lo que significa que los alumnos acceden a la vida adulta con déficits democráticos importantes. La visión que poseen de la democracia es absolutamente restringida y formal, acaparada por la práctica de votar cada ciertos períodos, sin más preocupaciones ni implicaciones en la vida de la comunidad. La escuela debe corregir estos déficits. Continuaremos en siguientes entregas.

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8 julio 2020 3 08 /07 /julio /2020 12:00
Viñeta: Eneko

Viñeta: Eneko

La desaparición de pueblos indígenas enteros, es decir, de mano de obra barata y sometida, se cubrió con la incorporación de esclavos provenientes de África; esclavos que luego constituirían un importante aporte para el proceso de industrialización, al ser mano de obra en extremo barata. Y desde entonces, para sentar las bases del mercado global, se fraguo un esquema extractivista de exportación de Naturaleza desde las colonias en función de las demandas de acumulación del capital de los países imperiales, los actuales centros del entonces naciente sistema capitalista

Alberto Acosta

Desde que la espada y la cruz desembarcaron en tierras americanas, la conquista europea castigó la adoración de la Naturaleza, que era pecado de idolatría, con penas de azote, horca o fuego. La comunión entre la Naturaleza y la gente, costumbre pagana, fue abolida en nombre de Dios y después en nombre de la civilización. En toda América, y en el mundo, seguimos pagando las consecuencias de ese divorcio obligatorio

Eduardo Galeano (“La naturaleza no es muda”, 2008)

Como venimos afirmando desde entregas anteriores, la Conquista es un fenómeno histórico que no se acabó con los viajes de Colón y los sucesivos "descubridores" que le sucedieron, ni obedece únicamente al proceso histórico desencadenado a raíz de dicha invasión, sino que es un proceso que llega hasta nuestros días. Tomo a continuación como referencia parte de un artículo de Atawallpa Oviedo, publicado en la "Antología del pensamiento indigenista ecuatoriano sobre el Sumak-Kawsay", donde se recoge un compendio de publicaciones sobre autores indígenas. En el artículo de referencia, Oviedo nos indica que es importante tener claro que la invasión de Amaruka se produjo hace 500 años, y ahora se está produciendo su conquista. Durante esos cinco siglos los pueblos ancestrales han sido explotados, económica y políticamente, pero aún guardaban sus formas y expresiones culturales, sus estructuras de producción y convivencia tradicional, sus relaciones armónicas entre sí y con la naturaleza. Pero durante este largo proceso de cinco siglos, los pueblos originarios ya han sido incluidos, integrados, "desarrollados" y "modernizados"; es decir, se han vuelto nuevos integrantes del mercado consumista global, nuevos destructores de la naturaleza, nuevos difusores de la civilización capitalista, nuevos creyentes de las leyes de la libertad individual, nuevos feligreses de los dogmas religiosos del pecado y de la culpa. En una palabra, han sido integrados en la globalización neoliberal que domina el mundo de forma hegemónica. Una prueba evidente es que los idiomas y dialectos originales están desapareciendo: según el censo correspondiente al año de 1990 en Ecuador son muchos menos los que hablan idiomas originarios, pues se avergüenzan o prefieren "modernizarse" y aprender inglés que es "más útil y provechoso", especialmente para el bolsillo. Me viene a la memoria una frase de Laura Mintegui, que dice que cuando un idioma desaparece el mundo se empobrece. Pues eso: el mundo viene siendo más pobre. 

 

Y según el censo correspondiente al año 2010 ya son casi todos "mestizos" (mejoramiento racial), habiendo apenas un 7% de la población que se reconocen como "indios", incluso hay un poquito más de "negros" y "montubios", y casi igual porcentaje de "blancos". Josef Estermann (autor que hemos tomado como referencia en otros artículos) ha dejado dicho: "El individualismo hedonista, que se predica mediante la campaña neoliberal de abrir nuevos mercados, viene debilitando cada vez más el orden tradicional de solidaridad transgeneracional y comunitaria. En muchas familias, los hijos se resisten a hablar en su idioma nativo, quechua o aimara, porque lo consideran como atrasado y nocivo al progreso de tipo occidental". No solamente hemos entrado nosotros, los viejos Imperios, en la corriente globalizadora (depredadora, alienadora y aberrante), sino que además hemos obligado a hacerlo a aquellos países que otrora fueron colonias nuestras, y mantenemos ojo avizor para impedir cualquier conato de emancipación de dichos países de la escala neoliberal (véase lo que está ocurriendo en Venezuela desde la toma del poder por parte del Comandante Hugo Chávez). Factores como la discriminación institucional, las migraciones, la falta de transferencia de conocimientos y culturas ancestrales a las nuevas generaciones y la brutal imposición de los idiomas dominantes son las causas principales de dicha pérdida paulatina. Las familias ampliadas también están en proceso de desestructuración, ya que muchos de sus miembros han emigrado, y ahora viven en Estados Unidos o en Europa, en el submundo de los migrantes o indocumentados, sufriendo nuevas injusticias y discriminaciones. Como consecuencia, las comunidades originarias están desarticuladas (pueblos, clanes y familias), soñando con el "desarrollo" y el "progreso" americano o europeo, que les traen las películas y telenovelas "civilizadoras". Muchos ya cuentan con acceso a Internet, escuelas públicas y otros servicios, pero no para fortalecer su cultura (que se está perdiendo a pasos agigantados), sino para irla olvidando, para aprender a vivir dentro de las reglas del mercado explotador, para ir destruyendo sus casas de adobe llenas de vida y sustituirlas por casas de cemento llenas de enfermedad, para ir cambiando su música tradicional por las músicas foráneas, etc. 

 

En este sentido, Alberto Acosta y Esperanza Martínez afirman: "El reto de la modernización sería el de lograr que los países de historia y cultura diferentes dejen de ser diferentes, tanto por imposición como por decisión de las propias élites o clases gobernantes. Todo aquello que les es particular, específico, propio, diferente, tiene que ser negado, rechazado, reemplazado por ser un impedimento a la modernización, sea esto religión, cosmología, concepción y utilización del tiempo y el espacio, ética del trabajo o relaciones entre individuo y comunidad". Pareciera entonces que el "progreso" y el "desarrollo" no abogan por la pluralidad de culturas, por la riqueza y el bagaje del ser humano, por la diversidad de conocimientos, prácticas y saberes, sino más bien por todo lo contrario, es decir, por la uniformidad, por la unicidad, por lo universal (enfrentado este último concepto a lo pluriversal, es decir, a un "mundo de mundos"). En nuestros tiempos ya no se conquistan territorios a fuerza de violentas invasiones, ni se toma algo a la fuerza, sino que simplemente se entra a dicho país o comunidad con una carpeta de proyectos de desarrollo bajo el brazo, normalmente portada por hombres y mujeres de traje y corbata, y fácilmente, de forma sutil, van siendo integrados al mundo en "vías de desarrollo". Y así, se les hace creer a través del márketing que llegará un día en que estarán al mismo nivel de "desarrollo" que los demás, como pomposamente les venden todas estas teorías salvadoras. Paralelamente, van entrando en acción las instituciones internacionales paladines del neoliberalismo globalizado (FMI, BM, OMC, OCDE...), que van imponiendo a saco "reformas estructurales" para "sanear" las economías de dichos territorios, cuando en realidad lo que consiguen es que, al cabo de cierto tiempo, las economías de dichos países se conviertan en esclavas de dichas instituciones. Acudimos de nuevo a las sabias palabras de Josef Estermann: "La occidentalización del mundo entero ahora ya no se realiza mediante la exportación de ideas filosóficas y la evangelización cristiana, sino por la mercadería industrializada e informática que transporta a la vez ciertos valores, determinadas expresiones culturales y en general un cierto way of life (modo de vivir)...ya no necesitan ningún tipo de legitimación "trascendente", sino que se autofundamentan por la "justicia" ciega de la "mano invisible" del mercado ilimitado". 

 

En este mundo globalizado, éste es el modo de colonización del siglo XXI. Es una conquista que no impone religión, que no busca necesariamente nuevas tierras para su saqueo y expolio (que también, véase la agresión contra los países que albergan petróleo, el famoso oro negro en su subsuelo), y que no toma lo que no es suyo, sino que simplemente lo compra a través de proyectos de desarrollo e integración. Según Alberto Acosta y Esperanza Martínez: "En esta lógica cabe perfectamente la dicotomía desarrollo-subdesarrollo, pues quienes utilizan estas estrategias se autodefinen como desarrollados, e imponen ese modo de sociedad a sociedades que operan bajo otras dinámicas a las que denominan subdesarrolladas, es decir, por debajo de aquellas sociedades también caracterizadas como modernas". Y para que las nuevas generaciones vayan asumiendo estos valores según la filosofía capitalista (progreso, bienestar, desarrollo, riqueza, etc.) se enseña a los estudiantes en las escuelas toda esta lógica colonizadora, inculcando a los alumnos y alumnas conceptos lineales sobre la evolución de las sociedades (de más atrasado a más desarrollado, de más atrasado a más avanzado, de más manual a más tecnológico...),  para que los adultos del mañana tengan asumidos estos conceptos y comprendan que efectivamente ese es el único camino posible. Todo un nuevo vocabulario impregnado de los valores dominantes se impone también a estos países, de tal forma que hoy día las palabras mágicas son integración, participación, desarrollo, progreso, ciencia...Quien no asuma estas palabras o hable un lenguaje diferente es tildado automáticamente de atrasado, romántico, infantil, idealista...Y el desarrollo solo están pensando en la rentabilidad, para la cual lo importante son esas palabras "divinas" que ahora todo lo impregnan: productividad, competitividad, eficacia, eficiencia, emprendimiento, innovación, etc. En este sentido, Pablo Dávalos ha explicado: "Se pueden cuestionar las asimétricas relaciones de poder que genera el desarrollo, e incluso las derivas antiecológicas del crecimiento económico, pero no está permitido cuestionar los supuestos civilizatorios del desarrollo. Se pueden proponer visiones culturalistas del desarrollo, como aquellas que hacen referencia al carácter, al ethos, o a las anacrónicas tradiciones de una cultura determinada, pero no se permite el debate y el cuestionamiento al marco que estructura esa forma de ver el mundo y a las sociedades desde el desarrollo, la modernización y el progreso". 

 

Paradójicamente, los antiguos terratenientes mantenían en sus haciendas a los pueblos ancestrales, incluso como esclavos, pero la cultura atávica sobrevivía. En cambio, ahora salieron de las haciendas pero pasaron a ser parte de las haciendas de las grandes corporaciones transnacionales. Ya no son esclavos de los gamonales sino del mercado teleológico. Siempre guiados por "buenas intenciones", pero en los resultados, la debacle de la cultura ancestral que ahora se juega entre la vida y la muerte, como es el caso de la desaparición de muchos pueblos, culturas, idiomas, conocimientos, etc., como así mismo de multitud de especies de animales y plantas en el mundo entero. Según un informe de las Naciones Unidas (2010), más de 200 lenguas indígenas ya han desaparecido, y más de la mitad de las 6.000 lenguas que se hablan en el mundo están en proceso de extinción. Uno de los autores de dicho estudio ha sentenciado: "Los pueblos indígenas sufren las injusticias históricas, incluida la colonización, la expropiación de sus tierras, recursos, la opresión, la discriminación y el excesivo control sobre sus formas de vida. Su derecho al desarrollo ha sido negado durante mucho tiempo por los Estados coloniales y modernos en pro del crecimiento económico". El informe referido acota que los pueblos indígenas, que suman en total unos 370 millones de personas, constituyen el 5% de la población mundial, el 15% de los pobres del mundo y la tercera parte de los 900 millones de indigentes en las zonas rurales del planeta. Todas estas comunidades indígenas ocupan un 20% de la superficie terrestre, y representan la mayor diversidad cultural del planeta. Sin embargo, el resto de la humanidad "globalizadora", en vez de conservar estos pueblos como un tesoro, los ataca, humilla y denigra. Su riesgo de extinción es cada vez mayor, debido a la pérdida de sus tierras, de sus hábitats y de los recursos naturales que les sirven de sustento, lo que supondría la desaparición de entre 6.000 y 7.000 lenguas. El informe calcula que el 90% de las lenguas del mundo podrían desaparecer durante este siglo, y con ellas, conocimientos relevantes sobre la Naturaleza. ¡Viva el desarrollo y la homogeneización! La primera piedra de todo este andamiaje destructivo se puso hace 500 años, y el Imperio Español de entonces fue pionero en dicha despreciable tarea. Continuaremos en siguientes entregas.

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2 julio 2020 4 02 /07 /julio /2020 23:00

La escuela y la educación han jugado un papel importante haciendo que nos sintamos ajenos a lo que vivimos y a la naturaleza. Sigue, hasta hoy, proponiendo un currículo que nos sitúa por encima de la vida, en lugar de educarnos como cuidadores de ella. Hay organizaciones ecologistas y de renovación pedagógica que analizan los currículos escolares y nos muestran la lejanía y la ausencia de una mínima conciencia ecosocial en ellos. Se ha seguido defendiendo que el crecimiento económico y la explotación de los recursos naturales son algo ilimitado, que podemos consumir sin límites. No pone la vida y su cuidado en el centro

Agustín Moreno y Julio Rogero

Prácticamente, hemos finalizado toda la exposición sobre los cambios y modificaciones que proponemos a los contenidos de los libros de texto de las asignaturas que aprenden nuestros escolares, tomando como referencia, lo volvemos a repetir, un extenso y magnífico informe de Ecologistas en Acción, que analizó libros de texto de las principales editoriales para diversos niveles de la Enseñanza Media (Primaria y Bachillerato), y aunque su estudio se centra sobre todo en la carencia de valores y conocimientos en torno a la sostenibilidad de nuestra vida sobre el planeta Tierra, también por extensión han sido estudiados (y aquí expuestos) muchos más asuntos que, pensamos, los actuales libros de texto tratan erróneamente. La revisión de los libros de texto desde el punto de vista de la sostenibilidad pretende alertar sobre el modo en el que se está mirando el mundo y sobre la necesidad de cambiar la manera de entenderlo. La crítica principal la hemos mencionado muchas veces: los libros de texto son acríticos con el perverso sistema económico capitalista y neoliberal imperante, haciendo participar de él a los estudiantes, sin atisbo de debate o crítica al mismo. Se exponen las bases de nuestro mundo capitalista tal cual, por lo tanto no se fomentan espíritus críticos, con la importancia que la escuela debe tener en la implantación de esta semilla en la mente de los escolares y futuros adultos. Me remito a los artículos anteriores, donde hemos destacado más de treinta aspectos distintos que entendemos que los libros de texto presentan de forma incorrecta, incompleta o inadecuada. Para cada aspecto hemos presentado el tratamiento que los libros de texto le dedican, así como las propuestas de nuevo planteamiento que creemos serían correctas. Una Reforma Educativa que así se precie debería, por tanto, tratar el tema de los contenidos a fondo, no únicamente los contenidos curriculares en general, sino el propio tratamiento de los conocimientos que los libros de texto presentan a nuestros escolares. Después de la exposición de todos estos asuntos, se nos aparece bien claro que una Educación para la Sostenibilidad es absolutamente necesaria, pero entendida ésta de forma transversal a todas las asignaturas del currículum. 

 

Esta Educación para la Sostenibilidad no debe ser entendida únicamente como una exposición de los males que nos aquejan (abismo civilizatorio, agotamiento de recursos naturales, cambio climático, extinción de especies...), sino además como un nuevo tratamiento de muchos asuntos que los libros de texto llevan a cabo en el resto de asignaturas. Agustín Moreno y Julio Rogero, profesores y miembros del Foro de Sevilla, nos explican en este artículo para el medio Cuarto Poder: "Ante esta situación de emergencia social y ecológica, el sistema educativo no puede permanecer ajeno al deterioro ambiental que amenaza la vida y nuestras condiciones en las que se desarrolla. Los currículos, las prácticas educativas e incluso las infraestructuras escolares viven de espaldas a los problemas de insosteniblidad estructural. Hoy es necesaria una rebelión ecosocial en la educación para salir de un sistema educativo agotado y abducido por los resultados de las evaluaciones, los estándares y las rúbricas. En necesario modificar la relación de los seres humanos con el territorio. Es imprescindible entender y desarrollar las implicaciones centrales de la sostenibilidad en la escuela. En palabras de José Domínguez, "la educación básica debe crear un clima ecoeducativo adecuado, para que todos los educandos adquieran una conciencia ecológica ético-crítica, científicamente bien informada...La educación básica debe capacitar a los ciudadanos y ciudadanas para llevar a cabo una transición acelerada del modo capitalista de producción y consumo neoliberal, que es esencialmente antihumanista, antiecologista y antidemocrático, a un modo de producción y de consumo ecohumanista, ecologista y democrático". La Reforma Educativa que estamos proponiendo, en lo concerniente a los contenidos, realiza un llamamiento generalizado para incorporar muchas más dimensiones educativas (educación para la salud, para la interculturalidad, para el consumo responsable, para la paz...), y todas ellas deben tener cabida en el proyecto educativo que propugnamos. Algunos de dichos contenidos los iremos presentando a continuación, a lo largo de los sucesivos artículos de esta serie. 

 

Pero de entrada, educación ambiental y educación intercultural están también muy relacionadas, porque otro de los valores sobre los que se viene sustentando la corriente educativa que apoyamos es la defensa de la diversidad, sea ésta ecológica o cultural. Y ello porque tanto las especies de animales y plantas como las propias civilizaciones o culturas humanas son respuestas adaptativas al medio ambiente, por lo cual es absolutamente crucial aprender a respetar las diferencias, entendiendo éstas como manifestaciones positivas de nuestra potencialidad como especie humana. El énfasis en la diversidad es, además, como señala la experta María Novo, un objetivo esencialmente democrático. Si queremos conciliar, en nuestro contexto, democracia y sostenibilidad, es absolutamente necesario reforzar los vínculos entre ambas, con la aceptación del otro, es decir, del diferente. En esencia, como ya afirmábamos desde los primeros artículos de la serie, la labor educativa debe centrarse en formar ciudadanía crítica, y ello a su vez incluye la formación de una ciudadanía responsable, vinculada mediante propuestas de estructuración en hasta los siguientes 5 ejes:

 

1.- Dimensión de Ciudadanía Democrática. Esta primera dimensión podría incluir la cultura de paz como rechazo a la violencia y como búsqueda activa de soluciones pacíficas a los conflictos, la justicia social como garantía para la igualdad efectiva de oportunidades, la formación cívica, el pluralismo, etc. 

 

2.- Dimensión de Ciudadanía Social. Esta dimensión fomentaría la lucha contra la pobreza y la exclusión social, la cultura de la participación, la cultura de los cuidados (niños, enfermos, dependientes, ancianos...), y en general la educación para la solidaridad con la vida y con la generación presente y las futuras (algunos pueblos indígenas toman sus decisiones colectivas teniendo en cuenta hasta las 7 siguientes generaciones).

 

3.- Dimensión de Ciudadanía Paritaria. Esta tercera dimensión abarcaría, entre otras, la lucha contra la desigualdad entre géneros, entre culturas, entre razas (sólo existe la raza humana), entre religiones, y extendería el derecho de todos (universal) a la cultura y a la educación. 

 

4.- Dimensión de Ciudadanía Intercultural. Esta cuarta dimensión debería abarcar el aprendizaje del respeto a la identidad en la diversidad, la práctica del diálogo constructivo entre culturas, pero también entre países, sexos, razas, religiones...

 

5.- Dimensión de Ciudadanía Ambiental. Esta quinta y última dimensión abarcaría el conocimiento y práctica de la responsabilidad,el respeto y el cuidado por el medio ambiente, entendido de modo transversal al resto de conocimientos impartidos. 

 

La escuela pública debe entender y configurar el currículo escolar en función de modelar, y al menos impulsar, estas cinco dimensiones de ciudadanía crítica, ya que solo de esta forma seremos capaces de formar personas que sean capaces de plantear cambios al actual sistema hegemónico. Continuaremos en siguientes entregas.

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25 junio 2020 4 25 /06 /junio /2020 23:00

Como venimos comentando durante las últimas entregas de esta serie, en lo referente a los contenidos de los libros de texto que llegan a nuestros escolares, toda una serie de mentiras, errores y ocultaciones se dan en los mismos. De forma generalizada, y remito a mis lectores y lectoras a las entregas anteriores para verlo con más detalle, los libros de texto ocultan la existencia de la crisis ambiental y, en general, cualquier tipo de problema o efecto negativo del actual modelo económico, social y productivo en los territorios y en las personas. En los textos no se mencionan los riesgos que el actual ritmo de destrucción y deterioro suponen para la supervivencia de la especie humana. En el tratamiento de la ciencia y las diferentes tecnologías se explican “los indudables beneficios” que producen, pero se ocultan los efectos adversos. Los libros de texto no ayudan a descubrir que otras sociedades son más sostenibles y viven de forma más armónica con la naturaleza. Plantean la sociedad occidental como la mejor posible, ocultando bajo una imagen de atraso la existencia de culturas que no se basan en la economía de mercado, en la extracción y destrucción, en el consumo y en la generación de beneficios inmensos a corto plazo. Todo ello contribuye a legitimar, como venimos concluyendo, el modelo capitalista, excluyendo cualquier crítica al mismo. En su mayor parte, los libros de texto ocultan cualquier contestación al modelo económico, político y social. Así, por ejemplo, se silencia el movimiento antiglobalización o los conflictos ecológicos-distributivos de los pueblos de la Periferia (Bolivia, Venezuela, Palestina, Colombia, Nigeria o la India) que se resisten a ser esquilmados por un Centro depredador...Se invisibilizan los problemas propios de las sociedades ricas: las bolsas de pobreza, la insatisfacción e infelicidad propia de los ritmos de vida, el deterioro de la vida comunitaria y el aislamiento, la falta de participación, el secuestro de muchas horas delante de la televisión...Los contenidos actuales, por tanto, dejan mucho que desear, y entendemos que son un aspecto fundamental que una Reforma Educativa debería abordar en profundidad. 

 

Observamos que en muchos libros de texto se hace el intento de mostrar problemas sociales y ambientales que están presentes en la opinión pública. Sin embargo, más allá de estos lugares comunes de consenso social, se elude nombrar los temas más duros. Esa mirada sensibilizadora no se dirige al machismo, al etnocentrismo o al androcentrismo, no nombra la devastación del medio natural, los efectos del capitalismo ni el intercambio desigual, la propiedad privada o el paro estructural, la precariedad laboral, la inseguridad alimentaria provocada por las multinacionales, la biopiratería o la privatización de los servicios públicos y los recursos naturales, por poner algunos ejemplos clave para entender el presente y el futuro. Todas las asignaturas son susceptibles de corregir sus contenidos, aunque unas más que otras. La asignatura de Historia, por ejemplo, entendemos que debe ser revisada. La historia que presentan los manuales analizados es en general una historia del poder. Y dentro de este es una historia de la formación de los Estados y de las relaciones de poder entre éstos. Por ello los libros de texto están llenos de mapas de fronteras entre Estados o Imperios, de fechas y actores del poder. Poco debate suscitan los libros de texto en cuanto a las razones de nuestro devenir histórico. Más bien es una asignatura de memorizar. Como la historia se puede escribir desde muchas perspectivas, podemos afirmar que no es una historia de los territorios, ni de las sociedades, ni de los ecosistemas, ni de las culturas, ni de las relaciones entre géneros. No hemos encontrado ni una foto, ni un esquema de la evolución de los territorios, dato absolutamente clave para entender lo que está pasando desde la perspectiva de la sostenibilidad. De forma latente y en ocasiones manifiesta el sujeto de la historia no es el ser humano, ni sus diferentes formas de colectividad, ni las culturas en relación a sus territorios, sino los Estados, sus líderes y luego ya los mercados. Puede decirse que no existe un concepto de la historia ecológica, ni una perspectiva ecológica de la historia. Simplemente, esta mirada está ausente en los libros de texto de la asignatura de Historia. La historia se cuenta como algo que va de menos a más, de atraso a progreso, de salvajismo a civilización, de ignorancia a conocimiento, de simplicidad a complejidad. Es una historia en la que las convulsiones son excepciones en una linea en la que las cosas van necesariamente a mejor. No se contempla en ningún momento que podría ser una historia de la destrucción (ecológica o cultural), una transición de la eficiencia al derroche energético. O de la aceleración de costes asociados a las transformaciones tecnológicas. Al no contemplarse el territorio físico/biológico en la historia, nada de esto aparece. Ni en las guerras, ni en las revoluciones industriales se menciona la desorganización y destrucción del territorio. 

 

Las asignaturas de Ciencias (Matemáticas, Física y Química, Conocimiento del Medio, Ciencias Sociales, Economía...) presentan también muchas lagunas en su exposición, enfoques erróneos y conceptualizaciones que deberían ser revisadas. En general, la ciencia es presentada como aquello que permite controlar y dominar el mundo. En general, todos los libros de texto revisados presentan la ciencia como el conocimiento objetivo y exacto. La práctica científica se considera como neutral y al margen de cualquier asomo de duda. Los textos ocultan la ciencia como una interpretación cultural de la realidad y, por tanto influida por múltiples intereses. Los libros de texto no mencionan en ningún momento el papel de las multinacionales ni las empresas privadas en la financiación de la investigación y la experimentación. La Física y la Química se presentan normalmente asociadas a la tecnología, de la cual se ofrece únicamente su parte amable, o la más fantástica. De todos los analizados en el informe de referencia de Ecologistas en Acción, ningún texto (salvo Física y Química 1º de Bachillerato Santillana) relaciona los principios de la termodinámica con los problemas ambientales. Igualmente, en ninguno de ellos la presentación de las diferentes fuentes de energía (a excepción de este mismo texto ya citado) es aprovechada para evidenciar la insostenibilidad del modelo de consumo y la imposibilidad de hacerlo extensivo a todos los habitantes del planeta. La asignatura de Economía muestra claramente la función de los libros de texto, que es más legitimar el sistema dominante que conocer la realidad. El principal problema es que ignora que el sistema tecno-industrial destruye necesariamente los recursos de la vida para manterner sus tasas de crecimiento. Que la superficie cementada crece a costa de desorganizar y destruir los ecosistemas. Que los principales recursos -que son los de la vida- son los que se están destruyendo de manera irreversible sin que la economía lo contemple como un asunto principal. 

 

El mecanismo para hablar de riqueza y crecimiento allí donde sólo se produce saqueo y empobrecimiento del planeta consiste en visibilizar sólo los bienes monetarizados e invisibilizar los procesos no monetarizados (externalidades). Como los bienes monetarizados aumentan, aunque los bienes en general disminuyen -pero no se visibilizan-, se puede mantener la ficción de crecimiento de la riqueza. El desorden no sólo no contabiliza negativamente sino que se saca fuera del sistema económico. Se enseña a nuestros escolares, por tanto, una economía absolutamente dogmática, nada crítica. Hay muchas formas de concebir y estudiar la Economía, pero en los libros de texto que hemos analizado solamente hay una perspectiva: la de la escuela neoliberal. Numerosas cuestiones clave para entender el problema de la insostenibilidad quedan silenciadas: la concentración de poder, las relaciones entre el sistema financiero y la transformación del territorio, la destrucción de los sistemas de propiedad colectiva, la satisfacción de necesidades fuera del sistema monetarizado, la producción creciente de desigualdades en el acceso a los recursos para sobrevivir, la deuda ecológica...Pero sin embargo, los postulados que aparecen no lo hacen bajo la propuesta de una determinada escuela sino como una parte incuestionable del saber económico. La economía es tratada como ciencia exacta, no como ciencia social. Reconocen que existen problemas, pero se interpretan exclusivamente como imperfecciones, sin plantear que acaso el primar la obtención de beneficios monetarios por encima de cualquier otro criterio, puede estar en la raíz del problema. Se consideran fallos los monopolios, la manipulación de la publicidad ¡y hasta el deterioro de los recursos naturales! Es una economía centrada en el valor de cambio, y no en el valor de uso, ni en la función social de la propiedad, y que hace caso omiso de las iniciativas de propiedad colectiva. En la teoría de la oferta y la demanda se oculta el hecho de que las empresas pueden configurar la demanda. No se suele mencionar el uso que la publicidad, y el sistema económico en su conjunto, hace de la parte irracional del ser humano, al servicio de que unos pocos acumulen beneficios, para satisfacer a su vez su propia irracionalidad. 

 

Las propias necesidades humanas tampoco entran en debate o discusión. En efecto, los libros de texto evitan entrar en la discusión sobre qué son las necesidades, pero asumen un supuesto no cuestionado en el que si algo es producido es porque se necesita. Cuando se mencionan temas delicados como FMI, Unión Europea, y Política Ambiental se habla de los objetivos teóricos de estas instituciones, confundiendo al alumnado al tratarlos casi como si fueran hechos. Los alumnos y alumnas no solo han de entender la finalidad teórica con que se creó tal o cual institución concreta, sino sus postulados reales y las políticas que apoya o con las que discrepa. Se oculta la crítica bien conocida de la función del sector público como detractor de recursos a favor del gran capital, o su función militar para que la economía de mercado funcione. Así mismo se oculta el papel del sector privado en el establecimiento de las normas (el poderoso papel de los lobbies). Más que ninguna otra ciencia social, la Economía pretende revestirse del prestigio de que gozan las ciencias experimentales o exactas, mediante un lenguaje pretendidamente técnico. Su terminología es la propia de los economistas neoliberales. Veamos algunos ejemplos tomados de Economía 1º de Bachillerato Edebé. Se llama integración económica al crecimiento del comercio internacional p.236, ignorando que si bien unas partes se integran (las menos) otras partes se desintegran (las más). También en la p.37 se equipara (para el caso de Cuba) abrirse al mundo con integrarse en una economía de mercado. Se denomina "ingresos extraordinarios" a la venta del patrimonio público p.193. Al beneficio, el texto le llama "estímulos económicos": "la carencia de estímulos económicos hace que las empresas socialistas sean inficientes". El uso de la estadística pretende darle a la economía un estatus científico. Pero es bien sabido que la estadística económica puede ocultar tanto como muestra, y que los números pueden ser "torturados" hasta que "confiesen" la situación que pretendemos, equivocadamente, mostrar. No existe en estos manuales referencia a la Economía Ecológica, ni tampoco una preocupación por la sostenibilidad. En ningún momento se plantea cómo la gestión de recursos medida en dinero y orientada al "beneficio" puede ser un cáncer para la gestión del territorio y de la vida. Continuaremos en siguientes entregas. 

 

 

Fuente Principal de Referencia: Informe "El currículum oculto antiecológico de los libros de texto", de Ecologistas en Acción

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23 junio 2020 2 23 /06 /junio /2020 23:00
El falso relato del Descubrimiento de América (VII)

La leyenda negra no es leyenda, es una historia real, son hechos irrefutables, no son cuentos ni fabulaciones. Estamos hablando de la banalidad del mal, el negacionismo de ese espantoso genocidio. Según los sabios doctores todo es un invento, una falsificación para desprestigiar la grandeza del noble imperio español. Los perversos descendientes de los conquistadores quieren convertir las matanzas en una oda épica, quieren convertir las torturas inquisitoriales en un cantar de gesta, quieren convertir los abusos y violaciones en una proeza, quieren convertir una de las páginas más sangrientas de la historia de la humanidad en una inolvidable epopeya

Carlos de Urabá

Parece ser que hoy se rasgan las vestiduras los gobernantes europeos, al contemplar cómo una parte de la población se rebela ante el falso relato imperial del pasado, y revisa los acontecimientos a la luz del pensamiento alternativo. Algunos gobernantes ignorantes y cínicos advierten de que "la historia no será revisada", desconociendo que no son ellos precisamente los que deciden sobre estas cosas, sino el propio pueblo. Insisten en su relato injusto y manipulado, ignorando la verdad histórica, que no es otra que una verdad de muerte, destrucción, saqueo y expolio. El colonialismo español, el europeo en general, perpetró el genocidio más brutal de la historia de la humanidad en el continente americano, blandiendo la espada y la cruz, y desgarrando los cuerpos de los rebeldes con las espadas y la pólvora, amputando culturas y lacerando identidad con la imposición por la fuerza de la religión católica, tal como explica Cecilia Zamudio en este artículo que tomamos como referencia a continuación. En apenas siglo y medio de invasión se exterminó casi al 90% de la población, y estamos hablando de unos 90 millones de personas. La religión católica, con la fuerza de las armas, sirvió como instrumento de colonización mental y de dominación de largo alcance, alcance que llega hasta nuestros días. Los europeos se apropiaron de las tierras de Abya Yala, violaron y saquearon, con el pretexto de que "Dios así lo dispuso" (salvando las distancias, es algo parecido a lo que hoy cree el Imperio estadounidense, es decir, elegido por Dios como guardián de las esencias del mundo). Los niños indígenas que sobrevivieron a las masacres fueron educados en la religión católica, así como el resto de las generaciones venideras. Todo el que la cuestionó, como aquí con la Inquisición, fue descuartizado. Cientos de culturas ancestrales fueron arrasadas por los europeos, miles de parajes naturales destruidos, millones de obras de arte transformadas en lingotes, como pequeños ataúdes que todavía gritan de espanto y dolor. Los invasores establecieron un impuesto a ser pagado por los indígenas en kilos de oro y riquezas, por habitar el continente que siempre habían habitado. 

 

Cuenta Cecilia Zamudio: "Tan solo en el saqueo de Coricancha, o en el rescate al Inca Atahualpa pagado a los secuestradores europeos, se evidencian los niveles de rapiña de los conquistadores. Pero ni el pago por el rescate más caro que registra la historia humana, 41 toneladas de oro y 82 toneladas de plata, sirvió para evitar el asesinato de Atahualpa a manos de Pizarro. Masacres y felonía, codicia y tortura, es lo que celebran los que festejan el 12 de octubre". El genial Eduardo Galeano, en su obra cumbre "Las venas abiertas de América Latina", cuenta infinidad de detalles y episodios de la conquista. Un buen ejemplo es el saqueo de la mina de Potosí, que reportó a Europa unas ganancias descomunales, cuyo volumen en plata hubiera alcanzado para construir un puente de plata entre América y Europa. Otro puente se podría haber construido uniendo los cadáveres de los indígenas esclavizados en la mina: 8 millones de indígenas (se dice pronto, pero es una cantidad similar al número de habitantes de Israel, Austria o Suiza) fueron reventados de explotación por los españoles, solo durante la primera etapa de saqueo de Potosí. Un indígena esclavizado en Potosí tenía una esperanza de vida de 2 meses en promedio (luego de ese período de esclavización fallecía, y los invasores lo reemplazaban por otro). Otro ejemplo fue la mina de Ouro Preto de Brasil, que se tragó la vida de millones de africanos y les reportó a los invasores capitales que serían decisivos para el despunte del capitalismo europeo de la época. Al estar la Península Ibérica endeudada por causas de sus "guerras santas", los banqueros europeos cosechaban toda esa riqueza empapada en sangre humana, desesperación, tragedia y dolor. Miles de ejemplos más se podrían poner. La historia de la colonización americana es fiel ejemplo del culmen de la barbarie. Pero el 12 de octubre significa también, ya lo hemos dicho, el inicio de la deportación masiva de seres humanos perpetrada por los europeos desde África hacia América: se sabe que al menos 33 millones de africanos fueron deportados, de los cuales murieron dos tercios en los duros trayectos, y el tercio restante fue esclavizado en el continente americano, así como todas sus generaciones de descendientes, durante siglos. 

 

Y así, durante siglos, se proyecta la desigualdad hasta nuestros días. La aristocracia y la burguesía europeas lograron la mayor acumulación de riquezas jamás vista, en base al saqueo del continente americano, en base a la deportación y esclavitud de millones de seres humanos, en base al genocidio y la tortura. El exterminio y aniquilación de culturas sirvió al enriquecimiento de las élites europeas. Esa acumulación de riquezas sin precedentes, fabricada y amasada mediante un genocidio sin par en la historia, fue la que le permitió al imperialismo europeo cimentar durante varios siglos su supremacía a nivel planetario, extendiendo sus colonias por todo el mundo, hasta bien entrado el siglo XX. Gracias a todo ello también se impulsó la revolución industrial, y se erigieron las metrópolis europeas del capitalismo transnacional. Por su parte, los Estados Unidos, antigua colonia inglesa, después de su independencia (también forjada sobre el genocidio de los pueblos indígenas), se erigieron igualmente como potencia capitalista en base al trabajo esclavo. Y así, entre las mayores fortunas de Europa y de Estados Unidos, siguen actualmente figurando los descendientes de esclavistas y banqueros que amasaron riquezas cimentadas en el genocidio y la esclavitud. Todo ello ya lo señaló Karl Marx en su magna obra El Capital: "El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, el exterminio, la esclavización y el sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: tales son los hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos representan factores fundamentales en el movimiento de la acumulación originaria". Y dicho saqueo, también lo hemos señalado en anteriores entregas, llega hasta nuestros días. Hoy día nuestras "empresas españolas" (que no lo son, pues son entidades transnacionales) siguen explotando montañas y envenenando ríos, continúan talando bosques, aniquilando territorios indígenas, y fomentando mercenarios paramilitares para perpetrar masacres contra el pequeño campesinado local, con la finalidad de desplazarlo forzosamente de las tierras codiciadas. Incluso los líderes y lideresas sociales que se enfrentan a ellas son vil e impunemente asesinados. 

 

Un saqueo, el de los siglos XIX y XX, incluso el actual, que necesita gobiernos cómplices de dichos actos criminales, para lo cual los "invasores" actuales se cuidan de cortar de raíz todo atisbo de revolución y todo acto que reivindique la soberanía de dichos países. Por ello, hasta hoy continúan el imperialismo europeo y estadounidense favoreciendo Golpes de Estado (antes duros, mediante tropas y armas, ahora blandos, mediante chantajes y corrupciones varias), urdiendo planes de exterminio contra los revolucionarios locales que se enfrentan a dichas situaciones y reclaman la soberanía de sus pueblos, hasta hoy sigue la injerencia imperialista apuntalando y favoreciendo a regímenes genocidas y tiranos, que reprimen a sus pueblos para seguir favoreciendo los procesos de colonización y saqueo imperialistas, manteniendo a punta de masacres y con ayuda de la burquesía local (siempre funcional a las burguesías externas), el exterminio de toda reivindicación social y política de la clase explotada, y del expolio de los recursos naturales de dichas tierras. Han cambiado las formas, pero no el fondo. Han cambiado los medios, pero no el fin. Han cambiado las personas, pero no los objetivos. El colonialismo cruel y salvaje de antaño se sigue manteniendo por otras vías, más sutiles y delicadas, pero tan abominables como las de hace cinco siglos. El actual saqueo capitalista es, por tanto, la continuación de una larga historia de sangría, de muerte, de tortura, de destrucción y de genocidio, de arrasamiento cultural y social, de expolio de recursos y de racismo. Llega hasta hoy día, y así hay que contarlo. No podemos estar orgullosos, pero el pensamiento dominante lleva siglos haciéndonos creer otras cosas, haciéndonos pensar en otros relatos, llevándonos a sacar otras conclusiones. Quizá no lograremos nuestra independencia cultural hasta que no seamos capaces de superar todos estos relatos, y comprender la verdad de lo que ocurrió. Los pueblos del mundo debemos conocer la Historia, para poder comprender el presente, lo que somos y de dónde venimos, y por qué el mundo es como es. También necesitamos conocer los relatos verdaderos para poder transformar este injusto mundo por otro más humano, justo y racional. 

 

Todo este relato, el de verdad, debería enseñarse en colegios e institutos, para no continuar reproduciendo los esquemas mentales actuales, basados en la colonización mental de un relato aberrante. Debemos desarrollar el sentido crítico hacia la historia, y aprender a valorar los hechos del pasado desde los valores del presente. Pero por desgracia, los rancios valores imperialistas llevan siglos inculcándose en las mentes de los niños y niñas, para que las nuevas generaciones continúen adorando las "heroicas gestas" de sus héroes nacionales. Nadie les ha enseñado todavía que aquéllas gestas fueron simplemente una barbaridad. Así que lo mejor que podemos hacer, mientras continúe celebrándose este bárbaro 12 de octubre que en la actualidad celebramos (con toda la panoplia de desfiles militares y banderas nacionales), es guardar silencio. Silencio para recordar, silencio para homenajear, silencio para avergonzarnos y pedir perdón a los pueblos oprimidos, que se proyectan hasta hoy. Ya lo sugiere Javier Cortines en este breve artículo: "O quizás lo mejor que podemos hacer el 12 de octubre es permanecer 24 horas en silencio para recordar, con todo el respeto que se merecen, a los 70 millones de hombres, mujeres y niños que fueron borrados del planeta cuando los centauros sedientos de oro, los dioses montados a caballo, clavaron hasta el fondo, una y mil veces, la cruz-espada en el grandioso y mágico corazón de América". Atawallpa Oviedo lo explica en los siguientes términos: "El mundo cambió con la invasión a América y como consecuencia del virus de la viruela. Fue este virus el que venció al comunitarismo de Amerindia, produciéndose una "revolución viral" de la cual sacaron provecho las monarquías europeas para dar un vuelco de 180 grados y hacer emerger la modernidad que diera origen al capitalismo. El cual, a lo largo de estos 500 años ha destruido casi completamente a las culturas indígenas y a su sistema milenario de tipo comunal, que creó tanta riqueza. Como sabemos, mientras en Europa arrasaba la hambruna, las enfermedades y la delincuencia, Amerindia era muy rica, casi sin enfermedades y sin delitos". En efecto, el vuelco que los españoles en particular y los europeos en general provocaron en aquellas sociedades fue brutal. Sus consecuencias aún perduran. Continuaremos en siguientes entregas. 

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18 junio 2020 4 18 /06 /junio /2020 23:00

La obligación de la comunidad debe ser garantizar el derecho a la mejor educación pública de calidad que tienen todos los niños y niñas. Y eso solo es posible con una red pública única, que no derive recursos públicos de nuestros impuestos a financiar opciones privadas, que garantice una oferta de plazas públicas suficientes en todos los niveles y modalidades educativas, que respete criterios pedagógicos y equitativos que beneficien a los menores y que ofrezca igualdad de oportunidades

Enrique Javier Díez y Agustín Moreno

39.- EL ARRINCONAMIENTO DE LOS BOSQUES. ¿Hasta qué punto enseña la escuela a los estudiantes la importancia de los bosques para nuestra vida? Los bosques son centrales para la supervivencia de la humanidad en el planeta: fijan el terreno, luchan contra la desertización, frenan los corrimientos de tierras de laderas enteras, fertilizan los suelos, dan sombra, eliminan CO2, producen oxígeno, etc. Sin embargo, los libros de texto de forma mayoritaria les prestan poca atención y por tanto, no permiten que alumnos y alumnas perciban de forma nítida la dependencia que la vida humana tiene de ellos. Los bosques son decisivos para que nuestra atmósfera siga teniendo sus características, sintetizan materia vegetal a partir de la materia inorgánica (a partir del polvo, el agua y el aire crean alimento), son productores primarios (de verdad), están en la base de la pirámide ecológica que sostiene a nuestra especie. Ayudan al clima y a mantener elevadas tasas de humedad, ayudan a nacer a las nubes con su evapotranspiración, previenen las riadas y las inundaciones y protegen de las que se producen. Suavizan los contrastes térmicos disminuyendo los rigores extremos del clima, cobijan a numerosas formas de vida, son decisivos para el mantenimiento de la biodiversidad, proveen de recursos naturales vitales para la vida en sociedad (de enorme importancia), experimentan procesos de renovación y de sucesión ecológica y, por tanto, son renovables. Pero sin embargo, todo este conjunto de servicios básicos que presta la naturaleza a través de los bosques es ignorado en los libros de textos. La mención de los bosques y la deforestación es reduccionista, centrando su importancia en la posibilidad de explotación económica. Por ejemplo, los bosques son presentados como recursos madereros para la explotación por parte del ser humano. Por ejemplo, en el libro de Economía de 1º de Bachillerato Ed. Edebé se afirma: "En la naturaleza hay abundantes elementos que el ser humano puede utilizar en los procesos de producción de bienes económicos: petróleo, minerales, bosques, agua y la propia tierra". Es, como vemos, la única vertiente que interesa. El bosque no sólo es un conjunto de árboles, es la organización más compleja del mundo vegetal. Es una organización viva y dinámica sensible a cualquier modificación de las fuerzas que actúan en un territorio.

 

Al presentar la repoblación como opción viable para paliar el problema de la deforestación, los textos no distinguen los cultivos uniformes de madera de los bosques vivos. Se trata de un error grave que conduce a confundir alineaciones de especies maderables ajenas al territorio y a las condiciones climáticas del mismo con la comunidad viva, refugio de la biodiversidad, de la que depende la vida del planeta. Y al igual que dijimos para los derechos de los animales, si los estudiantes no son concienciados en la escuela sobre la importancia ecológica de los bosques, difícilmente van a estar concienciados de adultos. Por ejemplo, el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Everest cuenta: "Las necesidades cada vez mayores de papel y madera están ocasionando la desaparición progresiva de grandes masas forestales. Para paliar esta carencia se está realizando un gran esfuerzo repoblando las superficies deforestadas". Como podemos apreciar, no se plantea la posibilidad de dejar de talar como el mejor modo de frenar la deforestación. Los textos no muestran la correlación que existe entre los procesos de urbanización masiva, de consumo creciente o de crecimiento económico y la deforestación, y en muchos casos no llevan a percibir la gravedad del problema. Aunque en ocasiones se manifiesta el problema de la desaparición de los bosques, las soluciones propuestas son individuales y poco relevantes para la magnitud del problema. Por ejemplo, en p.11 Lengua 6º de Primaria SM podemos encontrar la siguiente cita: “Todos podemos conservar los bosques a través de hábitos ecológicos como utilizar la mínima cantidad de papel, no hacer fuego en el campo, no arrojar basuras". Las soluciones propuestas se quedan cortas si consideramos problemas que afectan a los bosques como la urbanización y cementación progresiva del territorio, la implantación de monocultivos, las explotaciones multinacionales madereras, la tala masiva para la agricultura y ganadería intensiva, etc. No suelen aparecer mencionadas las relaciones que existen entre la deforestación y las multinacionales. No existen gráficas o ilustraciones que muestren la evolución de los bosques en el planeta. Los libros de texto no muestran el papel del bosque como origen de numerosas manifestaciones culturales de las sociedades humanas: literatura, leyendas, religión, arte, ocio, entretenimiento, etc. La mayor parte de las culturas, conscientes tal vez de su importancia, han dedicado un espacio importante al bosque, incluso la cultura occidental hasta hace no mucho tiempo. Para los libros de texto sin embargo ya no es importante hablar de ellos. 

 

40.- LA SOBREURBANIZACIÓN. El estudio de las grandes urbes en el planeta, y lo que este hecho supone como grave ataque a la sostenibilidad tampoco es estudiado convenientemente en la escuela. Nuestro caso, además, es digno de estudio. El Estado Español es el lugar del planeta en el que se construye a un ritmo más acelerado, siendo Madrid, Valencia, Murcia y Almería los puntos calientes de esta vorágine urbanizadora. Este proceso está provocando una acelerada transformación del territorio, de la propiedad del mismo, de los tipos de uso, en definitiva, del entorno y de los modos en el que las personas viven en él. Los libros de textos revisados, en su gran mayoría, no mencionan este fenómeno, ni las consecuencias que tiene desde el punto de vista ecológico, social o económico. No aparece la relación que existe entre sobreurbanización y especulación, entre el hacinamiento de la población mundial en ciudades y el deterioro de las relaciones sociales o entre el modelo de ciudad y el de transporte. En general, se encuentran sobrevalorados los modos de vida urbanos en cuanto a la cultura, oportunidades de promoción personal o de realización de actividades interesantes, comodidad, ocio, etc. No solo esto, sino que los libros de texto ensalzan peligrosamente la opción de vida en las grandes urbes. Por ejemplo, el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. SM afirma: "La sociedad española del siglo XX disfruta de un mayor progreso. La mayor parte de la población vive en las ciudades". ¿En qué basan libros como éste dichas afirmaciones? Como venimos afirmando desde muchos artículos atrás, los libros de texto que hoy día llegan a nuestros escolares en las escuelas no hacen sino validar y apoyar el sistema económico dominante y sus intereses. Por eso, simplemente, hay asuntos que ni aparecen, mientras que otros son apoyados sin reservas. Igualmente, el mismo libro de la Editorial Santillana presenta las ciudades como una de las más elaboradas creaciones del ser humano, donde se reúnen, por ejemplo, las mejores obras artísticas, etc. Sin embargo no se menciona la imposibilidad de la autogestión, y por tanto la dependencia y vulnerabilidad en la que se encuentran las personas que viven en ciudades al no poder tener ningún tipo de control sobre sus condiciones materiales de subsistencia. No se analiza el insostenible metabolismo de la ciudad, su balance energético irracional ni su dependencia de los sistemas rurales. Tampoco queda recogida la irreversibilidad de la cementación del territorio en cuanto a pérdida de suelo. De existir críticas al modelo de urbanización se centran en las “atrasadas” ciudades de la periferia, mientras que la sobreurbanización de los países ricos no despierta sospechas. 

 

Bien, además de todos los temas y asuntos tratados aquí, que en el próximo artículo completaremos con otros asuntos que los libros de texto omiten (como asignaturas o como temas incluidos en otras) y que no debieran omitir, es obvio que los libros de texto cometen errores de bulto, omisiones, errores, y sobre todo, expresan una carga ideológica de gran envergadura, en vez de limitarse a ser objetivos en sus exposiciones. Por ejemplo, el libro de Economía de 1º de Bachillerato Ed. Santillana afirma: "Hoy, todos los gobiernos, cualquiera que sea su ideología, intentan elaborar programas diseñados para promover el crecimiento y mejora del nivel de vida y una mejor distribución de la riqueza, tanto nacional como globalmente". Es simplemente vergonzoso que se hagan estas afirmaciones, cuando lo que debería enseñar la escuela a los alumnos y alumnas es que la desigualdad avanza a pasos agigantados por todo el mundo. El mismo libro, pero de la Editorial SM, se permite hacer afirmaciones políticas como la siguiente: “La UE es una asociación de países europeos que intenta mejorar la vida de sus ciudadanos, organizando la economía y ayudando a las regiones más desfavorecidas”. Es, sencillamente, intolerable, a la vista de la historia reciente de la Unión Europea, y de sus chantajes y decisiones arbitrarias hacia los Estados miembro. Los libros de texto debieran entrar, por tanto, únicamente en los aspectos formales de nuestra realidad política y social, sin entrar en valoraciones políticas que evidentemente sesgan los criterios que definen la mentalidad de los estudiantes. El ejemplo más grosero quizá sea el que aparece en el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Santillana, que sin despeinarse afirma: “En la actualidad las fronteras son más permeables, mercancías, trabajadores, turistas, dinero...circulan cada vez con más libertad por los Estados.”, cuando a la vez que se afirma esto, sin ir más lejos, las vallas de Ceuta y Melilla se alzan hasta los 6 metros y se pueblan de camisetas ensangrentadas, y los inmigrantes detenidos y deportados son abandonados a su suerte. Es absolutamente vergonzoso que un libro de texto afirme semejantes barbaridades. El factor común de esta serie de mentiras es, claramente, ocultar las tensiones entre los intereses de las empresas y las élites económicas, y los intereses de la mayor parte de la población. Pero hay más mentiras: el libro referido también afirma que “La política de los gobiernos se ha preocupado sobre todo por la conservación de la atmósfera y las aguas, el estudio del impacto de las actividades humanas, la educación ambiental, los vertidos y las leyes que regulan el disfrute del medio ambiente” (¿Cuándo se han ocupado de esos asuntos los gobiernos?)

 

En Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato Santillana (p.4 y p.326) se viene a decir que los problemas ecológicos se deben a la explosión demográfica en los países del sur. Nada se comenta sin embargo sobre la explosión demográfica en los países del norte hace algunas décadas, ni sobre las diferencias en cuanto a consumo y huella ecológica per cápita entre los países enriquecidos y los empobrecidos. Y suma y sigue: "Aunque una sociedad más rica podría estar en principio más preocupada por el medio ambiente…" p.269 Economía 1º de Bachillerato Santillana (en este punto se obvia que son las sociedades ricas las principales destructoras del medio ambiente y se da a entender lo contrario). "El hombre, en su evolución sociocultural, ha tomado conciencia de la importancia de preservar el medio ambiente. Así, han sido los países más desarrollados económica y tecnológicamente los primeros en advertir el peligro que supone seguir degradando el medio y en adoptar medidas técnicas y legales para la búsqueda del desarrollo sostenible." p.250 Economía 1º de Bachillerato Santillana (de nuevo, mentira estrepitosa). En el terreno económico las mentiras son tomadas como puntos de partida para elaborar la autodenominada "ciencia" económica, validando el dogma neoliberal y todos sus desmanes. Por ejemplo, el libro de Economía de 1º de Bachillerato Ed. Santillana afirma que "…en resumidas cuentas, los que gobiernan el mecanismo de mercado serán los consumidores, quienes mediante su demanda, indicarán hacia dónde se tienen que canalizar los recursos" (se ignora que son las empresas las que dirigen de forma subliminal las demandas de los consumidores). El mismo libro de la Editorial Algaida riza el rizo afirmando: "La economía adquiere el rango de ciencia en la medida en que se han ido elaborando leyes generales con un método científico" (lo que valida los postulados de la economía neoliberal como si fueran leyes científicas). O el mismo libro ya referido de la Editorial Santillana, que afirma que "El mercado es el lugar donde libremente se ponen en contacto los agentes económicos que han producido un bien y lo ofrecen con los agentes que desean ese bien" (¿seguro que es así de libre?). En fin, los ejemplos son, como podemos apreciar, innumerables. Continuaremos en siguientes entregas. 

 

 

Fuente Principal de Referencia: Informe "El currículum oculto antiecológico de los libros de texto", de Ecologistas en Acción

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11 junio 2020 4 11 /06 /junio /2020 23:00

La libertad de educación es hoy la barricada tras la que se protegen todos los enemigos de la igualdad. Esa idea de que la educación debe basarse en las convicciones ideológicas y religiosas de los padres es una barbaridad. Es justamente lo contrario: la instrucción pública debe emancipar a las personas de sus vinculaciones ideológicas o religiosas para aprehender una visión universalista de la realidad. Los maestros, según uno de los padres de la instrucción moderna, Condorcet, deben ser “los funcionarios de lo universal”. Igual de aberrante es una escuela católica, que una escuela comunista o una escuela mormona

Antonio Gómez Movellán

36.- ANIMALES SIN DERECHOS. Preguntémonos lo siguiente: en las asignaturas de Conocimiento del Medio (antes Ciencias Naturales) o sus homólogas...¿enseñan de verdad a los escolares a valorar la vida animal? En mi caso, no recuerdo que lo hicieran (a pesar de disfrutar de un profesor y una profesora fantásticos). Sí, nos enseñan la biodiversidad del reino animal y del vegetal, todos sus ecosistemas, todos sus procesos vitales, muchas clasificaciones, pero ¿nos enseñan a valorar y a respetar la vida no humana? ¿De verdad nos infunden el respeto que merece toda vida? ¿Nos enseñan la capacidad de sentir que poseen los animales? Creemos que no. Y eso es lo principal que ha de cambiar en nuestro sistema educativo, si pretendemos que después tengamos una sociedad con personas sensibilizadas con los animales y sus derechos. No se trata de que todo el mundo tenga un perro o un gato, ni de que la gente se haga voluntaria de las asociaciones protectoras. Se trata de que las vidas de los perros y los gatos sean felices, y de que hayan de existir menos, muchas menos protectoras de animales. El sistema educativo es un puntal fundamental para sembrar esa semilla. No el único, por supuesto, pero sí fundamental. Pues bien, en este sentido, los libros de texto no presentan el debate sobre los derechos de los animales. Desde una perspectiva antropocéntrica, los animales se valoran por su rentabilidad económica y, en algunas ocasiones como especie exótica. En ningún caso se muestra el evidente sufrimiento animal en los procesos productivos industriales. Así, la “fabricación“ intensiva de huevos, carne o paté no se relaciona con el hacinamiento, la alimentación a base de productos químicos, o el maltrato que sufre el ganado en las granjas industriales. Por ejemplo, el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Everest se limita a contar: "La ganadería moderna se basa en un alto grado de mecanización, la mejora de las razas, así como la mejora de la alimentación y de la salud del ganado". Se justifica la experimentación con animales mostrando los avances en medicina, sin embargo no se expone cómo en muchos casos se provocan lesiones, cegueras o mutilaciones en animales para obtener nuevos productos cosméticos o armas químicas. 

 

A través de los libros de texto es difícil comprender cómo la destrucción asociada al progreso económico destruye los territorios en los que viven los animales, forzando migraciones masivas y extinciones de especies a un ritmo que no se había conocido anteriormente. De hecho, es curioso ver hoy día en los reportajes de medios de comunicación la presencia indiscriminada de ciertos animales (ciervos, osos, jabalíes...) en los medios urbanos, al haberles arrebatado sus medios de subsistencia y su hábitat natural. Los libros de texto tampoco interrogan sobre manifestaciones culturales que se basan en el maltrato a los animales, de las cuales en el Estado Español tenemos un amplio muestrario: ferias y fiestas patronales, repartidas por todos los pueblos de la geografía nacional, despliegan durante sus actos los más bárbaros y crueles tratamientos hacia los animales. Por tanto, sería bueno que los libros de texto explicaran a los estudiantes los límites entre el culto y el mantenimiento a las tradiciones populares (contra las que no tenemos nada) y la brutalidad y el salvajismo sin más. Porque al igual que para el caso del Descubrimiento de América (que ya expusimos en su día y al que estamos dedicándole actualmente una serie de artículos), no podemos ver los hechos del pasado con las mentes y criterios del pasado, sino con las actuales. Por último, los libros de texto no muestran ni una sola vez el vegetarianismo o el veganismo como una opción de alimentación posible ni muestran los problemas sociales y ecológicos que provoca una alimentación basada en el consumo de carne. Por ejemplo, hablando sobre las proteínas, el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Edelvives afirma: “Las encontramos en la leche y sus derivados, la carne, el pescado y los huevos” (no se menciona la posibilidad de obtener las proteínas necesarias de la combinación de productos vegetales, tal y como hacen las personas vegetarianas). 

 

37.- SIN NOTICIAS DEL TERRITORIO. Los libros de Conocimiento del Medio y de Biología y Geología hablan de los suelos y su composición, pero raramente de su proceso de deterioro. El deterioro o pérdida del suelo tiene múltiples causas, la mayoría de ellas provocadas por la acción humana directa. A menudo se obvian las causas de más peso. Por ejemplo que la mayor pérdida de suelo se produce bajo el asfalto, el cemento y el hormigón, que provocan un proceso irreversible para su recuperación. La velocidad de la desertificación y la pérdida de suelo por efecto de las actividades humanas es alarmante. Las causas hay que buscarlas en la mala gestión de los recursos hídricos, inadecuadas prácticas agrarias, la pérdida de cubierta vegetal, los incendios forestales, el cambio climático, la construcción de grandes infraestructuras y el descontrolado desarrollo urbanístico. Sin embargo los libros de texto prefieren acudir en sus explicaciones a causas naturales o fenómenos puntuales y no estructurales. De hecho se ignora el suelo como componente esencial de los ecosistemas, en donde se desarrollan complejos y lentos procesos naturales, que necesitan del tiempo necesario para la formación de un suelo maduro. La pérdida de suelo por erosión, el deterioro del mismo por contaminación o compactación, supone a su vez la eliminación de la historia ecológica del suelo. Por su parte, el subsuelo se estudia como almacén de recursos para la minería o la extracción de petróleo, ocultándose los efectos ambientales y sociales de estos procesos, tales como la contaminación, el deterioro paisajístico, las expropiaciones o las difíciles condiciones laborales. Las culturas tradicionales, muy implicadas en el mantenimiento del suelo y los usos sostenibles del territorio, son consideradas atrasadas. Se presenta como rico el suelo urbanizado y ocupado por infraestructuras frente al agrícola, que se ve pobre. No se aportan muchos datos sobre la propiedad del suelo y su relación con los usos del mismo (agrícolas, turísticos, urbanísticos, etc.). Tampoco se habla de las leyes de gestión del suelo, cada vez menos restrictivas y propiciatorias de procesos de especulación urbanística. Hay que enseñar a nuestros alumnos y alumnas que la gestión sostenible del suelo requiere una planificación del territorio adecuada a los recursos naturales, paisajísticos, sociales y culturales, de forma que se propicie la conservación de la naturaleza y el mantenimiento de los sistemas de supervivencia locales. 

 

38.- QUITANDO GRAVEDAD A LOS RESIDUOS. Dentro de la absoluta falta de educación ecológica que nuestro sistema educativo practica hacia nuestros escolares, el asunto de la gestión de los residuos es sumamente importante. De entrada, deben introducirse nociones de economía circular (apoyadas quizá en los procesos de la propia Naturaleza), para que se comprendan los defectos de nuestra política sobre residuos. En la información que recogen los libros de texto sobre los residuos se observa una clara desconexión entre los distintos procesos que los generan, no se habla de los ciclos de los materiales, ni de cómo los residuos son el resultado de la imperfección de los sistemas productivos humanos, que abren los ciclos, rompiendo el equilibrio de los sistemas naturales, de manera que la información sobre éstos aparece inconexa y fragmentada. De hecho, se conciben los residuos como una consecuencia inevitable del desarrollo y de la sociedad de consumo. Sólo se propone su tratamiento, confiando en la tecnología, nunca la posibilidad de no producirlos o integrarlos en los procesos naturales. Por ejemplo, hemos encontrado un texto sobre el envase "Tetra Brik" con connotaciones exclusivamente positivas "la humanidad ha buscado siempre...", "pionero", "líder", incluyendo que en 1998 se produjeron más de 85.000 millones de envases, pues "permiten almacenar los productos durante largo tiempo sin que pierdan sus propiedades". p. 158 Lengua y Literatura 1º de Bachillerato SM. Otro ejemplo: Ilustración de unas endibias envasadas con el siguiente pie: “El polietileno es muy utilizado en alimentación como envoltorio o bolsas” p.484. Física y Química 1º de Bachillerato Editex. “La contaminación urbana”, “La producción de basuras es proporcional al grado de desarrollo de una sociedad, pero los remedios ensayados para la eliminación de los residuos sólidos urbanos aún no han resuelto el problema”, “residuos radiactivos que tardarán miles de años en eliminarse”. p.304 Historia Contemporánea 1º de Bachillerato Edelvives. O bien, el libro de Economía de 1º de Bachillerato Ed. Edebé que afirma sencillamente que "Entre los fallos del mercado está la aparición de externalidades". 

 

Otro párrafo que no tiene desperdicio es el siguiente, tomado del mismo libro: "Las externalidades o efectos externos son los costes o los beneficios asociados a la producción o al consumo de un bien que van a parar a terceras personas distintas de los sujetos actuantes"… "Como externalidad negativa podemos destacar la contaminación. Las empresas contaminantes toman decisiones sobre qué cantidad de bienes producir basándose en sus costes y beneficios. Pero no consideran los costes sociales que puede producir un volumen excesivo de contaminación. En este sentido se justifica la intervención del Estado para corregir y minimizar estos costes externos que soporta la sociedad" (Obsérvese cómo la empresa permanece intocable, como los daños ecológicos no existen y cómo se considera externo lo que es inherente al proceso de producción). Para los libros de texto, la responsabilidad de la generación de residuos recae en las personas y no se habla de los procesos que los generan. No se exponen de manera clara las terribles consecuencias a la larga derivadas de la enorme producción de residuos de nuestro sistema productivo. Prácticamente la única solución que se plantea para el tema de los residuos (y que aparece con cierta frecuencia en los textos) es el reciclaje. Este aspecto es clave pues se enseña a los y las menores que el grave problema ambiental de la generación de residuos se ataja sólo con el reciclaje. No se menciona la necesidad de la reducción en la generación de residuos, ni las posibilidades de reutilizar. Tampoco se menciona el porcentaje real de lo que se recicla, ni los problemas de las sustancias no biodegradables. Se concibe el reciclaje como postura estética. Se recicla lo marginal, por ejemplo juguetes con los que no se juega. No se cuestionan los hábitos de consumo, ni el papel fundamental que desempeñan en cuanto a paliar la creación de residuos. Se asocian erróneamente los productos con muchos embalajes con la higiene. Se oculta que una de las razones principales del desarrollo del embalaje fue poder llevar los productos cada vez más lejos y con ello engrosar las grandes compañías en detrimento de las pequeñas. Se destruyeron de esta manera los sistemas de distribución y producción local. La leche por ejemplo era distribuída desde la vaquería al recipiente doméstico sin necesidad de embalaje. Con la llegada del mismo se pudo vender en una gran superficie a miles de kilómetros de donde se produjo, aumentando con ello la insostenibilidad. Continuaremos en siguientes entregas. 

 

 

Fuente Principal de Referencia: Informe "El currículum oculto antiecológico de los libros de texto", de Ecologistas en Acción

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4 junio 2020 4 04 /06 /junio /2020 23:00

Cuando evalúo a mis alumnos, no quiero que me cuenten lo que yo ya sé, ni lo que han leído en los libros, ni lo que me han escuchado decirles en clase, sino que quiero que me cuenten su propia opinión

Laura Mintegi

34.- LA MANIPULACIÓN GENÉTICA PRESENTADA SIN SUS EFECTOS NEGATIVOS. La manipulación genética vulnera el principio de precaución. El ser humano se presenta como transformador de la naturaleza, sin limitación en la manipulación de la vida. La contaminación genética tiene efectos imprevisibles e irreversibles, así como numerosas consecuencias en cascada sobre los ecosistemas. Los riesgos sanitarios a largo plazo de los organismos modificados genéticamente (OMG), presentes en nuestra alimentación o en la de los animales que comemos, no están siendo evaluados (alergias, resistencias a antibióticos…) y promueven la pérdida de seguridad y soberanía alimentaria de los países empobrecidos beneficiando exclusivamente a empresas multinacionales. El tratamiento que los libros de texto de nuestros escolares conceden a este asunto es muy preocupante. El conocimiento científico sobre el funcionamiento de los genes es todavía muy limitado y las técnicas actuales de ingeniería genética no permiten controlar los efectos de la inserción de genes extraños en el ADN de un organismo. La ingeniería genética parte del principio de que los genes tienen una función en sí mismos, sin tener en cuenta ningún otro factor interno o externo al organismo. Resulta imposible predecir el comportamiento de los nuevos genes introducidos en organismos y ecosistemas complejos. Por otro lado, existen estudios científicos que demuestran los efectos nocivos de la utilización de los transgénicos, pero se intentan silenciar o se retiran las subvenciones para seguir con las investigaciones. Muchas veces son las mismas multinacionales que tienen las patentes, las que realizan los estudios y ponen resistencia a la regulación de las responsabilidades. Sin embargo los libros de texto se muestran complacientes con los logros de la investigación genética. No existe proporción entre la velocidad con la que se introducen sustancias químicas de síntesis u organismos modificados genéticamente y la velocidad con la que se evalúan los daños que pueden causar, de forma que no se puede reaccionar a tiempo a los efectos que causan. A pesar de este riesgo, no se contempla el principio de precaución. 

 

El aumento de la producción de las cosechas y demás promesas de los transgénicos no se ha cumplido, sino todo lo contrario. Incluso se ha demostrado que el rendimiento en algunos casos, como en la soja resistente al herbicida Roundup, se calcula que es entre un 6-11% inferior del de la soja convencional. La mayor parte de los cultivos transgénicos han sido diseñados fundamentalmente con el único objetivo del control del mercado por la industria agrotecnológica (venta de herbicidas, retardo de la podredumbre para favorecer el transporte a larga distancia, semillas estériles, etc.), sin embargo las utilidades que muestran los libros de texto se relacionan con la mejora de la salud y las hambrunas. Veamos algunos ejemplos: el libro de Biología y Geología de 1º de Bachillerato Ed. Anaya afirma: “El logro de plantas manipuladas genéticamente resistentes a enfermedades víricas, permitiría una mejora considerable del rendimiento de las cosechas”. Y en otra parte del texto se afirma: “Los cultivos celulares tienen diversas aplicaciones como pruebas de resistencia a infecciones o detención de ciertas necesidades nutricionales, etc.”. El libro de Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato Ed. Oxford cuenta: "Las investigaciones en genética permitieron también revolucionar la producción de plantas y animales para el consumo humano, manipulando los genes de las especies vivas para mejorarlas e incluso "creando" especies nuevas (alimentos transgénicos). Estos procesos permiten incrementar el número de productos alimenticios, mejorar su apariencia y adaptarlos a la demanda de los consumidores". Y por su parte, el mismo libro de la Editorial Edebé sostiene: “El análisis del DNA y su transferencia de unos organismos a otros, mediante avanzadas técnicas de ingeniería genética se ha aplicado en la agricultura para conseguir variedades vegetales resistentes a las plagas, con contenido nutritivo mayor o de crecimiento más rápido. En ganadería se ha conseguido el desarrollo de especies que resisten mejor las enfermedades o presentan una elevada productividad”. Como puede comprobarse, los relatos son absolutamente acríticos, y de un tecnoutopismo brutal. La contaminación genética pone en peligro variedades y especies cultivadas tradicionalmente, así como a la flora y fauna de los ecosistemas naturales, debido a los efectos de la polinización, la mezcla de cosechas o la falta de limpieza de las máquinas e instalaciones agrícolas. Las manipulaciones genéticas se realizan siempre sobre variedades muy productivas, la llegada de las plantas transgénicas intensifica esta tendencia a la uniformización de los cultivos. Tal vez algún día ya no dispongamos de las variedades de plantas adaptadas a las condiciones ambientales locales para superar un grave problema como la resistencia a las plagas y la adaptación de los cultivos a las condiciones del territorio próximo. Este riesgo no es recogido en los libros de texto. 

 

Se justifica también el fomento de los transgénicos con vistas a la solución del problema del hambre en el mundo. Sin embargo, este no es un problema de escasez de alimentos, sino de acceso a los mismos o a los recursos para producirlos. Lo que hay que contar a nuestros alumnos y alumnas es que en realidad lo que está ocurriendo es que los pequeños agricultores no pueden pagar los elevados precios de las patentes, que millones de familias han perdido su soberanía alimentaria, y que tecnologías como la “terminator” (que hace que la semilla producida por la planta no sea fértil) están obligando a comprar las semillas en cada cosecha. Tampoco se cuenta a los estudiantes que las patentes de los transgénicos dan a las multinacionales un enorme poder sobre los agricultores, produciéndose una apropiación y oligopolio sobre la alimentación, a través de la tecnología de protección de genes o la venta de “paquetes tecnológicos” (semilla y herbicida conjuntamente). Esta concentración de poder en un tema básico como es la producción de alimentos para el consumo humano y animal  no aparece reflejada en los textos. Por su parte, temas como la investigación bacteriológica, la clonación, las células madres o la reproducción asistida se tratan como adelantos científicos para los que solamente se ponen reparos éticos y se plantea la necesidad de legislar sobre ello. No se habla de los riesgos, los costes solamente accesibles a élites favorecidas, el negocio de las nuevas técnicas de la reproducción o las armas bacteriológicas utilizadas en las guerras. Se transmite que la biotecnología es buena en si misma, incuestionable, es un avance, y que supondrá un incremento en la calidad de vida de las personas y será la solución a una gran cantidad de enfermedades. Aunque no se habla de las investigaciones para solucionar “problemas” irrelevantes para la salud como la alopecia, la celulitis o los adelgazantes, mientras que un enorme porcentaje de la población mundial se muere de hambre o de enfermedades ya erradicadas en los países del Norte, como las diarreas. No se habla del papel que juegan los intereses de las multinacionales farmacéuticas y sus patentes. Los libros de texto tampoco hablan de la gran resistencia que existe a la manipulación genética por parte de ecologistas, agricultores y consumidores, que reclaman el derecho a una alimentación sana, a un etiquetado que garantice la libertad de elección, el establecimiento de responsabilidades por parte de las multinacionales e información sobre los campos donde se cultiva con transgénicos. 

 

35.- LA SIMPLIFICACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD. Es éste otro asunto crucial que no se aborda de forma conveniente en los libros de texto. Para valorar la biodiversidad hay, en primer lugar, que valorar la propia vida, desde sus formas más sencillas y elementales hasta sus formas más acabadas, evolucionadas o perfectas. La biodiversidad es la estrategia de seguridad que la Naturaleza “ha inventado” durante su historia de millones de años. La biodiversidad permite que los ecosistemas se puedan anticipar relativamente a las perturbaciones externas. La biodiversidad se basa en el aumento de complejidad en detrimento del incremento de productividad, justamente al contrario del funcionamiento del sistema económico capitalista. Esta oposición esencial no es considerada por los libros de texto. La biodiversidad, en los libros de texto, se plantea de un modo reduccionista, como si se tratase de conservar un catálogo de especies al margen de los ecosistemas en donde se desarrollan. Se obvian las interrelaciones que existen entre las distintas especies entre sí y en equilibrio con su medio. Por ejemplo, en p.44 Biología y Geología 1º de Bachillerato Editex, el concepto de biodiversidad se presenta como un listado de especies al hablar de la clasificación de los seres vivos. Hay que explicar a los alumnos y alumnas que del mismo modo que un zoológico no es un ecosistema o las personas que habitan un bloque de casas no tienen por qué constituir una comunidad, la existencia de “bancos” semillas o especies o de zonas protegidas no asegura la protección y conservación de la biodiversidad. La biodiversidad es una figura que se contempla desde el punto de vista de la protección, es decir, se habla de ella para mencionar que existen leyes que la protegen, sin valorar los resultados de las mismas. Apenas se menciona que la protección es insuficiente o está mal gestionada. El fenómeno de pérdida de biodiversidad al que asistimos en la actualidad no es algo nuevo. Lo que sí constituye una novedad es la velocidad de desaparición y la gran magnitud de las causas que lo originan. La humanidad ha acelerado drásticamente el ritmo de extinción de especies y la degradación de sus ecosistemas. Según E. Goldsmith “la velocidad de desaparición es de unas cuatrocientas veces más rápida que en cualquier otro período geológico y afecta a un mayor número de especies…”. Sin embargo, se minimiza e incluso se transmiten mentiras, sobre la pérdida de biodiversidad en el planeta (sin ir más lejos, el libro de Biología y Geología de 1º de Bachillerato Ed. SM afirma sin despeinarse que “La biodiversidad actual en nuestro planeta es la mayor que jamás ha existido…”).

 

Se habla de las amenazas, pero no de las causas que producen el desequilibrio y destrucción en los ecosistemas y la desaparición de muchas especies, como la contaminación, la sobreexplotación de recursos, la deforestación o el cambio climático. Se transmite la falaz idea de que las especies se extinguen por falta de adaptación a los cambios, por falta de capacidades. Por ejemplo, el libro de Biología y Geología de 1º de Bachillerato Ed. SM afirma: “Los animales que se extinguen son los que no se adaptan. Por ejemplo, el Dodó de Mauricio y el lobo marsupial son dos especies recientemente extinguidas. No se adaptaron a la alteración humana de su medio” (¿no será más correcto y justo denunciar la perversa acción humana en contra de la existencia de determinadas especies?) Los cambios bruscos en las condiciones ambientales (aire, suelo, agua, clima o introducción de especies foráneas) suponen que los seres vivos no se puedan adaptar. Los procesos de especiación se producen durante largos períodos de tiempo, por lo que perturbaciones muy bruscas y rápidas desencadenan la extinción de especies. Existe la tendencia a dar más importancia a la extinción de grandes vertebrados (ballena, tigre, oso pardo, lince, etc.) que al resto de los seres vivos (invertebrados, plantas, hongos, etc.). Se ve la biodiversidad como un zoológico, un listado de llamativos animales. Sin embargo, el equilibrio de los ecosistemas depende de la compleja interrelación de todos los seres vivos que lo componen (cadenas de alimentación, productores o descomponedores) y sus variables ambientales. Bajo una mirada claramente antropocentrista, parece que los seres vivos existen para ser utilizados por los humanos, no existe la biodiversidad como valor en si mismo, como mecanismo que proporciona estabilidad al sistema de la vida, ni como “almacén” de información genética e intrínsecamente adaptada al territorio. La utilidad de la biodiversidad se mide en términos utilitarios para los intereses productivos. Hemos de enseñar a nuestros escolares que la biodiversidad es contraria a la uniformidad que impone el modelo de desarrollo económico (monocultivos, control de variedades y semillas, patentes…) el cual fomenta la pobreza y el deterioro ecológico. La sostenibilidad se basa en la diversidad debido a su adaptación a las condiciones ambientales y de autoabastecimiento en cada territorio. Por último, otra de las graves amenazas para la biodiversidad es el actual sistema de patentes. A través de los derechos de propiedad intelectual unas pocas multinacionales pretenden acaparar los recursos naturales del mundo, sean plantas, animales, microorganismos, procesos ecológicos o segmentos genéticos, siempre y cuando sean susceptibles de negocio. Las multinacionales recogen, como si fueran investigaciones propias, conocimientos milenarios, especialmente en zonas donde viven pueblos indígenas. El alcance de esta “biopiratería” es enorme, tanto destinada a la industria farmacéutica como a la alimentaria, despojando de los derechos de uso a los verdaderos propietarios y uniformizando la diversidad. Este fenómeno es invisible en los libros de texto. Continuaremos en siguientes entregas. 

 

 

Fuente Principal de Referencia: Informe "El currículum oculto antiecológico de los libros de texto", de Ecologistas en Acción

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28 mayo 2020 4 28 /05 /mayo /2020 23:00

Los hombres, cuando enseñan, aprenden. No se trata solo de que enseña el que sabe y que aprende quien no sabe: todos sabemos algo y todos ignoramos algo. Todos somos, a la vez, maestros y alumnos

Séneca

33.- LA VISIÓN ACRÍTICA DE LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA INDUSTRIAL. El tratamiento que los libros de texto de nuestros escolares conceden a estas actividades históricas del ser humano también dista mucho de ser correcto. Erróneamente, los libros de texto consideran que los países en los que la mayor parte de la población se dedica a la agricultura y ganadería son atrasados, especialmente si no utilizan mecanización, abonos y pesticidas químicos o su producción no se basa en el monocultivo. La pérdida del peso de la agricultura en la economía se manifiesta como un índice de desarrollo y modernización. Por ejemplo, el libro de Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato Ed. Akal afirma: “La productividad del campo ruso seguía siendo muy escasa porque no se introdujo la mecanización”. O el mismo libro de la Editorial Oxford afirma: "La agricultura era tradicional y poco eficiente, ya que el rendimiento por hectárea era muy bajo". "Este panorama dificultaba que la agricultura abandonase su carácter general de subsistencia". Para los libros de texto, la economía de subsistencia se considera sinónimo de pobreza, a pesar de que las personas que viven de este modo puedan a menudo ser autosuficientes
o a veces trabajar menos horas que las personas que viven en economías industrializadas. Esto nos lo muestra muy claro, por ejemplo, el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Edelvives: “En los países subdesarrollados la agricultura y la ganadería siguen siendo de subsistencia, es decir, la población consume lo que produce. Sin embargo, en los países desarrollados la aplicación de nuevas técnicas en cuanto a maquinaria, abonos, selección de razas, etc. ha generado una agricultura y ganadería comerciales, es decir, la producción se destina al comercio y no al propio consumo.” Los mensajes subliminales están bien claros. El modelo agropecuario tradicional se considera poco productivo. Se considera, por ejemplo, atrasada una agricultura condicionada a los factores del clima. No se tiene en cuenta lo ineficaces que resultan los sistemas de explotación agrícolas y ganaderos intensivos en cuanto a los balances energéticos, generación de residuos, pérdida de biodiversidad, introducción de elementos tóxicos peligrosos de efectos ambientales impredecibles, problemas para la salud de las personas o pérdida de soberanía alimentaria. 

 

A pesar de que el concepto de productividad en la agricultura debería tener en cuenta la internalización de los costes en todo el proceso, los libros de texto permanecen ignorantes a esta realidad y ocultan los impactos de la agricultura y ganadería intensiva sobre los ecosistemas, la salud, el maltrato animal, las condiciones laborales o el aumento de residuos generados. Sólo se fijan en el crecimiento de la productividad: como por ejemplo en el libro de Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato Ed. Akal, que afirma: “Las prácticas agroquímicas y la mecanización lograron un aumento espectacular de la productividad agrícola”. O por ejemplo, el libro de Economía de 1º de Bachillerato Ed. Edebé, que cuenta: “La agricultura europea había experimentado un fuerte desarrollo basado en el incremento de la productividad. Esto se había conseguido aumentando la utilización de la tecnología, fertilizantes, energía, etc. Y disminuyendo la utilización del factor trabajo”. Pero aún tenemos más ejemplos: el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Everest dice: "Las tierras de regadío son más productivas y rentables" (como si estos factores fueran los únicos importantes), y el libro de Economía antes citado afirma: “En la revolución industrial se mejoraron las técnicas de cultivo, con lo que se incrementó la productividad”. Todos los mensajes, como vemos, van encaminados a reproducir y valorar únicamente la lógica capitalista, es decir, la de la rentabilidad y productividad, como si el resto de factores no fueran valorables, o como si el incremento de dichos factores no tuviera sus repercusiones negativas. Se oculta la vulnerabilidad de los cultivos actuales dada su inadaptación a las condiciones ambientales tales como la introducción de variedades de animales, plantas y semillas procedentes de otras áreas, la aparición de plagas que se tratan con ingentes cantidades de insecticidas químicos de efectos imprevisibles, la pérdida de biodiversidad en los monocultivos, la degradación de suelos, el despilfarro y la contaminación de agua, la introducción de transgénicos, los desastrosos balances energéticos, la generación de residuos o el transporte a largas distancias. Aunque la agricultura industrial actual es la “práctica de hacer comestible la energía del petróleo”, los libros no permiten tener conciencia de esta situación de riesgo. 

 

Por este camino, nuestros escolares pierden el conocimiento del origen y formas de producción de los alimentos que consumimos (mecanización, transporte a larga distancia, envasado, etc.). Se pierde el conocimiento de la vida, de los ciclos de la naturaleza, como en los invernaderos en los que no existen las estaciones y se aceleran los ciclos de la planta o en la estabulación permanente del ganado que cambia el fotoperíodo de los animales. Hay que enseñar a los alumnos y alumnas que la agricultura y ganadería industrializadas presentan un balance energético y ambiental altamente deficitario, de este modo, producir una caloría de carne de pollo en intensivo requiere doce calorías de cereal. Se ignora que el número de calorías introducidas en el proceso en relación con las obtenidas ha ido empeorado progresivamente con respecto a la agricultura tradicional. Tampoco se les enseña a los estudiantes los peligros de los agroquímicos utilizados en la agricultura industrial. Se justifica el uso de transgénicos sin tener en cuenta sus posibles efectos sobre la salud, el medio ambiente o los sistemas productivos tradicionales, de consecuencias mucho más graves y prolongadas que los agrotóxicos. No existe el principio de precaución. No se relaciona la introducción de la biotecnología con el control del mercado por parte de las transnacionales. Todos estos aspectos son ignorados por los libros de texto. Más bien al contrario, los libros de texto cuentan cosas como las siguientes: “Sin embargo, en la actualidad, el incremento de la producción agrícola puede haber tocado techo, por lo que el reto de la ingeniería genética está en obtener alimentos vegetales con costes menores y convertir en agrícolas terrenos hoy en día improductivos, mediante el cultivo de especies adaptadas a ellos” (libro de Biología y Geología 1º de Bachillerato Anaya). No se menciona apenas la ganadería como sistema productivo y, por tanto, se oculta el maltrato a los animales en la ganadería intensiva, potenciado por intereses económicos y comerciales completamente ajenos al sector ganadero tradicional, y por supuesto insensibles a cualquier consideración de salud pública, de bienestar animal, o de sostenibilidad y equidad. Los animales, ajenos al campo, son fuentes de producción de carne, leche, grasas o piensos, hacinados en instalaciones donde apenas pueden moverse, sometidos a estrés, alimentados con piensos de dudosa salubridad, hormonados o tratados con antibióticos. 

 

De nuevo, el libro de Biología y Geología de 1º de Bachillerato Ed. Anaya nos ofrece una buena muestra de todo ello: “Se han utilizado hormonas, principalmente en la producción lechera, tanto para aumentar la cantidad de leche como el porcentaje en grasa”. “El mayor adelanto ha sido el empleo de compuestos hormonales sintéticos para incrementar el peso del ganado vacuno en explotación intensiva”. Sin comentarios. Es imposible que de esta forma, tengamos luego generaciones de personas adultas que se encuentren sensibilizadas con las culturas y prácticas sostenibles, o las valoren siquiera. Se trata escasamente el tema de la pesca y cuando se hace no se tiene en cuenta su gestión sostenible. No se habla de la producción de pescado en acuicultura con piensos de dudosos efectos sobre la salud de las personas. Por ejemplo, el libro de Conocimiento del Medio de 6º de Primaria Ed. Anaya cuenta: “La pesca es importante en España, debido a la extensión de sus costas; pero atraviesa muchas dificultades, como el agotamiento de los bancos de peces, la limitación del número de barcos y de las áreas de captura, etc". Pero aún hay más: el libro de Inglés de 6º de Primaria Ed. Longman afirma que se considera una alimentación sana y equilibrada para la población aquélla que incluye "comer carne y pescado todos los días" (parece que no están considerado el veganismo precisamente). Se ocultan los efectos sobre la salud humana del actual sistema de alimentación que utiliza productos cancerígenos, hormonas, transgénicos o dioxinas. Mientras una gran parte de la población mundial muere de hambre por falta de alimentos, en los países industrializados muchas personas sufren de obesidad, colesterol, intoxicaciones o alergias de origen alimentario. El éxodo rural no se contempla como un problema social grave (desarraigos, pérdida de cultura rural tradicional, marginalidad en las ciudades, urbes insostenibles de millones de habitantes…) sino como un resultado del desarrollo y la modernidad. No se ve como un problema, por tanto, la tremenda desigualdad en la distribución de la población, ni la existencia de zonas vaciadas cada vez más extensas, ni la pérdida de modos de vida sostenibles, simples y frugales. Se oculta igualmente la relación entre los actuales modos de producción agrícola y el empobrecimiento de países enteros, la explotación laboral en condiciones infrahumanas, el enriquecimiento de unos pocos o el control de precios por parte de las grandes multinacionales. 

 

Los libros de texto y los docentes deberían enseñar a los escolares que en un mundo globalizado como el nuestro (se entiende según el modelo de globalización capitalista), las condiciones del "libre" comercio internacional controlan los precios y empujan a los pequeños agricultores de los países empobrecidos a una competencia injusta con los sistemas agrícolas del Norte, de gran escala, capital intensivo, fuerte mecanización y enormes subsidios. Lo que supone condenar a la miseria a una gran parte de la población mundial. La concentración de poder, la propiedad del suelo en manos de unos pocos, la especulación, la explotación laboral y el control del mercado por parte de las multinacionales ha de ponerse en evidencia para entender los sistemas agrícolas y ganaderos actuales. Las transnacionales controlan el 80% de la tierra dedicada a cultivos de exportación y sólo cinco empresas controlan casi el 100% del mercado mundial de transgénicos. Pero todo esto queda oculto a los estudiantes. Así es imposible que entiendan cómo funciona nuestro mundo, y mucho menos que siquiera imaginen cómo debería funcionar. No se dan a conocer las distintas alternativas a los sistemas agrarios y ganaderos que se están desarrollando en la actualidad tales como las luchas por la soberanía alimentaria, el comercio justo, la agroecología, las redes de consumo y de trueque o las campañas de resistencia a los agrotóxicos y los transgénicos. Nuestros escolares deben comprender la verdadera esencia de una agricultura y ganadería sostenibles, la importancia del buen trato hacia los animales que nos puedan ayudar a dichas tareas, y hasta qué punto la cultura capitalista ha alterado no solo los medios en los que se basan hoy día estas actividades, sino los fines en sí mismos a los que están dedicadas. Deben comprender, sencillamente, que mientras existen millones de campesinos en extensas zonas agrícolas y ganaderas del mundo empobreciéndose cada vez más, el modelo actual consagra el poderío de unas cuantas grandes corporaciones transnacionales, que se apropian de sus semillas, que las comercializan en todo el mundo, y que son las responsables de los perniciosos efectos que causan sobre nuestros hábitos alimentarios y de salud. Continuaremos en siguientes entregas. 

 

 

Fuente Principal de Referencia: Informe "El currículum oculto antiecológico de los libros de texto", de Ecologistas en Acción

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21 mayo 2020 4 21 /05 /mayo /2020 23:00

Está claro que la escuela no importa. En absoluto. Como sociedad no la hemos dotado de los recursos que necesita. No nos creemos que el docente sea una de las figuras principales de la sociedad. No se encuentra en los rankings de trabajos de más prestigio social. Es más, cuando tenemos un hijo o una hija en edad de decidir qué carrera hará, si resulta que es bueno en matemáticas o en ciencias no le aconsejaremos que se dedique a la docencia, le decimos que haga una ingeniería. ¡Lo hacemos así! No nos hemos acabado de creer eso de la escuela

Enric Prats (Profesor de la UB)

En la última entrega nos quedamos exponiendo la equivocada visión que sobre el ecologismo presentan los libros de texto que llegan a nuestros escolares. El ecologismo se presenta en los libros de texto con diferentes caras. En algunos casos aparece como movimiento simpático y acrítico. Ser ecologista consiste básicamene en reciclar o tomar una postura en defensa de algún animal emblemático en peligro de extinción. Se concibe al ecologismo como un movimiento puramente naturalista y conservacionista, sin relación con problemas políticos o sociales. En ese sentido, los libros de texto, cuando se refieren a alguna actividad ecologista, lo hacen en plan divertido, como por ejemplo organizar grupos para limpiar el monte o la playa, o dar ideas para reutilizar lúdicamente los desperdicios. También pueden referirse a las personas voluntarias que trabajan para alguna asociación protectora de animales. Se obvia hasta qué punto las organizaciones ecologistas contribuyen al asesoramiento de políticas activas en nuestra sociedad y en nuestro mundo, y hasta qué punto dichas políticas han tenido que contar con la perspectiva ecológica para ser funcionales a una cierta sostenibilidad. En otras ocasiones se muestra su posición crítica ante la intervención humana en el deterioro del medio ambiente. En estos casos se tilda a los ecologistas de alarmistas y catastrofistas, aludiendo a que ofrecen una visión sesgada no científica y que se oponen al progreso. Algunos libros de texto califican a los ecologistas como ingenuos o cínicos por algunas de sus propuestas. Muchas veces incluso se ridiculizan sus posturas. Otras veces se presenta al ecologismo como un artículo de lujo, al alcance del mundo rico sensibilizado, que puede acceder a consumos limpios, etc. Se omiten las luchas ecologistas populares y de los países del Sur, el llamado "ecologismo de los pobres". Por ejemplo, seguro que no se debate en clase la causa que motiva a los indios Cherokee del norte de Estados Unidos a oponerse a un nuevo gaseoducto que romperá definitivamente su hábitat natural, y el de muchas especies de plantas y animales. Por tanto, no se pone de manifiesto la visión sistémica del ecologismo, que relaciona efectos y causas y analiza globalmente los problemas ambientales y sociales. Si el ecologismo más naturalista está presente de forma escasa y sesgada en los libros de texto, el ecologismo social y sus implicaciones en nuestro modo de organización política y económica, está totalmente ausente. 

 

31.- LA CONFUSIÓN ENTRE DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN. Los medios de difusión apenas aparecen en los libros de texto. A pesar de rivalizar (o complementarse) con éstos en la formación de categorías mentales con las que se mira el mundo, apenas son mencionados. Se llaman medios de comunicación a lo que son medios de difusión masiva, manteniendo la confusión habitual a pesar de la trascendencia que esta distinción tiene. No se encuentra problematizado el concepto de interacción, imprescindible en un proceso de comunicación, ni la relación jerárquica que se esconde detrás de un modelo "comunicacional" en el que muy pocos seleccionan y deciden la información que va a llegar a muchos de modo unidireccional. No aparecen apenas críticas al carácter de entretenimiento y espectáculo que han adquirido los llamados "medios de comunicación". En general, se vincula la comunicación a los aparatos tecnológicos, proclamando cómo las nuevas tecnologías de la comunicación permiten que mejoren las relaciones y el flujo de información. Se asume que la simple evolución de los elementos tecnológicos facilita la comunicación, pero esto no siempre es así. Se trata como excepción lo que es norma y en buena medida esencia de los medios de difusión masiva. No hemos encontrado referencias sobre quiénes son los dueños de los medios de difusión masiva ni explicaciones a cerca de a qué intereses suelen servir y a cuales no. Tampoco del grado de poder que llegan a poseer, y de la influencia misma que proyectan en las sociedades. Aunque existen muchos trabajos publicados que caracterizan los medios de "comunicación" como un cuarto poder y se han dado múltiples hechos históricos que demuestran cómo la propaganda de los medios es capaz de crear una realidad a la medida de los deseos de quienes ostentan el poder, los libros de texto no permiten atisbar ninguno de estos problemas. 

 

Tampoco aparece el movimiento de contestación a los "medios de comunicación" ni sus alternativas (contrainformación a través de diferentes canales). Nada se dice de la transmisión oral de la información y la comunicación, y la relación que esta fórmula ha tenido con la mayor sostenibilidad de algunas culturas y sociedades. Se plantea explícitamente que los medios de difusión permiten mantener la unidad lingüística, y no que condicionan fuertemente la diversidad lingüística. Sí es cierto que algunos textos han presentado algunas referencias críticas a estos medios. Se hace necesaria por tanto una exposición más justa y profunda sobre el alcance de estos medios en el aula, en los libros de texto y en los debates en clase entre docentes y estudiantes. Puesto que los textos ocultan el entramado de los medios de difusión, sería preciso incluir elementos que permitan a alumnos y alumnas interrogarse sobre: ¿Qué es lo que necesitamos conocer?, ¿Dónde está el conocimiento del territorio?, ¿Qué son hoy en día los medios de comunicación? (empresas, parte de grandes corporaciones eléctricas, del motor, bancos, editoriales, industrias culturales, etc.) ¿Quiénes “fabrican” las noticias para todo el planeta?, ¿Hasta qué puntos están estas noticias manipuladas en función de la satisfacción de ciertos intereses? ¿Qué son agencias de noticias?, ¿Cuántas hay y de qué países son?, ¿Cómo se selecciona la información?, ¿Para qué necesitamos los medios de difusión?, ¿Qué papel juegan los medios de difusión masivos en la supresión de la diversidad cultural? 

 

32.- EL SILENCIO SOBRE LA TELEVISIÓN. La televisión ocupa un espacio mínimo en los libros de texto en comparación con la relevancia que este objeto tiene en la actividad, (más bien pasividad), diaria de las personas -3,5 horas de media al día-. Si las referencias a la televisión son pocas, las referencias a los problemas graves de la televisión en relación con la sostenibilidad son inexistentes. Es preciso tener en cuenta que la televisión se interpone como retroalimentación errónea entre la cultura y el territorio, entre la observación directa y la realidad. La televisión se presenta como un hecho incuestionable. En ningún caso es problematizada su esencia ni su papel en la concentración de poder o en la potenciación de la producción y el consumo. A la televisión se le atribuyen una serie de mitos: que gracias a ella podemos recibir información de todas partes, que enseña cómo es el mundo…Mitos éstos, cuando menos cuestionables. Por ejemplo, el libro de Ciencia Tecnología y Sociedad de 1º de Bachillerato Ed. Algaida asegura que "La televisión nos acerca a las culturas más distantes". Al llamar a la TV medio de comunicación se muestra el escaso interés por entrar a analizar la verdadera naturaleza de la televisión. Por ejemplo, el libro de Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato Ed. Edebé comenta: “Las comunicaciones por cable y por satélite han interconectado el planeta y han permitido, por ejemplo, el desarrollo de la telefonía móvil, a la vez que han hecho que la televisión se convierta en un medio de comunicación inmediato capaz de retransmitir en directo una guerra, como quedo patente en la guerra del golfo Pérsico”. La televisión se asocia indirecta o directamente con el progreso, el desarrollo y la modernidad, ignorando que podría ser causa de deterioro. Los libros de texto ignoran el problema de la escapada virtual, que consiste en relacionarse, percibir, preocuparse, sentir emociones y ocuparse más de las pantallas y de la percepción de la realidad que ellas muestran que de la realidad misma. 

 

Existen algunas tímidas propuestas de ver menos la televisión o de ver programas más adecuados que se insertan más en la idea de lo políticamente correcto que en una crítica esencial al fenómeno televisivo. Tampoco se estudia en profundidad el fenómeno de la televisión basura. Hemos encontrado algunas críticas, como por ejemplo en el libro de Lengua y Literatura de 1º de Bachillerato Ed. SM, que cuenta: ".... la mitad de los españoles ni lee ni va al cine nunca, que el 75% jamás va al teatro, un 92% nunca fue a un concierto de música culta, y los periódicos... los lee sólo el 30% de la población, mientras que delante del televisor se pasan los españoles, por término medio, 210 minutos diarios...". Otro ejemplo es el libro de Educación Física de 1º de Bachillerato Ed. Bruño, que asegura: "No nos engañemos, los espectáculos deportivos tienen como principal objetivo vender productos... a partir de seleccionar aquellas imágenes que más mueven a la pasión...". O bien el libro de Historia Contemporánea de 1º de Bachillerato Ed. Edebé, que afirma: “La información se ha convertido, además, en un factor clave para la economía y ha generado la aparición de importantes grupos empresariales que tienden a concentrarse y a controlar medios diversos: prensa, televisión, etc.”. Son quizá las únicas referencias críticas reseñables que hemos encontrado. Sería de interés dar una visión completa del fenómeno televisivo. La TV no es un aparato sino un sistema que tiene muchos elementos. De quién es, cómo se seleccionan las noticias, quienes son los emisores y quienes los receptores, lo que no sale, las funciones, la financiación, etc. La esencia de la TV no deja de ser que unos pocos se dirigen a muchos con voz, sonido e imagen. También sería útil conocer las servidumbres que la TV como medio de difusión masivo tiene, como por ejemplo la servidumbre publicitaria y comercial, el hecho de legitimar al sistema que favorece a sus dueños, la obligación de mantener unos índices de audiencia y por lo tanto despertar atención. Puede resultar de interés conocer el fuerte deterioro que la TV provoca en la red de relaciones interpersonales al dificultar que esta red se desarrolle (la televisión ocupa 3,5 horas de media al día). Sería interesante problematizar características asociadas a la TV que se predican sin ser cuestionadas, como por ejemplo que la TV te integra en el mundo, que nos permite conocer todos los rincones del planeta, que facilita la conversación, etc. La mayor parte de las experiencias educativas de interés sobre la televisión están destinadas a aprender a verla mejor. Contemplar el no verla o prescindir de ella pudiera ser interesante desde el punto de vista de la sostenibilidad. La disminución de la relación con las pantallas aumenta de forma significativa la relación con las personas y con el territorio. Una relación mayor con el territorio posibilita una relación más responsable con él. Continuaremos en siguientes entregas.  

 

 

Fuente Principal de Referencia: Informe "El currículum oculto antiecológico de los libros de texto", de Ecologistas en Acción

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