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23 enero 2014 4 23 /01 /enero /2014 00:00

"Estamos todos dispuestos a ser salvajes por alguna causa. La diferencia entre un buen hombre y uno malo es la elección de la causa"

(William James, 1842-1910)

 

 

 

Y en efecto, tenemos que ser radicales (salvajes, en expresión de James) por esta causa, por la causa del Proceso Constituyente. En palabras de Pedro L. Angosto, extraídas de su artículo "¡Muera la inteligencia!": "Desde que esos inútiles llegaron al poder, en su afán por analfabetizar al mayor número posible de ciudadanos, el Gobierno ha subido el IVA del cine y del teatro al veintiuno por ciento mientras mantiene el del fútbol al tipo básico del diez por ciento; transmite corridas de toros por la televisión pública en horario infantil; sube tasas y elimina becas en todos los niveles educativos mientras da barra libre a la creación de Universidades católicas reaccionarias que no exigen la selectividad para ingresar en ellas, pero si una buena cartera de euros calientes que servirán, en cualquier caso, para obtener un título con toda tranquilidad; proclaman el derecho a la vida de quienes no han nacido mientras condenan a la exclusión y a la miseria que conduce a la muerte a millones de personas que han sido apartadas del mercado laboral y tienen todas las papeletas para no regresar a él...".

 

proceso_constituyente161.jpgY continúa: "...recortan en Sanidad Pública hasta obligar a los enfermos a endeudarse para acudir a una de sus clínicas particulares y así saltarse las listas de espera que son la antesala de la privatización del sistema; dejan acéfalo al país obligando a sus mejores jóvenes a emigrar privándonos de los beneficios de su sapiencia; eliminan líneas de investigación enteras en el Centro Príncipe Felipe de Valencia, en el CSIC, en las Universidades y en los Hospitales, y en su lugar imponen el dogma católico como asignatura computable en la enseñanza secundaria conscientes de que la superstición mata la crítica y la rebeldía ante las injusticias; auspician que las cadenas de televisión generalistas y las tedetés emitan un porcentaje altísimo de programación basura que embrutece a los ciudadanos, liquidan las enseñanzas humanísticas de todos los ciclos formativos porque consideran que el saber si ocupa lugar, que formar seres humanos con un nivel cultural elevado es un peligro social; cuentan, venden y divulgan una historia que nunca ocurrió y ocultan nuestra realidad histórica para que los crímenes de Lesa Humanidad del franquismo desaparezcan para siempre en la noche tristísima del olvido, y enuncian, con otras palabras pero con el mismo objetivo, otro muera la inteligencia que mata nuestro presente e hipoteca nuestro futuro por muchas décadas".

 

proceso_constituyente162.jpgY muchos se preguntan: ¿porqué tenemos que romper con Europa? ¿No se puede hacer la revolución desde dentro? O son extremadamente ingenuos, o desconocen que dentro del sistema capitalista no existe posibilidad alguna de una "tercera vía", de un camino intermedio que aúne lo bueno del capitalismo y del socialismo en una nación oprimida, echando lo malo al basurero. No existe esta posibilidad ni en la hipótesis de que triunfasen las presiones de la UE en el sentido de "desmembrar" una parte del Estado Español porque la UE dejaría bien atada la cuestión de la propiedad privada, la de la pertenencia a la OTAN, la del dominio de la Instituciones burguesas, del pago de la deuda correspondiente a ese pueblo, de la presencia en su interior de ciertos aparatos del Estado Español, etc., de modo que, como hemos dicho, se saldría de una cárcel para entrar en otra. En el fondo de esta creencia y de otras fantasías, lo que existe es una ignorancia absoluta de lo que es el modo de producción capitalista, y como dijo Spinoza: la ignorancia no es argumento. 

 

proceso_constituyente163.jpgMe baso a continuación en un extenso artículo sobre la cronología de la construcción europea, elaborado por Agustín Morán, del CAES (Centro de Asesoría y Estudios Sociales), del que reproducimos algunos extractos de interés, para situarlos en el contexto que nos ocupa. Con el Acta Única Europea de 1986, se hizo visible la lógica dominante en el proceso de construcción europea: la creación de un Mercado Único. Y éste necesitaba de una Moneda Única. Ese objetivo se consagró con el Tratado de Maastricht de 1992, que dibuja una unidad europea, no política, ni cultural, ni social (ni siquiera económica ni fiscal), sino sólo monetaria. Una Europa para el Capital. En ella, lo que se unifica es la universalización de la forma mercancía, y su fetiche, el dinero. En la Europa del Euro las informaciones más relevantes para los políticos son las que se expresan en términos monetarios. La Institución que sobresale en poder e independencia sobre todas las demás es el Banco Central Europeo (BCE), que sin estar obligado por ningún poder democrático, obliga a todos los demás. De esta forma, no ha sido pensado para que se comporte como un auténtico Banco Central, al modo en que lo hace la Reserva Federal de EE.UU., ni el Banco de Inglaterra, ni el Banco de Japón, sino para ser simplemente un lobby de la banca privada europea.

 

proceso_constituyente164.jpgEl Euro es necesario para el buen funcionamiento del mercado único, verdadero contenido del proyecto europeo. Las condiciones macroeconómicas que imponen a los Estados miembros desde las Instituciones europeas, hacen imposible su propia soberanía porque impiden la aplicación de las políticas que necesitan sus ciudadanos, no sólo para salir de esta crisis, sino para prevenir crisis futuras. Ninguna medida de este tipo está siendo tomada, ya que no hay ni voluntad política para hacerlo, ni hueco dentro de los Tratados que definen la propia arquitectura de la Unión Europea. Sólo hay que comprobar con cuánto gusto busca Rajoy la aprobación de sus políticas por parte de los Comisarios Europeos, ya que todos están en el mismo barco, un barco que no incluye a la propia ciudadanía, a la que se relega cada vez más a condiciones de vida indignas. Se fomenta el mercantilismo, el desempleo, la precariedad y la pobreza, en aras a una supuesta disciplina fiscal que nunca acaba, y que es situada como coartada para la privatización de todos los servicios públicos, para el desmontaje del Estado del Bienestar, y para la eliminación de todos los derechos económicos y sociales de la población.

 

proceso_constituyente165.jpgDe esta forma, lo que los Gobiernos deciden, se presenta luego como un marco insuperable. Prisioneros de la jaula de hierro que ellos mismos han creado, desisten de medidas encaminadas a la creación de empleo, la protección social y ambiental, y la devaluación de la propia moneda, para ganar competitividad en los mercados internacionales. La debilidad de las Instituciones comunitarias, más intergubernamentales que europeas, junto a sus menguados recursos para limitar los efectos devastadores de la economía especulativa, contrastan con la independencia del BCE. Sin atenerse a control político alguno (ni de Gobiernos ni de Parlamentos, tanto nacionales como supranacionales), el BCE tiene como misión fijar la política monetaria (fundamentalmente, los tipos de interés) y velar por la estabilidad de precios que necesitan los capitales para moverse sin distorsiones en el espacio económico del Euro. Los objetivos prioritarios de esta política monetarista son la estabilidad monetaria a toda costa (precariedad, paro, pérdida de poder adquisitivo, pensiones, privatización de servicios públicos), y la estabilidad presupuestaria como un dogma sagrado (reducción del déficit público, objetivo de déficit cero, inclusión como mandado constitucional). Continuaremos en siguientes entregas.

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22 enero 2014 3 22 /01 /enero /2014 00:00

Con ejemplos como el de EuroVegas, recientemente fracasado, se toma la referencia para la siguiente hornada de puestos de trabajo que parece quieren fomentar desde la derecha política y empresarial de este país, en connivencia y total complicidad con las políticas que desde la Unión Europea se ponen en marcha. Ello fomentado, además, por las recientes Reformas Laborales, que convierten el empleo en un caótico mercado, casi completamente desregulado, donde la fuerza de trabajo se convierte en una cada vez más degradada mercancía. Se pierden derechos económicos y sociales, se destruyen garantías, se eliminan conquistas históricas de la clase obrera, se abaratan los despidos, se reducen los salarios, aumenta la temporalidad, y desaparecen todas las normas que antes regulaban las relaciones laborales.

 

trabajo_digno1.jpgEl sistema, bajo el mantra de que "Es lo que hay", va transformando derechos en privilegios, y difundiendo el mensaje de que nunca volveremos a disfrutar de los puestos de trabajo que teníamos con anterioridad al estallido de la crisis. Según recientes estudios de opinión, una mayoría de jóvenes estarían dispuestos a trabajar en cualquier sitio, haciendo cualquier trabajo, y cobrando cualquier sueldo. Frente a todo ello, desde la izquierda queremos insistir en la idea de que no todo puesto de trabajo nos sirve, de que no todo el empleo que se pueda ofrecer es válido, y de que, junto a la defensa de un nuevo modelo productivo, tenemos que encaminar nuestros esfuerzos en recuperar el concepto del trabajo digno. Pero, ¿qué significa trabajo digno? Pues básicamente un trabajo que responda a los principios recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Carta de la Tierra, y en la Carta Social Europea. Están recogidos también en la propuesta de Programa Electoral de la Izquierda Europea para las próximas Elecciones a la Eurocámara. Vamos a desgranarlos brevemente a continuación.

 

trabajo_digno2.jpgEl trabajo humano es la principal fuerza productiva, junto con la propia naturaleza. El trabajo humano no puede ser considerado, por tanto, como una mercancía más. El sistema capitalista, en su empeño en introducir la filosofía mercantilista en todos los aspectos de la vida, ha prostituido el trabajo, lo ha desvirtuado, despojándolo de su función social. Ha de recuperarse una visión decente del trabajo humano. Desde este punto de vista, los puestos de trabajo que se creen deben ser caracterizados como decentes de acuerdo a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esto quiere decir que han de generar unos ingresos dignos, seguridad en el lugar de trabajo, protección social para las familias, perspectivas de desarrolllo personal e integración social, libertad para que las personas expresen sus opiniones, participación en las decisiones que afectan a sus vidas, e igualdad de oportunidad y trato para mujeres y hombres.

 

trabajo_digno3.jpgSe trata por tanto de eliminar, de descartar, todo el empleo de mala calidad, desprotegido y precario, que domina actualmente el mercado laboral, no sólo en España, sino también en todos los países de la periferia europea. La participación salarial tiene que crecer recuperando el peso perdido en los últimos años, en contraposición con la participación de los beneficios. Esto se puede conseguir coordinando políticas salariales, y entrando de lleno en la determinación salarial fortaleciendo la centralización de la negociación laboral. Apostamos por el desarrollo de una política de coordinación salarial que vincule el crecimiento salarial a la suma del crecimiento de la productividad y la inflación en los países con déficit comercial, y que establezca crecimientos salariales superiores a esa marca en los países con superávit comercial.

 

trabajo_digno4.jpgAbogamos por la instauración de topes salariales, tanto por arriba como por abajo, tanto en la empresa pública como en la privada. Debe actualizarse el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a una cantidad digna (en torno a los 1.000 euros), así como luchar contra la economía sumergida y el fraude fiscal empresarial. La actividad productiva ha de estar orientada a la satisfacción de las necesidades colectivas y al mantenimiento de una sociedad cohesionada y equitativa, de tal forma que la riqueza nacional se redistribuya justamente, por lo cual se han de imponer topes salariales tanto en el sector público como en el sector privado, a fin de romper con la tendencia de desigualdad que conlleva la dinámica capitalista. Por su parte, el papel de la negociación colectiva es clave para facilitar las condiciones económicas justas para todos los trabajadores/as. Ello aseguraría, asímismo, un elemento sólido de demanda interna que fomente el consumo, y por tanto, el crecimiento económico. Además, hay que desarrollar normativa laboral para incrementar la participación de los trabajadores/as en la toma de decisiones de las empresas, introduciendo medidas de democracia económica. Esta participación asegurará un comportamiento más adecuado de las empresas a largo plazo, estableciendo además unas relaciones de identidad más sólidas con la actividad productiva.

 

trabajo_digno5.jpgLa precariedad laboral ha de estar prohibida por ley. La flexibilidad laboral (o flexiseguridad, como ha sido denominada bajo otra nueva falacia) no ha de estar contemplada como instrumento de creación de empleo. Y en cuanto a la productividad, entendemos que la implantación de todas estas reformas y garantías, motivarían al mundo laboral, enriqueciendo las relaciones laborales, y contribuyendo a un aumento de la productividad. El tiempo, el reparto y las jornadas de trabajo también han de valorarse y transformarse. Pensamos que el avance de la productividad tiene que incidir positivamente en las condiciones de vida y de trabajo de los ciudadanos/as, y tiene que repercutir en una mejor conciliación de ambos aspectos. La economía ha de quedar subordinada a los principios sociales de sostenibilidad, trabajo decente, equidad y democracia. Actualmente, la cantidad de personas desempleadas, fruto de la implantación de políticas desreguladoras del mercado laboral, es mucho más elevada de lo que el sistema puede absorber a corto plazo a través de cualquier política de estímulo, por lo que procede repensar también lo referente a jornadas y repartos del trabajo.

 

trabajo_digno6.jpgEn consecuencia, apostamos por la reducción de la jornada laboral, paralela al crecimiento de la productividad. Repartir y reorganizar el trabajo, para que podamos trabajar todos. Hay que acomodarse también a los límites del planeta, reduciendo el impacto del consumo material desmedido, y ajustando la capacidad de producción a los recursos existentes, fomentando un consumo responsable y un comercio justo. Es urgente poner la economía al servicio de las personas, de modo que un reparto del trabajo se vuelve imprescindible para aspirar al pleno empleo en el marco de un nuevo modelo de producción y consumo. Pero un reparto del trabajo que se haga sobre la base de un incremento de la participación salarial en la renta, es decir, manteniendo sueldos, y reduciendo los márgenes de beneficios y ganancias empresariales. Asímismo, los ERE y las deslocalizaciones empresariales han de quedar prohibidas para empresas que declaren beneficios.

 

Todo ello junto con la paulatina migración a un nuevo modelo productivo y de desarrollo económico, que se base en los pilares de una profunda reindustrialización sobre sectores sostenibles, la inversión pública en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), la inversión en Ciencia y Cultura, la recuperación para el sector público de todas las grandes empresas de los ámbitos estratégicos de la economía (telecomunicaciones, energía, agua, transporte, alimentación, banca, etc.), gestionadas democráticamente, la potenciación de todas las industrias y sectores ligados al Estado del Bienestar (Educación, Sanidad, Dependencia, etc.), y garantizar la titularidad pública en sectores como la Vivienda, las Infraestructuras, las Pensiones, y todos los servicios declarados de primera necesidad, que han de estar garantizados para toda la ciudadanía, independientemente de su situación. La especulación sobre tasas y precios públicos debe erradicarse, así como los sistemas de copago y repago.

 

Con todos estos mecanismos será posible transformar la lógica de la competencia y el ajuste, por la lógica de la cooperación, la complementariedad y la redistribución. Este es el tipo de trabajo al que tenemos que aspirar, un trabajo decente, con derechos, con protección social, estable, que permita llevar a cabo un proyecto de vida mínimamente digno. Un tipo de trabajo que además responda a otro modelo productivo, a otro modelo económico, a otro patrón de crecimiento, que sea respetuoso con el medio ambiente, y que contribuya a la sostenibilidad desde los puntos de vista humano, económico, social, ecológico y medioambiental. Y no debemos conformarnos con menos, porque sería entrar al juego sucio, a un juego cuyas reglas nos marcan las grandes empresas transnacionales, aquéllas que han contribuido al estallido de la crisis, las que nos han metido en ella, y que ahora continúan enriqueciéndose a nuestra costa, a costa de la riqueza del mundo del trabajo, de la riqueza colectiva, de la riqueza generada por los recursos y los servicios públicos.

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21 enero 2014 2 21 /01 /enero /2014 00:00

En el primer artículo de esta serie ya comentamos algunas de las maldades de la última reforma energética del Gobierno, a la que hay que sumar el último circo acaecido en torno a la subida del precio del recibo de la luz para este enero, y también para el del gas, que también parece que va entrando en otro proceso de "déficit de tarifa". La subasta energética es un indignante proceso mercantil donde una serie de agentes económicos (bancos incluidos, como no podía ser de otra manera) manipulan los precios públicos del consumo de un bien imprescindible para toda la ciudadanía, como es la electricidad. El Ministro Soria, con su natural incompetencia, ha declarado que una posibilidad es cambiar la periodicidad de la propia subasta, cuando lo que hay que hacer es eliminar la propia subasta, nacionalizar todas las grandes empresas del sector, y proponer un sistema justo de precios públicos.

 

politica_energetica21.jpgPero centrémonos en esta segunda entrega en el ataque que se realiza en dicha reforma a las energías renovables, a las cuales se les coloca como los chivos expiatorios del sistema, cuando en realidad representan una gran parte de la solución. Resulta completamente indignante que, en un país con 300 días de sol al año, la energía solar fotovoltaica sigue estando infrautilizada, y encima, este Gobierno del PP pone más trabas en su utilización, adoptando contra ella (y el resto de las renovables) medidas políticas de cooptación y ataque, adoptadas por motivos ideológicos, aunque motivadas por razones económicas. Y ahora, cuando el auténtico motor de la instalación de sistemas de energía limpia ha sido la conciencia ciudadana de que tenemos que actuar y paliar los graves problemas ecológicos derivados del uso de combustibles fósiles y centrales nucleares, el Gobierno realiza un brutal ataque contra el uso y la instalación de las mismas. Es completamente intolerable. Pero lo más gracioso (es un decir, porque no hay nada gracioso en todo este desaguisado) es que, después de todo, las grandes empresas del sector, representadas por la Patronal UNESA, se presentan como las víctimas del sistema.

 

El mensaje que se lleva difundiendo desde dicho sector oligopólico es el de que las energías renovables son caras, repitiendolo sin aportar datos que realmente avalen dicha postura, lo cual va calando en una opinión pública bastante mediatizada, desorientada y agobiada además por la tremenda situación económica del país. De hecho, las últimas campañas que UNESA ha puesto en marcha para "explicar" la factura eléctrica, continúan presentando los motivos últimos de dichos precios tan elevados en los impuestos indirectos y las subvenciones a otros tipos de energía. Pero como se descubre antes a mentirosos que a cojos, precisamente el ataque al autoconsumo es la señal clara de que sus motivos no son económicos, sino ideológicos. En cuanto la energía solar ha dado señales (mediante el autoconsumo, es decir, la propia instalación en las viviendas) de que puede comenzar a andar sin ayudas, la reforma eléctrica ha demostrado que no se quiere permitir dicho desarrollo (especialmente mediante la introducción del malvado "peaje de respaldo"). Está claro que el oligopolio energético dominante no está dispuesto a permitir que el autoconsumo de otros tipos de energía se desarrolle en nuestro país.

  

politica_energetica22.jpgY tomando las palabras de Juan López de Uralde, coportavoz federal de EQUO: "Si no respondemos a lo que está ocurriendo en materia de energía, no habrá salida para la crisis económica, porque España mantiene un gasto de 45.000 millones de euros cada año en importar combustibles fósiles. Ese gasto tiene una incidencia decisiva en nuestra balanza de pagos, y actúa como un lastre permanente del que sólo podremos liberarnos impulsando aquéllas formas de producción de energía en las que somos ricos: el sol y el viento". Pero en realidad el problema va aún más allá. Lo ha expresado magníficamente Alfons Pérez: "Tenemos que recuperar la sobernía energética: una combinación de democracia, control de los medios de producción, sostenibilidad ambiental, decrecimiento del consumo y enraizamiento territorial; confrontando el actual modelo dependiente de energías fósiles y dominado por el oligopolio energético que nos empobrece y menosprecia nuestro derecho a decidir".

 

Pero ya sabemos que todo esto será complicado mientras mantengamos la actual correlación de fuerzas políticas, ya que ellas gobiernan al dictado del lobby energético. Además de la plasmación del poder concentrado sobre el sector energético, sin apenas regulación por parte de los diferentes Gobiernos del tándem PPSOE, las diferentes asociaciones que pertenecen al ámbito de las energías renovables en España llevan denunciando desde hace años una política legislativa al dictado del lobby energético, liderado esencialmente por la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA). Ya en octubre de 2010, el Presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, denunció que el déficit tarifario del sistema eléctrico español estaba generado por las elevadas primas que recibían desde el sector de las energías renovables. También señaló (muy sospechosamente) que el incremento del coste que suponen la energía fotovoltaica y la termosolar sólo se podía paliar subiendo los precios del recibo, o bien paralizando proyectos. También insistió en que es la energía solar, y no la eólica, la que genera este aumento del déficit. Hay que recordar que la línea de negocio de Iberdrola en las renovables se centra en la energía eólica, lo cual explica sus interesadas afirmaciones.

 

politica_energetica23.jpgEl caso es que dos meses después de dichas declaraciones, y tras una reunión de UNESA con el entonces Ministro de Industria, Miguel Sebastián, se promulgó el Real Decreto Ley 14/2010 por el que se recortaron 750 millones de euros en primas a las fotovoltaicas. Además, se aumentó en enero de 2011 un 10% el recibo de la luz, y se titulizaron 2.000 millones de euros del déficit tarifario, que el Tesoro Público colocó en el mercado. La relación entre los acontecimientos está clara. Se impone la ley de causa-efecto. Y no se trata de un hecho aislado. En realidad, todo el montaje sobre el llamado "déficit de tarifa" obedece solamente a una manipulación de las grandes compañías eléctricas, y al comportamiento servil hacia ellas de los Gobiernos que hemos tenido. Y cómo no, la presencia de los grupos bancarios en todo este tinglado es espectacular. Según un estudio elaborado por ADICAE a principios de 2013, la composición de los Consejos de Administración de la mayoría de las empresas que conforman UNESA están participadas por entidades financieras. Y por supuesto, el fenómeno de la puerta giratoria, que ya hemos comentado en otros muchos artículos, se da en este ámbito especialmente.

 

Y es que al menos 60 personas, entre altos cargos políticos o allegados a ellos, han pasado a engrosar las plantillas de las empresas del sector eléctrico tradicional. El medio VozPopuli publicó a principios de 2013 que las empresas que más ex altos cargos políticos contrataron fueron Abengoa, Iberdrola, Endesa y la Red Eléctrica Española, además de una lista con los 40 nombres más populares que han protagonizado esta puerta giratoria. Todo ello, junto al cúmulo de declaraciones (de las que hemos puesto anteriormente un ejemplo) por parte de las empresas del lobby eléctrico que después se transformaron en leyes, es el motivo fundamental para pensar (y así lo sostienen las diferentes asociaciones de empresas que pertenecen al sector de las energías renovables) que se legisla al dictado de sus intereses. Por tanto, aparecer, como hizo el Presidente de UNESA como una víctima del ataque del poder político a estas alturas, nos parece un ejercicio de tremendo cinismo, rayando en la obscenidad pública. Continuaremos en siguientes entregas.

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20 enero 2014 1 20 /01 /enero /2014 00:00

"No es crisis, para el capital es esplendor"

(José Iglesias)

 

 

 

Tratado ya suficientemente el tema de las clases sociales, su lucha y lo referente a las desigualdades sociales, vamos a continuar centrándonos en el capitalismo español (estructura de nuestras clases, la formación de nuestro capitalismo, el surgimiento del capitalismo financiero e inmobiliario), para luego revisar el escenario internacional (el capitalismo mundial, la globalización, las grandes Instituciones que lo avalan, etc). Al final de todo ello, creemos que tendremos una semblanza aproximada (junto con todo lo que ya hemos contado en los anteriores artículos de esta serie, así como en otros muchos de este mismo Blog) de la barbarie que representa este sistema económico, y de la necesidad de abolirlo. En las próximas líneas, recojo datos e información sobre estudios aportados para la Conferencia Política del Partido Comunista de España, compilados en un documento que está accesible a través de Internet en esta dirección.

 

capitalismo251.jpgCentrémonos entonces en la exposición de la estructura social de clases en nuestro país. Antes que nada, es preciso acabar con la idea que se destila en los medios del sistema de que el empresariado es la premisa de la generación de empleo y de la inversión, el que está en la base del progreso y de la riqueza de un país y del planeta. Ideas que se plasma en expresiones como "cultura de emprendimiento", "apoyo al emprendedor", o la reciente Ley de Emprendedores, y que se potencia incluso con documentales y programas en la televisión pública. La riqueza no viene generada por la estructura de propiedad en la empresa productora, ni por la acumulación capitalista en el entramado financiero. Es el factor trabajo aplicado a los instrumentos de producción el que genera la riqueza. El trabajo es el que crea la riqueza (además de la riqueza natural proporcionada por la naturaleza). Las estructuras de producción son sustituibles, pero el trabajo humano, intelectual y físico, no.

 

capitalismo252.jpgEn un modo de producción dado, sólo hay dos clases principales, que son antagónicas, al ser los intereses de una fruto de la merma de los intereses de la otra, en el modo de producción capitalista la clase que detenta la propiedad sobre los medios de producción y se adueña de las plusvalías, es la clase burguesa, y la explotada la que hoy denominamos clase trabajadora, que directa o indirectamente crea un bien mercantil (la que se llama clase obrera es sólo la que interviene directamente en la realización física del producto). Concienciar a cada uno de los sectores que componen la clase trabajadora, desde su problemática y conciencia sectorial, con el denominador común que la une por encima de las contradicciones que pueda haber entre ellos, y que hay que ayudar a superar desde su conocimiento, es la tarea fundamental que tenemos desde la izquierda, que ha de permitir organizarnos e integrarnos en un proyecto unitario colectivo por la emancipación de la clase trabajadora en un nuevo sistema social (hacemos un inciso para recordar que desde el Frente Cívico "Somos Mayoría", su líder Julio Anguita ha planteado que dicho programa mínimo puede referirse a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, junto con la Carta de la Tierra).

 

capitalismo253.jpgEn España, en el siglo XXI, la oligarquía se reduce a unas 2.500 personas (siempre aproximadamente, claro está, y teniendo en cuenta las variaciones que pudieran existir con el paso del tiempo), a apenas 400-500 familias (en Cataluña algún dirigente se atrevió a decir el número exacto de familias que forman su clase dominante), el conjunto de personas empleadoras de fuerza de trabajo constituye el 5,5% de la población activa, a los que habría que sumar Directores/as y Gerentes tanto del sector público como del privado, los grupos o mandos intermedios, el empresariado sin asalariados/as, autónomos/as, cooperativistas y similares (el 11%), y los asalariados/as el 82,5% restante. El conjunto de trabajadores y trabajadoras realmente dependientes está formado por las personas asalariadas, descontando a quienes ocupan puestos de dirección y gerencia, y añadiéndoles los/as falsos autónomos/as, dependientes de un contrato con una empresa principal (o única). Resumiendo, la clase trabajadora española abarca el 85-90% de la población activa.

 

capitalismo254.jpgLos grupos hegemónicos de la clase dominante que conforman la oligarquía de nuestro país están hoy perfectamente localizados, esa fracción hegemónica está incondicionalmente adscrita al neoconservadurismo político y económico, y en muchos casos al imperialismo globalizado que domina la escena internacional. Este bloque construye su hegemonía desde el control ideológico de una base social amplia a través de los medios de comunicación, la Iglesia Católica y los partidos del sistema. Se podría hacer incluso una perfecta radiografía social de dicha clase, con sus ocupaciones, sus hábitos, sus costumbres, etc. Sin embargo, este control sobre la mayoría social trabajadora está dando señales de resquebrajamiento desde el inicio de la crisis, en las postrimerías de 2007. La lucha de clases se ha recrudecido desde entonces en sentido exponencial, a medida que la clase dominante va aprovechando la situación para efectuar contrarreformas sociales en su favor, consistentes en el debilitamento y desmantelamiento progresivo de todas las estructuras que daban soporte al llamado Estado del Bienestar (sanidad, educación, pensiones y dependencia, fundamentalmente), así como al resto de servicios sociales. Hoy día, la composición del bloque de poder dominante en nuestro país queda estructurado en una serie de sectores perfectamente delimitados, que abordaremos en el siguente artículo de esta serie.

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17 enero 2014 5 17 /01 /enero /2014 00:00

"El sistema capitalista no precisa de individuos cultivados, sólo de hombres formados en un terreno ultraespecífico que se ciñan al esquema productivo sin cuestionarlo"

(Carlos Marx)

 

 

 

 

Como vinimos anunciando en los últimos artículos de esta serie, en nuestra recta final de la misma, nos vamos a ocupar de la Enseñanza Superior, es decir, de la Universidad Pública en nuestro país. Vamos a analizarla en el contexto actual, como elemento del sistema capitalista de nuestro tiempo, vamos a realizar diagnósticos sobre su situación, y vamos a intentar exponer nuestro concepto, nuestra idea de qué debe ser y cómo debe ser la Universidad Pública, desde nuestro prisma de izquierdas. De entrada, y continuando con la reflexión ligada a la cita de Marx con la que hemos abierto el artículo, diremos que, efectivamente, el pensamiento actual se va diversificando y especializando de tal manera que hoy en día deja de existir el clásico genio multidisplicinar que existió en la época del Renacimiento.

 

educacion_publica131.jpgHombres como Leonardo Da Vinci, por poner quizá el ejemplo más conocido, sabios integrales, que dominaban igualmente las ciencias, las artes y las letras, son figuras que dejan de existir en la actualidad, quizá porque, desde las más altas instancias del saber oficialista, no se fomenta ni el conocimiento integral, ni la sabiduría en sí misma, ni la totalidad de las capacidades humanas. Simplemente porque al sistema no le interesa. Nuestro sistema neoliberal dominante, que utiliza la Universidad como una pieza más al servicio del mismo, busca únicamente la formación especializada en temas, ramas y aspectos del saber y del conocimiento humano, sin preocuparle la genialidad ni el pensamiento de forma integral. Es, como decimos, consecuencia de las propias raíces de funcionamiento de nuestro sistema capitalista.

 

educacion_publica132.jpgAunque por supuesto existen las excepciones de rigor, hoy en día es muy difícil conocer personas que cultiven varias ramas del saber, y cuánto más difícil si dichas ramas son distantes entre sí, como por ejemplo, la ciencia y la poesía, las letras y la técnica, las artes y la medicina, la filosofía y la física cuántica, la pintura y la geología, la biología y la escultura, la música y la informática, la novela y la ingeniería, la historia y la arquitectura, etc. Ahora somos (casi) todos especialistas en algo, y cuanto más especialistas, mejor. Sin embargo, no nos damos cuenta de que el saber y el conocimiento humano, cuanto más integral sea, más sabios nos hace. Y cuánto más sabio es un hombre, más crítico es , más independiente es, y más difícil resulta manipularlo o engañarlo. Desde pequeños, el sistema nos orienta cada vez más a los resultados (y con la instauración de la LOMCE todavía va a ocurrir más), a la prueba, al examen, pero no se nos inculta la pasión por el saber y el conocimiento, que es lo que realmente nos hace hombres libres. Y cuando llegamos a la Universidad, el culmen de todo el sistema educativo, el oráculo de todos los saberes, no disfrutamos realmente de ella, porque curiosamente, la Universidad es hoy en día (y tiende a serlo cada vez más) la pieza de encaje más valiosa del sistema capitalista. Podemos concluir, y vamos a contarlo con más calma, que la Universidad se adapta a la lógica neoliberal.

 

educacion_publica133.jpgActualmente, en la llamada Sociedad del Conocimiento, y en el modelo de Estado competitivo, la Universidad Pública debe cumplir nuevos requisitos: la competencia mercantil y agónica entre diferentes Universidades; la falta de oferta de carreras de Humanidades; la reducción del tiempo de estudio y el sacrificio de los contenidos de sentido (Historia, Política, Cultura, Metodología, Filosofía, etc); la vinculación de la investigación a las necesidades empresariales; la minusvaloración de la actividad docente; la precarización de la mano de obra subalterna (trabajadores contratados a quienes se les exigen obligaciones superiores a los titulares, becarios explotados que deben impartir clases, externalización de servicios, supresión de becas y ayudas al estudio, encarecimiento de las prestaciones a los estudiantes, etc); la transformación de la dirección universitaria en un órgano de gerencia, al margen de la comunidad universitaria (gerencia empresarial cuya responsabilidad no corresponde a ningún Profesor del Claustro, sino a un gerente externo guiado principalmente por los aspectos económicos de la Universidad); concentración de esfuerzos investigadores en sectores tecnológicos punta o en modas económicas; el disciplinamiento de los estudiantes, reduciendo sus ámbitos de decisión y sus espacios de autogestión; segregación indirecta de los estudiantes y nueva separación de clase, realizada entre los que estudian posgrados (nuevos cuadros para el Estado, los partidos y las empresas), y los simplemente licenciados; la estandarización internacional de los contenidos educativos sobre la base de criterios cuantitativos (créditos) que impiden la autodeterminación de cada Centro o Universidad, y un largo etcétera.

 

educacion_publica134.jpgLa propuesta ofrecida por la globalización neoliberal a la Universidad Pública ha sido claramente establecida por el Banco Mundial (BM), y está pensada y organizada para mayor gloria de los esquemas económicos e ideológicos del neoliberalismo. Su interés más inmediato es la conversión de la Universidad Pública en un elemento de valoración del capital. De esta forma, la Universidad se convierte en la capacitadora "oficial" de las necesidades laborales de las empresas. Como sostienen Jessop y Santos, "la Universidad le hace la acumulación primitiva del conocimiento a las empresas". Al tiempo, ella misma también se convierte en un negocio, pues las necesidades de capacitación en la Sociedad de la Información han hecho del suministro de Enseñanza Superior una gran fuente de su beneficio. Por otro lado, esta mercantilización tiene lugar siempre y cuando el resto de asuntos quede invariable y no se entorpezca con nuevas reclamaciones que refrenen el negocio de la enseñanza. Expresado de otra manera: la enseñanza es un negocio, siempre y cuando no tenga que dar respuesta a las demandas que reduzcan el beneficio de retorno, en última instancia, como señalamos en la cita de inicio, siempre y cuando no perjudiquen o no cuestien el sistema. Continuaremos en siguientes entregas.

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16 enero 2014 4 16 /01 /enero /2014 00:00

    "Los derechos fundamentales de los ciudadanos no pueden depender de los mercados"

(Documento Programático, IV Congreso del PIE) 

 

 

 

La fórmula republicana, retomando desde lo dicho en artículos anteriores, puede conectar perfectamente con la conciencia colectiva de nuestro pueblo, pues reúne una serie de características que se adecúan al tipo de sentimientos que la crisis está suscitando en la inmensa mayoría de la población, a saber:

 

republica_queremos31.jpg1.- Reniega del actual sistema social, que secuestra al ciudadano en el aspecto político, recuperando el concepto aristotélico del hombre-mujer como animal político.

 

2.- Conecta con las aspiraciones de las revoluciones que aquí no se han dado (libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución Francesa, y justicia social y radical expropiación de los privilegios, así como desmercantilización e incluso colectivización de los bienes esenciales de la Revolución Soviética), permaneciendo como una asignatura pendiente en la medida en que las experiencias republicanas han sido siempre cercenadas por la represión de la oligarquía monárquica-eclesiástica-financiera-conservadora.

 

3.- La herramienta del republicanismo es la democracia participativa, compatible pero superadora de la democracia representativa: el ejercicio de las consultas y de los referéndums, el recurso a las iniciativas legislativas populares, los presupuestos participativos, el urbanismo participativo, la democracia económica, y el control democrático y participativo sobre los representantes e instituciones. Para profundizar más en este tema, véase el artículo titulado "¿Vivimos en una auténtica Democracia?" publicado recientemente en este mismo Blog.

 

republica_queremos32.jpg4.- El republicanismo lleva implícito un pacto social de crecimiento y fortalecimiento de lo público (res publica), convirtiendo en propietarios colectivos de los bienes esenciales a los desposeídos, generando derechos donde antes había mera caridad o dispendios por parte de los poderosos hacia los de abajo (véase el artículo "¿Caridad, Solidaridad o Justicia Social?" para profundizar en este tema). En una sociedad republicana, el individuo se siente cada día más arraigado, pues existe una comunidad de bienes e intereses comunes, de los que él/ella es copropietario/a, y en cuya protección y defensa es coprotagonista.

 

En el nuevo Proceso Constituyente que nos lleve a la Tercera República, surgen como corolarios del carácter republicano del Estado, toda una serie de elementos que deben ser contemplados expresamente en la nueva Ley de Leyes, esto es, en la nueva Carta Magna o Constitución Federal de la República Española. Se trata de explicitar en ella, como ya hemos afirmado muchas otras veces, todos los derechos de la ciudadanía (básicos y avanzados, personales y colectivos, objetivos y subjetivos), entendidos en el sentido más rico del nuevo constitucionalismo posterior a la Segunda Guerra Mundial: derechos políticos, derechos civiles y derechos sociales (Titmus). Sin ánimo de ser exhaustivos, pues la lista completa la vamos a desarrollar a partir de la próxima entrega de esta serie, vamos a adelantar que el republicanismo al que desde la izquierda pretendemos llegar podría clasificarse en los siguientes estadíos:

 

republica_queremos33.jpg1.- República Mínima (elección democrática de la figura del Jefe del Estado, rigurosa separación entre lo público y lo privado, renta básica, erradicación de todos los tipos de pobreza, restauración de los derechos sociales básicos conculcados durante la etapa de crisis, derechos subjetivos, auditoría ciudadana de la deuda, repudio de la deuda ilegítima, etc).

 

2.- República Social (recuperación y control efectivo del cumplimiento de todos los derechos sociales y laborales, civiles y políticos, tales como la vivienda, el sustento, la sanidad, la educación, construcción de nuevos indicadores que midan el bienestar social de una forma completa: indicadores rojos de explotación laboral, verdes para los patrones de cumplimiento ecológico, violetas para medir el grado de igualdad de género, amarillos para el respeto al patrimonio cultural, blancos que midan el compromiso por la paz, fomento de formas alternativas de producción y consumo, lucha contra los paraísos fiscales, reforma fiscal progresiva, etc.).

 

3.- República de la Información (impedir la creación de imperios mediáticos, leyes reguladoras de los medios de comunicación, fomento de la pluralidad ideológica, la construcción de valores críticos, el respeto a la infancia, creación de observatorios de medios, apoyo a los medios de comunicación independientes, fomento del periodismo comunitario, uso del software libre, tendencia hacia la soberanía tecnológica, creación de una ley integral para el derecho y acceso a la información, imposición de un código ético global para todas las ramas de la información, transformación de las televisiones y radios públicas en elementos para la transmisión pública de la educación, la cultura y el pensamiento crítico, regulación de la publicidad, erradicación de la telebasura, etc.).

 

republica_queremos34.jpg4.- República Democrática (migración hacia un Estado Federal, instauración de mecanismos que mejoren, extiendan, completen y refuercen el carácter de la democracia participativa, representativa, decisoria, revocatoria, y democrática, aspirando al máximo principio de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, abandonando todas las limitaciones actuales, que convierten nuestra democracia en una democracia débil, de baja intensidad, limitada, hueca o mediática, eliminación de los privilegios de los políticos, fomento de la estricta división e independencia entre los poderes, lucha contra la corrupción, control institucional, transparencia en todos los aspectos de la práctica democrática, reforma electoral, etc.).

 

5.- República de la Igualdad (abandono del concepto y de los principios machistas generalizados en nuestra sociedad, fomento del feminismo, adopción de la paridad institucional y pública, erradicación de la cultura del patriarcado en todas sus formas y manifestaciones, fomento de una cultura del respeto a la diversidad afectivo-sexual, fomento de medidas de conciliación de la vida laboral y familiar, reparto del trabajo, compartición de jornadas, igualdad en la concesión de permisos, respeto absoluto a las decisiones de la mujer con respecto a su embarazo, instauración de políticas de fomento de la igualdad real de hombres y mujeres, erradicación de la violencia machista, implantación de contenidos educativos que potencien la igualdad entre sexos, lucha contra la trata y la explotación de mujeres mediante la prostitución, etc.).

 

republica_queremos35.jpg6.- República Intercultural (erradicación de todas las políticas que tiendan hacia la mercantilización de la cultura, eliminación del consumismo masivo, implantación de contenidos culturales en los planes educativos, fomento y aceptación social de la interculturalidad, derogación de la ley de extranjería, ninguna persona puede ser ilegal, eliminación de los guetos culturales, fomento del cine, el arte, la literatura, la poesía, integración de los inmigrantes a la vida social y cultural, impulso a la creación del concepto de ciudadanía universal, etc.).

 

republica_queremos36.jpg7.- República Obrera (impulsar un nuevo internacionalismo obrero, nuevas relaciones entre los colectivos de trabajadores, superando sus diferencias, replanteamiento táctico y estratégico de los sindicatos, fomento del empleo público, estable, digno y con derechos, incorporación de principios ecosocialistas en el mundo laboral, frenar el productivismo y el crecimiento insostenible del PIB, buscar otros indicadores de bienestar social, nacionalización de todos los grandes sectores de la economía, erradicación del terrorismo empresarial, democracia económica para una mayor capacidad de gestión y decisión de la clase trabajadora dentro de las empresas, renuncia expresa a los valores del capitalismo y del consumismo, devolución al Estado de su papel de empleador por excelencia, crecimiento, extensión y generalización del Estado del Bienestar, etc.).

 

8.- República Ecológica (reducir la huella ecológica, racionalizar el consumo de energía, fomentar la producción de energías limpias, renovables y alternativas, abandonar los combustibles fósiles, controlar nuestra dependencia energética, abandonar el crecimiento del PIB, orientarnos hacia otros indicadores de riqueza y bienestar colectivos, instaurar medidas de prevención y castigo de los delitos ecológicos, dar prioridad al ciclo de la Tierra frente al ciclo del Capital, fomento de la agroecología, de la soberanía alimentaria, de los mercados y productos de cercanía, la recuperación y preservación de la biodiversidad, uso eficiente de los recursos naturales, etc.). Continuaremos en siguientes entregas.

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15 enero 2014 3 15 /01 /enero /2014 00:00

Me da la impresión, y esto me lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo, de que tenemos una izquierda en nuestro país bastante ingenua. Quiero aclarar en primer lugar que, cuando hablo de izquierda, me refiero sobre todo a la coalición Izquierda Unida, representada actualmente en el Congreso de los Diputados mediante el Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural, en el Gobierno de la Junta de Andalucía en coalición con el PSOE de Andalucía, y en otros muchos consejos de gobierno locales, donde tenemos algunos concejales, y algún que otro alcalde o alcaldesa. Evidentemente, no hablo del PSOE, que ya sabemos que está en otra onda, ni tampoco de otras organizaciones de la izquierda política, social o mediática de este país, que puedan coincidir o no en los diversos planteamientos con Izquierda Unida.

 

izquierda_ingenua1.jpgDicho esto, vamos al asunto. Me parece que los planteamientos generales, incluso concretos muchas veces, que parten de IU, adolecen del arresto necesario para ser coherentes con sus programas, haciendo gala en  muchos casos, incluso, de una tremenda ingenuidad. Y la ingenuidad es mala consejera para una organización política, pues le aleja de la realidad, y le hace ofrecer un planteamiento muy simplista e idílico de la misma, lo cual puede resultar contraproducente de cara al posible apoyo de las personas votantes o simpatizantes con su ideario. En una palabra, le resta credibilidad. Hace poco se celebró el IV Congreso del PIE (Partido de la Izquierda Europea), que reúne a todos los grandes partidos y coaliciones que representan a la izquierda en Europa (y en el Parlamento Europeo mediante el Grupo del GUE/GNL), y los planteamientos vienen a ser los mismos. No quiero decir con ello que sean incorrectos o incoherentes, sino que son profundamente ingenuos. Podemos citar muchas fuentes, porque como digo, no es sólo una opinión personal. Por ejemplo, voy a entresacar algunos fragmentos de uno de los últimos artículos del economista malagueño Alberto Montero Soler, del Departamento de Economía Aplicada de la UMA.

 

izquierda_ingenua2.jpgY dicha ingenuidad creo que tiene su máxima representación en el ideal, proclamado por IU, de cambiar Europa desde dentro de Europa. Existen corrientes, aún no mayoritarias dentro de IU, a las que me adscribo, que entienden que esto simplemente es una gran barbaridad. No porque sea disparatado lo que se propone, que no lo es en absoluto, sino porque responde, como decimos, a un acto de tremenda ingenuidad. ¿Queremos esta Europa del Capital y de los Mercados? No. ¿Queremos construir la Europa Socialista de los Pueblos y de los Ciudadanos? Si. Hasta aquí coincidimos. ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Lo podemos hacer dentro del actual marco normativo europeo, dentro del Euro y de sus Tratados? Creemos que no. Por tanto, creemos que hay que estar previamente fuera de dicho marco, para poder implantar y liderar un amplio proceso de transformación socialista en primer lugar para nuestro propio país, y por ende, poder extenderlo a una nueva Europa, refundada sobre otros cimientos.

 

izquierda_ingenua3.jpgEn palabras de Montero Soler: "Frente a quienes mantienen que existen vías de reforma capaces de enfrentar la actual situación de deterioro económico y social, la realidad se empeña en demostrar que la viabilidad de esas propuestas requiere de una condición previa inexcusable: la modificación radical de la estructura institucional, de las reglas de funcionamiento y de la línea ideológica que guía el funcionamiento de la Eurozona". Seamos realistas. Tenemos en las actuales políticas de austeridad el mayor ejemplo de su fuerza, que nos conducen a una clase trabajadora cada vez más desprotegida, precarizada, desideologizada, desestructurada e indefensa, caldo de cultivo ideal para la extensión de sus macabras políticas. Y más adelante continúa: "El problema esencial es que la Eurozona es un híbrido, una extraña mezcla que sólo avanza en un único frente. No avanza en lo federal, con y por todas las consecuencias que ello tendría en materia de cesión de soberanía, y se mantiene solamente en el terreno de lo monetario, porque esa dimensión, junto a la libertad de movimientos de capitales, de bienes y servicios, basta para configurar un mercado de grandes dimensiones (...). Por lo tanto Europa, y con ella su expresión de integración más avanzada que es el euro, se ha convertido en un proyecto exclusivamente económico puesto al servicio de las oligarquías industriales y financieras europeas con el agravante de que, en el proceso, han cooptado a la clase política, tanto nacional como supranacional, secuestrando con ello los mecanismos de intervención pública sobre la dinámica económica y restringiendo los márgenes para cualquier tipo de reforma que no actúe en su beneficio".

 

izquierda_ingenua4.jpgPero en cambio, esto no se dice. Se sigue manteniendo la idea de que, desde dentro del Euro y de los actuales Tratados Europeos, estas premisas podrán conseguirse, y estos cambios podrán alcanzarse y aplicarse. Aquí es donde creemos que reside (y queremos pensar bien, y descartar otras motivaciones) la tremenda ingenuidad de la izquierda española (al menos de una parte de la misma). La estructura organizativa de la Unión Europea, proceso que se extiende hace varias décadas, se gesta fundamentalmente a raíz del Tratado de Maastricht, firmado en 1992, que sienta las bases, junto con el resto de Tratados posteriores, para la actual arquitectura europea. Dicha arquitectura es la que nos lleva al Euro como moneda única, pero sin asentarla sobre bases políticas y fiscales comunes, sino únicamente obedeciendo a un planteamiento de unificación monetaria, donde Alemania ejerce su presión como locomotora europea, y dicta su política fiscal y monetaria, con el principal aliado, el Banco Central Europeo (BCE), responsable de las políticas que impiden atacar la crisis de deuda de los diferentes países. El Euro, digámoslo claramente, es la expresión más acabada del capitalismo neoliberal. Un tipo de capitalismo que se desarrolla en el marco de un mercado único dominado por el imperativo de la competitividad, y en el que, además, se ha producido un vaciado de las soberanías nacionales, en beneficio de una tecnocracia que actúa permanentemente en favor de las élites europeas, y en perjuicio del bienestar de las clases trabajadoras.

 

izquierda_ingenua5.jpgLa Constitución Europea fue un proyecto fallido, pero se ha intentado introducir subliminalmente a través de los diferentes Tratados (incluido el de Lisboa celebrado en 2007), que plantean toda esta arquitectura europea. El Parlamento Europeo no tiene prácticamente poderes, los órganos de gobierno de la UE no son instancias democráticas, pero sin embargo, son los que de verdad dictan las políticas macroeconómicas que hay que llevar a cabo en los países miembros. El Banco Central Europeo se define como una entidad independiente (de los Estados, pero no de los Mercados), y en base a esta premisa, los Tratados prohíben expresamente que el BCE pueda financiar directamente a los Estados miembros, pero sí pueda hacerlo con la banca privada, a los que presta dinero muy barato, para que éstos a su vez puedan intervenir en los procesos de subasta del Tesoro y de la deuda pública, emitidos por los diferentes Gobiernos. Los hechos nos lo demuestran bien claramente: todas las políticas encaminadas a "salvar el euro" son políticas dirigidas a salvaguardar y preservar los intereses de la élite económica europea, en contra del bienestar de las clases populares. El escenario de la moneda única, al no poder devaluar la misma, nos ofrece sólo la solución de devaluar la fuerza interna de trabajo, los tipos de salarios directos, indirectos y diferidos, lo cual nos lleva irremisiblemente hacia el abismo del subdesarrollo y del neoesclavismo.

 

izquierda_ingenua6.jpgBien, con este escenario, ¿es posible desarrollar un programa de izquierdas?  ¿Es posible plantearse, siquiera sea mínimamente, la asunción de una serie de medidas que restablezcan las privatizaciones de los servicios públicos? ¿Es posible abandonar las políticas mal llamadas de "austeridad"? ¿Es posible sin salir de Europa, sin abandonar este club de fanáticos neoliberales, poder llegar a plantearse políticas de redistribución de la riqueza? ¿Es posible revertir las políticas que nos han anulado derechos sociales y laborales en nuestro país? ¿Sería posible poner en práctica una auténtica reforma fiscal progresiva? ¿Es posible avanzar en la nacionalización de los grandes sectores estratégicos de la economía? ¿Alguien se cree que desde esta Europa nos van a dejar nacionalizar la Banca, las eléctricas, las telecomunicaciones, la alimentación, la industria? ¿Podemos plantearnos siquiera dentro de esta Europa, esclava del capital financiero, la quita, renegociación o auditoría de la deuda pública? ¿Podemos plantear la negativa a pagar la deuda? A muchos nos parece que no. Nos parece que todos estos planteamientos, que son los únicos que nos sacarían realmente de la crisis, y además asentarían los mecanismos para que no se dieran crisis futuras, no caben dentro de la actual Unión Europea, y dentro del Euro.

 

izquierda_ingenua7.jpgAlberto Montero plantea la siguiente paradoja: "¿Que podría hacer un gobierno de izquierdas que alcanzara el poder en un único país de la eurozona? ¿Debería esperar a que estuvieran dadas las condiciones objetivas en el resto de la eurozona para proceder a sus reformas, siendo conscientes de que ello exige el voto unánime de 27 Estados, o debería aprovechar la ventana de oportunidad que la historia le ha permitido abrir y promover la salida de ese Estado del euro?". Nosotros abundamos en ello. ¿Porqué entonces no se da este mensaje a la ciudadanía? ¿Porqué no tenemos una izquierda menos ingenua, más realista, más valiente, aunque ello pueda hacerle perder un buen puñado de votos? Desde la izquierda estamos por un Proceso Constituyente, que replantee todo nuestro modelo de convivencia hacia un modelo republicano y federal, pero resulta un contrasentido reclamar procesos de tamaña envergadura, sin reclamar la ruptura con el marco institucional, político y económico que el euro nos impone. El Proceso Constituyente no podría conducirnos a una auténtica refundación, pues partiría de unas condiciones previas inasumibles, que van en contra de los intereses de esas mismas clases que estamos proclamando dicho proceso.

 

izquierda_ingenua8.jpgEn defintiva, plantear una sociedad socialista dentro de esta Unión Europea, y dentro del euro, representa una contradicción en sí misma, un oxímoron. La izquierda de verdad, la auténtica izquierda progresista, transformadora y revolucionaria, no puede andarse con paños calientes, menos aún con sospechosas colaboraciones con partidos del régimen (como el PSOE en Andalucía). Necesitamos una izquierda más agresiva, que no tenga miedo a exponer, tanto en público como en privado, el auténtico ideario socialista, revolucionario, pero sin tapujos, sin falsas ilusiones, sin ingenuidades, sin parches, sino abordando el problema desde su raíz, esto es, siendo radicales en nuestros planteamientos. La tarea es la de convencer, la de difundir, la de explicar, la de hacer continua pedagogía, desde todos los frentes, en todos los sectores, desde todos los foros, mediante todos los colectivos, aunados con los movimientos sociales, para que el ideario de izquierdas cale entre la ciudadanía, y podamos ejercer de facto un contrapoder ciudadano desde donde balancear e incluso romper la hegemonía del pensamiento dominante. Pero esto no se consigue desde la prudencia, desde la ingenuidad, desde las medias tintas, sino desde la sinceridad, desde la autenticidad, desde la coherencia y desde la valentía.

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14 enero 2014 2 14 /01 /enero /2014 00:00

"El poder es un cíclope. Tiene un sólo ojo: ve lo que le conviene, es ciego a todo lo demás. Contempla en éxtasis la globalización del dinero, pero no puede ni ver la globalización de los Derechos Humanos"

(Eduardo Galeano)

 

"Al más alto nivel, no hay separación entre las personas que dirigen nuestras grandes empresas, y quienes se encargan de gobernarnos"

(John Perkins)

 

   

 

ley_antiprotesta.jpgYa le dedicamos un artículo a la Ley de Seguridad Ciudadana en este mismo Blog, al que remito a los lectores que no lo hayan leído, porque el actual tiene que ver con aquél, en el sentido de que la ley que aquí nos ocupa, la de Seguridad Privada, tiene mucho que ver, en el fondo y en la forma, con aquélla. Y es que por si fuera poco el abuso de autoridad y la corrupción institucionalizada en el mundo de la seguridad pública, que hemos podido comprobar últimamente de forma fácil, el siguiente paso es la entrada del capital y de los intereses privados en el mundo de la seguridad. Una suerte de nueva Guardia Privada va a prestarse a defender más y mejor los intereses de la clase dominante. Con el tándem que supone junto con la Ley de Seguridad Ciudadana, no sólo se blinda al Estado por sus tropelías ante la plebe, sino que también se protegen mejor los intereses de sus esbirros. 

 

ley_antiprotesta2.jpgSupone una vuelta de tuerca más en la oleada privatizadora que nos invade, en lo que respecta a los servicios públicos. Se abre la puerta a proporcionar negocio a las empresas de seguridad, algunas muy famosas y lideradas por gentuza muy conocida por su ideología ultraderechista, como la organización valenciana España 2000. Los actuales Vigilantes de Seguridad que vigilan actualmente locales y empresas de todo tipo ya han declarado no sentirse preparados para equipararse a las funciones de la Policía y de la Guardia Civil. Pruebas físicas de menor intensidad que las de la policía, así como la superación de un test después de seis meses de formación teórica, en comparación con los tres años actuales de policías y guardias civiles, no parece suficiente como para delegarles las mismas responsabilidades. Junto a la Ley de Reforma del Código Penal Militar, del Código Penal Civil y de la Ley de Protección Ciudadana, forman las cuatro patas donde se sustenta el nuevo modelo de "orden público" propuesto por el Partido Popular.

 

ley_antiprotesta3.jpgSe crea indefensión, un espacio para la discrecionalidad y la impunidad, e incluso un vacío o limbo legal terrible, con el nuevo Proyecto de Ley, ya que se autorizará la utilización de los servicios de "seguridad privada" en espacios abiertos, sean de interés público (cárceles, CIE's) o privados (Conciertos o celebraciones realizadas en suelo público para una entidad privada), bajo la supuesta "supervisión" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y en "idénticas condiciones" que las de éstas. Para ello, se les ofrece el poderosísimo blindaje (que respaldará cualquier atropello, e impedirá cualquier protesta) de su consideración como "Autoridad del Estado". Esto abre la puerta para que cualquier nimiedad pueda ser considerada como un delito de "resistencia, insulto o desobediencia a la Autoridad", y condenada con las gravísimas penas que se aplicarán tras las modificaciones del Código Penal previstas, así como las infracciones administrativas (que eliminan de un plumazo el derecho a la tutela judicial efectiva) de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana.  

 

ley_antiprotesta4.jpgTomando las palabras de Arturo Borra: "Lo público como negocio privado (favorecido por un sistema corrupto de prebendas y privilegios) instaura la competencia entre las élites y el saqueo a los subalternos. Hay que insistir: más allá de la "oportunidad de negocio" para las 1500 empresas de seguridad privada operativas en territorio español (con una facturación actual de más de 3000 millones de euros al año), ¿en qué sentido podría beneficiarnos el ser objeto de vigilancia permanente por su parte? No es sólo un problema de subcualificación evidente que debería alarmar a cualquier persona mínimamente precavida; implica ante todo que una de las partes asuma el rol de juez, esto es, que la burguesía sea erigida como guardián del bienestar colectivo, aunque más no sea mediante sus lacayos. Un elemental trabajo de indagación sobre las empresas de seguridad privada sería suficiente para persuadirnos del carácter radicalmente inadecuado de esta transferencia funcional; permitiría identificar lazos inocultables entre algunas de estas empresas y una ultraderecha racista, xenófoba y aporofóbica. ¿Qué ecuanimidad cabría esperar de esos sujetos en el ejercicio del poder de vigilancia, especialmente cuando se los autoriza a convertir a sus declarados enemigos en objeto?"

 

ley_antiprotesta5.jpgLas sospechas nos llevan a pensar que habrá una derivación del servicio público (plazas de Policía que no se cubren) hacia las fuerzas privadas de seguridad. De hecho, el Cuerpo de Policía Nacional dispone hoy de 12.000 efectivos menos de los que disponía hace tres años. Y además, sabemos que la preparación física y teórica de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que desarrollan su labor como un servicio público (aunque también sobre esto se podría discutir bastante), es mucho más completa que la de los Agentes de Seguridad Privada (6 meses de preparación teórico-práctica en el caso de los vigilantes, frente a una oposición en el caso de la Policía, después de casi tres años de preparación previa). Y con esta escasa preparación y obedeciendo a otros intereses, el caso es que podrán practicar detenciones, identificar, interrogar y cachear en la vía pública, todo lo cual, de entrada, es un tema que puede tender al abuso. Se trata en el fondo de otra privatización subliminal y encubierta, de otra "externalización" de las funciones de un servicio público, con el fin de generar beneficio privado. 

 

ley_antiprotesta6.jpgY hemos de denunciar que se trata de una aberración en toda regla, el hecho de que, desde el ámbito privado, una persona pueda intervenir con estas funciones y estos poderes en un espacio público. Se nos antoja imaginar, por ejemplo y sin ir más lejos, que al lado de barrios y polígonos pobres de las grandes ciudades, con poca seguridad, habrá barrios de élite y centros privados con muchos fondos, que estén muy bien vigilados, protegidos y custodiados. Decididamente, la Seguridad, así con mayúsculas, es un bien público, gratuito y universal, cuyas funciones no pueden ser extrapoladas a ningún cuerpo de seguridad privada. Y no nos valen los ejemplos que nos ponen sobre las instalaciones de Aeropuertos, Instituciones Penitenciarias, Andenes, etc., ya que los vigilantes privados, según esta futura Ley, podrán intervenir fuera de los locales donde estén vigilando. A estas alturas, creemos que la frontera entre lo público y lo privado está clara, pero con herramientas como la Ley que estamos comentando, estamos abriendo la puerta a que la política y los intereses de la empresa privada de la cual dependa el vigilante en cuestión, podrán imponerse a los intereses generales de la ciudadanía.

 

Como lo califica el Colectivo de Militares "Anemoi", estamos ante el intento de instauración de "cuerpos parapoliciales" al servicio de la oligarquía, y de su régimen autoritario y antidemocrático. Es previsible además que, con la reciente Reforma del Código Penal, bastante más dura en sus condenas, la población carcelaria española vaya a aumentar bastante, con lo cual el negocio está asegurado. Este Partido Popular, ultraneoliberal y parafascista, quiere un ejército privado a su total disposición, y a la de sus amigos. Una vez más, no podemos consentirlo. Realizamos un llamamiento a que la ciudadanía organizada, junto con las plataformas y organizaciones de la sociedad civil, de todos los sectores, manifestemos juntos nuestro más profundo rechazo a este Proyecto de Ley, y continuemos reivindicando que el monopolio de la Seguridad Pública lo deben seguir ejerciendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional, Policía Autónoma donde la hubiere, Policía Local, Guardia Civil). Esto tiene que ver con las garantías de protección de los derechos y libertades civiles públicas, y no puede ser de ningún modo privatizado. Constituiría un flagrante atentado a los cimientos de un Estado Social y de Derecho, ese que declara la Constitución, y ese que llevamos mucho tiempo pretendiendo ser.

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13 enero 2014 1 13 /01 /enero /2014 00:00

"Aceptar la desigualdad como natural es convertirse en un ser fragmentado"

(John Berger)

  

 

 

Era la cita del magnífico escritor, sobre la que Olga Rodríguez añadía que "es no concebirse a uno mismo más que como la suma de un conjunto de posesiones, de circunstancias, de necesidades. Aceptar la desigualdad como natural es creer que podemos ser de forma aislada, individual, sin sentirnos apelados por lo colectivo. Rebelarse contra ella es defender que la dignidad de todos, el derecho a vivir disfrutando y no sufriendo, debe ser el más preciado de los valores". Porque continuamos, en esta entrega número 24 sobre la serie de artículos dedicados al capitalismo, al socialismo y al marxismo, hablando sobre desigualdades y sobre clases sociales. Y otro concepto que pivota también sobre la aceptación de las desigualdades es el de darwinismo social, que a su vez tiene también mucho que ver con otro que pudiéramos llamar "meritocracia". Porque una sociedad de clases, como la capitalista, implica que el poder económico, social, político, militar e ideológico está en las manos de la clase dominante.

 

capitalismo241.jpgY ya estamos comprobando cómo en nuestra sociedad, los poderes fácticos, como el económico y el ideológico (que incluye a los medios de comunicación, que son potentes herramientas al servicio de la divulgación de las ideas dominantes y el pensamiento único), no requieren de procesos democráticos de elección, sino el hecho de estar en posesión, de haber acumulado grandes riquezas, generalmente sin importar la manera en que se las obtuvo. El darwinismo social pretende trasladar los principios científicos de la evolución natural de los ecosistemas y sus especies al campo de la sociedad humana, difundiéndolo como un justificativo de la injusticia social y poniendo en los hombros de los oprimidos la responsabilidad de su situación. Los darwinistas sociales argumentarán que, al igual que en la selva, "el más apto sobrevive", y asumirán que "cada uno tiene lo que se merece", en una competencia descarnada entre ganadores y perdedores. Pero los ganadores son los que ocupaban ya estratos altos de la sociedad y que no necesariamente demuestran merecer su holgura económica y su posición de poder. Los integrados y los que están a gusto con el estado de cosas, creen que reciben lo justo, lo que corresponde a sus méritos, como una justa y natural gratificación. En consecuencia, los desposeídos reciben también lo que se merecen.

 

capitalismo242.jpgDe esta forma, la relación entre meritocracia, desigualdad y competitividad está presente continuamente. Aplicado al campo educativo, por ejemplo, se presenta una contradicción irresoluble entre el concepto de educar para la solidaridad, que prefiere esperar al compañero para llegar juntos a la cumbre, o educar para la competitividad, que supone, bajo el paradigma del mercado, que el pez grande se coma al chico. Una meritocracia que olvide los aspectos sociales, miente pretendiendo que hay una competencia en igualdad de condiciones, pues en realidad sólo impulsa la competitividad individual, dejando de lado la solidaridad como una actitud que impide ocupar un puesto entre los ganadores. Pero, ¿es democrática una sociedad compuesta de "ganadores" y "perdedores"? Absolutamente NO, y menos lo es cuando esta clasificación se presenta como condición vital y permanente. Tampoco cuando justifica las disparidades sociales, y bajo la presunción de que "cada cual tiene lo que se merece", oculta las auténticas raíces de la desigualdad y legitima la injusticia social. Por ello, los mecanismos instaurados por las actuales sociedades son opuestos a la democracia, y forman parte más bien de un cuerpo doctrinario que sólo obedece en el fondo a la pretensión de perpetuar el capitalismo.

 

capitalismo243.jpgLa tendencia a que la clase trabajadora se precarice cada vez más está muy clara, y se nota especialmente en tiempos como los actuales, cuando mediante la excusa de la crisis, las clases dominantes aprovechan para implantar mecanismos y normativas que siempre quisieron hacer, y no pudieron, por estar pasando la sociedad por una etapa de mayor o menor incertidumbre, como por ejemplo ocurrió aquí durante la Transición. Desde el fin de la Transición (principios de la década de los años 80 del siglo pasado) hasta la actualidad, tanto con Gobiernos del PSOE como del PP, el ataque a las clases trabajadores ha sido lento y tímido, pero continuo. Pero sin embargo, desde 2007 hacia acá, el ataque ha sido más cruento que nunca en la historia democrática, precisamente para aprovechar la coyuntura. Y así hemos llegado a la instalación social de la clase que pudiéramos denominar como el "Precariado". Se trata del último eslabón, del último escalón posible dentro de la clase trabajadora, aquél estadío donde hasta los derechos más básicos y elementales son arrebatados, despojando de esta forma la capacidad para desarrollar un mínimo proyecto digno de vida.

 

capitalismo244.jpgAsí que para finalizar esta entrega, y sobre el precariado, retomo textualmente las palabras de Nega, en su artículo de respuesta a Pablo Iglesias cuando dice: "La precariedad —aunque según algunos autores pudiera parecerlo— no es ninguna novedad ni el último grito en las relaciones laborales. La clase obrera la viene sufriendo desde que el que el capitalismo es capitalismo y el trabajo asalariado se convirtió en civilización y no es otra cosa que unas condiciones de trabajo lamentables y abusivas. Las jornadas de 14 horas en los telares, los mineros sin seguridad, los jornaleros que no cobraban si ese año la cosecha era mala, el servicio que vivía encerrado en la casa del señorito, el obrero subido en el andamio… ¿No es precariedad? Por supuesto que sí, no deja de ser curioso que Los santos inocentes se ubique cronológicamente en pleno auge fordista, benditas contradicciones postmodernas. Pero entonces llegó Negri (seguido por su coro de creyentes) y nos dijo que la precariedad era algo novedoso, tanto que acuñó un nuevo término: el precariado".

 

capitalismo245.jpgY continúa: "En realidad —y es bastante significativo— el término proviene de la Fundación Friederich Ebert, vinculada al partido socialdemócrata alemán (SPD). Un nuevo tipo de asalariado que sufría la precariedad, es decir, unas condiciones laborales precarias, en el marco del nuevo capitalismo post-industrial caracterizado por su inmediatez, su flexibilidad y su prevalencia de lo simbólico sobre lo material. ¿Y esto cómo se traduce? En que mi madre friega platos ajenos y es clase obrera. Pero si la que friega platos ajenos es una joven con carrera y un máster que habla tres idiomas y milita en Juventud Sin Futuro no es clase obrera (y vaya por delante que me parece que hacen una grandísima labor) es un nuevo sujeto emergente, es precariado, intelectual además. Se traduce en que una camarera es clase obrera siempre y cuando sea una choni que será camarera el resto de su vida, si está de camarera para pagarse los estudios de Ciencias Políticas no es clase obrera, es un nuevo sujeto emergente incapaz de identificarse con la clase obrera insertado que refuerza el intelecto colectivo...". Continuaremos en siguientes entregas.

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10 enero 2014 5 10 /01 /enero /2014 00:00

"Hay muchas formas de matar

Pueden meterte un cuchillo en el vientre

Quitarte el pan

No curarte de una enfermedad

Meterte en una mala vivienda

Empujarte hasta el suicidio

Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo

Llevarte a la guerra, etc.

Solo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado"

Bertolt Brecht, Me-Tí. El libro de los cambios (1937)

 

   

 

neoesclavismo1.jpgDel liberalismo al neoliberalismo, y del esclavismo al neoesclavismo. Así podríamos resumir la relación directamente proporcional de dichos conceptos, en la época que nos está tocando vivir. Los cimientos de la ilusión representada por la mal llamada "clase media" se esfuman, se evaporan, cuando esto se convierte en un salvaje "sálvese quien pueda". En el año que comienza, suben tarifas y precios públicos (Renfe, autobuses, luz, peajes de autopistas, copago farmacéutico...) mientras los salarios se congelan o disminuyen (cuarta congelación de sueldos para los funcionarios, SMI congelado en 645 euros, o vergonzante subida del 0,25% en las pensiones públicas). Mientras los despidos brutales y masivos están a la orden del día, nos enteramos cada vez de más casos donde los propios dirigentes de las empresas se subieron el sueldo de forma escandalosa una vez entrados o declarados en quiebra técnica, en bancarrota (no sólo bancos, sino también otro tipo de empresas, como Pescanova). Parece ser que se trata de que trabajemos en precario, para que ellos puedan vivir como reyes. Hemos llegado a la institucionalización del saqueo, a la aceptación social de unas prácticas delictivas de desposesión de la clase trabajadora, todo ello desde las más solemnes tribunas del neoliberalismo, y desde las más altas instancias supranacionales.

 

neoesclavismo2.jpgJorge Moruno, sociólogo y colaborador de la Fundación CEPS se expresa en los siguientes términos: "El neoesclavismo que se asoma inicia el camino de la historia a la inversa, arrastrando los cambios que han tenido lugar en los últimos 200 años. Hoy el capitalismo extrae la riqueza de otra manera, aunque también mantiene vivas las viejas formas. No existe ninguna compensación social al modelo precario de producción. El neoliberalismo no es capaz de otorgar un volumen de trabajo necesario para garantizar un mínimo de dignidad a la población. Lo que no es óbice para que la retórica oficial continúe apoyándose sobre el imaginario que lleva asociado el trabajo en nuestra sociedad. Aunque éste ya no cumpla su función como elemento de integración social".

 

neoesclavismo3.jpgNos imponen bajadas de salarios, recortes sociales, laborales, rescates a la banca, privatizaciones, eliminaciones de derechos conquistados o mayores cesiones de soberanía, mientras nos ablandan por otro lado con los sermones de que nuestro rescate ya quedó descartado, la prima de riesgo baja, las inversiones extranjeras comienzan a afluir lentamente, se recuperan las exportaciones, y mejora sustancialmente el cuadro macroeconómico. Pero hasta el Rey Juan Carlos, poco sospechoso de radical marxista, ha proclamado en su discurso navideño que para él, "la crisis no habrá terminado mientras queden españoles que no puedan trabajar". Afortunadamente, se les esfumó la oportunidad de establecer la peligrosa isla de EuroVegas, pero continúa en pie el proyecto BCN World, y si no migramos a otro modelo productivo, se sucederán más experiencias en esta línea. Desregulación laboral, bajadas de salarios, precariedad en el empleo, se alternan con monstruosos beneficios empresariales, y ERE en las empresas que justamente más beneficios declaran. Es la institucionalización de la pobreza. Vamos construyendo un imaginario colectivo donde al parado se le mira como a un parásito, y al empleado como a un privilegiado.

 

neoesclavismo4.jpgTodos los bienes colectivos, y toda la riqueza pública y común, se pone al servicio de los intereses privados, es carne de mercantilización. Desde la Universidad hasta los derechos más básicos y fundamentales se transforman en valor de cambio, en tendencia, en objeto para la descarnada competitividad. Todos somos libres para convertirnos en los nuevos siervos del siglo XXI, en los nuevos esclavos del capital. Al esclavo romano o feudal se le garantizaba un techo y una manutención, los esclavos de hoy no tienen garantías de nada. Retomo las palabras de Armando B. Ginés, cuando sostiene: "Ahora con la crisis, el neoliberalismo, la norma Wert, el ansiado retoño malformado y abortivo de Gallardón y la ley mordaza contra la disidencia pública de Fernández Díaz vuelven a agudizarse de manera descarnada las diferencias de clase. La Universidad trazará otra vez una barrera invisible prácticamente inexpugnable entre la clase alta y la clase trabajadora. A las hijas e hijos de éstos no les quedará más remedio que regresar al oficio, empleo u oposiciones de escalones inferiores para ser alguien en la vida, eso sí, dentro de una movilidad geográfica y temporal extrema, dando tumbos de contrato en contrato sin solución de continuidad alguna, compitiendo además con su pares de clase hasta la extenuación en una carrera de fondo sin metas concretas salvo las de sobrevivir a toda costa".

 

neoesclavismo5.jpgY más adelante continúa: "La crisis actual está poniendo las cosas en su sitio clásico. Los de arriba en la cúspide y los de abajo con los pies en la tierra, batiendo el suelo con las migajas de costumbre. El capitalismo ha surcado muchas etapas y de todas ha salido más o menos indemne, sabiendo adaptarse a las circunstancias históricas cambiantes e imprevisibles a las mil maravillas. Ahora, regresa triunfante a su origen, expropiando a la clase trabajadora de sus conquistas sociales y derechos civiles y políticos. El medievalismo vuelve por sus fueros. Hay que dejar al trabajador desnudo ante la competencia inexorable. De esta forma, tendrá que venderse al mejor postor por el mínimo imprescindible para sobrevivir. Adiós aborto y mujer trabajadora, adiós futuro razonable. Hola vuecencia esclavitud, hola mi señor y amo".

   

La situación es asqueante, vergonzante, indecente, obscena e inmoral, cada vez más proclive al estallido social. No ha finalizado de implantarse un ajuste, aún no ha habido tiempo de examinar los resultados de una cierta reforma, cuando ya nos decretan la siguiente. La hostilidad, el ataque de la clase dominante hacia los de abajo llega ya a límites inimaginables en una sociedad que se precie de serlo. Estamos llegando a la barbarie que nos anunciara Rosa Luxemburgo. Y por si todo ello fuera poco, se nos vierten las falacias constantes sobre las diferentes reformas que plantean. Por ejemplo, la reforma de las pensiones, sabiendo que sobre ellas, sobre las pensiones de nuestros mayores, pivotan hoy dia los recursos y la subsistencia de millones de familias. Y resulta un auténtico insulto a la inteligencia ocultar la paradoja fundamental, a saber: a partir de ahora, las pensiones públicas se van a ir reduciendo hasta convertirse en algo puramente de beneficencia. Así es que, siguiendo esta lógica, parece que quieren instarnos a contratar planes privados de pensiones. Pero un fondo de pensiones necesita un salario fijo, grande o pequeño, para que se pueda ir reservando una cierta cantidad de dinero mensualmente a sufragar dicho plan. Pero como resulta que el empleo no está garantizado, no hay garantías de que el fondo de pensiones sea abastecido lo suficiente, con lo cual, simplemente, tampoco por esa vía los pensionistas del mañana tendrán su pensión asegurada. ¿Es o no una falacia? ¿Creen que no nos damos cuenta? ¿Qué pretenden? ¿Que seamos esclavos de por vida y mendigos en nuestra vejez? Y la pregunta más importante: ¿seremos capaces de recuperar nuestra dignidad?

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