La perspectiva de la raza humana se ha oscurecido más allá de cualquier precedente. La humanidad se enfrenta a una clara alternativa: O bien morimos todos o bien adquirimos un ligero grado de sentido común. Un nuevo pensamiento político será necesario si se quiere evitar el desastre final
¿En qué situación estamos actualmente en cuanto a armamento nuclear? ¿Son fundadas las sospechas de su existencia? Pues veamos: según este reciente artículo publicado en el medio Tiempo Argentino, existen en el mundo más de 17.000 armas nucleares, repartidas entre nueve países, 2.000 de ellas situadas en estado de "Alerta Alta". Tomaremos como referencia algunos de sus datos e informaciones. El estado de "Alta Alerta" implica su preparación para poder ser usadas en cuestión de segundos, y con un poder de destrucción muy superior (ya lo comentamos en la entrega anterior, cuando comenzábamos este bloque temático) al de las arrojadas por los Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945. Sólo entre Rusia y Estados Unidos, suman el 92% del total, con 8.500 y 7.700 respectivamente, según un informe de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas (ICAN), la organización que fue galardonada en octubre del pasado año con el Premio Nobel de la Paz por su labor a favor del desarme. Además de esos dos países, que forman como decimos la peligrosa punta de lanza, Francia (con 300), Reino Unido (con 275), China (con 250), Pakistán (entre 100 y 120), India (entre 90 y 110), Israel (80), y Corea del Norte (entre 10 y 60) poseen también armas nucleares, pero curiosamente, solo los primeros cinco lo hacen de forma "legal", en virtud del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (NPT, por sus siglas en inglés), firmado en 1968.
Bien, una duda nos asalta antes de continuar. Mejor dicho, dos dudas. La primera es de todo punto lógica: ¿se firma un tratado internacional de "no proliferación" de armas para permitir que algunos países las posean y otros no? ¿Algún lector o lectora entiende la lógica de este tratado? Sin más comentarios. Segunda duda, o mejor dicho, reflexión: ¿no es extremadamente curioso que aún apareciendo Corea del Norte como el último de la lista de los países poseedores de armas nucleares, sea el más peligroso de todos según nuestros medios de comunicación? Dejo dichas reflexiones a la interpretación de los lectores y lectoras. El Tratado de No Proliferación antes referido, firmado por 190 Estados, estableció la prohibición del desarrollo nuclear a todos los firmantes, excepto a los llamados "Estados Nuclearmente Armados", que eran los que, al momento de la firma del tratado, ya habían realizado un ensayo nuclear. Bien, lógico hasta aquí...Pero si el tratado es de no proliferación...¿Por qué a dichos países se les permite seguir proliferando y al resto no? Vamos a expresarlo de otra forma: ¿Por qué es un escándalo que Irán realice una serie de experimentos con uranio empobrecido pero no lo es que Donald Trump afirme que "posee el botón nuclear más gordo"? ¿No parece más bien que nos guiamos por una doble vara de medir? ¿La no proliferación es sólo para los países escogidos o para todo el mundo? ¿Quiénes deciden quién puede proliferar y quién no? Como vemos, todo es un absoluto despropósito. Concretamente, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte, que se encuentran fuera del acuerdo, lo han criticado argumentando (con mucha razón, por lo que estamos viendo) que crea un club de países "nuclearmente ricos" y un grupo de países "nuclearmente pobres", sin explicar bajo qué motivos o fundamentos éticos se realiza esta irracional distinción.
Durante los últimos años, Irán, pero sobre todo el programa nuclear de Corea del Norte (enemigo histórico de USA desde la masacre a la que fue sometido durante la guerra de 1950-53) es el que más tensión ha generado en el mundo, instalando la idea de que una guerra nuclear es posible, y concitando todo tipo de tensiones entre sus defensores (únicamente China) y sus detractores (el resto, con Estados Unidos a la cabeza). Rusia se mantiene en este aspecto neutral a simple vista, pero también lleva sus propios intereses. La senda del Pacifismo no puede justificar en absoluto ninguna escalada armamentística, y mucho menos nuclear, pero dicho esto, hay que comprender la actitud histórica de Corea del Norte, que entiende que sólo una actitud belicista fehaciente tendrá como resultado el "respeto" de Estados Unidos. Porque lo cierto es que USA jamás ha consentido cualquier tipo de negociación con Corea del Norte, que hubiera contribuido a aliviar la tensión histórica entre ambos países. Muy al contrario, siempre ha alentado (como es su estilo) la provocación. Pero nuestros medios de comunicación occidentales, todos ellos pertenecientes a serviles aliados estadounidenses, siempre nos han dado la visión equivocada de la realidad, presentando a Corea del Norte como los provocadores, y a Estados Unidos como el gendarme que tiene que controlarla. Otro absurdo histórico en lo que a pacifismo se refiere. La única solución es la de siempre: negociar, presionar y respetar. Presionar, respetar y negociar. No existen más soluciones. Hay que alcanzar acuerdos mundiales para el desarme nuclear, pero que afecten a TODOS los países, sin excepciones.
Corea del Norte era parte del NPT hasta 2003, pero a partir de ahí comenzó a desarrollar su programa nuclear, pensamos que como herramienta de disuasión ante Estados Unidos, para poder entablar negociaciones de igual a igual, cosa que ningún inquilino de la Casa Blanca ha tenido a bien hasta ahora. Según ICAN, Corea del Norte posee 10 cabezas nucleares, una cifra que fue elevada a 60 en un informe de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos publicado en julio de 2017 por el medio The Washington Post. No obstante y afortunadamente, parece ser que soplan vientos de paz y reconciliación durante estas últimas semanas, ya que ambas Coreas han firmado acuerdos de colaboración, y el dirigente norcoreano ha mostrado su firme propósito de comenzar a desnuclearizarse sin condiciones si se respetan los acuerdos. Otro caso importante es el Irán, que constituye igualmente un foco de conflicto permanente, incluso con su más tolerante y aperturista presidente Hassan Rouhani. El caso es que Irán intentó durante muchos años desarrollar un programa nuclear propio que le costó innumerables sanciones por parte de la ONU, que llegaron incluso a hundir al país islámico en una grave crisis económica. Al final, bajo el segundo mandato de Barack Obama, se alcanzó por fin un acuerdo internacional con Irán, que levantaba las sanciones a cambio de la interrupción de su programa nuclear. No obstante, el actual inquilino de la Casa Blanca, el ignorante y temerario magnate Donald Trump, ha manifestado su intención de no respetar dicho acuerdo.
El caso de Estados Unidos, como estamos viendo a lo largo de toda esta serie de artículos (ya lo vimos también en nuestra serie "USA: Estado de Guerra Permanente", publicado hace algún tiempo en nuestro Blog) es ciertamente paradigmático. Posee el nada honorífico ránking de haber sido el primer país en desarrollar armas nucleares, el único que las ha usado en una guerra (Japón, 1945, Segunda Guerra Mundial) y es el que más gasta en el mantenimiento e investigación de su arsenal nuclear (de hecho, gasta más que todos los demás países juntos). Le sigue la Federación Rusa, que posee el arsenal nuclear más grande del mundo (heredado de la antigua U.R.S.S.) y está invirtiendo en la modernización de sus cabezas nucleares y en sus sistemas de lanzamiento. Por su parte, China posee un arsenal nuclear mucho más pequeño que Estados Unidos y Rusia, y no parece estar aumentando su tamaño, a diferencia de la India, que rompiendo sus compromisos con el NPT, comenzó a incrementar de forma constante el tamaño de su arsenal nuclear y de su capacidad de lanzamiento. Asímismo, Pakistán aumentó su arsenal y mejoró sustancialmente su infraestructura nuclear durante los últimos años. En el caso de Israel, que se cree que cuenta con 80 cabezas nucleares, existe bastante secretismo en cuanto a su programa, y además sus autoridades siempre han sido muy ambiguas en relación a este asunto, sobre el cual nunca han confirmado ni negado su existencia. Además de esos nueve países, Alemania, Bélgica, Italia, Holanda y Turquía poseen armas nucleares fabricadas por otros países, como parte de una política de disuasión de la OTAN que implica que todos los miembros de la alianza militar deben poseer armas de este tipo. Este es el panorama internacional a día de hoy. Continuaremos en siguientes entregas.