"Se ha subestimado el coste social a largo plazo de la crisis económica. Cada vez hay más personas que han sido expulsadas de sus hogares. Más personas atrapadas en el sobreendeudamiento, porque el coste de vida se ha incrementado y sus ingresos han disminuido. La pobreza infantil está aumentando, y los jóvenes se ven privados de la posibilidad de soñar con un futuro. La opinión pública estigmatiza cada vez más a las personas vulnerables, como si fueran responsables de su situación y la protección social fuese un lujo en una época de austeridad"
(Red Europea de Lucha contra la Pobreza, agosto 2013)
Y continuando con la exposición que estamos haciendo sobre el poder empresarial en el marco del capitalismo globalizado, no podíamos dejar de mencionar a los bancos. La banca privada es la institución capitalista más criminal que podamos encontrar, quizá aquélla pieza por excelencia del sistema que garantiza su perpetuidad. Como no podemos, ni es nuestro interés, analizar a toda la banca internacional, tomaremos como ejemplo al Deutsche Bank, tomando como referencia un artículo del maestro Vicenç Navarro. Pero por supuesto, todo lo que vamos a contar se podría extrapolar a cualquier otro banco privado nacional o internacional, ya que, como decimos, éstos constituyen las auténticas piezas imprescindibles para un sistema cruel, despiadado y corrupto, como es el capitalismo. En la ficción se ha tratado también el tema de forma extensa. Por ejemplo, en la serie de televisión "Brigada Central II: La guerra blanca", se contaba cómo gran parte del dinero negro procedente de la droga de los cárteles colombianos era blanqueado por una entidad financiera francesa. Y este ejemplo es extensible a otros muchos casos.
El Deutsche Bank es uno de los seis bancos más importantes del mundo, y uno de los más influyentes en Europa. Su sede está al lado del Banco Central Alemán (Bundesbank), el cual, a su vez, está al lado del Banco Central Europeo (BCE), el eje de todo el sistema financiero europeo, cuyo comportamiento ha contribuido, en gran medida, a generar, consentir y mantener la enorme crisis financiera y económica europea, que ha sido particularmente perjudicial para el bienestar de las clases populares, sobre todo de los países del Sur de Europa (los llamados PIGS). ¿Pero de dónde viene, cuáles son los orígenes del Deutsche Bank? De entrada, era el banco personal de Hitler, jugando un papel clave en el desarrollo de las políticas nazis, de las cuales se benefició extensamente. En general, podemos afirmar que los grandes agentes del poder económico son los principales beneficiarios de los regímenes dictatoriales en todo el mundo, como ocurrió aquí durante la dictadura franquista. En parte, la gran riqueza del banco alemán se derivó de las confiscaciones de propiedades, tanto alemanas como extranjeras, que el régimen nazi alemán realizó durante su expansión por el resto de Europa. Esta realidad, ocultada durante mucho tiempo, está siendo documentada en juicios que las víctimas (muchas de ellas judíos) están ganando en su intento de recuperar sus antiguas propiedades. Con la colaboración de la Gestapo y de las SS, el Deutsche Bank ingresó en sus arcas dinero, joyas, cuadros y otras propiedades de las poblaciones conquistadas por el nazismo, que incluían, además de judíos, otros grupos étnicos y políticos, como comunistas, socialistas o anarquistas.
Pero no sólo esto, puesto que la actividad criminal de los campos de exterminio nazi, donde se gaseaba masivamente a las víctimas, también fue financiada por el banco alemán. Y en España, este banco apoyó también tanto el golpe militar del General Franco como las ayudas militares del gobierno nazi a España, obteniendo generosos beneficios gracias a esta financiación. Inclusó financió muchas de las campañas y actividades del nazismo italiano de Mussolini. Y después de la Segunda Guerra Mundial, el Deustche Bank apareció de nuevo, unido y con gran esplendor, expandiéndose rápidamente por Europa y por EE.UU., adquiriendo otros bancos mediante prácticas ilícitas, denunciadas incluso por prensa financiera como el Wall Street Journal, lo cual, considerando la enorme tolerancia de este medio hacia los comportamientos antiéticos de la banca, constituye un hecho digno de resaltar. El Deustche Bank jugó un papel clave en el escándalo Enron, cuando aquélla compañía ocultó enormes pérdidas que causaron la miseria de millones de ciudadanos estadounidenses. El Deustche Bank ha sido también uno de los bancos que más promocionó hipotecas basura en EE.UU. (y probablemente en España), claramente a sabiendas de sus desastrosas consecuencias. Tanto es así que el Comité del Senado norteamericano que analizó las causas de la crisis financiera iniciada en 2007, señaló al Deustche Bank como uno de los bancos que más contribuyó a generar, mediante prácticas especulativas, la burbuja inmobiliaria en aquél país y su expansión, creando la mayor crisis fianciera desde comienzos del siglo XX.
Y tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, este banco paralizó cualquier transacción con otros países, incluyendo España, lo que determinó las enormes restricciones de crédito que continúan en la actualidad. Y como el Deustche Bank quiere recuperar su dinero, a través de su influencia en el Gobierno y en el Parlamento alemán, fue responsable del diseño y la concesión del préstamo de 100.000 millones de euros destinados a rescatar a la banca española, y responsable, en última instancia (con la servil complicidad de nuestros gobiernos) de la imposición de la criminal política de recortes sociales que viene imponiéndose desde hace años, y que continuará mientras no tengamos un gobierno decente en nuestro país, y una ciudadanía dispuesta a apoyarlo. El Deustche Bank tiene sucursales repartidas por todo el mundo, financiando y respaldando algunas de las mayores violaciones de los Derechos Humanos que han ocurrido durante estos últimos años. Ha financiado, por ejemplo, a la empresa minera AngloGold Ashanti y a sus fuerzas mercenarias (FNI), responsables de crímenes contra la humanidad en la República del Congo. En Sudán, el banco ha financiado a varias empresas petrolíferas responsables de los horrores de Darfur. En Indonesia, ha financiado a la empresa minera de oro y cobre Freeport-MacMoran, conocida por haber destruido regiones enteras del país contaminando sus ríos y manantiales, siendo, además, uno de los mayores accionistas de empresas productoras de bombas atómicas y de enriquecimiento de uranio.
Su última cifra de beneficios conocida nos habla de 3.200 millones de euros, un 87% más que en el año anterior. En general, toda la gran banca privada europea está obteniendo muchos beneficios con esta crisis, mientras capas enteras de la población se hunden en la precariedad, el desempleo, la miseria y la pobreza. Pero la banca continúa aprovechándose de la situación, despidiendo a miles de empleados (en el caso concreto del Deustche Bank a 6.400 empleados), y contribuyendo a la caída de miles de empresas pequeñas y medianas, que no han podido subsistir ante la brutal embestida de la crisis. En esto reside el poder de la banca. Representan el epicentro del capitalismo mundial, su gran laboratorio de ideas, su gran repositorio económico, su más servil instrumento, su más criminal engendro. Los banqueros son los más despiadados actores del sistema, responsables últimos de las medidas que los títeres gobiernos neoliberales toman en contra de los intereses de la mayoría social de la población, y a favor de los intereses de las grandes empresas transnacionales (incluyendo a la propia banca en primer lugar), y por ende, responsables últimos de la degradación social, humana, económica, política y medioambiental que sufrimos. Los bancos son el gran espejo de la crisis civilizatoria que representa el capitalismo globalizado. Continuaremos en siguientes entregas.