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3 enero 2018 3 03 /01 /enero /2018 00:00
Fuente Viñeta: http://www.ecorepublicano.es/

Fuente Viñeta: http://www.ecorepublicano.es/

Estamos viendo cómo renace un neofranquismo tan rancio, represor y antiguo como el de antes; un neofranquismo que se acompaña de aguiluchos y símbolos nazis, brazos hitlerianos cara al sol, y que promueve palizas en las calles y persecuciones de quienes no piensan como ellos. Esa España que nos avergüenza vuelve con inusitada violencia e intolerancia y el pueblo democrático no lo puede permitir

José Coy (miembro de la Mesa Estatal FCSM)

Como ya avanzábamos en la entrega anterior, el objeto de toda ley que pretenda la recuperación de la memoria histórica republicana ha de basarse en los siguientes fundamentos (enlace a la propuesta de ERC que estamos siguiendo):

 

1.- La aplicación de la doctrina de las Naciones Unidas sobre los Crímenes contra la Humanidad a los cometidos sistemáticamente por la dictadura franquista

 

2.- Reconocer el derecho inalienable a la verdad y el deber de recordar por parte del Estado establecidos por la ONU

 

3.- Reconocer jurídica y moralmente la condición de víctimas a todas las personas físicas y jurídicas que sufrieron persecución y muerte, y restituir moral y materialmente a todas las personas, colectivos, instituciones públicas, organizaciones y entidades de todo tipo que fueron perseguidas y represaliadas, y que hasta el momento no han obtenido su justo reconocimiento y reparación

 

4.- Reconocer a la II República Española como un Estado democrático y de derecho, precursor del presente sistema político

 

5.- Recuperar la memoria histórica de la II República y la represión franquista, que ha sido manipulada, silenciada, olvidada, o no estudiada y difundida en profundidad

 

Todos estos procesos y objetivos han de basarse a su vez en las decisiones políticas oportunas que permitan crear los marcos jurídicos y legales apropiados para desarrollar todos los puntos anteriores. Un punto esencial es derogar la Ley de Amnistía de 1977, entendida como ley de "punto final", que bajo la falacia de la "reconciliación nacional", perdonaba a todos los verdugos del régimen. En vez de dicha indecente ley, hemos de basarnos en los preceptos que Naciones Unidas divulga y reconoce como Crímenes contra la Humanidad. Porque desgraciadamente, la historia de todas las naciones y de la Humanidad entera está llena de períodos en los que gobiernos ilegítimos han establecido leyes y ordenamientos jurídicos y han organizado fuerzas armadas destinadas a cometer crímenes horribles contra la población a la que tenían que proteger. El fascismo y el nazismo llegaron a unos extremos inauditos de crueldad sistemática que conmovieron hondamente a las naciones civilizadas. Para condenar estos hechos sistemáticos, fruto de la acción y la organización de un Gobierno, que por su gravedad y amplitud ofenden la conciencia de la Humanidad entera, la comunidad de naciones civilizadas creó, después de la II Guerra Mundial, una legislación internacional específica que comenzó con los famosos Juicios de Nüremberg. Se creó entonces la figura jurídica de los "Crímenes contra la Humanidad", que complementa la noción de Crímenes de Guerra y de Crímenes contra la Paz. Todo ello con la intención de que estos crímenes se castigaran, y no se volvieran a reproducir. 

 

El régimen franquista se circunscribe de forma evidente a estos postulados, y una de las medidas instauradas por la doctrina de las NN.UU. con esta finalidad ha sido establecer que estos crímenes no puedan quedar impunes y que sean imprescriptibles. Por tanto, ninguna ley de punto final puede dictarse en relación a ellos, ni es legítima su aplicación cuando de un régimen fascista y genocida se trate. La Constitución de 1978, a pesar de haber sido redactada bajo las presiones de los renombrados "poderes fácticos", incardinó el Reino de España en la legalidad internacional sobre Derechos Humanos, al establecer que las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades públicas tenían que adecuarse a la Declaración Universal de Derechos Humanos y a los Tratados y Acuerdos Internacionales sobre estas materias ratificados por España. La extraña ambivalencia jurídica del período preconstitucional (1975-1978) se había acabado, y se estableció la doctrina internacional sobre Derechos Humanos que establece que los Crímenes contra la Humanidad no pueden quedar impunes. Durante aquél período preconstitucional, las víctimas de los crímenes del franquismo fueron ignoradas. De hecho, estaban tan aterrorizadas que se conformaban con sobrevivir, salir de las prisiones o regresar del exilio. Se establecieron algunas compensaciones económicas para algunos colectivos de represaliados. Sin embargo, nunca se reconoció su carácter de víctimas, ni nunca se calificaron jurídicamente en la legislación, los gobernantes que la habían impulsado y sus ejecutores de acuerdo con la legislación internacional sobre Derechos Humanos.

 

Se optó por el olvido y la ignorancia histórica. Las instituciones y los poderes públicos dejaron que se instalaran y pervivieran en la sociedad española los rescoldos de aquél franquismo, en forma de una especie de "franquismo sociológico", que ya hemos explicado a fondo en entregas anteriores, y del que hemos expuesto multitud de ejemplos actuales. Esta peligrosa actitud ha tenido graves repercusiones en los estratos más profundos de la conciencia democrática de los pueblos del Estado Español: ha supuesto el triunfo del relativismo moral a la hora de juzgar a los gobernantes y ha minado los mínimos requisitos éticos exigibles en las relaciones entre los ciudadanos, la ley y los gobernantes. El franquismo no se ha estudiado de forma adecuada en las escuelas, y se ha tolerado una cierta dosis de "simpatía" con el régimen de Franco, algo absolutamente inaceptable bajo los mimbres de una sociedad que se autodenomina "democrática", pero que por ello mismo, no lo es. No se puede ser demócrata sin ser antifascista. Una sociedad plenamente democrática no se basa únicamente en el voto, sino en sus comportamientos, valores y actitudes, y el antifascismo militante es uno de ellos. Gran parte de la crisis de valores democráticos que padecemos en la actualidad se debe al olvido y a esa ignorancia histórica, patrocinados por un Estado que no ha colocado el pasado en sus justos términos. En ese sentido, una ley que pretenda recuperar la memoria histórica republicana ha de diseñar todo el conjunto de mecanismos para garantizar que migramos hacia dicho modelo de sociedad. Continuaremos en siguientes entregas.

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1 enero 2018 1 01 /01 /enero /2018 00:00
Viñeta: Moro

Viñeta: Moro

Los pueblos de Europa se han convertido en un protectorado de los Estados Unidos, siendo la OTAN su instrumento criminal de dominación y de hegemonía, es decir, sin consentimiento de sus poblaciones

Manuel Ruiz Robles (Colectivo ANEMOI)

La OTAN como brazo armado del imperialismo lleva no solamente el mensaje belicista al mundo, sino la normalización de la guerra a las conciencias de las personas, de los pueblos y de los colectivos. Quizá los lectores y lectoras de este Blog no conozcan el dato de que la creciente presencia militar en todo el planeta del decadente imperio de los Estados Unidos fue seleccionada como "la noticia más censurada" del año académico 2015-2016 por el Proyecto Censurado de California, tal como nos cuenta parte de su elenco en este artículo del que se hizo eco el medio Rebelion.org. Este ingenioso y útil proyecto está cumpliendo 40 años en la ardua tarea de investigar y sacar a la luz pública las grandes noticias ignoradas por los grandes medios de comunicación hegemónicos. Existe un dato demoledor, y es que actualmente, Estados Unidos despliega tropas en alrededor del 70% de los países del mundo. De hecho, según un portavoz del Comando de Operaciones Especiales (SOCOM, por sus siglas en inglés), las Fuerzas de Operaciones Especiales estadounidenses (SOF) se desplegaron durante el año 2015 en 147 de las 195 naciones reconocidas en el mundo, con un aumento del 80% desde el año 2010. El presupuesto de SOCOM se ha más que triplicado desde 2001, y ya en el año 2014 alcanzaba la friolera de tres mil millones de dólares. Pero en 2015, la financiación de SOCOM había subido a casi 10.000 millones de dólares. Son las cifras de un mundo configurado para la guerra, y a su vez, para el hambre, los desplazados forzosos, el paro, la miseria y la devastación. 

 

Pero las cifras no terminan aquí. Podemos suministrar algunas más para conformar mejor la idea. Por ejemplo, en el período 2012-2014 las Fuerzas de Operaciones Especiales llevaron a cabo 500 misiones de Intercambio de Entrenamiento Combinado (JCET, por sus siglas en inglés) en 67 países cada año. Y mientras, a nosotros, la inmensa mayoría social, tan sólo nos llegan los mensajes que el Ministro o Ministra de turno dedica por Navidad a las tropas desplazadas en el extranjero. Por cierto, mensajes insulsos y falaces donde los haya, donde se repiten los mismos mantras de siempre, y donde las grandilocuentes palabras esconden y disfrazan la trágica realidad. Otro aspecto donde las consecuencias de las actividades de la OTAN (y, en general, del imperialismo estadounidense y europeo) se ven crudamente reflejadas es en lo relativo a los refugiados. De nuevo aquí las cifras son escalofriantes. No entraremos a fondo en este asunto, pues tenemos en preparación una nueva serie de artículos que, bajo el título "Hacia otra política de fronteras", va a analizar la situación global al respecto, y las posibles soluciones que se pueden aportar. Circunscribiremos por tanto a continuación este tema al asunto que nos concierne. Como decíamos, los datos son demoledores: unas 22.000 personas han muerto desde el año 2000 intentando llegar a Europa. En 2014, más del 75% de los migrantes que murieron en el mundo, lo hicieron en el Mediterráneo. Es una tragedia prolongada, inmoral, indecente, vergonzosa. A comienzos de septiembre de 2015, la Organización Internacional para las Emigraciones publicó estas cifras: cerca de 220.000 refugiados han llegado a Grecia, y cerca de 115.000 a Italia desde enero de 2015. Desde esa fecha, más de 2643 personas han muerto en el mar tras haber intentado llegar al Viejo Continente. Un Continente que se muestra hoy día como una terrible fortaleza. 

 

¿Y qué tiene todo esto que ver con la OTAN? No desesperen. Desde marzo de 2016, una poderosa flota de la OTAN, compuesta por cinco fragatas (griega, turca, alemana, italiana y canadiense) y otros 10 ó 15 navíos de guerra, patrullaba ya por el Mar Egeo del Este apuntando a seres humanos indefensos, en situación de miseria y desarmados, que simplemente constituyen algunos de los miles de refugiados que arriesgan diariamente su vida en su esfuerzo por salir del infierno de la guerra incontrolable impuesta en Siria. Combinando buenas dosis de racismo, nacionalismo e imperialismo, la Alianza Atlántica vuelve a ser el brazo ejecutor de la peor política, en este caso no sólo belicista, sino también despiadada e inhumana. Seguimos datos e informaciones de este artículo de Antonis Ntavanellos para el medio A l'encontre, traducido por Faustino Eguberri para el medio Viento Sur. Los dirigentes políticos y los mandos militares tienen la indecencia de argumentar que dichas operaciones se realizan para "luchar contra los flujos migratorios", y se quedan tan panchos. O sea, que dedican navíos de guerra supermodernos y poderosos, que cuestan un gran pico a las arcas públicas de los países de la Alianza, para ¡frenar inmigrantes! Ahí es nada. Pero la aberración llega a más cuando se conocen los medios que los refugiados utilizan para su odisea: centenares de hombres y mujeres, de todas las edades, incluyendo niños y niñas, y mujeres embarazadas, se amontonan en canoas hinchables y se lanzan a la deriva. Sin la presencia de un solo marinero mínimamente experimentado, intentan atravesar la mar por sus propios medios, abandonados a su suerte, buscando peligrosos trayectos lo más breves posibles para alcanzar su objetivo. Y se ahogan por miles. Diariamente. 

 

Y ante esa inmensa tragedia humanitaria, provocada por los espurios intereses imperialistas, los mismos países imperialistas responden con más dolor, con más venganza, con más horror. Los argumentos racistas no se disimulan en las declaraciones de los dirigentes europeos, muchos de los cuales hacen gala de un ultraderechismo nacionalista a ultranza más propio del nazismo del siglo XX. Pero la verdad es que los flujos de refugiados son imposibles de detener. Los resultados entonces se nos antojan trágicos, como de hecho está ocurriendo, y además se han recrudecido durante el último lustro. Desde este punto de vista, la hostigadora presencia de los navíos de la OTAN obligará a estos refugiados a intentar su odisea por vías y medios aún más peligrosos, de noche, con frío y mal tiempo. Circunstancias todas ellas que multiplican los naufragios, y con ellos las muertes, los ahogamientos, las penurias, las tragedias, el dolor. Según Antonis Ntavanellos, y nosotros coincidimos con él, la entrada de la OTAN en el Mar Egeo para esta tarea está evidentemente ligada a razones diplomáticas y geopolíticas más generales, y de mayor envergadura. Tremendos juegos de poder entrecruzan sus intereses, y trazan sus estrategias. Y en medio de todo ello, los refugiados, personas, hombres y mujeres que vivían tan tranquilamente en sus países de origen y que se han visto abruptamente obligados/as a abandonarlos, pagan el pato. Ellos son las víctimas. El imperialismo se ceba con personas inocentes, con nombres y apellidos, con ancianos indefensos, con hombres, mujeres y niños y niñas inocentes. La OTAN, aquí también, vuelve a ser el aparato del terror. 

 

Por cualquier medio, con cualquier pretexto, ante cualquier circunstancia, el decadente imperialismo occidental intenta continuamente mantener su hegemonía, y la guerra permanente es un instrumento a dicho servicio. A tal efecto, como sostienen Francisco Sánchez del Pino y Manuel Montejo López en esta serie de dos extensos y fantásticos artículos publicados en el medio Rebelion.org, la gobernanza de los nuevos poderes se asegura hoy por medio de las instituciones militares (OTAN), el complejo energético-industrial-tecnológico, y algunos otros centros pertenecientes a la órbita del poder financiero internacional. En este sentido, los intereses de estas oscuras corporaciones son las que guían las decisiones políticas y económicas, y no duelen prendas en provocar todos los efectos "colaterales" necesarios para conseguir sus objetivos, por macabros que éstos puedan llegar a resultar. Así que con la inestimable ayuda de los medios de comunicación dominantes, y la retórica del discurso vacío que resignifica profundos conceptos como "libertad", "paz", "derechos humanos", etc., estos agentes del belicismo internacional nos van introduciendo en su macabro mundo, para que la mayoría social también justifique las agresiones y escaladas militaristas que hoy día ocurren en todas partes del mundo. La OTAN es la punta de lanza de todas ellas. Sólo con su desaparición, y la creación de foros mundiales realmente democráticos, será posible rediseñar los parámetros surgidos de un orden mundial capitalista, imperialista y globalizado, para conseguir hacer primar los enfoques pacifistas, cooperativistas e igualitarios. Continuaremos en siguientes entregas.

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29 diciembre 2017 5 29 /12 /diciembre /2017 00:00
Arquitectura de la Desigualdad (70)

En los países en vías de desarrollo, al menos 250.000 millones de euros de ingresos fiscales desaparecen cada año en los paraísos fiscales, es decir, seis veces el importe anual necesario para luchar y vencer el hambre hasta 2025

Jérôme Duval

En su Informe "Una economía para el 99%", correspondiente al año 2017, la ONG Oxfam Intermón (una de las más especializadas y prestigiosas cuando sobre desigualdad se hable) expone los siguientes datos: "Las grandes empresas también han optado por un modelo de maximización de sus beneficios a costa de tributar lo menos posible, utilizando paraísos fiscales, sacando provecho de tipos impositivos cada vez más bajos o logrando que los países compitan agresivamente entre sí para ofrecerles privilegios fiscales. La rebaja en los tipos nominales del impuesto de sociedades se está convirtiendo también en una tendencia generalizada, lo cual, unido a las técnicas de evasión y elusión fiscal tan extendidas, hace que muchas grandes empresas reduzcan su contribución fiscal a mínimos. Se estima, por ejemplo, que en 2014, Apple tributó por sus beneficios en Europa a un tipo efectivo del 0,005%. Los países en desarrollo pierden cada año al menos 100.000 millones de dólares como consecuencia de la elusión y evasión fiscal de grandes empresas a través de paraísos fiscales y dejan de ingresar miles de millones de dólares por ofrecer exenciones y exoneraciones fiscales improductivas e ineficientes. Esta sangría de recursos afecta sobre todo a los más pobres, que dependen en mayor medida de los servicios públicos en los que podrían invertirse todos estos recursos fugados. Kenia pierde 1.100 millones de dólares anuales en concepto de exenciones fiscales, una cifra que prácticamente duplica su presupuesto de inversión en salud, en un país donde la probabilidad de que las madres mueran durante el parto es de uno entre cuarenta". Creo que lo han dejado perfectamente claro. 

 

La complicidad entre Estados, gobiernos y empresas en la existencia de los paraísos fiscales es absolutamente evidente. La voluntad política presente en todos estos actores les lleva a que estos territorios especiales existan de forma palpable, otras veces encubierta, y a que su pasividad frente a los mismos acabe siendo absolutamente indecente. La influencia de las élites sobre el sistema fiscal mundial a la hora de mantener los paraísos fiscales es manifiesta, y la complicidad entre todas ellas es vergonzante. Porque en todos los países del mundo, los ingresos fiscales sirven para financiar los servicios públicos, las infraestructuras, el Estado del Bienestar, y otros bienes y servicios que mantienen el funcionamiento del Estado. Todo ello está muy bien si se apuesta por una sociedad justa, equitativa y redistributiva, pero el hecho es que esto no es así. De cara a la galería los mensajes de los líderes políticos y sociales nos hablan de este discurso de la solidaridad, pero lo cierto es que ni se cree ni se practica ese modelo social. Se sabe que un sistema fiscal justo es una pieza fundamental y parte esencial para financiar el correcto y eficaz funcionamiento de los Estados, así como para permitir que los Gobiernos cumplan con su obligación de garantizar al conjunto de la ciudadanía su derecho a contar con servicios públicos esenciales, tales como la sanidad o la educación. Especialmente en los países en desarrollo, donde existe una mayor necesidad de fortalecer los servicios sanitarios y educativos para los cientos de millones de personas que todavía se encuentran en situación de pobreza extrema, los ingresos fiscales constituyen un mecanismo sostenible de generación de ingresos. Además, un sistema fiscal progresivo y bien diseñado permite garantizar que quienes más tienen y más cobran (sueldos, riqueza, patrimonio, fortunas, bienes, etc.) aporten más al sistema.

 

Sin embargo, puede que los regímenes fiscales nacionales y la estructura fiscal internacional no sólo no cumplan con esta función, sino que además provoquen el efecto contrario y que la mayor carga tributaria recaiga sobre los más pobres. Cuando esto ocurre (y ocurre en la mayor parte de países del globo) los modelos sociales se pervierten, por mucho que existan votantes que democráticamente los hayan elegido. Se desvirtúan las funciones públicas, las arcas públicas dejan de recibir los ingresos necesarios para financiar los servicios, y las clases populares y trabajadoras se van distanciando de las élites. Y ahí tenemos la arquitectura de la desigualdad. No es por tanto una desigualdad natural, sino una proyección de la misma, una creación política y social ad hoc para que los ricos salgan beneficiados, y así romper la necesaria cohesión social imprescindible para garantizar una mínima igualdad. La actual arquitectura fiscal mundial también socava la capacidad de los Gobiernos para recaudar los impuestos que les corresponden, facilitando la evasión y la elusión fiscal transfronteriza y la ocultación de riqueza, especialmente a través de los paraísos fiscales. Estas jurisdicciones, que entre otras cosas se caracterizan por el secretismo y la baja o nula tributación, son una de las vías más obvias que pueden utilizar tanto individuos como empresas para eludir sus obligaciones fiscales. Hasta la fecha, los Gobiernos no han logrado acabar con la evasión y elusión fiscal a nivel mundial, ni tampoco con el entramado de paraísos fiscales asociado a dichas prácticas. Una maraña de intereses creados convierte esta tarea casi en un imposible, sobre todo para un solo país, por muy buena voluntad política que pueda desplegar. 

 

Por tanto, este es el vergonzoso esquema de trabajo que facilitan, entre otros, los profesionales de la gran banca privada y de inversión, y de los lujosos despachos de abogados o auditores, todos ellos muy bien remunerados, para aprovecharse de una economía mundial cada vez más globalizada y con menos trabas. Una economía al servicio del 1%, donde la desigualdad campa a sus anchas, y donde el poder de las clases populares es cada vez más reducido. En cambio, con un sistema fiscal progresivo, las empresas y personas más ricas serían los más grandes contribuyentes. Sin embargo, actualmente son quienes tienen mayores incentivos para hacer uso de este aberrante entramado fiscal con el objetivo de eludir el pago de los impuestos que les corresponden, además de ser quienes pueden permitirse contratar a este tipo de profesionales que facilitan la elusión y evasión fiscal. Recientemente, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, colaborando en cada país con diversos medios, ha logrado sacar a la luz pública la existencia no sólo de estos despachos de profesionales, sino la práctica totalidad (se cuentan por miles) de clientes por todas partes del mundo. Y aunque los escándalos han sido mayúsculos, aún la sociedad no ha tomado conciencia de la gravedad del problema. Los llamados "Papeles de Panamá", los "Papeles de la Castellana", o los "Papeles del Paraíso" han sacado las vergüenzas (fiscales) a montones de políticos, artistas, empresarios, deportistas, etc., a los cuales se les ha descubierto su participación en empresas radicadas en estos oscuros territorios. 

 

Aprovechar los vacíos legales en materia impositiva para eludir impuestos son dos componentes fundamentales de las estrategias de maximización de beneficios para muchas empresas multinacionales. Y es que estas empresas pueden trasladar artificialmente la propiedad de activos o el coste real de sus transacciones a filiales llamadas "pantalla" en jurisdicciones fiscales de baja imposición o que no exijan la divulgación pública de información empresarial relevante. Así, las ganancias de estas empresas "desaparecen" de los países donde tiene lugar su "actividad económica real", para pasar a existir sólo en paraísos fiscales. Por ejemplo, en el año 2012, las empresas multinacionales estadounidenses declararon 80.000 millones de dólares de beneficios en las Islas Bermudas, una cantidad superior a los beneficios que declararon en Japón, China, Alemania y Francia juntas. Esta cantidad es tan grande (el 3,3% de los beneficios totales generados por estas empresas en todo el mundo) que claramente no refleja su actividad económica real en las Bermudas, donde generan sólo el 0,3% de sus ventas totales, y donde el número de empleados/as y los costes salariales asociados constituyen un ínfimo 0,01%-0,02% del total. Es solo un ejemplo, pero la casuística y sus datos asociados son absolutamente impresionantes. Empresas que declaran beneficios en sucursales donde no poseen empleados/as, territorios que poseen casi más empresas que habitantes, y secretos por doquier (secreto bancario, mercantil, judicial, comisiones rogatorias, etc.) marcan este perverso mundo de los paraísos fiscales, unas zonas económicas que podrían dejar de existir de un día para otro si realmente existiera voluntad de acabar con ellos. Continuaremos en siguientes entregas.

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27 diciembre 2017 3 27 /12 /diciembre /2017 00:00
Viñeta: http://www.publico.es/

Viñeta: http://www.publico.es/

En España se da un tipo específico de negacionismo que no es “esto no pasó”, sino “de esto no se habla”, y así seguimos. Es una anomalía tremenda que exista la Fundación Francisco Franco, es una anomalía obscena que no se haya hecho del Valle de los Caídos un monumento de memoria y siga como símbolo operativo de los valores fascistas en una democracia. Igualmente es repugnante que la Iglesia Católica continúe ocupando esferas de la vida pública que bajo ningún concepto debería ocupar en, insisto, una democracia avanzada

Víctor Mora

Encaramos ya la recta final de esta serie de artículos. Sólo nos queda el repaso (ya hemos expuesto dos referentes en las últimas entregas), en propuestas, de todo lo que hay que hacer para superar completamente el franquismo en nuestro pais, una vez analizados todos los puntos de vista, y todos los aspectos donde residen nuestras carencias democráticas en torno a este asunto. Bien, pues finalmente, vamos a presentar el texto de una proposición de ley presentada por ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), donde se desarrollan todos los asuntos que se deberían abordar para un restablecimiento absoluto de la memoria histórica y democrática republicana. Fue presentada al Congreso de los Diputados en diciembre de 2016, es decir, hace justo un año, y se puede consultar al completo en este enlace. Como siempre, nosotros vamos a destacar aquí los puntos más sobresalientes de dicho texto, centrándonos en los aspectos que nos parezcan más relevantes. Como se introduce en la exposición de motivos de la PL referida, "se pretende la recuperación de la memoria histórica de la II República y de la represión franquista, que la propia dictadura y la amnesia de la transición tergiversó y escondió". Hemos de partir de la base de que la legislación actual (Ley de 2007) no reconoce a todas las personas represaliadas, ni les otorga la condición jurídica de víctimas. Es una ley timorata y cobarde, que no enfrenta con garantías la superación del franquismo. 

 

Al mismo tiempo, se obvia la calificación de Crímenes contra la Humanidad para aquéllos realizados impunemente por el franquismo, no se retiran las distinciones otorgadas a los criminales por serlo, y ni siquiera se anulan las sentencias que tribunales absolutamente ilegítimos dictaron. La actual Ley (estatal) de Memoria Histórica está absolutamente influenciada por una situación de franquismo sociológico que una nueva Ley ha de superar, para establecer los moldes definitivos de una sociedad que supere completamente todos los tics franquistas, que es igual que decir todos los tics fascistas, genocidas o totalitarios. Tampoco se reconoce la restitución del patrimonio, los documentos y el papel moneda incautado a personas e instituciones. Finalmente, el Estado no asume ni siquiera la responsabilidad con las víctimas, tanto pidiendo perdón como ejerciendo el deber y la obligación que tiene para la localización e identificación de las víctimas abandonadas en fosas comunes repartidas por todo el territorio nacional. Es, pues, necesaria y urgente una modificación de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica para lograr el reconocimiento y reparación de todas las víctimas, la aplicación de la doctrina de las Naciones Unidas sobre los Crímenes contra la Humanidad y la asunción por parte del Estado de sus responsabilidades con las víctimas, entre otros asuntos pendientes para alcanzar una plena superación del franquismo en nuestra sociedad del siglo XXI. 

 

Pero desarrollemos en primer lugar lo referente a la recuperación de la Memoria Histórica Republicana. Seguimos a continuación el texto de referencia. Después de siglos de caciquismo político y de una década de dictadura, con la connivencia de la Monarquía, la Iglesia y el Ejército, la proclamación de la II República Española el 14 de abril de 1931 supuso una época de democratización del Estado Español y de sus poderes públicos, así como de progreso social. La II República, instaurada legítima y democráticamente por la voluntad popular que otorgan las urnas (en contra de las indecentes voces que aún lo niegan), supuso una gran transformación política y social, que hizo avanzar al país hacia mayores cotas de democracia, justicia, igualdad y bienestar social. En entregas anteriores ya hemos repasado los principales puntos donde la República incidió para alcanzar tales cotas. Remito a ellas a los lectores y lectoras interesadas. No obstante, nos volveremos a referir a ellas en sus aspectos principales a continuación. Las más importantes transformaciones políticas fueron el reconocimiento del sufragio universal (se reconocía por fin el derecho de voto a la mujer) y el referéndum, el reconocimiento de la pluralidad territorial del Estado (con la consiguiente descentralización y elaboración de Estatutos de las nacionalidades históricas), la separación Iglesia-Estado, la reforma militar o la instauración del Tribunal de Garantías Constitucionales. A nivel social, hay que destacar la abolición de los privilegios sociales, las reformas sobre la propiedad de la tierra, la protección de la infancia, la protección social de las clases trabajadoras, la reducción de la jornada laboral, la universalización, gratuidad y laicidad de la enseñanza primaria, la independencia y garantías judiciales, o la instauración del matrimonio civil y el divorcio. 

 

No obstante, la continuación de las reformas políticas y sociales por las cuales la ciudadanía apostó legítimamente en las urnas, después de dos años de contrarreformas, fueron interrumpidas por la fuerza en un golpe militar que a la postre derrocó al legítimo régimen republicano. Bajo el falaz pretexto de "salvar a España del comunismo", los golpistas trajeron primero una feroz Guerra Civil que se extendió durante tres años, y después una infame, cruel y despiadada dictadura que exterminó a todos los que no pensaban como dictaba el régimen. El derrocamiento de la República conllevó la instauración de una dictadura criminal y represiva que a nivel político supuso la aniquilación de las instituciones republicanas, del pluralismo político y de las reformas de modernización estatal que se habían comenzado a implantar. Más allá de eso, el nuevo régimen condenó al ostracismo y la ilegalidad a todos los símbolos republicanos desde la moneda a la bandera, pasando por el escudo y el himno, y canalizando sus ansias totalizadoras en la usurpación del concepto de patria. Pero durante el último cuarto del siglo, la recuperación de la democracia (que fue abolida por el golpe militar y la dictadura) no ha conllevado el reconocimiento del legítimo régimen republicano como sistema democrático que modernizó el Estado Español y reconoció los derechos y libertades de que gozamos hoy y que instauraría la Constitución de 1978, arrogándose un mérito que no era tal, pues en muchos aspectos (también en alguna entrega anterior ha sido desarrollada esta comparativa) la anterior Constitución republicana superaba a la Carta Magna actual. 

 

Como el proceso de restauración de la democracia no fue rupturista y el desalojo de los afectos al régimen dictatorial de los poderes fácticos se ha ido produciendo gradualmente, se ha instaurado en los poderes políticos de la actual democracia la idea de que no había que recuperar la memoria histórica por temor a que estos poderes se rebelaran. No obstante, a más de 40 años de la muerte del dictador y con un Estado democrático y de derecho plenamente consolidado (aunque no real), este miedo ya no puede existir, por lo cual pensamos que ha llegado el momento no solo de recuperar la propia historia, sino de reconocer el valor reformista y democrático de la etapa republicana. Ha llegado el momento de descubrir la verdad, de enfrentarse a ella, de pasar página, de hacer justicia y de conseguir del Estado la debida reparación. Ha llegado el momento de que la reciente historia de nuestro país deje de ser manipulada en las escuelas, de que el franquismo se cuente como lo que de verdad fue, una manifestación del fascismo más puro y duro, y de que la tolerancia social hacia estos regímenes totalitarios sea, a ser posible, nula. Ha llegado el momento de reconocer los cimientos de la democracia, los avances de la II República, de regresar a su filosofía, y de cerrar definitivamente aquél paréntesis negro de cuatro décadas. Ha llegado el momento de conformar un Estado sensibilizado con las víctimas, que a su vez ofrezca las garantías de reparación debidas, pero que no exima ninguna de sus responsabilidades como garante finalista de una sociedad respetuosa, pacífica y pluralista. Ha llegado el momento de la madurez democrática, y de superar totalmente el franquismo. Continuaremos en siguientes entregas. 

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22 diciembre 2017 5 22 /12 /diciembre /2017 00:00
Arquitectura de la Desigualdad (69)

Los paraísos fiscales esconden 7,6 billones de dólares de fortunas individuales, una cantidad superior al PIB del Reino Unido y Alemania. Oxfam ha analizado 200 empresas, entre ellas las más grandes del mundo y las socias estratégicas del Foro Mundial de Davos, revelando que 9 de cada 10 tienen presencia en paraísos fiscales

Joan Boada

BLOQUE IV. PARAÍSOS FISCALES.

 

La protección gubernamental e institucional a los ricos, como ya explicábamos en el primer bloque temático de esta serie de artículos, es poderosa. De hecho, en el informe del muy oficial Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea correspondiente al año 2010, y titulado "¿Qué defensa europea tendremos en 2020?", cuya larga introducción fue escrita por Catherine Ashton (que era entonces la número 2 de la UE, es decir, la Alta Representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad) se puede leer que la misión de la UE es: "Proteger a los ricos del mundo contra las tensiones y los problemas de los pobres. Dado que la proporción de la población mundial que vive en la miseria y la frustración continuará siendo muy elevada, y las tensiones entre este mundo y el mundo de los ricos seguirá acentuándose, con las consecuencias que ello comporta". La sola lectura de este indecente párrafo ya da idea de la perversión de la arquitectura de las instituciones europeas, que las vuelve indignas y contribuye de forma decisiva y abierta a la extensión de la desigualdad. A tenor de lo cual, el periodista griego Yorgos Mitralias, y uno de los fundadores del Comité sobre la Verdad de la Deuda griega, comentaba en su artículo "Grecia, la democracia desaparecida" lo siguiente: "La conclusión no es difícil y es sobre todo evidente: cuando los más altos dirigentes de la UE, su Presidente de la Comisión y su ministra de asuntos exteriores y de la defensa muestran tal cinismo confesando públicamente y sin ambages que a la UE le importa un comino la democracia porque se preocupa con toda prioridad de proteger a los ricos de la cólera de los pobres, entonces nadie puede decir que no ha estado avisado". Pues bien, uno de esos "mecanismos de defensa" son los famosos paraísos fiscales, que vamos a abordar en el presente cuarto bloque temático de la serie. 

 

Hace pocos días, la UE ha hecho público un nuevo listado de paraísos fiscales reconocidos por la misma, donde aún se siguen quedando fuera muchos de los territorios que evidentemente lo son. En este sentido, GESTHA (sindicato de los Técnicos de Hacienda) reclama que se agilice la armonización europea que califique como paraíso fiscal cualquier país, territorio o centro offshore que permita una baja o nula tributación para los no residentes, y donde existan el secreto bancario, registral y mercantil. Derivado del hecho de que los ricos no suelen creer en la sociedad, sino en los individuos (tal como sostuviera Margaret Thatcher), como expresión típica del egoísmo y del individualismo que caracterizan a la filosofía política que subyace al neoliberalismo imperante, las prácticas derivadas en los llamados "paraísos fiscales" denotan exactamente eso: no queremos pagar, es decir, no queremos contribuir, es decir, no queremos construir Estado y sociedad con el resto de la gente, con la totalidad de las personas. Y amparado en este hecho empírico, se vienen planificando desde hace décadas terribles normativas que conceden "libertad" plena a la circulación de los capitales, para que los ricos y las grandes empresas puedan hacer circular su dinero más allá de los límites territoriales donde radica su actividad o reside su patrimonio. La libertad para los capitales, por sí misma, ya es un hecho que contribuye a una mayor desigualdad social, tal como relata el Catedrático de Economía Aplicada Juan Torres en este artículo, publicado en el medio Contextos, y que vamos a seguir a continuación. Como se verá en su momento, los llamados "paraísos fiscales" son simplemente una manifestación derivada de dicha "libertad" de circulación de los capitales, mientras generan crisis, desigualdad y pobreza para el resto. 

 

Y esto se ha demostrado matemáticamente. De hecho, un estudio publicado en octubre de 2016 por dos economistas del FMI ha demostrado que cuanto mayor es la libertad de movimientos para el capital más elevada es la desigualdad. Pero claro, a la inmensa mayoría de la población llegan los (falsos) mensajes contrarios, que básicamente afirman que la liberalización de los movimientos de capital es muy positiva porque genera crecimiento a largo plazo y mayor bienestar. Sin embargo, el estudio citado revela lo contrario, y ha sido realizado para muchos países (149) y para un período de tiempo muy largo (1970-2010). Los autores estudian tres vías por las que la mayor libertad de los movimientos de capital suele aumentar generalmente la desigualdad, tal y como ellos confirman en su investigación. En primer lugar, porque está asociada a sistemas financieros menos inclusivos que aumentan las tasas de pobreza. En segundo lugar, porque esa mayor libertad suele anticipar crisis financieras que generalmente terminan con efectos muy desiguales e injustos para la población, y finalmente, porque limita el poder de negociación de los trabajadores y eso provoca que caiga la participación de los salarios en la renta nacional. Pero además puede comprobarse históricamente, ya que existen períodos (1945-1970) donde prácticamente no hay ningún país que sufra crisis financieras, y es el mismo donde se da menos desigualdad (reflejada como una menor participación del 10% más rico en el total de la renta) y muy poca libertad de movimientos para el capital. Y al revés, también se comprueba históricamente que cuando existe mayor desigualdad y más crisis es justamente cuando hay más libertad de movimientos para el capital. 

 

Por su parte, como destaca Juan Torres en su artículo, otros estudios también han demostrado que la liberalización del capital no sólo no reduce la pobreza, como se empeña en afirmar sin ningún fundamento la sabiduría económica convencioinal (adscrita sin reservas al dogma neoliberal), sino que, por el contrario, está asociada a una menor participación de los más pobres en el ingreso (en el cómputo total de la renta nacional). La conclusión se nos ofrece nítida: esta coincidencia entre mayor libertad para el capital y mayor número de crisis, más pobreza y desigualdad más elevada no es ni mucho menos casual. La experiencia práctica demuestra que cuando se liberalizan, los capitales se expanden como un gas a la búsqueda de ganancia inmediata y fácil, y eso crea una gran inestabilidad financiera que se agrava, porque, además, la suma de esos dos fenómenos (menor rentabilidad en la parte productiva y mayor en la financiera) desatan el endeudamiento (ya tratado en el bloque temático anterior), aumentando la deuda pública y multiplicando la inversión especulativa. Y todo ello vuelve más ricos a los ya ricos, y más pobres a los pobres: volvemos a la desigualdad. La liberalización de los capitales contribuye, por tanto, a esta arquitectura social de la desigualdad. El edificio de la desigualdad se construye con muchas piezas, con muchos pisos, y cada uno de ellos realiza su función encaminado al mismo objetivo: construir modelos de sociedad más injustos, crueles y desiguales. Vivimos en un sistema tan perverso que concedemos al dinero y a sus grandes propietarios la libertad que negamos al conjunto de los seres humanos, y especialmente a los más vulnerables. Permitimos de esta forma que los grupos sociales más poderosos aumenten todavía más sus ingresos, sus privilegios y sus riquezas. 

 

Como resume Juan Torres, "En aras de darle libertad a los capitales se hace esclavas a las personas". La evidencia empírica demuestra que esa libertad se traduce inevitablemente en crisis desastrosas que provocan tremendos (y en muchos casos irreversibles) daños a millones de personas, a los pueblos y a la naturaleza. Sabemos que sus costes sociales son mayores que sus beneficios, y sin embargo, seguimos creyendo a los que postulan tales medidas económicas (políticas, en el fondo). No existe ni la más mínima razón científica ni prueba evidente que demuestre que la liberalización de los capitales es mejor para las economías que su estricto control. Los paraísos fiscales son un claro ejemplo de lo que estamos contando. Los ricos argumentan que lo hacen porque "la ley lo permite", es decir, básicamente porque es legal, lo cual no quiere decir que sea bueno ni lícito. Pero es el sistema el que lo permite. Son los grandes agentes económicos los grandes implicados en el gran negocio de los paraísos fiscales. Son los políticos los mejores avalistas de la existencia de estos lugares offshore, son los grandes empresarios los grandes evasores, son los bancos los grandes partícipes e instigadores de su existencia, y son los pueblos, las clases populares y trabajadoras, las que asumen y sufren las consecuencias de la existencia de estos perversos sistemas de baja tributación. Toda una clara arquitectura de la desigualdad, planificada, proyectada y asumida por el conjunto de la sociedad. De tarde en tarde conocemos nombres de empresarios, aristócratas, grandes fortunas, deportistas, cantantes, actores y actrices, etc., que participan de este aberrante mundo. Protestamos durante algún tiempo. Después nos olvidamos. Así nos va. Continuaremos en siguientes entregas. 

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20 diciembre 2017 3 20 /12 /diciembre /2017 00:00
Fuente Viñeta: http://www.ecorepublicano.es/

Fuente Viñeta: http://www.ecorepublicano.es/

Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y luego, la justicia. Solo así es posible el olvido verdadero

Juan Gelman (Fragmento de su Discurso de Recepción del Premio Cervantes 2007)

Continuamos, desde la entrega anterior, con el listado de puntos propuesto por la Asociación Estatal de Foros por la Memoria como superación plena del franquismo en nuestro país:

 

6.- Normalización legislativa de los bancos de datos de ADN para la identificación de las víctimas, procediendo al registro judicial de las muestras de sus restos, así como las de los familiares que lo soliciten, y creando los parámetros de reconocimiento que surjan de la experiencia antropológica, sociológica y forense. 

 

7.- Promulgar una Ley de reconocimiento de los campos de concentración y de trabajos forzados, y reconstrucción de los procesos seguidos en los mismos, y de las víctimas. Como hemos comentado en entregas anteriores, éste es una faceta del franquismo poco conocida (incluso negada por varias personas, estamentos e instituciones), y por ello sería muy útil conocer con detalle toda la información al respecto para despejar cualquier atisbo de duda. 

 

8.- Desclasificación y catalogación de todos los archivos diplomáticos, militares y de inteligencia hasta la instauración del régimen democrático. Precisamente, como ya hemos explicado, la tremenda dificultad en acceder a la información oficial sobre hechos, datos e informaciones contrastables ha sido una circunstancia común que han sufrido prácticamente todos los diversos autores que han pretendido acercarse al franquismo con un poco de rigor. 

 

9.- Llevar a cabo un inventario, catalogación y reorganización, con medios adecuados a la tecnología actual, de los archivos penales, judiciales, carcelarios, militares, administrativos, de inteligencia, municipales, etc., a todos los niveles de las Administraciones Públicas, adecuándolos a las normas del derecho a la verdad y a la justicia de las víctimas. Los medios tecnológicos permiten hoy día digitalizar toda la información de la época en diversos formatos, que luego puedan aplicarse para la búsqueda eficiente de todo aquél volumen de información. Asímismo, se ha de reconocer el libre acceso y la obligación de colaboración judicial de los responsables de dichos archivos con las víctimas y sus familiares, organizaciones de víctimas, organizaciones de derechos humanos y con la justicia nacional o de otros países. En honor a la verdad, hay que reconocer que la colaboración judicial hasta hoy ha sido bastante escasa, lo cual ha dificultado aún más la incansable labor de las víctimas en su búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación.

 

10.- Llevar a cabo una reconstrucción de los listados de víctimas españolas en terceros países como consecuencia del régimen franquista, incluyendo especialmente a los denominados "niños y niñas de la guerra", y solicitando, si fuera necesario, la colaboración internacional, especialmente en el ámbito europeo, para lo que se contará con las organizaciones de exiliados o de organizaciones extranjeras que hubieran colaborado con el exilio republicano. Se procederá igualmente a la regularización jurídica de los problemas de nacionalidad española derivados del exilio y de los que son consecuencia de la inscripción de españoles/as en registros de autoridades legítimas de la Segunda República, otorgando el mantenimiento de la doble nacionalidad de los exiliados y de sus descendientes en todos los casos. 

 

11.- Reconstrucción de las listas de víctimas y represaliados desde el levantamiento franquista, de forma legalmente válida, otorgando el reconocimiento y estatus jurídico válido y teniendo especial cuidado con los menores, huérfanos/as, homosexuales y mujeres. Es evidente que sólo desde un reconocimiento preciso y exacto de las víctimas puede otorgárseles la debida justicia y reparación. 

 

12.- Llevar a cabo la adecuación de las normas de los registros civiles a efectos de la correcta determinación de las causas de muerte. Los investigadores e historiadores que han estudiado el tema se han encontrado con situaciones claramente atípicas con respecto a estos casos. 

 

13.- Establecer un inventario de los bienes saqueados, embargados o expoliados por motivos políticos o religiosos, o bien por represalias hacia personas no afectas al régimen franquista. Dentro de este apartado también caben los bienes públicos colectivos que afectan a determinados pueblos o localidades, como es el caso del famoso Pazo de Meirás, que fuera la residencia de verano franquista durante décadas. 

 

14.- Establecer una legislación que permita la recuperación e indemnización a cargo del Estado, o de los responsables patrimoniales si existieran, de los bienes expoliados a personas físicas o jurídicas por motivos políticos o religiosos, o bien por represalias por no ser afectos al régimen. Este punto es continuación del anterior, y reconoce la debida reparación al efecto. 

 

15.- Aprobar una legislación de reconocimiento de todos los militares que sirvieron lealmente a la Segunda República, restableciendo su condición histórica y adecuando sus méritos reglamentarios a todos los efectos. Es una reparación debida a todos los familiares de las víctimas militares que no se aliaron con los golpistas, y continuaron defendiendo la legalidad republicana, brutalmente doblegada por los militares sublevados. 

 

16.- Aprobar una legislación de reconocimiento de todos los militares y fuerzas irregulares de origen español que colaboraron con los países aliados en la resistencia contra los países del Eje y contra el régimen franquista, equiparándolos al reconocimiento juridico, militar y social que se siguió en países como Francia. Colectivos como los maquis, los guerrilleros y toda la resistencia antifranquista se merecen por tanto la debida reparación. 

 

17.- Llevar a cabo la reconstrucción de todos los mandos de todas las organizaciones franquistas en el interior y el exterior de España, para facilitar el derecho a la verdad y el conocimiento de los perpetradores de los crímenes contra la humanidad. Precisamente ha sido (y continúa siendo) un peliagudo asunto al que las autoridades políticas y judiciales han puesto trabas, y han protegido incluso a muchos de los protagonistas aún vivos de la represión franquista. 

 

18.- Y por último, establecer la fijación de un sistema de resarcimiento económico actualizado, en términos y condiciones que se correspondan con la realidad económica y social española, a todo tipo de víctimas aún vivas, herederos y sus familiares, así como adoptar las medidas necesarias para el reconocimiento social y cultural, para lo que se procederá a la localización, catalogación y declaración como patrimonio histórico de los lugares de memoria de la lucha en defensa de la República y de la represión franquista. Como recoge la ley andaluza de memoria democrática que hemos comentado en entregas anteriores, es la Administración Pública la que debe erigirse en vigilante del propio mantenimiento y dedicación de dichos lugares a su función memorialista, y exigir a sus respectivos gestores su debido cuidado. Continuaremos en siguientes entregas.

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19 diciembre 2017 2 19 /12 /diciembre /2017 00:00
Viñeta: Jean-François Rochez

Viñeta: Jean-François Rochez

Puesto que la mayoría de líderes políticos responde a la presión, los científicos, los medios de comunicación y los ciudadanos deben insistir en que sus gobiernos pasen a la acción inmediata, como un imperativo moral hacia las actuales y futuras generaciones, humanas y de otras formas de vida

Fragmento del Manifiesto

Un total de 15.364 científicos de 184 países han publicado recientemente en la prestigiosa revista "BioScience" un Manifiesto de "Advertencia a la Humanidad" que ha sido replicado en diversos medios, y que a continuación nos vamos a hacer eco desde esta humilde tribuna. Se trata del segundo aviso mundial después del realizado el año 1992. Básicamente nos llaman la atención sobre la velocidad a la que avanzamos hacia el abismo, y que pronto será ya demasiado tarde para corregir el rumbo, y poder desviarnos de nuestra trayectoria. Una diabólica trayectoria condenada al fracaso, y que acabará con el concepto de vida tal cual hoy la entendemos.  Reproducimos a continuación el texto completo del Manifiesto:

 

Hace 25 años la asociación norteamericana Union of Concerned Scientists y más de 1.500 científicos independientes, incluyendo la mayoría de los Premios Nobel en Ciencias que vivían entonces, escribieron “La Advertencia de los Científicos del Mundo a la Humanidad”, 1992. Estos profesionales preocupados, reclamaron a la humanidad que frenase la destrucción ambiental y avisaron de que “sería necesario un gran cambio en nuestra forma de cuidar la Tierra y la vida sobre ella, si quería evitarse una enorme miseria humana...”. En su manifiesto, mostraban que los seres humanos estaban en rumbo de colisión con el mundo natural. Expresaron preocupación acerca de daños actuales, inminentes y potenciales sobre el planeta Tierra por: La destrucción de la capa de ozono, la disponibilidad de agua dulce, el colapso de la pesca marina, el incremento de zonas muertas en los océanos, la pérdida de masa forestal, la destrucción de biodiversidad, el cambio climático y el crecimiento continuado de la población. Proclamaron que cambios fundamentales eran urgentes y necesarios para evitar las consecuencias que nuestro actual rumbo podrían acarrearnos.

 

Los autores de la declaración de 1992 temían que la humanidad estaba empujando a los ecosistemas de la Tierra más allá de su capacidad de soportar la red de la vida. Describieron cuán rápido nos estábamos aproximando a muchos de los límites de lo que el planeta puede tolerar sin daños serios e irreversibles. Los científicos alegaron que deberíamos estabilizar la población, describiendo como la enorme cifra - que ha crecido en 2000 millones desde 1992, un incremento del 35 % - ejerce una presión sobre la Tierra que puede aplastar otros esfuerzos para conseguir un futuro sostenible (Crist et al. 2017). Imploraron que redujéramos las emisiones de gases efecto invernadero (en adelante, GEI) y eliminásemos los combustibles fósiles, redujéramos la deforestación y revirtiéramos la tendencia de extinción de la biodiversidad.

 

En el 25º aniversario de su llamada de atención, miramos hacia atrás a su alarma y evaluamos la respuesta humana, analizando la evolución en el tiempo de los indicadores disponibles. Desde 1992, con la excepción de que se ha estabilizado la capa de ozono, la humanidad ha fracasado en hacer suficientes progresos para resolver esos retos ambientales previstos y, de manera muy alarmante, en la mayoría de ellos, estamos mucho peor que entonces. Especialmente preocupante es la trayectoria actual del catastrófico cambio climático de origen humano debido a las crecientes emisiones de GEI procedentes de la quema de combustibles fósiles (Hansen et al. 2013), la deforestación (Keenan et al. 2015) y la producción agrícola - principalmente por la ganadería de rumiantes y el consumo de carne (Ripple et al. 2014). Además, hemos desatado un evento de extinción masiva de especies, la sexta en unos 540 millones de años, mediante la cual muchos de las actuales formas de vida podrían ser aniquiladas o, como poco, comprometidas a la extinción hacia el final de este siglo.

 

Por la presente, damos un Segundo Aviso a la Humanidad (...). Estamos poniendo en peligro nuestro futuro por nuestro desproporcionado consumo material y por no darnos cuenta de que el alocado crecimiento de la población mundial es el principal impulsor detrás de la mayoría de amenazas ecológicas e, incluso, societales (Crist et al. 2017). Con su fracaso en limitar adecuadamente el crecimiento de la población, en reevaluar el papel de una economía enraizada en el crecimiento permanente, en reducir la emisión de GEI, en incentivar la energía renovable, en proteger el hábitat, en restaurar los ecosistemas, en parar la extinción de fauna, en frenar las especies invasivas, la humanidad no está tomando los pasos urgentes que necesitamos para salvaguardar nuestra muy amenazada biosfera.

 

Puesto que la mayoría de líderes políticos responde a la presión, los científicos, los medios de comunicación y los ciudadanos deben insistir en que sus gobiernos pasen a la acción inmediata, como un imperativo moral hacia las actuales y futuras generaciones, humanas y de otras formas de vida. Con una marejada de esfuerzos desde organizaciones surgidas desde el pueblo, la obstinada oposición puede ser superada y los líderes políticos se verán obligados a hacer lo correcto. Es también el momento de reexaminar y modificar nuestros comportamientos individuales, incluyendo nuestra propia reproducción (idealmente, al nivel de reemplazo, 2 hijos por mujer, como máximo) y reducir drásticamente nuestro nivel de consumo per-cápita de combustibles fósiles, carne y otros recursos.

 

La rápida reducción mundial de las sustancias que destruían la capa de ozono nos muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos de manera decidida. También hemos hecho avances importantes para reducir la pobreza extrema y el hambre (www.worldbank.org). Otros progresos notables incluyen: rápida reducción de las tasas de fertilidad en muchas regiones mediante políticas educativas entre mujeres y jóvenes (www.un.org/esa/population), la prometedora reducción de la tasa de deforestación en algunas regiones y el rápido despliegue de energías renovables. Hemos aprendido mucho desde 1992, pero el progreso de los cambios necesarios y urgentes en políticas ambientales, comportamiento humano y reducción de las inequidades globales está, todavía, lejos de ser suficiente.

 

Las transiciones hacia la sostenibilidad se pueden producir de diferentes maneras, pero todas requieren presión de la sociedad civil y argumentaciones basadas en evidencias, liderazgo político, políticas adecuadas, mercados y otras consideraciones. Ejemplos de acciones diferentes y efectivas que la humanidad puede tomar para la transición a la sostenibilidad incluyen (sin presumir orden de importancia o urgencia):

 

Priorizando la promulgación de grandes reservas protegidas de una proporción significativa de los hábitats terrestres, marinos, de agua dulce y aéreos de todo el mundo;

 

Mantenimiento de los servicios ecosistémicos de la naturaleza parando la conversión de selvas, bosques, pastizales y otros hábitats naturales;

 

Restaurar comunidades con plantas autóctonas a gran escala, principalmente, bosques;

 

Devolver a la naturaleza salvaje zonas con especies nativas, especialmente con depredadores ápice, para recuperar procesos y dinámicas ecológicos;

 

Implementar políticas adecuadas para remediar la extinción de especies animales, la caza furtiva y la explotación y comercio de especies amenazadas;

 

Reducir el desperdicio de alimentos mediante educación y mejores infraestructuras;

 

Promover un cambio hacia dietas más vegetales y menos animales;

 

Promover la reducción adicional de los índices de fertilidad procurando que mujeres y hombres tengan acceso a la educación reproductiva y a los servicios voluntarios de planificación familiar, especialmente, en lugares donde falten tales recursos;

 

Aumentar la educación ambiental para niños y fomentar un mayor aprecio por la naturaleza por parte de la sociedad.

 

Desinvertir en inversiones monetarias e invertir en iniciativas que promuevan cambio ambiental

 

Idear y promover tecnologías no contaminantes y adoptar masivamente energías renovables y, simultéaneamente, eliminar subvenciones a la producción de energía con combustibles fósiles.

 

Revisar nuestra economía para reducir desigualdades y asegurarse que precios, impuestos y sistemas de incentivos tengan en cuenta los costes reales que nuestro patrón de consumo imponen en nuestro medio ambiente; y

 

Evaluar de manera científica el tamaño de población humana sostenible a largo plazo y pedir a las naciones y a sus líderes que apoyen ese objetivo vital.

 

Para prevenir pérdidas catastróficas de biodiversidad y un deterioro generalizado de las condiciones de vida humana, la humanidad debe poner en práctica una forma de vida más sostenible ambientalmente que la actual (“business as usual”). Esta receta ya fue bien articulada hace 25 años por los científicos del mundo, pero en la mayoría de los temas, no hemos escuchado su llamada de atención.

 

Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de la actual trayectoria que nos lleva al fracaso y nos estamos quedando sin tiempo. Debemos reconocer, en nuestras vidas diarias y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar.

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18 diciembre 2017 1 18 /12 /diciembre /2017 00:00
Por la senda del Pacifismo (81)

¿Cuántas vidas más, cuántas ciudades bombardeadas, cuántos pueblos destruidos para que despertemos? ¿Cuánto tejido social tiene que ser calcinado para que el mundo reaccione? ¿Cuándo seremos capaces de detener a la OTAN y a Estados Unidos?

Ilka Oliva

Como venimos afirmando, la Unión Europea es un actor fundamental en todo el entramado imperialista y de la OTAN, y una de sus actuaciones principales en este campo tiene que ver con las exportaciones de armas que lleva a cabo. De entrada, la ausencia de un control democrático sobre este espinoso asunto nos pone en guardia sobre el mismo. La Red Europea Contra el Comercio de Armas (ENAAT, por sus siglas en inglés) ha criticado fuertemente al Consejo de Europa en este contexto. En este artículo del medio Rebelion se han publicado a fecha de mayo de 2016 algunos datos que vamos a reproducir a continuación. Las cifras muestran que la primera zona de destino geopolítico por parte de los sistemas militares de los países de la UE ha sido Oriente Medio, lo cual significa que los países miembros de la UE siguen vendiendo una extensa cantidad de armas a las áreas del planeta donde concurren un mayor número de conflictos y regímenes autoritarios. Lo peor de todo es que los países miembros de la UE han otorgado conscientemente licencias de armas a países donde se vulneran los derechos humanos y que participan activamente en guerras, como es el caso de Arabia Saudí (3,9 billones en volumen de exportación de armas), Qatar (11,5 billones), Egipto (6,15 billones) o Israel (998 millones). Detrás de las buenas palabras y de las declaraciones de intenciones de los líderes europeos, se sigue encontrando el papel de bombero pirómano que Europa desempeña y que, por desgracia, nunca reconoce. La sociedad civil y el Parlamento Europeo realizan continuos llamamientos a la transparencia y al control democrático sobre las exportaciones de armas, pero el poder del complejo militar-industrial y los intereses de las grandes empresas transnacionales se imponen de facto. 

 

Arabia Saudí sigue siendo el destino más destacado de las armas fabricadas en la Unión Europea durante los últimos 15 años, y entre los grandes clientes de armas europeas también podemos encontrar a Qatar, Argelia, Marruecos, Egipto, la India, Emiratos Árabes Unidos y Turquía. Teniendo en cuenta la pobreza que muchos de estos países soportan, la continua violación de derechos fundamentales que su población sufre, o su participación en conflictos, sus presuntos vínculos con grupos terroristas, es sorprendente comprobar cómo nuestros "civilizados" y "libres" gobiernos occidentales los consideran destinos legales para emprender una política responsable de exportación de armas. El colmo del desatino es la continua victimización que se realiza cuando algunos de dichos atentados terroristas estalla en suelo europeo, y nuestros dirigentes alegan vergonzosos motivos para explicarlos. En vez de contribuir a la seguridad mundial, la venta de armas en la UE está, más bien, para alimentar y reproducir conflictos, como el de Yemen (uno de los más cruentos de las últimas décadas), o para confirmar la connivencia con regímenes represivos, como los de Arabia Saudí, Israel o Egipto. Por otra parte, como también hemos discutido en otros artículos de este Blog, dichos conflictos aumentan los flujos de migración y la presión de los refugiados en las fronteras mismas de la Unión Europea, es decir, justo lo antagónico a unas funciones de fomento de la paz, de las vías diplomáticas y de la reconstrucción de los países devastados. Ni qué decir tiene que, desde una óptica pacifista, las exportaciones de armas deberían estar absolutamente prohibidas, pues se trata de un negocio (al igual que algunos otros) ilícito que obtiene sus beneficios de la muerte y la destrucción. 

 

Pero vamos a otro asunto donde la OTAN también posee un significado importante, como es la crisis que se lleva gestando en la frontera con Rusia. No es un asunto menor, pues las intenciones de la Alianza son las de aislar cuanto más a la Federación Rusa, hostigando militarmente sus fronteras, y atrayendo a su mundo occidental a cuantos países satélites sean posibles. El conflicto está larvándose desde hace ya varios años, y puede estallar en cualquier momento. Occidente no da importancia a la continua expansión de la OTAN, pero ha de respetar que otros actores sí se la den. Básicamente lo que está en debate y en el fondo de este hostigamiento de la OTAN es el hecho de poder conseguir (o no) una Europa más amplia, que responda a una visión continental, que abarcara desde Lisboa a Vladivostok, con múltiples centros en Moscú, Ankara o Bruselas. A Estados Unidos siempre le ha aterrado esta posibilidad, así que desde el final de la Guerra Fría lleva hostigando y cercando los límites fronterizos de Rusia, atrayendo hacia la OTAN a los antiguos satélites de la URSS, es decir, a los países bálticos y la de Europa del Este. De ahí que desde hace varios años la expansión de la OTAN esté siendo imparable, incluso violando las garantías verbales que se le habían prometido en su día a Mijail Gorbachov de que las fuerzas de la OTAN no se trasladarían jamás hacia el Este, después de que Rusia accediera a que la Alemania unificada pudiera convertirse en miembro de la OTAN. Pero como decimos, la realidad es que la OTAN no ha dejado de avanzar hasta las fronteras de Rusia. Especialmente preocupantes para la Federación Rusa son los planes de ampliar la OTAN hasta Ucrania. 

 

¿Existen de verdad estos planes? Pues según las filtraciones, estos planes se trazaron explícitamente durante la Cumbre de la Alianza Atlántica que tuvo lugar en Bucarest en abril de 2008, cuando a Georgia y Ucrania se les prometió un eventual ingreso en la organización armada. De ahí podemos deducir que las inquietudes de Rusia son fáciles de comprender, al igual que lo son, por ejemplo, las de Corea del Norte. La crisis de Ucrania estalló con este conflicto de fondo, pues subyacía según muchos analistas el compromiso de Washington de apartar a Ucrania de la órbita histórica de Moscú y de su completa influencia cultural y dependencia económica, e integrarla completamente en Occidente. Los recelos de Rusia son, por tanto, totalmente comprensibles. El imperialismo norteamericano y su brazo ejecutor, la OTAN, están demostrando ser el elemento esencial de la estructura bélica del imperio occidental, donde se encuadran los países más desarrollados y ricos del planeta, y de la estructura de dominación de clase a escala planetaria. Y en este sentido, las ansias dominadoras y expansivas de la OTAN son incesantes, obsesivas, y no se detienen ante nada. Para ello la OTAN genera una continua demanda de inversiones en armamento, potencia una ingente industria militar, y fomenta una cultura de la guerra y un militarismo exacerbado que difunde los peores instintos del ser humano. Por otra parte, la OTAN impide la emancipación de los pueblos que deseen emprender caminos alternativos al imperialismo, caminos de independencia energética y económica, y que intenten implantar sistemas económicos distintos al fracasado, brutal y despiadado capitalismo globalizado. 

 

Hemos de impedir este continuo proceso de expansión planetaria de la OTAN, paralelo a las otras iniciativas de expansión económica y comercial, pues todo forma parte de la misma estrategia dominadora de la globalización capitalista. Ello cursa de modo tácito o expreso con una absoluta traición y renuncia a la soberanía de los pueblos, que se explicita en la entrega incondicional de sus gobiernos a la OTAN y su sometimiento a los dictados de los Estados Unidos. Y para garantizar todos estos objetivos, la OTAN y el propio imperialismo llevan a cabo un estricto control de la disidencia interna, una militarización de la sociedad, una generalización del miedo, una evolución hacia modelos sociales y políticos de excepción y hacia Estados policiales, lo que puede llegar incluso al establecimiento de alianzas con movimientos fascistas y servicios secretos en actividades terroristas en el interior de los países aliados. La OTAN es un terrible monstruo de mil cabezas del que es necesario alejarse, al que no se debe alimentar, y que se constituye por sí mismo en amenaza mundial. La OTAN se autoproclama como una organización defensiva, cuando su actividad ha sido esencialmente ofensiva durante los últimos 25 años. La OTAN alimenta peligrosamente el discurso cultural con contenidos ideológicos, tanto en los medios de comunicación como en la industria cultural. Promociona constantemente una cultura de la guerra que admite su existencia como algo inevitable, y que lleva a tolerar y a aceptar el recurso a la violencia, ocultando y minimizando sus aspectos rechazables. Todo ello favorece en el fondo la impunidad de que esta peligrosa organización goza, y en general de quienes ejercen la violencia contra los pueblos del mundo. Continuaremos en siguientes entregas. 

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15 diciembre 2017 5 15 /12 /diciembre /2017 00:05
Arquitectura de la Desigualdad (68)

En todos lados, el pago de la deuda pública es el pretexto invocado por los gobernantes para justificar políticas que atacan los derechos económicos y sociales de una aplastante mayoría de la población. Si los movimientos sociales y, entre ellos, los sindicatos quieren afrontar victoriosamente esta devastadora ofensiva, es necesario atacar la cuestión de la deuda pública de forma radical con el fin de sacarle al poder su argumento principal

Eric Toussaint (Portavoz de CADTM Internacional y miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia)

Continuando con el tema de la deuda pública y su importancia como obstáculo para poder revertir la desigualdad, veamos el caso español en cifras como ejemplo más cercano. En junio de 2016 la deuda pública española representaba el 100,9% del PIB y, del monto global (1,1 billones de euros), más de 938.000 millones de euros correspondían a la Administración estatal, más de 273.000 millones de euros correspondían a las Comunidades Autónomas, y sólo algo más de 35.000 millones de euros a los Ayuntamientos, según los datos del Banco de España. El informe "Análisis de la Deuda del Estado Español", de junio de 2015 (que puede consultarse y descargarse gratuitamente en el enlace http://www.cadtm-org/IMG/pdf/Analisis_Deuda_EE_PACD_Definitivo.pdf) arrojaba ya entonces conclusiones demoledoras. El Estado asumió como consecuencia del "rescate" bancario una deuda "indirecta" de más de 165.000 millones de euros, al ayudar y avalar a las entidades financieras (créditos fiscales, préstamos del BCE, avales del Estado a la emisión de deuda bancaria y a la deuda "senior" emitida por la SAREB o banco "malo"); y además una deuda "oculta" por valor de 1.069.941 euros (avales implícitos del Estado a los depósitos bancarios, garantías del FROB en los procesos de privatización o los esquemas de protección de activos). La suma de estas dos deudas, la "indirecta" y la "oculta" por las ayudas al sector bancario ascendía a 1,2 billones de euros, lo que equivalía al total de la deuda pública directa (a datos de diciembre de 2013). El problema de tener una deuda pública de más de un billón de euros es que la partida anual de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se resiente en unos 30.000 millones de euros en pago de intereses. 

 

Lo explica perfectamente Eduardo Bayona en este reciente artículo para el medio Publico, donde destaca el dato de que, en menos de seis años, el Gobierno (el PP de Mariano Rajoy, en este caso) ha disparado la deuda en 370.000  millones de euros. Eso supone en intereses, y en el mismo plazo, la friolera de 170.000 millones de euros. Evidentemente, con una cantidad como esa inhabilitada anualmente de los PGE es prácticamente imposible llevar a cabo ciertos proyectos de enorme interés social, ya que necesitan ser financiados de forma masiva. Así es muy fácil argumentar que "no hay dinero" cada vez que cualquier fuerza política o asociación o colectivo ciudadano solicitan al Ejecutivo la puesta en marcha de alguna medida para paliar la enorme desigualdad social. Y así, se resienten fundamentalmente los principales servicios públicos que conforman el ya debilitado Estado del Bienestar, lo cual, unido a otro tipo de medidas para favorecer a los más ricos y poderosos (como la permisividad hacia la evasión fiscal y los paraísos fiscales, de los que ya hablaremos a fondo en el siguiente bloque temático), no hacen sino fortalecer la senda de la aberrante desigualdad social que padecemos. De esta forma, los Gobiernos como el nuestro se endeudan continuamente, ya que además esto es barato por los bajos tipos de interés que se derivan de la política "ultraexpansiva" (en expresión de Eduardo Garzón) del BCE (en nuestro contexto europeo). Mecanismos como las Letras del Tesoro, Bonos del Estado y Obligaciones, a diferentes plazos, se emiten de forma masiva y descontrolada. Todo ello además no son medidas aisladas, sino que se enmarcan en un conjunto de decisiones de política fiscal, económica y financiera que delimitan profundamente los posibles marcos de actuación. 

 

Todas las medidas (control del déficit, mecanismo de endeudamiento, etc.) forman lo que comúnmente se ha venido en denominar "Regla de Gasto", y que delimita una de las mayores tiranías en el campo económico que despliega el dogma neoliberal. Amparados en sus famosos y falaces mantras ("las deudas hay que pagarlas", "no se puede gastar más de lo que se tiene", etc.), diseñan todo un indecente sistema que acota las posibilidades de maniobra de cualquier Gobierno en beneficio del interés general de su población. Lo han explicado Isidro López y Raúl Camargo en este artículo para la revista Viento Sur, que seguimos a continuación. Básicamente, el tronco común de todas estas políticas que consagran la desigualdad consiste en elevar a rango de ley lo que ellos llaman "políticas de austeridad" (de nuevo, se trata de un uso incorrecto e interesado del lenguaje). La verdadera austeridad no les interesa en absoluto, sino que simplemente lo que buscan es el sometimiento del poder político al poder financiero. En palabras de los autores: "Los rescates no fueron sino la fase más agónica de esta lógica de sumisión de las economías y las sociedades europeas al poder de las finanzas mediante la prioridad absoluta del pago de la deuda". Y así, el blindaje legal del pago prioritario de la deuda, obliga a los Estados y a sus Administraciones Públicas en general a poner en segundo plano el gasto productivo o social que beneficia a las clases trabajadoras. Pero además este endiablado sistema-deuda cumple una segunda función muy importante, puesto que el blindaje del pago de la deuda obliga primero a las Administraciones a recortar en cualquier tipo de gasto que no sea el servicio de la deuda y sus desorbitados e insostenibles intereses, y luego, a privatizar o externalizar los mismos servicios públicos que el pago de la deuda ha convertido en inviables. 

 

Se intenta de este modo legitimar todo un acoso a las funciones y servicios públicos gratuitos y universales, pretextando para ello su insosteniblidad debido a su alto "coste" presupuestario, e instando a su derivación hacia el mundo de la iniciativa privada. Los autores del artículo de referencia concluyen de forma contundente: "La regla de gasto (...) es posiblemente una de las regulaciones económicas más brutales y contraproducentes de cuantas se inscriben en el de por sí irracional e injusto universo económico de la austeridad". En la práctica, cuanto más crecen los ingresos de una determinada Administración Pública y cuanto más alto es el superávit en sus cuentas, más dinero se destina para el pago de la deuda. Todo ello se calcula en relación a un modelo económico (ideológico en el fondo), que tiene por objeto inhabilitar de forma constante y en grado creciente cierto porcentaje de los recursos de las arcas públicas, precisamente para que las Administraciones no puedan dedicarlos a gasto social. En la práctica, esto significa que ninguna Administración (Estado Central, Ayuntamiento o Comunidad) puede realizar políticas económicas expansivas, y el intentar hacerlo puede costarle caro (que se lo digan, sin ir más lejos, al Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena, que ha sido sancionado precisamente por esta causa). En Madrid, después de haber reducido gran parte de la deuda del Ayuntamiento, el Gobierno de Ahora Madrid ha intentado desarrollar políticas sociales hacia su población y revertir hacia el pueblo madrileño dicha situación de "bonanza" (relativa) económica, pero la tiranía del Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro ha tirado para atrás dicho intento. 

 

El bienestar de las mayorías sociales se ve indefinidamente sacrificado en aras a un supuesto "saneamiento de las cuentas" que no es tal, sino simplemente una fijación u obsesión política para cumplir esa demencial e injusta "regla de gasto". Y así, las posibles inversiones sociales y productivas quedan interceptadas, los intentos de implementar políticas de justicia fiscal, social o económica quedan abortados, y las ansias de dedicar más recursos a los servicios públicos que disfrutan el conjunto de la ciudadanía quedan anuladas. Es una forma "legal" de consagrar la desigualdad, un mero mecanismo pseudoeconómico (pues se basa en puros preceptos ideológicos cuya veracidad nunca se ha demostrado) para atar los proyectos, objetivos e intenciones de cualquier Administración, Estado o Gobierno, para que nunca sea posible dedicar recursos públicos a reducir las tremendas desigualdades, y a diseñar políticas de justicia social. Necesitamos planificar una racionalidad económica y presupuestaria diferente, más eficiente, pero sobre todo más justa, que abandone de una vez por todas los mantras de una regla de gasto que en realidad obedece a serviles dogmas del neoliberalismo económico más fanático. Necesitamos enfrentarnos decididamente contra quienes, usando la deuda como un pretexto, aniquilan las posibilidades de disfrutar de servicios públicos gratuitos, universales y de calidad, para contribuir únicamente a la espiral de una deuda infinita que sólo beneficia a los más poderosos. La deuda ata de pies y manos a cualquier Administración que desde planteamientos políticos y sociales justos intente diseñar políticas y medidas que contribuyan a paliar y a reducir las desigualdades. Habrá desigualdad mientras no existan recursos, y no existirán recursos mientras el pago de las deudas y de sus intereses sigan copando una parte importante de los presupuestos públicos. Continuaremos en siguientes entregas. 

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13 diciembre 2017 3 13 /12 /diciembre /2017 00:00
Viñeta: http://www.ecorepublicano.es/

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A veces el problema radica en el tipo de historia que se explica. (…) La historia tiene otra función además de recordar el pasado: educarnos en nuestro propio presente. (…) Es que además la historia no es algo que se transmita solo en las aulas, también se trasmite en el seno de las familias, en el callejero, en las plazas… es todo lo que nos rodea. Y si la que se pretende mantener es aquella que ensalza a los golpistas frente a los que defendieron el régimen legítimo de su país, poco puedes hacer en un aula

Leandro Álvarez Rey

En la entrega anterior nos quedamos haciendo un breve recorrido por la propuesta de Ley de Memoria Histórica que ha aprobado recientemente la Comunidad Autónoma de Andalucía, como buen referente de una ley que se precie de tal, ayudados de este magnífico artículo de Olivia Carballar para el medio La Marea. Continuaremos con él, pues nos quedan aún algunos aspectos que comentar. Otro asunto que impulsa el texto andaluz son los lugares de memoria, una figura creada por la Junta de Andalucía con anterioridad a la confección y aprobación de esta ley, y mediante la que se han protegido más de medio centenar de enclaves, que tendrán que ser señalizados e incluidos en un inventario creado a tal efecto. Según la normativa aprobada, las legislaciones referentes a la ordenación del territorio, urbanismo y medio ambiente tendrán que respetar en todo caso y en todo momento estos lugares, y las posibles actuaciones necesitarán un informe preceptivo antes de la aprobación definitiva de las mismas. Asímismo, las personas propietarias, titulares de derechos o simples poseedoras de los terrenos o inmuebles reconocidos como "lugares de la memoria" tienen el deber de conservarlos y mantenerlos. La falta de este cumplimiento facultará a la Administración para la expropiación total o parcial del lugar por causa de interés público o social. De igual modo, la Junta también podrá descatalogar los lugares "cuando hayan desaparecido las circunstancias que motivaron su inscripción". En cuanto al movimiento asociativo, la normativa andaluza reconoce explícitamente el papel y la relevancia del mismo, ya que fue una de las reivindicaciones del colectivo en la tramitación del texto. 

 

Para la ley andaluza, "las entidades memorialistas contribuyen a la concienciación social para la preservación de la Memoria Democrática de Andalucía y a la defensa de los derechos de las víctimas". Durante todos estos años de recuperación y defensa de la memoria, han sido sobre todo las entidades memorialistas las que han hecho el trabajo que ahora asume la Administración con esta ley. Por ello, dichas entidades son reconocidas en la normativa como titulares de intereses legítimos y colectivos de las víctimas. Por lo demás, el texto recoge la creación de un registro de entidades de memoria democrática, un censo de la represión, un Consejo de la Memoria Democrática de Andalucía y un Instituto de la Memoria Democrática de Andalucía. Será responsabilidad de la Administración recoger, reunir y recuperar los fondos documentales, testimonios orales, etc. Todo el acceso a dichos documentos queda garantizado. Otro importantísimo asunto que la ley andaluza recoge es el relativo a la educación. Los contenidos sobre la memoria democrática serán recogidos e incluidos en el currículum de primaria, secundaria, bachillerato y en el educación permanente de personas adultas, pero no como una asignatura específica. Por su parte, la Consejería de Educación incorporará a los planes de formación del profesorado "la actualización científica, didáctica y pedagógica en relación con el tratamiento escolar de la Memoria Democrática de Andalucía". Además, se impulsará su incorporación en los estudios de nivel universitario donde proceda. Por tanto, y como ha quedado resumido, la ley andaluza nos parece un buen punto de referencia, aunque por supuesto no es perfecta, y adolece aún de varios aspectos que pudieran estar mejor tratados. Aún así, es quizá la mejor punta de lanza a nivel nacional que podemos observar, y por eso la hemos explicado en esta serie de artículos. 

 

Bien, finalizada ya la exposición del primer referente, nos quedan aún dos detallados programas de acción política dedicados a la plena superación del franquismo. El primero figura como anexo en este artículo (cuyos puntos anteriores ya hemos repasado en anteriores entregas) del medio Eco Republicano. En lo que sigue vamos a relatar los sucesivos puntos que conforman la Propuesta de programa contra la impunidad y de fortalecimiento democrático. Se trata de un catálogo de 18 puntos programáticos, extraídos y resumidos de la Federación Estatal de Foros por la Memoria y FAMYR. Vamos a ir exponiéndolos y comentándolos:

 

1.- Ratificación de la "Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad". Como ya hemos afirmado en otros puntos de esta serie, es fundamental acogerse a este enfoque para desarmar el argumento principal que utilizan los que aún sostienen la impunidad, que es basarse en la Ley de Amnistía de 1977, como ley de punto final. 

 

2.- Declarar por Ley la nulidad de todas las acciones legales del régimen franquista, haciendo mención expresa a las Resoluciones de las Naciones Unidas adoptadas por unanimidad por la Asamblea General de la ONU el 9 de febrero de 1946 (Res. 32 (I)) y el 12 de diciembre de 1946 (Res. 39 (I)), y a su carácter criminal según las normas de derecho internacional. Si algún lector o lectora tiene dudas de la necesidad de declarar la nulidad de las mismas, que vuelva a las entregas anteriores de esta serie donde se relataban la gravedad, indefensión y falta absoluta de respeto a los derechos fundamentales que recibían los encausados durante los juicios sumarísimos del franquismo. 

 

3.- Declarar la nulidad de todos los juicios penales y militares por arbitrarios e ilegales, adoptando las medidas adecuadas para el resarcimiento proporcional y actualizado de las víctimas, así como la reconstrucción de los archivos penales y judiciales afectados. Este punto viene a complementar el anterior. 

 

4.- Elaborar una ley de exhumaciones e identificación de víctimas que tenga en cuenta los tipos de delitos, el necesario conocimiento de la verdad, y que fije los procedimientos acordes con el derecho internacional de los derechos humanos. En parte, esta tarea es lo que ha concretado la ley andaluza que hemos examinado en la anterior entrega y más arriba. Básicamente, la Administración Pública es la que debe asumir todas las funciones y responsabilidades en lo relativo a la búsqueda, recuperación y exhumación de restos de fusilados y represaliados por el franquismo, tanto en lo tocante al presupuesto público para afrontarlo como al despliegue de medios humanos y materiales necesarios. Dicha ley ha de tener en cuenta además los diferentes tipos de enterramientos clandestinos, oficiales, etc., y resolver el caso de las fosas comunes producto del plan de exterminio, de los enterramientos ilegales y de las fosas comunes de las tropas regulares en los frentes de batalla. 

 

5.- Elaboración de un Manual de Antropología Forense adaptado a las normas internacionales de derechos humanos, crímenes de guerra y a la situación histórica de la Segunda República y del régimen franquista, que permita ordenar los desenterramientos en orden a la instrucción penal correspondiente en función del tipo de delitos y las víctimas, sean éstas civiles o soldados regulares en los frentes de batalla. Sólo de esta forma podrá contribuirse en mayor grado a la verdad y al conocimiento riguroso de los hechos. Continuaremos en siguientes entregas.

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