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15 abril 2014 2 15 /04 /abril /2014 23:00

"La guerra, la venganza y la desigualdad son signos evidentes de irracionalidad y de primitivismo"

(E. Carbonell, Catedrático de Prehistoria y Codirector del Yacimiento de Atapuerca)

 

 

 

 

En la entrega anterior de esta serie, nos quedamos comentando un Informe sobre las bases militares estadounidenses extendidas por todo el planeta. Sin embargo, este Informe es aún limitado, pues no incluye las establecidas en Kosovo, Israel, Reino Unido, Kirguizistán, Uzbekistán, Okinawa (con diez nuevas bases), Pakistán (con cuatro bases), Afganistán e Irak, donde a partir de la Camp Anaconda que ocupa 25 Km2 y que puede acoger a más de 20.000 soldados, el Pentágono construye ya catorce bases permanentes para albergar a 114.000 soldados, como eslabones de la cadena establecida en el Golfo Pérsico, situada en las autocracias de Bahrein, Kuwait, Qatar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, contempladas en el plan para el control militar del Oriente Medio. Tampoco considera a las sedes de las nuevas bases militares en Europa Centro-Oriental: Rumanía, Polonia y Bulgaria; en Asia: Pakistán, India, Australia, Singapur, Malasia, Filipinas y Vietnam; en el Norte de África: Marruecos, Túnez y Argelia; en África Occidental: Senegal, Ghana, Mali y Sierra Leona.

 

estado_guerra41.jpg¿Pero cuál es el último motivo, la razón última de esta estrategia imperialista de USA? De una parte, su tremenda y ancestral ignorancia e incultura, sumadas a su arrogancia extrema les lleva desde siempre a mantener una cruzada contra el socialismo y el comunismo internacionales, intentando eliminar de raíz todo atisbo de implantación en cualquier parte del mundo. Y bajo esta excusa, han emprendido las invasiones y las guerras más cruentas e inverosímiles contra muchos países del globo, como por ejemplo en el Chile de Salvador Allende, donde está clara su implicación en la caída del gobierno democrático, en la década de los setenta del siglo pasado. Bajo este prisma, su filosofía es bien simple, y ha sido enunciada por Noam Chomsky en su obra "Las intenciones del Tío Sam" de la siguiente forma: "Si se desea un sistema global subordinado a las necesidades de los inversores estadounidenses, no se pueden dejar partes del sistema al azar". Y según el Presidente Henry Kissinger, Chile era "un peligroso virus que podía afectar a toda la región". Un virus que, por tanto, había que eliminar, al igual que están intentando hacer, ahora, con Venezuela.

 

estado_guerra42.jpgDe otra parte, el propio capitalismo necesita a la guerra como continuación, como garantía de su expansión, como conexión y salida de sus negocios. Y en este sentido, la estrecha relación e interconexión de los dirigentes norteamericanos con el mundo empresarial se hace patente. En efecto, los gobernantes estadounidenses, de prácticamente todos los gabinetes presidenciales, han tenido grandes conexiones con el gran capital. En su obra "Elementos para entender la crisis mundial actual", los autores Víctor H. Palacio Muñoz, Miguel Ángel Lara Sánchez y Héctor M. Mora Zebadúa exponen textualmente refiriéndose al mandato de George W. Bush: "La promoción de la política guerrerista se entiende cuando vemos las relaciones del gabinete de Bush con las grandes multinacionales. El propio Bush es un magnate petrolero socio de Harken Energy y de General Electric, Duke Energy, ExxonMobil, Newmont Gold Mining Corporation, Pennzoil y Tom Brown Inc. Su Vicepresidente Dick Cheney es accionista de Halliburton (petrolera), Procter & Gamble, Union Pacific y Electronic Data Systems. Colin Powell, Secretario de Estado, es socio de AOL Time Warner, Gulfstream Aerospace y General Dyanamics. Donald Rumsfield, Secretario de Defensa, tiene acciones y perteneció a los Consejos de Administración de G.D. Searle/Pharmacia (farmacéutica), General Instrument/Motorola, Gulfstream Aerospace, General Dynamics y otras. Condolezza Rice, Consejera de Seguridad Nacional, es socia de Chevron (petrolera), Charles Schwab (Agencia de Inversiones en bolsa), y Transamerica Corp. (seguros)".

 

estado_guerra43.jpgPero aún hay más: "El Secretario de Energía, Spencer Abraham, es socio de General Motors, Ford Motor Company, Lear Corp. y Daimler Chrysler. Donald L. Evans, Secretario de Comercio, es accionista de Tom Brown Inc. (petróleo y gas) y TMBR/Sharp Drilling (perforación de pozos de petróleo y gas). Norman Y. Mineta, Secretario de Transporte, es accionista de Lockheed Martin, Norhwest Airlanes, Greyhound, United Airlines, Union Pacific y Boeing. Anthony Principi, Secretario de Asuntos sobre los Veteranos, es accionista de Lockheed Martin, tiene acciones en Microsoft, Schering-Plough, Ford y Qualcomm. Tommy G. Thompson, Secretario de Salud y Servicios Sociales, es socio de Amtrak, AOL Time Warner y General Electric. Y la lista de altos funcionarios asociados al gran capital internacional y armamentista sigue". Y lo mejor de todo, son las argucias argumentales mediante las que USA intenta vender su estrategia armamentista por todo el mundo. Las razones expuestas resultan ya insufribles, vergonzantes, cínicas, ridículas y bochornosas.

 

estado_guerra44.jpgEn este sentido, rescato a continuación las palabras de Manuel Pardo, Capitán de Navío en la Reserva, que nos dice lo siguiente: "Por otra parte, el enquistado conflicto en Oriente Medio se intenta mostrar como una amenaza a la seguridad de Occidente y un imperativo de defensa de los Derechos Humanos. A quienquiera que le preocupe el asunto y no quiera verse adormecido por la machacante propaganda oficial, le resulta evidente que una intervención de los EE.UU., con el apoyo activo o pasivo del Estado Español, no traerá otra cosa que más miseria, más destrucción y más muerte. Los Derechos Humanos no han sido nunca una preocupación para los EE.UU., como lo demuestra su negativa a firmar el Tratado de Roma y someterse al Tribunal Penal Internacional. Su absoluto desprecio por ellos ha quedado en evidencia en las numerosas intervenciones en las que ha participado, con o sin armas de destrucción masiva, en Vietnam, Panamá, Afganistán o Irak. En todos los casos, su actuación no ha hecho más que empeorar las condiciones de vida de sus sufridas poblaciones, alimentando un rencor planetario que hoy se manifiesta explosivo. En estas condiciones, ¿qué papel juegan los países "aliados"? ¿Y sus Fuerzas Armadas?".

 

estado_guerra45.jpgY por su parte, Víctor Arrogante se expresa en los siguientes términos: "La guerra saca a la luz lo peor del ser humano. Pese a lo que parece, las guerras han cambiado poco en la Historia, si acaso los instrumentos para la destrucción, el sufrimiento y la muerte. Hoy estamos en las guerras de "cuarta generación" (comprenden la guerra de guerrillas, la guerra asimétrica, la guerra de baja intensidad, la guerra sucia, el terrorismo de Estado u operaciones encubiertas). Los guerreros de EE.UU. no saben lo que inventar. En este tipo de guerras no hay enfrentamiento entre Ejércitos regulares ni forzosamente entre Estados. Usan "drones", aviones teledirigidos, y las víctimas (civiles, mujeres y niños inocentes) son llamados "daños colaterales". En efecto, estamos situados actualmente en la época de las guerras "preventivas" y "humanitarias" (con la flagrante contradicción que estos términos representan), en las guerras televisadas, y en la asunción social de los conflictos como algo duradero e inevitable.

 

Y Eric Fromm estaba convencido de que vivir bajo la amenaza permanente de la destrucción total causaba efectos psicológicos que se evidenciaban en la vida cotidiana de las personas mediante manifestaciones como el miedo, la hostilidad, el endurecimiento del corazón, la indiferencia por los valores, todo lo cual provoca que las personas se conviertan en bárbaros, y que corra serio peligro la convivencia en libertad. Fromm planteaba como necesarios una serie de pasos para garantizar el desarme y el entendimiento político que condujeran a una paz duradera, esos pasos consistían en primer lugar en establecer el desarme psicológico que pusiera fin al odio y la suspicacia, como segundo peldaño entendía imprescindible la ayuda económica a los países subdesarrollados, y para concluir, planteaba el fortalecimiento y la reorganización de las Naciones Unidas para que certifiquen el desarme y organicen la ayuda económica. Pensamos que el gran filósofo, escritor y pensador dio en el clavo con sus apreciaciones, que desde la izquierda suscribimos totalmente. Continuaremos en siguientes entregas.

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14 abril 2014 1 14 /04 /abril /2014 23:00

"El sistema capitalista, insaciable, no se conforma con la obtención de la plusvalía de los trabajadores, sino que pone en práctica nuevas fórmulas de explotación a través de las cuales arrebata los ingresos de las clases populares incitándoles de manera permanente al consumo de bienes absolutamente innecesarios para un modelo de vida más natural, racional y coherente"

(Antonio José Gil Padilla)

 

 

 

 

 

Este impulso a consumir de forma constante nos condena a ser pobres permanentemente, ya que siempre parece, tenemos la impresión, de que nos está faltando algo, no basta con que hayamos comprado alguna cosa que esté a la moda, en poco tiempo se convertirá en anticuada. Eric Fromm ya afirmaba estas cosas antes de la aparición de los primeros ordenadores personales, de los teléfonos móviles, de los televisores de plasma, de las cámaras digitales, etc. Es decir, que en la actualidad, toda esta filosofía consumista se ha exacerbado aún más, porque se ha acelerado exponencialmente el tiempo en que las cosas envejecen y deben ser desechadas por antiguas. Y lo apostillaba en los siguientes términos: "Aunque la mayoría de las personas en este sistema económico tienen mucho más de lo que necesitan, se ven a sí mismos como pobres, porque no logran seguir el ritmo y aprovechar la masa de bienes disponibles: de este modo se fortalece la pasividad, también la envidia y la avidez, y finalmente el sentimiento de debilidad íntima, de impotencia, de sumisión. El Hombre vive sólo como lo que tiene, no como lo que es".

 

sociedad_consumo31.jpgMucha gente se aburre en las vacaciones, o cuando finalizan están tan estresados que el regreso es un alivio. Otras veces pasamos el fin de semana tirados en un sillón frente a un televisor, tragándonos pasivamente toda una sarta de programas absurdos y alienantes. Mientras esto ocurre, las estadísticas nos dicen que se ha producido una reducción radical de la lectura de libros y de la concurrencia a los teatros. En la sociedad capitalista moderna, no sólo se generan bienes, sino que también se crean constantemente nuevas necesidades para inducir a las personas a incrementar el consumo, ese es el objetivo de la propaganda. Muchos de los deseos que parecen surgir espontáneamente desde nuestra propia voluntad, en verdad son generados desde fuera, no obstante se hace de una forma sutil, de manera que uno tenga la ilusión de que posee "la libertad de elegir", aún cuando resulta evidente el bombardeo mediático al que estamos sometidos.

 

sociedad_consumo32.jpgY cómo no, nuestra alocada sociedad de consumo también se internacionaliza, al igual que el propio capitalismo salvaje. Como pieza de este capitalismo globalizado, el consumo también se globaliza. En su reciente e interesante artículo "La mercancía totalitaria", Pablo Batto nos indica lo siguiente: "El mercado global de mercancías es el movimiento autónomo del fruto del trabajo humano, que en vez de ser dominado por sus propias productoras, las somete a sus leyes económicas. Un campesino pakistaní trabaja en las plantaciones de algodón que procesa una maquiladora haitiana, para hacer una camiseta que compra una adolescente italiana en un centro comercial por menos de 10 euros. Esta impresionante cooperación planetaria resulta por completo menospreciada: a la consumidora le son indiferentes las personas que están detrás de su producto. Lejos de reforzar una solidaridad intercontinental, este intercambio supone pobreza y explotación para los países productores, y la ansiedad patológica del consumo a los países consumidores, grotescos privilegiados de todo el sistema. Las personas han perdido la capacidad de influir sobre el producto de su trabajo. Al contrario: son esclavas de éste".

 

sociedad_consumo33.jpgY posteriormente añade: "En las sociedades de consumo, la devoción de las personas por las mercancías (aparentemente la única sustituta posible a la pérdida de identidad, pertenencia, autoestima, comunidad, reconocimiento, etc.) llega a niveles que superan el amor religioso o el culto a un líder. Asesinatos por un par de zapatillas de marca, televisores de plasma en infraviviendas, logos tatuados o personas que han muerto aplastadas por la multitud en las rebajas de un centro comercial, son sólo algunos ejemplos entre otros muchos". Y así llegamos a una sociedad mundial de consumo cruel y despiadada, como el mismo capitalismo que la genera, y donde se enmarca. De hecho, podemos afirmar que hoy en día, cualquier situación de explotación, represión, guerra, miseria o genocidio en el mundo, está provocada, financiada, o como mínimo tolerada, por el ansia de producir mercancías baratas y de controlar las materias primas, recursos naturales, y reservas energéticas necesarias para ello. Podemos ver ejemplos en multitud de situaciones.

 

sociedad_consumo34.jpgPor ejemplo, la fabricación de un dispositivo móvil de última generación requiere la extracción de unos veinte minerales diferentes, que provienen de canteras de países donde se toleran serias violaciones de los Derechos Humanos, y donde existe escasa o nula protección social o laboral (China es la principal productora de indio y coltán, dos minerales extraídos generalmente mediante mano de obra infantil, y el coltán es uno de los intereses geoestratégicos que alimentan el conflicto armado en la República "Democrática" del Congo), con el desastre ecológico que conlleva la minería, y que se transforman y ensamblan en un proceso que deja importantes residuos tóxicos y se lleva a cabo en condiciones de trabajo realmente lamentables. El inmenso poder e influencia de las empresas transnacionales que controlan estas etapas de extracción, producción y distribución es capaz de presionar a los diferentes gobiernos para que adapten sus economías a las necesidades corporativas privadas. Dado que, en este sentido, no existe un dispositivo que no esté manchado de sangre, todo el negocio de la telefonía móvil y la industria que gira en torno a ella, sus aplicaciones, sus innovaciones, su tecnología, sus ofertas, tarifas, márketing, películas y discos para descargar, suponen un expolio a la Naturaleza y una violación de la vida y la dignidad humanas.

 

sociedad_consumo35.jpgPero la cadena consumista continúa, no se detiene ante nada. En las sociedades de consumo, la publicidad, el modelo de los macrocentros comerciales, o de los supermercados (cuya estrategia comercial está calculada al milímetro, véase al respecto el magnífico artículo de Esther Vivas "Gran Hermano en el supermercado"), y la necesidad (real o ideológica) de gastar lo menos posible en los productos básicos, llevan a las personas a la órbita de influencia de las grandes marcas. Y por supuesto, detrás de las grandes marcas, están las grandes empresas transnacionales, responsables de toda la criminal y perversa política consumista que nos invade, con la complicidad de sus serviles gobiernos. Por ejemplo: un municipio semi-rural en el que el desempleo, los bajos salarios y las deudas, así como la publicidad y el márketing, llevan a la población a comprar en grandes cadenas de supermercados en las que todos los productos pertenecen a un pequeño grupo de imperios multinacionales, mientras agricultores y productores locales, usando criterios éticos, no encuentran cómo dar salida a sus productos, por no poder asumir los precios de éstos.

 

Y por su parte, la competencia entre las empresas es feroz y desquiciada. La finalidad última de la maquinaria económica y social a nivel global es la concentración cada vez mayor de riqueza y recursos en menos manos. La competencia es el mecanismo imparable que se asegura de que nadie altere esta dinámica: superado cierto nivel de acumulación, la empresa que no continúe creciendo no permanece con su propia entidad, sino que es devorada y absorbida por otra. "Crecimiento o muerte" es por tanto la cruel consigna, y cuando las empresas competidoras utilizan lobbies para conseguir mayor influencia política en la defensa de sus espúreos intereses, mano de obra semi-esclava, externalización de costes, despidos masivos, deslocalización de sus sedes, y un volumen de producción completamente insostenible, es imposible conseguir su volumen de capital sin continuar recurriendo a esas mismas estrategias. Continuaremos en siguientes entregas.

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13 abril 2014 7 13 /04 /abril /2014 23:00

"Una idea, antes de hacerse realidad, tiene una extraña semejanza con la utopía"

(Jean Paul Sartre)   

 

 

 

 

Desde las bases, desde los simpatizantes, desde la gente que nos consideramos de izquierda, siempre hemos criticado el Acuerdo de Gobierno entre IU-CA y el PSOE en Andalucía, pero creemos que ya se han sobrepasado todos los límites. En estos días, estamos asistiendo a un lamentable y patético espectáculo por parte del PSOE andaluz, que a modo de padre que intenta corregir las malas prácticas de su hijo, o bien de profesor a su alumno, ha retirado las competencias en materia de Vivienda a la Consejería del mismo nombre del Gobierno andaluz, Consejería que estaba representando, con diferencia, savia nueva y fresca en las anquilosadas, fracasadas e injustas políticas que el PSOE había llevado a cabo en anteriores legislaturas, cuando poseía la mayoría absoluta. Pero relatemos en primer lugar someramente los hechos en torno a la Corrala Utopía, para tener un poco más de conocimiento de causa a la hora de poder emitir una opinión formada.

 

El Juzgado de Instrucción Número 3 de Sevilla emitió un auto el pasado 25 de febrero en el que mandataba a las Administraciones Públicas a "proveer lo necesario" para atender "a los menores y otras personas en riesgo de exclusión social" de dicho colectivo. Entonces, la Junta de Andalucía, a través de su Consejería de Fomento y Vivienda, y el Ayuntamiento de Sevilla, acordaron el pasado 5 de marzo la creación de una Comisión Técnica, con participación del Defensor del Pueblo Andaluz, para buscar una solución a dichas familias. En el marco de dicha Comisión, el Defensor del Pueblo pidió a las Administraciones el realojo para las 22 familias, por entender que se encontraban en dicha situación. Pero el Ayuntamiento sevillano se negó a poner ninguna de sus más de 500 viviendas vacías a disposición de la solución. La Consejería abrió entonces una negociación con Ibercaja para encontrar una solución al conflicto, pero el desalojo de la Corrala el pasado 6 de abril reventó dicha negociación.

 

Las familias se quedaron en la calle, por lo cual la Consejería propuso una solución de urgencia al Ayuntamiento de Sevilla, que éste rechazó. Ante tal situación, la Consejería asumió de forma unilateral, ante la ausencia de otras soluciones alternativas, el realojo de las familias desalojadas en cumplimiento del mandato judicial antes expresado. Ante este panorama, la Presidenta de la Junta, Susana Díaz, firma un Decreto retirando las competencias a la Consejería de Elena Cortés, lo que supone un revés y una desautorización en toda regla, además de un escarnio político del PSOE andaluz hacia la coalición de izquierdas. Por todo ello, entendemos, como decíamos al principio, que se han rebasado todos los límites, y que la única salida digna que cabe es la ruptura definitiva del Acuerdo de Gobierno entre IU-CA y el PSOE-A, y la dimisión de todos los cargos de IU-CA de la Junta. De hecho, se trata de un Acuerdo Programático que nunca debió desembocar en la presencia de la coalición de izquierdas en un Gobierno del PSOE-A, sino que únicamente debió servir para trazar una serie de puntos, de líneas de colaboración, para controlar, mediante el 12% escaso de voto que los andaluces concedieron a IU-CA, que desde el PSOE-A se ejecutara una auténtica política de izquierdas, dentro de las posibilidades. Muchos, en su momento, denunciamos que la entrada en el Gobierno andaluz era una maniobra errónea y peligrosa, que incidiría negativamente en la credibilidad de la organización de izquierdas, como de hecho, así ha sido.

 

Gran parte del electorado no puede comprender dicha complicidad, y no entiende cómo IU-CA se hace cómplice de las políticas económicas que abundan en los recortes sociales y laborales, así como en la identificación con el objetivo de reducción del déficit público, como máxima general, que anula cualquier otro objetivo social. Y algunas traiciones ha tenido que soportar IU-CA en el Parlamento andaluz, al ver que su fuerza coaligada votaba a veces contra lo pactado, como cuando el PSOE-A votó a favor de la aprobación en Andalucía de las prácticas de fracking. Pero precisamente, ha sido la Consejería de Vivienda la que ha comenzado a practicar, aún con muchos fallos e incongruencias, una política de función social de la vivienda, en contra de la especulación y del pelotazo del ladrillo, así como de complicidad con la banca, que era la que se venía desarrollando. Se ha hablado mucho sobre si se ha incumplido la legalidad al dar "preferencia" a las familias de la Corrala Utopía sobre otras que demandaban desde listas de espera la concesión de viviendas en alquiler social. Pero esto no es cierto, porque la Ley prevé mecanismos de excepcionalidad (entiéndase medidas de realojamiento transitorio) para familias en riesgo de exclusión social. La medida por tanto tiene un perfecto anclaje legal.

 

Por tanto, es falso que estas medidas supongan agravio alguno contra los 12.000 sevillanos que están esperando una vivienda en alquiler social. El único agravio lo constituye el hecho de que el Ayuntamiento de la localidad hispalense disponga de más de 500 viviendas vacías, y que sea incapaz de darles el uso social correspondiente. No se trata por tanto de un realojo definitivo, sino de un alojamiento transitorio en respuesta a una situación temporal, perfectamente justificada. Y en cuanto al PP, que rápidamente recomendó a la Presidenta que cesara a la Consejera de IU, y que se le ve frotarse las  manos ante este conflicto, habría que decirle que en todas las Comunidades donde gobierna, las viviendas vacías (incluso las de la SAREB, el "banco malo" creado por su Gobierno), en vez de ser utilizadas para alquier social, están siendo vendidas a terceras empresas privadas, los llamados "fondos buitre", que sólo tienen intención de continuar especulando con el derecho humano a la vivienda. La desfachatez del PP es supina, y queda totalmente desautorizado por sus indecentes prácticas en estas cuestiones. Pero como decimos, la reacción del PSOE-A y de la Presidenta de la Junta, en vez de apoyar a su Consejera, ha sido la de retirarle sus competencias, lo cual entendemos que ha colmado el vaso de la mínima lealtad exigible entre las dos formaciones. Ahora se constata que la entrada en el Gobierno andaluz de IU nunca debió producirse, pues ha perjudicado más que beneficiado a la izquierda real. Sólo queda una opción, si es que a IU-CA le queda aún algo de dignidad política: romper todos los acuerdos, negociaciones y pactos con el PSOE-A, y dimitir de todos los cargos en la Junta.

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9 abril 2014 3 09 /04 /abril /2014 23:00

"La causa republicana no es más que la forma que adopta la causa democrática en España en la actualidad"

(José López)

 

 

 

republica71.jpgContinuando con el relato del contexto social republicano al que aspiramos desde la izquierda, vamos a mencionar en esta entrega la necesidad de la existencia de un auténtico pluralismo informativo. Hoy en día, el derecho a la información se presenta como un derecho sesgado y manipulado por el gran poder económico y empresarial. Actualmente, la opinión se disfraza de información en prácticamente todos los medios públicos y privados. Los medios manipulan la realidad a su conveniencia, con el objetivo esencial de formar opiniones en vez de informar de los hechos ocurridos, de sus causas y consecuencias. Manipular la verdad requiere todo un conjunto de técnicas, estrategias y habilidades concretas, que los medios despliegan con gran efectismo. Porque manipular la verdad no sólo consiste en mentir, en ignorar o en censurar, sino también en contar las cosas de cierta manera, con cierto estilo, incluso en gestionar el tiempo empleado para contarlas.

 

En este sentido, la pluralidad informativa que pretendemos exista en la III República parte de un principio muy básico: la verdad sólo puede abrirse camino si todas las ideas, si todas las opciones, tienen cabida en el arco informativo. José López, en su artículo "De la desinformación", nos dice textualmente: "Cuando no se dan datos, cuando no se dan suficientes, cuando los datos son confusos, cuando se dan para lo negativo pero se obvian para lo positivo o al revés, cuando no se dan las fuentes de los mismos, cuando se descontextualiza, cuando simplemente se dan opiniones no suficientemente razonadas, cuando no se dan las mismas opciones a las partes enfrentadas, cuando no se concreta, cuando no se profundiza, no se informa (...). Es propaganda disfrazada de información. Es subjetivismo disfrazado de objetividad. Es religión disfrazada de ciencia". Es evidente que no podemos combatir todas las prácticas de manipulación informativa, pero también lo es que tenemos la obligación (en un sistema que se llame democrático) de que los medios de comunicación públicos no practiquen la desinformación, y de restringir mucho el poder de que los medios privados lo hagan.

 

republica72.jpgPor tanto, esta República de la Información que queremos deberá combatir con fuerza estos fenómenos. Porque ésta es la filosofía general de funcionamiento de los actuales medios de comunicación de masas, gobernados también (¡cómo no!) por el desaforado capitalismo. Son transmisores de opinión camuflados, son medios de adoctrinamiento. En los programas informativos no hay información, en los programas de debate no hay debate, en los programas documentales no hay profunda explicación y fundamento. Y el derecho a la información debe constituirse en un derecho público ciudadano de primer orden. Por ejemplo, el cuestionamiento del capitalismo es un tema tabú para la prensa del sistema. Incluso el cuestionamiento de la actual democracia. Y no es democrático un país, como el nuestro, que desmonta sin más medios de comunicación públicos, como ha ocurrido en Valencia con Canal 9. Si queremos documentarnos sobre estos temas, hemos de dirigirnos a la prensa alternativa, sobre todo la que está presente en Internet (de la cual hemos recomendado ya muchos sitios). En última instancia, se trata, desde los medios de desinformación, de anular el pensamiento libre y crítico, y de instalar el pensamiento único, el pensamiento dominante, maximizando la manipulación y la alienación sobre los (des)informados. Este es el panorama.

 

En concreto y para combatirlo, proponemos al menos la consecución de las siguientes medidas, condiciones y objetivos:

 

1.- Deberá limitarse la capacidad de conformación de oligopolios de la comunicación, mediante el impedimento para la posible concentración de las cadenas privadas en pocas manos.

 

republica73.jpg2.- Deberá incluirse el principio de neutralidad de los medios de comunicación públicos en los procesos electorales.

 

3.- Deberá defenderse el carácter público de los medios de comunicación públicos, prohibiendo expresamente su privatización.

 

4.- Deberá prohibirse la limitación por parte del Gobierno de la utilización de las redes sociales, salvo cuando sus contenidos puedan ser delictivos, o contrarios a los valores democráticos.

 

5.- Deberá protegerse la independencia y profesionalidad de los periodistas y demás agentes de la comunicación, mediante la previsión constitucional de la figura de un Estatuto del Profesional de los Medios de Comunicación.

 

6.- Deberá preverse constitucionalmente que el Director/a de los medios de comunicación públicos sea elegido por el Congreso de los Diputados, y no nombrado por el Gobierno.

 

De esta forma, podremos consagrar un mínimo contexto de respeto institucional y garantías de independencia y pluralismo informativo, y restringir al máximo las posibilidades de manipulación informativa de los medios de comunicación. Continuaremos en siguientes entregas.

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8 abril 2014 2 08 /04 /abril /2014 23:00

Aunque estamos utilizando los vocablos "izquierda" y "derecha" para distinguir a unos partidos políticos de otros, por ser términos de uso cotidiano, es conveniente, antes de continuar, abordar esta cuestión de orden nominal para poder entender, en adelante, quiénes son los que abusando del prestigio y significado histórico de unas siglas o del término "izquierda", engañan y estafan a la ciudadanía para beneficio propio, y para perpetuarse en el poder. Sin ir más lejos, la líder del PSOE y candidata a las Elecciones Europeas, Elena Valenciano, hacía referencia, de forma engañosa, a este término, arrogándose las conquistas de la "izquierda" que, según ella, representaba su partido. Es necesario desde este momento preguntarse: ¿es apropiado seguir hablando en la actualidad de izquierda y derecha como verdaderas propuestas políticas opuestas en sus principios y en su desarrollo político? ¿No sería más conveniente utilizar otro binomio más clarificador, dada la mala utilización y el abuso de los citados términos? Si no fuera así, será necesario recuperar el verdadero significado político de la palabra "izquierda" para ubicar en ella actualmente a las fuerzas tildadas de "antisistema", y situar en la derecha a todos aquéllos partidos integrados en el sistema que participan en mayor o menor medida en este juego, y defienden los intereses de la clase dominante.

 

mercado_politica51.jpgPor tanto, creemos que para utilizar el término "izquierda" de forma legítima, hemos de replantear una ruptura con el sistema socioeconómico actual, esto es, con el capitalismo. Sin embargo y en la práctica, la confusión promovida por las fuerzas del bipartidismo (PP-PSOE) en torno a estos términos sólo está en función de garantizar la alternancia en el poder, que no la alternativa, porque si de verdad existiera una izquierda real (sólo parte de ella se encuentra en IU, Izquierda Anticapitalista, y otros grupos), nos propondrían un cambio radical en el sistema económico actual, y esto sí que representaría una "alternativa" a lo que tenemos actualmente. Recurramos a las palabras de Antonio José Gil Padilla: "Los grupos políticos que se alternan responden de igual manera a los mismos dictámenes que les marcan los poderosos. Unos pueden pintarse de azul, otros de rojo, pero ambos cumplen la misma función: defender los intereses del poder económico. Por lo tanto, cuando las distintas opciones políticas no ofrecen modelos sociales y económicos claramente diferentes, no constituyen alternativas válidas. Cuando esas opciones, abierta o subrepticiamente, asumen el mismo sistema económico y la misma organización social, y se soportan sobre ellos, se burlan de los ciudadanos, abusan de su ignorancia (generada intencionadamente), vacían de contenido cualquier atisbo de auténtica democracia, y convierten la política en un simple mercado".

 

mercado_politica52.jpgPorque la alternativa es algo muy diferente a la alternancia. Una organización política o movimiento social sólo puede convertirse en alternativa real si rompe, en parte o en todo, con el sistema socioeconómico vigente, teniendo como referente los valores de igualdad y solidaridad. Cualquier otra cosa es, cuando menos, un engaño social masivo. En algún tiempo, entre la especialización, las ideas y la terminología política, existía un evidente y correcto acomodo, clasificándose todas estas dimensiones en expresiones diferenciales, simétricas y antagónicas: izquierda y derecha. A raíz de las revoluciones de finales del siglo XVIII, la verdadera izquierda se ha caracterizado por protagonizar los cambios acaecidos, y la derecha por conservar el estado de cosas existentes. Por esta razón, la izquierda real ha sido siempre (y deberá seguir siendo para mantener el epíteto de "real") revolucionaria, y la derecha contrarrevolucionaria por su oposición a las profundas transformaciones económicas y sociales que puedan plantearse. La principal misión de la izquierda en esta época debe ser "la superación del capitalismo y el avance hacia una sociedad sin explotación y sin alienación, hacia un socialismo concebido como la plena realización de los Derechos Humanos y la profundización de la democracia" (IU, 1999), haciéndola, añadimos nosotros, más real, completa y participativa.

 

mercado_politica53.jpgEs claro y manifiesto que hoy día, tanto la izquierda como la derecha parlamentarias, forman parte de una misma estrategia antirrevolucionaria, ya que admiten el mismo modelo económico y la misma forma social (o antisocial) establecida en clases de ricos y pobres. Es notorio que la práctica política ha vaciado de contenido el término "izquierda", engañando al electorado y haciéndole creer que se trata de una fuerza contraria a la opción antirrevolucionaria. Desgraciadamente, ni el PSOE ni IU (aunque existen otras fuerzas políticas menos conocidas) pueden ser calificadas de izquierdas (sobre todo con maniobras como la entrada conjunta de ambas en el Gobierno andaluz), en el sentido auténtico y genuino de la expresión, entrando en flagrante contradicción entre su autoubicación y su práctica. No obstante y en honor a la verdad, hemos de afirmar que el ideario de IU es mucho más radical y profundo que el del PSOE, con la abismal diferencia añadida de que IU jamás ha gobernado España. Por tanto, para poder hacer más justa nuestra crítica, debemos al menos dejarle dicha oportunidad. Y lo mismo ocurre con los partidos parlamentarios análogos del resto de los países de nuestro entorno. El riesgo más grave que se corre con estos fenómenos es el avance de las fuerzas políticas de corte populista, racista y de extrema derecha, esto es, el avance del fascismo, que es justo lo que está ocurriendo en estos momentos por toda Europa.

 

mercado_politica54.jpgRetomo las palabras de José López en su obra "La causa republicana", cuando explica: "Así pues en nuestras democracias, las diferencias entre la izquierda oficial y la derecha oficial se limitan a pequeñas discrepancias sobre cómo alcanzar los mismos objetivos declarados. Ambos partidos que sustentan el bipartidismo, la partitocracia disfrazada de democracia, defienden los intereses de la derecha, del gran capital, pero adoptan un discurso oficial más o menos izquierdista. Lo curioso de nuestras actuales "democracias" es que los partidos aparentan cierto izquierdismo, por lo menos en cuanto a los objetivos básicos de la izquierda (una sociedad más justa y libre), pero practican un claro derechismo. Ésta es la gran contradicción de nuestras actuales "democracias". Tenemos una ciudadanía con tendencias izquierdistas (como no podía ser de otra manera), gobernada por partidos más o menos de derechas. Esta contradicción delata que algo no cuadra en nuestras "democracias". Tenemos democracias de derechas que consiguen engañar al pueblo, que es por definición de izquierdas. La auténtica izquierda debe combatir la hipocresía de tales "democracias", poniendo en evidencia a los lobos (la derecha oficial) y a los lobos vestidos de ovejas (la izquierda oficial). Debe hacer contrastar al pueblo entre la teoría y la práctica, entre las etiquetas y los contenidos, entre las palabras y los hechos, para llegar a la verdad. A la verdad de que los dos partidos principales defienden los intereses de la derecha, de que son de derechas".

 

mercado_politica55.jpgY Santiago Alba Rico, gran filósofo, escritor y pensador de nuestro tiempo, en su reciente obra "¿Podemos seguir siendo de izquierdas?", también recalca la confusión sobre los términos, las conductas y los hechos, de la siguiente forma: "La izquierda no ha sabido defender el programa anticapitalista de la mayoría, mientras la derecha capitalista, que lo traiciona y lo hace imposible, se apropia siempre sus votos. Hay gente que se cree de izquierdas y que es derechas, y gente que se cree de derechas y que es de izquierdas. Esta es la mayor parte de la gente. El problema es que votamos con lo que creemos que somos, y no con lo que somos realmente". No cabe duda de que cuando en adelante utilicemos el término "izquierda" lo haremos con absoluta propiedad, y con él nos estaremos refiriendo a una fuerza o a un conjunto de fuerzas políticas y/o sociales transformadoras y revolucionarias, cuyo objetivo sea el derrocamiento del actual sistema en el marco de un modelo democrático que poco tiene que ver con el actual. Por esta razón, la izquierda tiene que ser, además, antisistema, y la derecha, por su naturaleza, deberá estar a favor del actual sistema clasista e irracional. Teniendo estas pocas ideas claras, será muy difícil que puedan seguir dándonos "gato por liebre". Finalizamos aquí esta breve serie de artículos, donde hemos pretendido, desde nuestros puntos de vista, denunciar las falacias de este mercado en que se ha convertido la política en nuestros días. Ojalá haya servido, al menos, para hacer reflexionar profundamente a muchos de nuestros lectores.

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7 abril 2014 1 07 /04 /abril /2014 23:00

"Los anuncios periódicos de crisis económica, como en el que supuestamente estamos ahora inmersos, sólo sirven para reajustar los beneficios de los más poderosos, generar nuevas bolsas de pobreza, pánico en las masas, sometimiento y merma en los procesos de lucha. Las desigualdades aumentan entre todos los estratos sociales, y aquéllos que tienen algún poder lo utilizan de forma sectaria para hacer más gruesa esa línea que separa a ricos de pobres"

(Antonio José Gil Padilla)

 

 

 

Hemos de ir finalizando esta serie de artículos, recalcando algunos aspectos finales que puedan haberse quedado en el tintero, en las entregas anteriores. En primer lugar, señalar que tenemos en la tasa de actividad una variable muy relevante para contrarrestar el dogma de los "expertos". Podemos seguir incorporando mujeres al mercado laboral, y podemos utilizar la tasa de actividad de los trabajadores inmigrantes, esos cuya entrada estamos vetando en nuestro país (en general, en Europa), pero a los cuales les damos después los peores trabajos, conscientes de que sus respectivos países de origen les ofrecen un futuro aún peor. Otra variable interesante a tener en cuenta es la productividad, que bien usada y controlada (y esto también se consigue mejorando ostensiblemente las condiciones laborales de la población trabajadora) es una baza positiva para el SPP, ya que un número menor de trabajadores podrá mantener a un número mayor de pensionistas.

 

hablemos_pensiones91.jpgOtro frente lo constituye, y algo hemos apuntado en entregas anteriores de esta serie de artículos, el propio hecho o fuente de financiación para el SPP. De entrada, hemos de afirmar que la propia Seguridad Social es parte del Estado, y que por tanto, el simple hecho de vislumbrar como posible (incluso insinuar, como se está haciendo por parte del Gobierno del PP) la quiebra de la Seguridad Social es ya un atentado contra el Estado Social que consagra la Constitución. Las fuentes de financiación del SPP están abiertas, y se han de considerar, cara al futuro, otras opciones posibles (además de las cuotas de las nóminas a los trabajadores), como por ejemplo la financiación mediante impuestos especiales, directos o indirectos. Lo que tenemos que tener claro desde la izquierda es que los pensionistas deben mantener y mejorar su poder adquisitivo, y que no pueden ser abandonados a su suerte, ni ser empobrecidos progresivamente, como el sistema propuesto está ya provocando. En última instancia, la protección social es responsabilidad sustancial y última del Estado, sea cual sea el mecanismo mediante el cual se garantice ésta.

 

hablemos_pensiones92.jpgLa Seguridad Social es parte del Estado, y nunca un sistema externo, cerrado y aislado de la Hacienda Pública, y que deba autofinanciarse para cumplir sus funciones. Los constantes anuncios de la cantidad de fondos que van quedando en la llamada "hucha" de la Seguridad Social no hacen más que intimidar a la ciudadanía sobre sus límites y posibilidades. La separación entre Seguridad Social y Estado es meramente administrativa y contable, pero no económica, ni mucho menos política. Pretender difundir cualquier otro mensaje es tendencioso y manipulador, pues va ligado también al mensaje de la posible quiebra del sistema, cuando hay que recordar que los sistemas privados de pensiones son los que tienen, en este sistema capitalista, auténticas posibilidades de quiebra. Sólo hace falta algo de memoria reciente sobre nuestra crisis, y sus consecuencias. El SPP ha de ser entendido, por tanto, como un Derecho ciudadano (al igual que otros, por cierto, que también se están intentando desmantelar). Un derecho que viene además recogido en el Artículo 50 de nuestra Constitución, esa que tanto defienden los que la incumplen sistemáticamente. El Estado está obligado a concurrir, por medio de los recursos que sean necesarios, para asegurar a nuestros mayores el pago de las pensiones, bien sea mediante las cotizaciones sociales, o bien mediante cualesquiera otros impuestos.

 

hablemos_pensiones93.jpgY respecto a los asuntos coyunturales, en ningún caso se puede afirmar que la viabilidad y sostenibilidad del SPP está siendo seriamente cuestionada por la actual situación de crisis económica. De entrada, afirmar esto es, cuando menos, de políticos poco responsables. Los políticos son elegidos para conservar, sostener y mejorar el ámbito público, no para finiquitar y empobrecer sus funciones. Y en cualquier caso, lo único que está en cuestión es la política económica seguida por el tándem PP-PSOE, que es la que nos ha traido a esta situación. Por otra parte, la esperanza de vida, la pirámide poblacional y la proporción entre población activa y pasiva no son las únicas variables que habría que tener en cuenta si se quiere comprobar la viabilidad del SPP, sino también la evolución de la renta per cápita. Si dicho indicador crece, no hay motivo, sea cual sea la pirámide poblacional, para afirmar que los pensionistas no puedan seguir percibiendo la misma renta. Si la renta per cápita aumenta, las cuantías de las pensiones públicas no sólo deberían no reducirse, sino que tendrían que incrementarse por encima del IPC. El problema de las pensiones hay que contemplarlo en términos de distribución y no de escasez de recursos. En los últimos 30 años, la renta per cápita en términos constantes casi se ha duplicado, y es de esperar que en el futuro continúe una evolución similar. Si es así, resulta absurdo afirmar que no hay recursos suficientes para pagar las prestaciones de jubilación, todo depende de que haya voluntad de implantar una verdadera política redistributiva.

 

hablemos_pensiones94.jpgFinalizamos aquí esta serie de nueve artículos donde hemos ido repasando, creo que sin dejarnos ninguno atrás, el conjunto de mitos, falacias y auténticas motivaciones que mueven al Gobierno del PP y sus adláteres, bajo la capitanía del poder financiero, a promover esta contrarreforma del SPP. Y finalizamos como comenzamos, afirmando que no es cierto que lo que pone en peligro el futuro de las pensiones sea que, afortunadamente, aumente la esperanza de vida, sino el aumento del paro, la especialización de nuestra economía en actividades especulativas, de bajo valor y poco productivas, y la desigualdad creciente, que hace que los salarios tengan cada vez menos peso en el conjunto de las rentas. Es decir, lo que pone en peligro las pensiones es todo lo que viene ocurriendo como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales que han sustentado los Gobiernos del PSOE y del PP durante los últimos años, siguiendo las directrices de la Unión Europea, y en particular, como consecuencia de la respuesta que se está dando a la crisis, cuyo único propósito es el de favorecer a los bancos y a las grandes empresas, y que está produciendo, precisamente, todos esos fenómenos: aumento del paro, de la precariedad, de la pobreza, de la exclusión social, y empobrecimiento masivo de la población.

 

hablemos_pensiones95.jpgDesde las altas instancias del poder económico, se están difundiendo de manera deliberada una serie de mensajes engañosos y catastrofistas sobre el futuro de las pensiones, con el único objetivo de crear la alarma social suficiente como para que sus propuestas queden justificadas. Todo ello, unido a un montón de mentiras sobre nuestro SPP, ponen en inmejorable rampa de salida la comprensión y aceptación social de un sistema regresivo, injusto, despiadado y perverso, que favorece al gran capital, y empeora el poder adquisitivo de nuestros mayores. Toda una vil estrategia, propia de las políticas sin conciencia del neoliberalismo más salvaje. La única respuesta popular debe ser continuar con las protestas, las movilizaciones, las manifestaciones, aunando cada vez más al conjunto de las clases populares y trabajadoras, la mayoría social, para así poder derrotar como un contrapoder establecido, las injustas políticas que nos quieren imponer. Hacemos un llamamiento a la denuncia constante de las reformas, a manifestar el rechazo frontal hacia sus mentiras y falacias, y a reclamar con toda firmeza otra política económica frente a la crisis, que no siga aprovechándola para hacer más pobres a los trabajadores, y más ricos a los poderosos.

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6 abril 2014 7 06 /04 /abril /2014 23:00

"Afirmo, pues, que no siendo la soberanía sino el ejercicio de la voluntad general, jamás deberá enajenarse, y que el soberano, que no es más que un ser colectivo, no puede ser representado sino por él mismo: el poder se transmite, pero no la voluntad (...)Si, pues, el pueblo promete simplemente obedecer, pierde su condición de tal y se disuelve por el mismo acto: desde el instante en que tiene un dueño, desaparece el soberano y queda destruido el cuerpo político"

(Jean Jacques Rousseau, "El Contrato Social")

  

 

 

 

 

proceso_constituyente171.jpgEn la última entrega de esta serie, nos habiamos quedado explicando el alcance de la unión monetaria expresada en el Euro, para que se comprenda su auténtica dimensión. El euro unifica radicalmente el lenguaje en el que se expresan las relaciones económicas y sociales capitalistas. Antes de su existencia, las distintas monedas de los países europeos, mantenían la capacidad de variar sus proporciones relativas mediante depreciaciones, para favorecer la competitividad de sus exportaciones, y equilibrar distintos índices de inflación, tipos de interés o fiscalidad. El euro impide dicho escenario, y deja como único mecanismo posible para la competitividad de los distintos países la propia devaluación de su fuerza de trabajo, es decir, la rebaja de los salarios y de los costes de sus trabajadores. El proceso constituyente del capital europeo exigía acabar con las distorsiones producidas por las diferencias en estructura productiva, tecnología, riqueza, recursos naturales y nivel de vida. Pero, sobre todo, acabar con la inestabilidad de los precios, incluido, en primer lugar, el precio del dinero.

 

proceso_constituyente172.jpgSin embargo, como afirma Agustín Morán en el artículo de referencia, unificar la moneda es unificar un signo, pero no lo designado. Y de este modo, las enormes diferencias materiales entre los Estados incluidos en el euro no se disuelven, sino que se acrecientan. Cuando se entrega el protagonismo económico al beneficio de las empresas, en lugar de a los Derechos Humanos y a la conservación de la vida, financiar el déficit mediante impuestos progresivos y luchar contra el fraude fiscal, no es políticamente correcto ni posible, porque ahuyenta a los inversores. Por tanto, la única vía para reducir el déficit del Estado es reducir los gastos, aunque eso suponga abandonar a su suerte a jóvenes, precarios, parados, jubilados, mujeres, dependientes, etc. De esta forma, los países más débiles, necesitados de más recursos públicos para superar sus deficiencias, son castigados con sanciones económicas que les hacen aún más débiles. Lo que les pasa a Grecia, Portugal e Irlanda desde 2011 ya estaba escrito en los Acuerdos de la Unión Europea desde hace veinte años. Para que nos pasara a nosotros, el gobierno español del PSOE de Zapatero, con la inestimable complicidad del PP, ratificó la entrega ilegal de nuestra soberanía al gran capital europeo, mediante la modificación del Artículo 135 de la Constitución. Esta modificación subordina las políticas económicas para resolver problemas como el empleo, la vivienda o la salud, a la satisfacción de los intereses de la deuda pública española frente a los acreedores extranjeros.

 

proceso_constituyente173.jpgEstamos queriendo motivar, por tanto, la necesidad de un nuevo Proceso Constituyente para poder recuperar nuestra soberanía, la soberanía monetaria en primer lugar, que también abriría la puerta a otras soberanías (presupuestaria, fiscal, alimentaria, energética, etc.) igualmente necesarias. Porque evidentemente, las políticas que ahora se practican, contrarias a los derechos económicos, civiles, políticos, sociales y culturales, son claramente incompatibles con la democracia. Y el objetivo del Proceso Constituyente es, ante todo y sobre todo, la recuperación de la democracia. La instauración de una democracia plena e integral, que garantice a la ciudadanía todos los derechos que el sistema actual no garantiza. La política económica actual, de la cual derivan las demás por imposición pragmática, sólo atiende a los verbos precarizar, privatizar, desregular, externalizar y deslocalizar. Ignorando los Derechos Humanos, hemos llegado a un punto donde todo el bienestar social de la población está supeditado al funcionamiento de los mercados. Y los mercados no entienden de soberanía, de democracia ni de derechos humanos. Ellos representan únicamente los intereses de los más poderosos.

 

proceso_constituyente174.jpgPara el extremismo neoliberal, la globalización económica y la moneda única son buenas, no porque integren a toda la población, sino porque expresan la máxima eficiencia económica, identificada con el máximo beneficio del capital, unida a la naturaleza humana egoísta y despiadada. Para este pensamiento fanático, las diferentes crisis sólo significan que la sociedad todavía no se ha puesto completamente de rodillas ante las salvajes leyes de la economía de mercado. De aquí se deriva que, para superar las crisis, hay que aumentar la fuerza de las políticas que la producen y la sumisión de sus víctimas. Esta es la explicación de las continuas recomendaciones de la Comisión Europea a seguir por la senda de las "reformas" y de la "austeridad" (aun conociendo perfectamente sus terribles consecuencias), y de que se presenten a las mareas sociales contra la desigualdad, la pobreza, el hambre, el machismo y la violencia como radicales y antidemocráticas. El dogma neoliberal representa el auténtico fascismo económico. Según ellos, pretender que la gente tenga casa y condiciones de vida y trabajo dignas, es una quimera antieconómica e insostenible.

 

Por tanto, no hay salida dentro del actual régimen. Desde el horizonte político de la moneda única, la competitividad y la globalización, es imposible hacer otra cosa que no sea gestionar la degradación paulatina de los derechos y libertades de las mayorías sociales. Los problemas del paro, de la precariedad, de las pensiones, del nivel de vida digno, no tienen solución. Cuando el capital se convierte en el verdadero sujeto de la democracia, pierden su sentido la sobernía, la dignidad, y los derechos humanos. Simplemente, no tienen cabida. Son mundos antagónicos, incompatibles. De ahí que no debamos contemplar reformas para intentar edulcorar el sistema, parchearlo, hacerlo más humano, sino para derrocarlo, para abatirlo. El Proceso Constituyente es imprescindible si queremos vislumbrar un horizonte de regreso al mundo de los derechos y las libertades, de la razón y del progreso. Es imprescindible si queremos retornar del empleo precario al trabajo decente, del despilfarro consumista al consumo racional y responsable, y de la posesión de bienes fundamentados en la sagrada propiedad privada, al bienestar personal, social y colectivo, fundamentado en la solidaridad y la cooperación. No tenemos otra alternativa que un Proceso Constituyente hacia un nuevo escenario político y social. Continuaremos en siguientes entregas.

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3 abril 2014 4 03 /04 /abril /2014 23:00

No vamos a referirnos esta vez a la clásica novela de Aldous Huxley, sino que, inspirándome en el artículo de Antonio José Gil Padilla titulado “Cuento de verano: Un mundo mejor, ¿es posible?”, vamos a describir, en el siguiente relato imaginario, la realidad soñada para los que, desde la izquierda, pretendemos que nuestros objetivos para esta sociedad no se queden en la utopía. Creemos en ellos, y nos mantiene vivos la ilusión y la esperanza de que, aunque no lo consigamos durante nuestra vida, siempre habrá más personas detrás de nosotros que seguirán persiguiendo el mismo sueño. De momento no pasa de ser un cuento cuasi fantástico, pero quién sabe algún día…El relato podría ser el siguiente:

 

Érase un país en el que todos sonreían, las calles estaban pobladas de gentes que se saludaban amablemente, cariñosamente, parecían felices. En los medios de transporte ocurría lo mismo: caras alegres, amabilidad a raudales. Los gobernantes eran gentes sencillas, ciudadanos que rotaban cada cierto periodo de tiempo. No eran ni líderes, ni estadistas. Cada uno de sus actos era consensuado con sus vecinos. Las grandes decisiones se tomaban de manera colectiva, las iniciativas de cada uno de sus pobladores eran recogidas y sometidas a la consideración del resto de la población. No había ricos ni pobres. El trabajo no dependía del capricho o la ambición de unos cuantos. Había una distribución de las tareas acorde con las capacidades de cada cual. Los bancos eran públicos, es decir, eran del pueblo, los beneficios se empleaban en su totalidad para mejorar los servicios.

 

El consumo era moderado, y las energías utilizadas totalmente renovables. La sanidad y la enseñanza eran totalmente gratuitas, y todos los centros educativos y los de salud eran públicos. La formación se centraba en el desarrollo intelectual y emocional de todos y todas, habiendo desterrado una práctica, heredada de otros mundos, que se limitaba, exclusivamente, a conjugar la memoria con la obediencia. No existían profesionales de la cultura que mercadeasen con su obra, no había pues un mercado del arte, ni deportistas, cantantes o actores profesionales que capitalizasen grandes fortunas. La población era polifacética: sabían tocar instrumentos musicales, cantaban, dibujaban, hacían deporte, representaban obras de teatro. La cultura, haciendo honor al la acción de cultivar, se practicaba y no se consumía.

 

Los términos competitividad y productividad, también heredados de otros lejanos lugares, habían sido sustituidos por igualdad y solidaridad. El afán de enriquecimiento de otras culturas había desaparecido porque los pobladores de este país habían alcanzado la condición de especie humana con todo lo que eso conlleva. No existían los Ejércitos, porque ese país no tenía necesidad de defenderse de ninguna amenaza militar. No existían Reyes ni Príncipes, pues todos los cargos representativos se elegían directamente por el pueblo.  Tampoco existían los mercados, porque todo lo que se producía se destinaba a satisfacer las necesidades de la comunidad, de toda la ciudadanía. Los medios de comunicación eran del pueblo y no había profesionales que firmaran contratos millonarios. Por el contrario, a ellos tenían acceso cualquier ciudadano que tuviera algo interesante que contar.

 

La información no estaba manipulada por nadie, no era necesario engañar a un pueblo bien formado que sabía como actuar en todo momento. No eran necesarios opios para embelesar y distraer con mentiras. No existían dioses, ni sectas porque los ciudadanos habían adquirido la madurez suficiente como para no necesitar refugiarse en mentiras o inventos de gentes aprovechadas. Se estudiaba en los libros de Historia que hubo, antaño, otras culturas, otras civilizaciones, que funcionaban de otra manera, que afortunadamente se habían superado…Y colorín colorado…"

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2 abril 2014 3 02 /04 /abril /2014 23:00

El pasado 26 de marzo, diversas organizaciones sociales y sindicales entregaron la carta que a continuación se reproduce en la sede de la Comisión Europea en Madrid y Barcelona destinada a Francisco Fonseca, Director de la Representación Permanente. Con este documento, nos sumamos a la campaña internacional que se opone a las negociaciones comerciales que sobre el TTIP están teniendo lugar de forma antidemocrática, y a espaldas de la sociedad. Reproducimos a continuación dicho documento al completo:

 
 
Sr. Francisco Fonseca Morillo
Director de la Representación en España de la Comisión Europea
Pº de la Castellana, 46
28046 Madrid
Barcelona-Madrid, 26 de marzo de 2014
Concierne: Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y los Estados Unidos (TTIP)
Estimado señor Fonseca Morillo:
Las organizaciones de la sociedad civil del Estado español abajo firmantes expresamos nuestra profunda preocupación ante las negociaciones de Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y los Estados Unidos (TTIP).
Destacamos que a pesar de su magnitud, el Tratado se está negociando a puerta cerrada, sin informar a la sociedad civil sobre sus contenidos. El único sector integrado en los diálogos es el privado. Sabemos que las grandes empresas tienen cerca de 600 representantes que asesoran el proceso (1).
Los grupos de la sociedad civil de la Unión Europea y de EEUU han expresado su preocupación por una posible degradación de las regulaciones y la eliminación de salvaguardas a ambos lados del Atlántico. Según la escasa información accesible, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones generaría más desempleo y supondría un ataque sin precedentes a los derechos sociales y la democracia, privatizaría aun mas los servicios públicos, como la salud, la educación y el agua. Además las negociaciones tienen como objetivo de bajar los salarios y eliminar los niveles de protección todavía existentes en amplias áreas, como en la salud pública, el medioambiente, los derechos laborales y la seguridad de los alimentos.


De acuerdo a los estudios de impacto recogidos en los informes de la Comisión Europea se habla de una “deslocalización sustancial y prolongada en el tiempo de trabajadoras y trabajadores de la UE como resultado directo del TTIP lo que simplemente profundizará las desigualdades europeas”.
Hasta la fecha, no se ha tenido en cuenta ninguna de estas preocupaciones. Por el contrario, el secretismo que rodea a estas negociaciones, junto a la falta de acceso a los documentos de la negociación, y la enorme influencia del sector empresarial, industrial y financiero en el TTIP y los documentos secretos filtrados confirman de que se pretenden recortar derechos sociales, laborales y medioambientales así como desregular la protección y seguridad de la ciudadanía.
La experiencia en la firma de este tipo de tratados comerciales y de protección de la inversión extranjera directa nos enseña que la liberalización económica impacta de forma muy negativa a los tejidos económicos y sociales locales, profundizando en una dinámica de intercambios desiguales a favor de los grandes corporaciones transnacionales. Desde el punto de vista de los Derechos Humanos, la justicia social y ambiental, los resultados en México, Chile, Sudáfrica, América Central, Perú y Colombia, países que firmaron acuerdos con los Estados Unidos o con la Unión Europea, evidencian el empeoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables y empobrecidas.
En el caso particular del TTIP, surgen un gran número de peligros en diferentes ámbitos:
- En primer lugar, preocupan los impactos del TTIP sobre la capacidad de los Estados europeos y de los Gobiernos locales o regionales de escoger democráticamente sus propias normas y regulaciones en materia social, laboral, medioambiental, sanitaria, energética y de cualquier ámbito de la política pública. En el mandato que la Comisión Europea ha recibido para negociar el TTIP se vislumbra una ambición para alcanzar los "máximos niveles de liberalización" de los flujos de capitales y de la protección de la inversión extranjera directa, lo que tendrá como consecuencia una rebaja generalizada de los derechos sociales, laborales y medioambientales, así como la imposibilidad de introducir cambios en las legislaciones. El TTIP permitería a los inversores reclamar indemnizaciones como resultado de regulaciones, leyes, medidas normativas u otras decisiones gubernamentales que tengan el efecto de reducir sus oportunidades de lucro. Debido a que casi todas las medidas estatales pueden ajustarse a esa definición, las políticas públicas legítimas han sido objeto de demandas inversor-Estado en todo el mundo. El pago de indemnizaciones millonarias serán además a cargo de las/os contribuyentes. Esto tendría lugar mediante mecanismos de protección de las inversiones y de resolución de las controversias entre Inversor y Estado (sistema ISDS) (2). 
- Además, estamos muy preocupados por la posible degradación de los estándares de seguridad alimentaria y las desregulaciones previstas por el TTIP en materia de políticas agro-alimentarias, contrarias al Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), al cual se han adherido todos los Estados miembros de la Unión Europea (3). En ese sentido, alarman los posibles impactos del Tratado sobre las reglas sanitarias y fitosanitarias, lo cual afectarían gravemente a las agricultoras y agricultores y a las y los consumidores (3).
- En el ámbito de la salud y de la educación pública, el Tratado podría también, mediante la armonización de los marcos reguladores y la apertura a los mercados de servicios, propiedad intelectual y compra pública, generar más privatización de los servicios públicos, lo cual violaría los Derechos Universales a la educación, sanidad, vivienda, acceso a medicamentos y agua, entre otros.
- Finalmente, en un contexto de un sistema financiero desregulado y responsable de la actual crisis financiera, económica, social y ambiental, que impacta gravemente en los derechos básicos de la población mediante los recortes actuales, preocupa también el objetivo del TTIP de liberalizar aun más el sistema financiero y los flujos de capitales.
 
La eliminación de los controles sobre el capital y la liberalización de los servicios financieros que dio al sector de la banca y los servicios financieros rienda suelta para especular de forma temeraria –sumadas a las normas comerciales de la UE que han permitido enormes desequilibrios comerciales entre sus Estados miembros– han exacerbado la crisis de la deuda europea. La consiguiente imposición de privatizaciones, el desmantelamiento de las leyes de protección laboral y los drásticos recortes sociales –mientras que los bancos que alimentaron la crisis siguen protegidos por las leyes comerciales- son un reflejo del impacto devastador de las normas comerciales sobre millones de personas en otros lugares del mundo.
En efecto, el TTIP podría impedir tanto a la Unión Europea como a los Estados Unidos el poner límites a las instituciones financieras, decidir regulaciones sobre fusiones y adquisiciones, establecer impuestos y tasas a instituciones y transacciones financieras, establecer un control de los capitales.
Por estas razones, comunicamos nuestra firme oposición a la negociación del TTIP y nos sumamos a la amplia movilización a nivel europeo y transatlántico con el objetivo de evitar el intento de la Unión Europea, el Gobierno de los Estado Unidos y de las grandes corporaciones transnacionales de abrir -aun mas- y desregular los mercados en embos lados del Atlántico así como eliminar los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales de la población.
En este contexto, no solo es posible, sino absolutamente necesario, adoptar una nueva perspectiva frente al comercio. Esa nueva perspectiva debe basarse en otros principios y respetar los compromisos internacionales y las obligaciones jurídicas de la UE de garantizar la coherencia de sus políticas, ya sean en materia de democracia, cooperación, participación pública, derechos humanos, justicia social, igualdad de género o sostenibilidad.
Convencidas de esta necesidad, las organizaciones firmantes –que representan a agricultores, sindicatos, defensores de derechos humanos, ecologistas, redes de comercio justo y ONG del desarrollo– les hacen entrega del Mandato de Comercio Alternativo. Este aboga por una revisión del régimen comercial que desemboque en alternativas reales y viables, y en que el comercio funcione para todo el mundo y para el ambiente.
Firman:
- ATTAC España
- Baladre
- Confederación General del Trabajo (CGT)
- EdPAC
- Federación Española de Ingeniería Sin Fronteras
- Grupo de Investigación en Derechos Humanos y Sostenibilidad-Cátedra UNESCO de  Sostenibilidad UPC
- HuertAula de Agroecología Cantarranas UCM
- Iniciativa por la Soberanía Alimentaria de Madrid
- Marxa Mundial de Dones - Catalunya
- Observatori DESC
- Observatorio de la Deuda en la Globalización
- Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas en Colombia
- Plataforma Rural: ACSUR-Las Segovias; Amigos de la Tierra; Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI); Colectivo Tierra de Campos; Colectivos de Acción Solidaria (CAS); Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU); Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG); Ecologistas en Acción; Emaús Fundación Social; Entrepueblos; Fundación Global Nature; GRAIN; Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos; Movimiento Rural Cristiano; Mundubat; Perifèries; Sindicato de Obreros del Campo (SOC-SAT); Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE); SODePAZ; Universidad Rural Paulo Freire (URPF); Justicia Alimentaria Global-VSF; Xarxa de Consum Solidari.
- Red de Huertos Urbanos Comunitarios de Madrid 
- Unión Sindical Obrera
Notas:
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1 abril 2014 2 01 /04 /abril /2014 23:00

En este mercado en que se ha convertido nuestra política, vamos a reflexionar también en la recta final de los artículos de esta serie sobre la realidad de los conceptos clásicos de "izquierda" y "derecha", sus connotaciones e implicaciones actuales. La confusión que se cierne hoy día sobre estos términos es creciente, toda vez que las mismas formaciones políticas declaran no adscribirse formalmente a ningún ideario clásico, y además, sus idearios declarados y sus programas electorales son una cosa, y otra cosa bien distinta son las prácticas que llevan a cabo y las decisiones políticas que toman cuando llegan al poder. Tomando como referencia algunos pasajes del texto "En los límites de la irracionalidad", de Antonio José Gil Padilla, vamos a intentar poner un poco de orden en este caos, a ver si podemos aclarar no sólo algunos conceptos, sino y sobre todo las razones y motivaciones del confuso panorama actual.

 

mercado_politica41.jpgLa actual democracia se nos presenta como un modelo de alternancia política: hoy gobierna la "derecha", mañana gobernará la "izquierda", más adelante volverá de nuevo la derecha, y así sucesivamente. Tanto unos como otros le sirven de cobertura al sistema a cambio, como más adelante veremos, de una jugosa recompensa. En esto que se conoce como Estados desarrollados (EE.UU., Reino Unido, Francia, etc.), la democracia se asienta y se materializa en un modelo bipartidista de alternancia en la formación de gobierno. A los partidos de ámbito nacional se les llama "partidos de gobierno". Después de comprobar que los actuales partidos "socialistas", identificados con esta moderna izquierda, no cuestionan ni en lo más mínimo el sistema económico capitalista, la clase dominante pierde el temor a que sean desplazados de sus puestos de privilegio. Es más, ahora, con la dimensión supranacional que constituye la Unión Europea, se encargan también desde allí que los partidos elegidos para "gobernar" obedezcan fielmente sus mandatos. Y esto es un tremendo fraude.

 

mercado_politica42.jpgPorque haciéndonos creer que se trata de posiciones antagónicas, se nos presentan, con carácter casi universal, dos opciones políticas que se autoubican: una en la derecha (con reparos) y la otra en la izquierda (también con reparos). La derecha se identifica con las corrientes del neoliberalismo (esto es, liberalismo económico a la nueva usanza), y la izquierda electoral no tiene inconveniente en identificarse con la socialdemocracia. Sin embargo, neoliberalismo y socialdemocracia son las dos caras de la misma moneda. Es una burda manera de engañar a una población que en estos momentos soporta, sin inmutarse, todo lo que se le ofrece a través de los medios de comunicación como tótem sagrado de la modernidad. En consecuencia (con habilidad, y con una maliciosa prudencia), la clase dominante ha ido integrando en el sistema de forma progresiva a las diferentes corrientes políticas, poniéndolas siempre a su servicio. Los gobiernos han ido pasando por diferentes manos hasta llegar a la situación actual donde da lo mismo quién sea el que gane, si bien es cierto que aún existen formaciones políticas a las que se les pone el veto, aunque aquéllas se empeñen en manifestar y demostrar que están dispuestas a participar en el mismo juego que los partidos mayoritarios.

 

mercado_politica43.jpgNuevas formaciones políticas abundan en este juego, como VOX (de reciente aparición) o UPyD (algo más veterano), con la tranquilidad de que, al no cuestionar el sistema económico imperante, van a poder hacer un poco de presión para tambalear al bipartidismo reinante. Y por si estas tácticas de puro marketing político fueran insuficientes, las organizaciones políticas que se alternan en la formación de gobiernos se presentan con algún tipo de máscara que les permita hacerse más creíbles. Curiosamente ninguna de las formaciones políticas con posibilidades de formar gobierno se presentan nítidamente como de derechas o de izquierdas. Se huye del término "derecha" por su identificación con el sector social más poderoso, pero poco numeroso. Y desde que se conquistó el sufragio universal, es necesario llegar a todas las capas de la población, bien entendido por todos que existen más pobres que ricos.

 

mercado_politica44.jpgPor su parte, el vocablo "izquierda", siempre que es posible, se incluye debido al prejuicio favorable que le concede la opinión pública. Sin embargo, denominarse de izquierdas a secas puede asustar e impedir que un buen número de votantes se desplacen a otras formaciones de ideario menos "agresivo". El grueso de la población aún posee bastante incultura política, e identifica la izquierda con una serie de valores anacrónicos y de acontecimientos históricos que nada tienen que ver con la realidad que se propugna. En Europa, y particularmente en España, las grandes formaciones políticas, y algunos otros socios, se presentan con los nombres tan "light" como tramposos de "centro-derecha" o de "centro-izquierda", creando una falsa sensación de moderación y una división irreal y alejada de la clásica fractura entre izquierda y derecha.

 

mercado_politica45.jpgHemos de señalar que entre izquierda y derecha, admitida la división heredada de la Revolución Francesa, solamente existe una línea divisoria en la que no es posible ubicarse ni física ni ideológicamente. Huelga insistir en que aquéllas formaciones que se encuadran en cualquiera de las anteriores expresiones que incluyen el centro, están falseando la realidad por una simple cuestión de márketing, siendo responsables del descrédito creciente que existe entre la población en torno a la política. Existen también otras formaciones políticas que dejan que sus posibles simpatizantes les pongan el apellido, o la adscripción, centrándose en la supuesta "racionalidad" de sus propuestas. Hay que huir especialmente de dichas fuerzas políticas, que en el mejor de los casos, lo que practican es un populismo barato de cara a sus posibles electores. Es decir, son formaciones políticas que sólo buscan entresacar, sin más fundamento, un conjunto de propuestas que puedan hacerles conseguir votos rápidamente, sin ofrecer realmente un modelo integral de sociedad. Finalizaremos en la quinta y última entrega.

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